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Comadres - Telecable

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ellezas esculturales, por eso se sintió tan halagada con el lugar preferente<br />

que pronto ocupó. El primer día, cuando la bajaron del andamio,<br />

se había comportado como un caballero. Ella le mintió en la edad y en<br />

el nombre, él lo aceptó por válido. Cuando volvió a la semana siguiente<br />

se acercó a saludarla y la invitó a un trago, al tercer día ya le había presentado<br />

a otros chicos que paraban por allí. «Se dedican a las relaciones<br />

públicas, ya sabes. Pide lo que quieras y lo tendrás». Se había aprovechado,<br />

ahora se daba cuenta, pero ella lo tenía por un amigo, un colega.<br />

Manfredo la escuchaba, le daba dinero, la invitaba a su casa. Le confesó<br />

su verdadero nombre y de quién era hija, eso creyó que le daría prestigio,<br />

pero mantuvo en secreto los años. Si alguien se enteraba de que era<br />

menor podía causarles verdaderos problemas. Manfredo jamás le dijo<br />

que conocía a su madre, pero sí que considerara el chalet como su<br />

segunda vivienda. Le gustaba porque tenía un acuario y una pajarera, piscina<br />

y minigolf. Se habían acostado alguna vez, pero no eran novios.<br />

Tampoco es que le atrajese en demasía, le veía demasiado mayor, pero<br />

era muy complaciente y estaba «forrado», no se sentía acosada, no la forzaba.<br />

Con él nunca le faltó de nada (que meterse al cuerpo, supongo).<br />

No sabía que existieran esas grabaciones, eso lo supo aquella mañana,<br />

nunca lo hubiera imaginado, pensaba que la protegía, que se enrollaba<br />

bien. Tampoco sabía lo de Internet, ni a dónde iba Manfredo cuando viajaba.<br />

Jamás sospechó nada y menos que era su padre. Cuando Perla se<br />

lo dijo, creyó morir.<br />

Reyna se sintió como una imbécil, estafada, humillada; había creído<br />

en él, pensaba que lo hacía desinteresadamente por ella, que le gustaba.<br />

Y le odió. Le odió a muerte. La había seducido, quién sabe si hasta<br />

para vengarse de su madre. Pero antes la había entregado a sus sicarios,<br />

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