La superación del dogmatismo surrealista en los ... - Cybertesis
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instituciones, de las conv<strong>en</strong>ciones que pret<strong>en</strong>der determinar o suplantar, la<br />
actividad de nuestros espíritus. Solo una compr<strong>en</strong>sión real y material de<br />
nuestra viv<strong>en</strong>cia cultural y social, nos permite acceder a la conci<strong>en</strong>cia de<br />
nuestro mom<strong>en</strong>to histórico y desde ahí, asc<strong>en</strong>der a una libertad que se<br />
construye –como <strong>en</strong> el poema de Breton—y se conquista. Esto vale,<br />
también, para la esfera de la apreciación y la creación artística.<br />
El error de <strong>los</strong> <strong>surrealista</strong>s fue (…) que aceptaron demasiado<br />
pronto una nueva “cosa <strong>en</strong> si”, como un absoluto, la realidad de<br />
la interpretación materialista, y con ella la de <strong>los</strong> asuntos<br />
políticos” (Paal<strong>en</strong>, W. <strong>en</strong>: View, New York, oct-nov 1939, No 8-<br />
9) (…) En realidad, <strong>en</strong> todo tiempo <strong>los</strong> artistas significativos han<br />
sido, más o m<strong>en</strong>os, teorizantes –pero cuando subsistía un<br />
sistema de coord<strong>en</strong>adas de una actividad intelectual común, no<br />
era necesario que se saliera <strong>del</strong> campo de su experi<strong>en</strong>cia<br />
específica. Es evid<strong>en</strong>te que <strong>en</strong> nuestro tiempo no se da tal<br />
sistema. (Westphal<strong>en</strong>, 1996: 231)<br />
<strong>La</strong> inconsist<strong>en</strong>cia fi<strong>los</strong>ófica <strong>del</strong> planteami<strong>en</strong>to dogmático <strong>surrealista</strong>, fue<br />
evid<strong>en</strong>te desde su recurso al irracionalismo y al pret<strong>en</strong>der que por vías<br />
irracionales se podía llegar a un mundo concreto de libertad y poesía,<br />
confundiéndose <strong>los</strong> niveles de la realidad; esto es, la “realidad” <strong>del</strong> arte,<br />
construcción intelectual y artificial y la realidad “pura y dura”, de <strong>los</strong> hechos<br />
concretos y cotidianos. 156<br />
<strong>La</strong> obra de arte NO ES (mayúsculas <strong>del</strong> autor) ni ha sido nunca<br />
una “superestructura”. Es falso decir con Engels: “Los hombres<br />
deb<strong>en</strong> comer, beber, alojarse y vestirse antes de que se ocup<strong>en</strong><br />
de política, de arte, de ci<strong>en</strong>cia o de religión…” (…) <strong>La</strong><br />
Etnología y la Psicología han probado con exceso que el Arte, la<br />
Ci<strong>en</strong>cia y la Religión son inseparables <strong>en</strong> su orig<strong>en</strong>, (…) Es<br />
difícil compr<strong>en</strong>der porque tantos teóricos sociales y críticos de<br />
156 Esto no llevó a p<strong>en</strong>sadores como Paal<strong>en</strong> o Westphal<strong>en</strong> a decepcionarse <strong>del</strong> arte o la<br />
poesía, pero les ayudo a señalar las contradicciones de su marco teórico, lo que les llevo a<br />
labor de superar las conting<strong>en</strong>cias y fortalecer aquello que ofrecía un estable fundam<strong>en</strong>to.<br />
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