La superación del dogmatismo surrealista en los ... - Cybertesis

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15.05.2013 Views

arte han descuidado el hecho de que fue una inteligencia que siguió este desarrollo la que hizo posible la realización, poco a poco, de las condiciones económicas que formaron la base del “progreso” ulterior. 157 Es interesante cómo, el correlato estético del pensamiento socialista, esto es, la vanguardia, se ve obligada a cuestionar los fundamentos mismos en que sustentaba su ideología. Siendo consecuentes con sus principios, estaban obligados a revisar, a refutar, a corregir. 158 Hay además, un descubrimiento en nuestra época que respecto al arte tiene la misma significación que los descubrimientos geográficos tuvieron para el hombre europeo del Renacimiento (…), pues ¿Qué otra cosa quiere decir sino que reconocen sus aspiraciones relativas y que no esta asido a eternidades, a preceptos invariables y permanentes?), (…): ( en realidad, se cayo en cuenta que se podía prescindir de las imágenes que nos ofrecía la naturaleza y de las cuales nos servíamos como medios de expresión). (Westphalen, 1996: 236-237) El sentido crítico de Emilio A. Westphalen se fundamenta en el humanismo. Podríamos decir que su interés en la creación poético/ estética le permite una relación genuina con el humanismo, relación no afectada de cientificismo economicista ni historicista. 159 El arte al que hace referencia Emilio A. Westphalen, es el arte del siglo XX, post-impresionista y vanguardista y este, deja de referirse directamente a la figura humana. Pero esta falta de referencia es precisamente, el rechazo a la cosificación del ser humano y sus relaciones sociales, para dar paso a una libre intervención del 157 Paalen, W. Citado por Westphalen, 1996: 235-236 158 El legado marxiano no podía ser aquel fascismo soviético, tan asesino como su oponente nazi. Debían existir otras formas de llevar a la práctica el ideario socialista y de acceder a un sistema social, realmente humano, constructivo, conciente y libertario. El arte, y la discusión que conlleva, no serian irrelevancias pequeño-burguesas, sino, modos de realizar la utopía. 159 como en el caso de pensadores europeos post-estructuralistas como L. Althusser o M. Foucault. 182

ser humano en la creación de sus productos estéticos, que se manifiestan en tanto textos, articulados lingüísticamente y que cobran sentido en tanto existe público consumidor/ decodificador, el cual a su vez, forma parte del mismo colectivo social que genera al artista y le da sentido, así, al impulso humanista de este. El teórico, Emilio A. Westphalen, por ejemplo, participa de dicha dinámica, indistintamente como creador o consumidor. Según el autor, el creador de formas estéticas, impulsado por un afán de autenticidad, es un legítimo producto de los tiempos modernos (siglo XX) sólo se puede comprender por el desarrollo científico-tecnológico que permite la mundialización del capitalismo, de las formas de vida liberal- burguesas y con la reproductibilidad técnica de los productos artísticos. Será toda esta actividad social circundante la que condicionara la aparición de individuos que provistos del genio y el talento, lograran desarrollarlo, produciendo obras tangibles e insertándose socialmente como creadores, compositores, ejecutantes, etc. primordialmente en el mundo occidental. 160 El arte moderno (…) ha sido el arte de los experimentos, de las hipótesis audaces, de las exploraciones sin fin por los terrenos más apartados, por los nunca traficados. Los nombres de esos movimientos se hallan en todas las bocas y casi es inútil repetirlos: cubismo, fauvismo, abstractivismo, concretismo, surrealismo, etc. Y en todos ellos no han faltado las obras maestras. Aquí no vamos a examinar de qué modo cada uno acentuó la crisis del arte moderno o trató de resolverla. Podríamos acaso preguntarnos si su validez ha caducado. (…) (Westphalen, 1996: 237) 160 En verdad, este desarrollo de la subjetividad –que según Harold Bloom, se da en el occidente ya en el siglo XVII con Shakespeare, y agregaríamos nosotros con Cervantes en el ámbito hispánico, en medio del proceso de globalización del capitalismo y desarrollo de las artes fenómeno estudiado por Proudhon, Marx, Engels, Benjamin. 183

ser humano <strong>en</strong> la creación de sus productos estéticos, que se manifiestan <strong>en</strong><br />

tanto textos, articulados lingüísticam<strong>en</strong>te y que cobran s<strong>en</strong>tido <strong>en</strong> tanto<br />

existe público consumidor/ decodificador, el cual a su vez, forma parte <strong>del</strong><br />

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humanista de este. El teórico, Emilio A. Westphal<strong>en</strong>, por ejemplo, participa<br />

de dicha dinámica, indistintam<strong>en</strong>te como creador o consumidor.<br />

Según el autor, el creador de formas estéticas, impulsado por un afán de<br />

aut<strong>en</strong>ticidad, es un legítimo producto de <strong>los</strong> tiempos modernos (siglo XX)<br />

sólo se puede compr<strong>en</strong>der por el desarrollo ci<strong>en</strong>tífico-tecnológico que<br />

permite la mundialización <strong>del</strong> capitalismo, de las formas de vida liberal-<br />

burguesas y con la reproductibilidad técnica de <strong>los</strong> productos artísticos. Será<br />

toda esta actividad social circundante la que condicionara la aparición de<br />

individuos que provistos <strong>del</strong> g<strong>en</strong>io y el tal<strong>en</strong>to, lograran desarrollarlo,<br />

produci<strong>en</strong>do obras tangibles e insertándose socialm<strong>en</strong>te como creadores,<br />

compositores, ejecutantes, etc. primordialm<strong>en</strong>te <strong>en</strong> el mundo occid<strong>en</strong>tal. 160<br />

El arte moderno (…) ha sido el arte de <strong>los</strong> experim<strong>en</strong>tos, de las<br />

hipótesis audaces, de las exploraciones sin fin por <strong>los</strong> terr<strong>en</strong>os<br />

más apartados, por <strong>los</strong> nunca traficados. Los nombres de esos<br />

movimi<strong>en</strong>tos se hallan <strong>en</strong> todas las bocas y casi es inútil<br />

repetir<strong>los</strong>: cubismo, fauvismo, abstractivismo, concretismo,<br />

surrealismo, etc. Y <strong>en</strong> todos el<strong>los</strong> no han faltado las obras<br />

maestras. Aquí no vamos a examinar de qué modo cada uno<br />

ac<strong>en</strong>tuó la crisis <strong>del</strong> arte moderno o trató de resolverla.<br />

Podríamos acaso preguntarnos si su validez ha caducado. (…)<br />

(Westphal<strong>en</strong>, 1996: 237)<br />

160 En verdad, este desarrollo de la subjetividad –que según Harold Bloom, se da <strong>en</strong> el<br />

occid<strong>en</strong>te ya <strong>en</strong> el siglo XVII con Shakespeare, y agregaríamos nosotros con Cervantes <strong>en</strong><br />

el ámbito hispánico, <strong>en</strong> medio <strong>del</strong> proceso de globalización <strong>del</strong> capitalismo y desarrollo de<br />

las artes f<strong>en</strong>óm<strong>en</strong>o estudiado por Proudhon, Marx, Engels, B<strong>en</strong>jamin.<br />

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