15.05.2013 Views

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

sin duda se habían enterado de todo. El enfado mayúsculo dio paso al<br />

ridículo más espantoso. Cuando nuestros bochornos se encontraron<br />

rompimos a reír, convulsa, histéricamente, para mayor sorpresa aún del<br />

auditorio. Jamás me reí tanto, me caían las lágrimas, me dolía el bazo.<br />

Nos dimos las manos por encima de la mesa entre carcajadas. Después<br />

de aquel pregón público de nuestras intimidades sólo podíamos hacer<br />

una cosa: saludar al respetable. Y lo hicimos. Debieron pensar que era<br />

una actuación contratada por el restaurante o una acción teatral de esas<br />

que hacen confundir al público realidad y ficción, el caso es que nos<br />

aplaudieron largamente y no nos cobraron la comida. Dudamos si pasar<br />

la gorra. Salimos triunfantes. Aquello empezaba a ser <strong>Comadres</strong>. Yo creo<br />

que en la siguiente parada hubiera salido todo, una vez esparcidas las<br />

miserias sólo nos restaba quitar el polvo. Pero la calle estaba llena de<br />

mujeres, teníamos ganas de seguir riendo y colgamos el plumero. Nos<br />

animamos a seguir a una charanga.<br />

Así nos encontró Marta, dando palmas como crías. Las presentaciones<br />

se hicieron solas. Se ofreció a acompañarnos y fuimos las tres<br />

dando un paseo por el parque, rodeadas de jovencitas. Nos sentamos en<br />

un banco, yo en el respaldo, por si abultaba poco, ellas una a cada lado.<br />

Indudablemente nadie podría confundirnos con adolescentes, pero todo<br />

se pega porque empezamos a comportarnos como tal sin transición. Le<br />

había pedido a Perla que consiguiera algo de hierba o hachís para la ocasión,<br />

ya había terminado la noche anterior el alijo traído de Canales y no<br />

me apetecía salir a la calle. No me había fallado y eso que desde mi desaparición<br />

había dejado de fumar porros porque le provocaban ataques<br />

incontrolables de ansiedad. Pero era otra vez <strong>Comadres</strong> y estábamos juntas,<br />

la ocasión lo requería. Marta nunca había fumado más que tabaco,<br />

[220]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!