15.05.2013 Views

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

nes. Vista la experiencia previa, que había traído consigo una prohibición<br />

firme de meter más animales en casa, la hospitalización la hacíamos en<br />

secreto. Al principio eran palomas y pájaros, luego llegó un cachorro de<br />

perro que encontramos extraviado y más tarde cuatro crías de gato que<br />

habían tirado en un saco a la ría. Nadie sospechaba nada. Mi madre, que<br />

era la que más pisaba aquel recinto, hacía la vista gorda (siempre le gustaron<br />

los animales), pero la confianza nos cegó y un día, en el puerto,<br />

vimos una jaula con un osezno.<br />

El pobre animal gemía lastimeramente y tenía el pelo arrancado de<br />

frotarse contra los barrotes. No parecía tener dueño, estuvimos allí toda<br />

la mañana y nadie se acercó a darle de comer. Convocamos una reunión<br />

de urgencia del club y decidimos intervenir. Por la tarde, al oscurecer, nos<br />

acercamos de nuevo. Margarita y Camelia se quedaron fuera, vigilando.<br />

Allí seguía el animal, al borde del mar, entre rejas, visiblemente nervioso,<br />

tan pequeño como un niño.<br />

Le tranquilizamos con leche y miel y cuando ya se había vaciado<br />

los dos botes, ni cortas ni perezosas, forzamos la cadena con unos alicates<br />

que habíamos llevado al efecto y le sacamos de allí. Pesaba más de<br />

lo que estimábamos y tardamos más tiempo del previsto en lograr<br />

meterle en el cochecito del hermano pequeño de Margarita, que había<br />

sustraído sin que se dieran cuenta. Cuando llegamos a la puerta sudábamos;<br />

Margarita y Camelia también, pero por otras razones: estaban<br />

hablando con el guardia y ya no sabían como justificar nuestra tardanza<br />

¡A punto estuvieron de desvelarlo todo! Quizá hubiera sido lo mejor…<br />

La vuelta a casa fue desastrosa: el animal seguía teniendo hambre,<br />

gruñía, quería escaparse, casi le arranca una mano a Camelia por taparlo…<br />

Tuvimos que entrar en una tienda y comprarle otro tarro de miel, al<br />

[82]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!