La superación del dogmatismo surrealista en los ... - Cybertesis
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Shakespeare. En el curso de las diferentes tentativas de definición, por mi efectuadas, de aquello que se denomina, con abuso de confianza, el genio, nada he encontrado que pueda atribuirse a un proceso que no sea el anteriormente definido 122 (…) Insisto en que no todos son siempre surrealistas, por cuanto advierto en cada uno de ellos cierto numero de ideas preconcebidas a las que, muy ingenuamente, permanecen fieles. Mantenían esta fidelidad debido a que no habían escuchado la voz surrealista, esa voz que sigue predicando en vísperas de la muerte, por encima de las tormentas, y no la escucharon porque no querían servir únicamente para orquestar la maravillosa partitura. Fueron instrumentos demasiado orgullosos, y por eso jamás produjeron ni un sonido armonioso. (Breton, 2002: 34- 35) 123 Breton se asume vocero de una potencia ya presente a lo largo de la historia occidental europea, que responde a una conducta en el mundo. Su labor es teorizar acerca del fenómeno (idea) y elaborar productos coherentes (creación). Para ello, dado que la tradición en sí, no es negativa (pues hay tradiciones y tradiciones) necesita reconocerse en autores que avizoraron un nuevo arte. Los compañeros de Breton, tendrían la ventaja –pues el progreso tecnológico en sí, tampoco es algo negativo 124 de vivir en tiempos que sacrificando la unicidad de la obra –“aura” benjaminiana democratizaban el acceso a ésta, interactuando la obra con sus consumidores, que participaban del mercado del arte y lo internalizaban. Clarificando el lugar del surrealismo respecto del contexto, se le puede comprender como movimiento artístico, independiente de su vigencia en la actualidad. 122 Cf. Definición de surrealismo, Breton, André, 2002: 34 123 Nota de Breton: Lo mismo podría decir de algunos filósofos y de algunos pintores; de estos últimos tan solo citare a Cuello, entre los de la época antigua, y entre los de la época moderna, a Seurat, Gustaré Moreaus, Matisse (en “La música”, por ejemplo), Derain, Picasso (el más puro con mucho), Braque, Duchamp, Picabia, Chirico (admirable durante tanto tiempo), Klee, Man Ray, Max Ernst y, tan próximo a nosotros, André Masson) (Breton, 2002: 35) 124 Cf., Benjamín, W. La obra de arte en la era de la reproductibilidad técnica, texto estudiado en el capitulo anterior, 1982). 148
(…) la atmósfera surrealista creada mediante la escritura mecánica, que me he esforzado en poner a la disposición de todos, se presta de manera muy especial a la producción de las más bellas imágenes. Incluso cabe decir que, en el curso vertiginoso de esta escritura, las imágenes que aparecen constituyen la única guía del espíritu. (…) El espíritu avanza, atraído por esas imágenes que le arrebatan, que apenas le dejan el tiempo preciso para soplarse el fuego que arde ante sus dedos. Vive en la mas bella de las noches, en la noche cruzada por la luz del relámpago, la noche de los relámpagos. Tras esta noche, el día es noche. (Breton, 2002: 44) El surrealismo reivindica la interioridad propia de los procesos mentales, como fuente de creatividad. Dicha interioridad, en la que el surrealista se sumerge, no es la espesa jungla en la que uno debe perderse: el surrealismo valora el pensamiento –a su radical manera y la importancia del conocimiento. Va hacia las profundidades del inconsciente, para retornar al mundo diurno, provisto de saber y espiritualidad enriquecida, que se expresa en lo poético, ya que las necesidades económicas absorben en sus engranajes al hombre concreto. No voy a ocultar que para mí, la imagen más fuerte es aquella que contiene el mas alto grado de arbitrariedad, aquella que más tiempo tardamos en traducir a lenguaje practico, sea debido a que lleva en sí una enorme dosis de contradicción, sea a causa de que uno de sus términos está curiosamente oculto, (…) sea porque pertenezca a la clase de las imágenes alucinantes, sea porque preste de un modo muy natural la máscara de lo abstracto, sea porque implique la negación de alguna propiedad física elemental, sea porque de risa. (Breton, 2002: 44) Surrealismo es lo mas arbitrario y anti-utilitario que se pueda imaginar como texto poético u obra de arte. Si en Kant, la finalidad estética es finalidad sin fin, nos encontramos con que la cercanía a Hegel, da un giro hacia el filósofo de Könisberg, y debate la doctrina reaccionaria de l´art 149
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(…) Insisto <strong>en</strong> que no todos son siempre <strong>surrealista</strong>s, por cuanto<br />
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35) 123<br />
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122 Cf. Definición de surrealismo, Breton, André, 2002: 34<br />
123 Nota de Breton: Lo mismo podría decir de algunos filósofos y de algunos pintores; de<br />
estos últimos tan solo citare a Cuello, <strong>en</strong>tre <strong>los</strong> de la época antigua, y <strong>en</strong>tre <strong>los</strong> de la época<br />
moderna, a Seurat, Gustaré Moreaus, Matisse (<strong>en</strong> “<strong>La</strong> música”, por ejemplo), Derain,<br />
Picasso (el más puro con mucho), Braque, Duchamp, Picabia, Chirico (admirable durante<br />
tanto tiempo), Klee, Man Ray, Max Ernst y, tan próximo a nosotros, André Masson)<br />
(Breton, 2002: 35)<br />
124 Cf., B<strong>en</strong>jamín, W. <strong>La</strong> obra de arte <strong>en</strong> la era de la reproductibilidad técnica, texto<br />
estudiado <strong>en</strong> el capitulo anterior, 1982).<br />
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