La superación del dogmatismo surrealista en los ... - Cybertesis
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intuiciones de lo sensible. Sostenemos a modo de hipótesis, que así como el criticismo libró al filósofo de Königsberg, de caer en un dogmatismo anti- científico. Buscar un principio del gusto, que ofrezca el criterio universal de lo bello, por medio de determinados conceptos, es un atarea infructuosa, porque lo que se busca es imposible y contradictorio en si. La comunicabilidad general de la sensación (de la satisfacción o disgusto), de tal índole, que tenga lugar, sin concepto y la unanimidad, en lo posible, de todos los tiempos y de todos los pueblos, en lo que toca a ese sentimiento en la representación de ciertos objetos, tal es el criterio empírico (…) común a todos los hombres, de la unanimidad en el juicio de las formas bajo las cuales un objeto es dado. (Kant, 1958:213-214) Por racionalidad, no podemos establecer principios permanentes ahí donde la contingencia de las sensaciones individuales y las idiosincrasias colectivas, deciden. Establecer, nuestro principio, como único y decisivo, sería también erróneo. Esto abre la vía, para el debate, la interpretación y el consenso, que se da en el ámbito cultural, académico y científico. Hasta ahí, podemos llegar, siendo necesarios la claridad del lenguaje técnico y la consiguiente adhesión a paradigmas renovables y perfectibles. De la idea normal de lo bello se diferencia, pues, aun el ideal del mismo, el cual solo puede esperarse en la figura humana,… En esta el ideal, que consiste en la expresión de lo moral, sin la cual no podría placer universalmente, y por tanto, positivamente (no solo negativamente en una exposición correcta). La expresión visible de ideas morales que dominan interiormente al hombre puede, desde luego, tomarse solo de la experiencia;(…) La exactitud de un ideal semejante de la belleza se demuestra en que no permite que se mezcle encanto alguno sensible con la satisfacción en su objeto, y (…) demuestra que el juicio según una regla semejante no puede nunca ser puramente estético y que el juicio según un ideal de la belleza no es un simple juicio de gusto (…): Belleza es forma de la finalidad de un objeto en cuanto es percibida en el sin la representación de un fin” (Kant, 1958: ) 56
Este antropocentrismo, impensable en las culturas semíticas monoteístas, encuentra en el arte una expresión de aquello que en términos de la comprensión humana es lo más elevado –la espiritualidad terrena, traducida a sutiles concepciones—dentro de los límites que la cristiandad europea, latina y germánica, romana y protestante, implicaba 34 . Constatamos que aun en el juicio estético, requerimos de una jerarquía de valores morales e intelectuales. Dada la imprecisión de la sensación, comprendemos el punto de vista kantiano sobre la belleza, como carente de finalidad. ¿Podríamos suponer en nuestra época con el pensador, que la belleza es forma de finalidad (de objeto) (percibida) sin (representación de) su correspondiente fin? $ 43. Del arte en general:: 1º Arte se distingue de naturaleza, como hacer (facere) de obrar o producir en general (agüere), y el producto o consecuencia del primero, como obra (opus), de la segunda, como efecto (effectus).(…) Según derecho, debiera llamarse arte solo a la producción por medio de la libertad, es decir, mediante una voluntad que pone razón a la base de su actividad, (…). (Kant, 1958: 252) Lo que da sentido al debate humanístico, es el retorno a las interrogantes vigentes. Siguiendo a nuestro autor, solo en responsabilidad y con dominio de las condiciones es legítimo, llamar al producto, obra artística. Dada la amplitud de la acepción actual, serían regiones diversas, con paradigmas distintos y coexistentes, en el universo del arte 35 . Para Kant, si el arte es proceso creativo consciente, conocedor de la tradición, que es continuidad 34 ¡Cuanto internalizó Kant de su cultura germánica de raíz indoeuropea y del elaborado producto de esta que fue la civilización greco-latina y su revivir en la Modernidad! 35 Los conocimientos actuales sobre la mente, procesos de creación estética y artística, rebasan lo sabido en el siglo XVIII. 57
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Este antropoc<strong>en</strong>trismo, imp<strong>en</strong>sable <strong>en</strong> las culturas semíticas monoteístas,<br />
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latina y germánica, romana y protestante, implicaba 34 . Constatamos que aun<br />
<strong>en</strong> el juicio estético, requerimos de una jerarquía de valores morales e<br />
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decir, mediante una voluntad que pone razón a la base de su<br />
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Lo que da s<strong>en</strong>tido al debate humanístico, es el retorno a las interrogantes<br />
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de las condiciones es legítimo, llamar al producto, obra artística. Dada la<br />
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proceso creativo consci<strong>en</strong>te, conocedor de la tradición, que es continuidad<br />
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producto de esta que fue la civilización greco-latina y su revivir <strong>en</strong> la Modernidad!<br />
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