Comadres - Telecable
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y no forman parte de ninguna colección»), el año en que nos conocimos, el año del retorno a Salitre, del reencuentro con la felicidad. Los dos retratos tendrán un lugar preferente en la nueva casa, Marta lo tiene todo estudiado. El marco lo hizo una artesana amiga suya, la que nos va a ayudar en la decoración y a quien se lo encargamos todo: las vajillas, los edredones, hasta los paraguas. Se ofreció también a hacer las ilustraciones de este relato que está a punto de concluir con el día y ya amenaza que si hay sitio en La Roja montará el taller en el chamizo. ¡Menudo cotolengo! Somos totalmente distintas pero lo daríamos todo unas por las otras. Está bien jugarse la vida en cada partida, sin embargo no hay que desperdiciar las opciones del reenganche. Aún estamos en la mesa, así que no nos va tan mal. Cierto, quizá hicimos alguna trampa, pero… ¡No íbamos a ser perfectas! [243]
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y no forman parte de ninguna colección»), el año en que nos conocimos,<br />
el año del retorno a Salitre, del reencuentro con la felicidad.<br />
Los dos retratos tendrán un lugar preferente en la nueva casa, Marta<br />
lo tiene todo estudiado. El marco lo hizo una artesana amiga suya, la que<br />
nos va a ayudar en la decoración y a quien se lo encargamos todo: las<br />
vajillas, los edredones, hasta los paraguas. Se ofreció también a hacer las<br />
ilustraciones de este relato que está a punto de concluir con el día y ya<br />
amenaza que si hay sitio en La Roja montará el taller en el chamizo.<br />
¡Menudo cotolengo!<br />
Somos totalmente distintas pero lo daríamos todo unas por las<br />
otras. Está bien jugarse la vida en cada partida, sin embargo no hay que<br />
desperdiciar las opciones del reenganche. Aún estamos en la mesa, así<br />
que no nos va tan mal. Cierto, quizá hicimos alguna trampa, pero… ¡No<br />
íbamos a ser perfectas!<br />
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