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Comadres - Telecable

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Llegué a pensar que estaba la llave puesta y ya iba a reclamarle a<br />

Marisé mi dinero cuando una voz encolerizada surgió a nuestras espaldas.<br />

¡Allí estaban los padres, detrás de nosotros, esperándonos! La Guerrita<br />

estaba roja de indignación y le soltó a la hija, sin mediar palabra, dos<br />

bofetadas que nos hicieron temblar al resto. Pero además, el padre llevaba<br />

un cinturón en la mano y lo blandía amenazadoramente…<br />

El hijo del panadero, sería por la confianza, llevó el primer correazo;<br />

mientras, yo aproveché la confusión para salir corriendo. Nuestra casa<br />

quedaba al otro extremo de la calle, jamás tardé tan poco en hacer el recorrido.<br />

Hacía un sol de justicia, el suelo reverberaba y parecía que hasta el<br />

polvo estaba suspendido en el aire. Tenía la ropa empapada, pegada al<br />

cuerpo del sudor, goterones me descendían por la nuca. Entré sin hacer<br />

ruido, confiando en que estuvieran durmiendo la siesta, como así era.<br />

Pero la Guerrita me conocía de sobra y tardó apenas cinco minutos<br />

en estar aporreando la puerta. Me temí lo peor. Si me encontraban me<br />

matarían; era perfectamente consciente de que estábamos haciendo una<br />

guarrería de la peor especie y podía imaginar la mirada de mi madre y el<br />

enfado de las abuelas. Nadie me había visto, así que decidí hacer como<br />

que no estaba y esconderme a esperar que los ánimos se calmaran.<br />

Subí sigilosamente las escaleras y entré en el desván justo cuando<br />

las puertas de las habitaciones se empezaron a abrir ante los aldabonazos,<br />

los gritos y las voces que se oían en la calle, donde por cierto empezaba<br />

a arremolinarse la gente. Bajaron las cuatro ajustándose las batas y<br />

preguntándose a que se debería tal escándalo. Encontraron la respuesta<br />

en las entrecortadas pero explícitas acusaciones de los ultrajados cónyuges.<br />

Tardaron en asimilarlo, pero de repente la atronadora voz de Manola<br />

traspasó los muros de adobe, «¡¡¡Reeeyyynaaa!!!».<br />

[72]

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