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15.05.2013 Views

CAPÍTULO II VANGUARDIA Y DIVERGENCIA DEL SURREALISMO 2.1 Antecedentes directos del Surrealismo: 2.1.1 Materialismo Dialéctico/ Histórico. Allí aparecía la bella dormida cubierta de soles Sus ardientes pisadas tanto median el suelo como el cielo Una sombra de olivos bajo los ojos Murmullos de agua para las manos En los mares siempre flotaban los ojos Y esta rama de laurel de horizonte a horizonte Prendida de los sueños alzada del cielo No has visto una sonrisa hilar un paisaje La muchacha reír con el cielo chorreando de sus manos 76 Emilio A. Westphalen 2004 No esta demás el reconocer las mas claras raíces del surrealismo, siendo la primera de ellas, la vertiente marxista del pensamiento socialista, tanto el materialismo dialéctico como el histórico, que constituyenen el caso del surrealismo fundamentos de su actitud crítica, divergente, aunque también, dogmática y contingente.

Tesis sobre Feuerbach. 1. El defecto fundamental de todo el materialismo anterior –incluido el de Feuerbach—es que solo concibe las cosas, la realidad, la sensoriedad, bajo la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad sensorial humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo, pero solo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalmente, no conoce la actividad real, sensorial, como tal. (Feuerbach) (…) Por tanto, no comprende la importancia de la actuación “revolucionaria”, “practicocritica” (Marx, 1973: 7) El materialismo marxiano-engelsiano no es un burdo empirismo que desconozca el factor socio-cultural de lo humano. Marx señala que el factor humano es indesligable de la comprensión de la naturaleza 48 , y es, en tanto consciencia activa, coordinación de inteligencia y trabajo, sin la cual, dicha naturaleza permanece fuera de la historia y de las dinámicas sociales. Señalamos, en todo caso, el defecto que constituirá el “talón de Aquiles” de dicha aseveración: hacer de una interpretación condicionada por la historia, una interpretación absoluta. Cierto es que, dicho defecto, se aprecia más en el “marxismo” posterior que en el propio pensador de Treveris, pero la raíz del error, fue hacer de la explicación dialéctica de la realidad, una verdad de fe. 2. El problema de si al pensamiento humano se le puede atribuir una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un problema practico. Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento. El litigio sobre la realidad o irrealidad de un pensamiento que se aísla de la práctica, es un problema puramente escolástico. (Marx, 1973: 7-8) Ahora bien, afortunadamente, Marx no es un empirista vulgar, pero si, y con justa razón, un materialista ilustrado y consciente. Tal vez, el rasgo pragmático de su pensamiento, tenga entre otras raíces, un obvio origen en 48 Adelantándose al principio antrópico de la física teórica de fines del siglo XX Cf.: Hawking, Stephen: Historia del tiempo, 1992. 77

Tesis sobre Feuerbach.<br />

1. El defecto fundam<strong>en</strong>tal de todo el materialismo anterior –incluido el de<br />

Feuerbach—es que solo concibe las cosas, la realidad, la s<strong>en</strong>soriedad, bajo<br />

la forma de objeto o de contemplación, pero no como actividad s<strong>en</strong>sorial<br />

humana, no como práctica, no de un modo subjetivo. De aquí que el lado<br />

activo fuese desarrollado por el idealismo, por oposición al materialismo,<br />

pero solo de un modo abstracto, ya que el idealismo, naturalm<strong>en</strong>te, no<br />

conoce la actividad real, s<strong>en</strong>sorial, como tal. (Feuerbach) (…) Por tanto, no<br />

compr<strong>en</strong>de la importancia de la actuación “revolucionaria”, “practicocritica”<br />

(Marx, 1973: 7)<br />

El materialismo marxiano-<strong>en</strong>gelsiano no es un burdo empirismo que<br />

desconozca el factor socio-cultural de lo humano. Marx señala que el factor<br />

humano es indesligable de la compr<strong>en</strong>sión de la naturaleza 48 , y es, <strong>en</strong> tanto<br />

consci<strong>en</strong>cia activa, coordinación de intelig<strong>en</strong>cia y trabajo, sin la cual, dicha<br />

naturaleza permanece fuera de la historia y de las dinámicas sociales.<br />

Señalamos, <strong>en</strong> todo caso, el defecto que constituirá el “talón de Aquiles” de<br />

dicha aseveración: hacer de una interpretación condicionada por la historia,<br />

una interpretación absoluta. Cierto es que, dicho defecto, se aprecia más <strong>en</strong><br />

el “marxismo” posterior que <strong>en</strong> el propio p<strong>en</strong>sador de Treveris, pero la raíz<br />

<strong>del</strong> error, fue hacer de la explicación dialéctica de la realidad, una verdad de<br />

fe.<br />

2. El problema de si al p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to humano se le puede atribuir<br />

una verdad objetiva, no es un problema teórico, sino un<br />

problema practico. Es <strong>en</strong> la práctica donde el hombre ti<strong>en</strong>e que<br />

demostrar la verdad, es decir, la realidad y el poderío, la<br />

terr<strong>en</strong>alidad de su p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to. El litigio sobre la realidad o<br />

irrealidad de un p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to que se aísla de la práctica, es un<br />

problema puram<strong>en</strong>te escolástico. (Marx, 1973: 7-8)<br />

Ahora bi<strong>en</strong>, afortunadam<strong>en</strong>te, Marx no es un empirista vulgar, pero si, y<br />

con justa razón, un materialista ilustrado y consci<strong>en</strong>te. Tal vez, el rasgo<br />

pragmático de su p<strong>en</strong>sami<strong>en</strong>to, t<strong>en</strong>ga <strong>en</strong>tre otras raíces, un obvio orig<strong>en</strong> <strong>en</strong><br />

48 A<strong>del</strong>antándose al principio antrópico de la física teórica de fines <strong>del</strong> siglo XX Cf.:<br />

Hawking, Steph<strong>en</strong>: Historia <strong>del</strong> tiempo, 1992.<br />

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