15.05.2013 Views

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

ellas. Me atormentaba tanto aquello como la infidelidad de Perla,<br />

puesta de manifiesto además en tan desafortunadas circunstancias. La<br />

lluvia cayó en abril, lágrimas mil, infinito desconsuelo, principio del<br />

fin.<br />

En la vorágine que siguió al cuádruple deceso y a la escena del<br />

tanatorio todo se borra, una espiral agónica me desgarraba por dentro,<br />

fuera del vórtice estaba el vacío. Perla estuvo a mi lado en todo<br />

momento, pero no volví a dirigirme a ella hasta que la tierra las cubrió.<br />

Entonces el velo negro mudó en rojo, el dolor en ira, la sangre en fuego<br />

y la incriminé violentamente, culpabilizándola de mi propio sino. Aquellas<br />

palabras me perseguirían toda la vida, las más injustas jamás pronunciadas.<br />

Le dije que no la quería ver nunca más, jamás, que me dejara<br />

en paz para siempre, que no quería ver a nadie, que los odiaba a todos,<br />

especialmente a ella y que la culpa era suya, de nadie más que suya…<br />

por puta. Eso le dije, a mi mejor y más gran amiga, a voces, delante de<br />

todo Salitre: «Por puta», a la Valtueña…<br />

Y si primero me había sentido traidora con las muertas, después<br />

me reconcomería haberme portado como una cobarde con ella. En el<br />

fondo de mi corazón sabía que había cometido con ella una felonía, que<br />

no le había dado ninguna oportunidad. Es verdad que el dolor me había<br />

cegado, que me volví loca de pena, sin embargo el ostracismo a que la<br />

sometí durante veinte años no fue deliberado, sólo haciéndose cada vez<br />

más grande. La profanación de Marcial clausuró definitivamente aquel<br />

santuario. Para la curtida Reyna de los Mares aquella primavera de los<br />

sentidos pasaría a formar parte del recuerdo, de aquel Salitre agridulce,<br />

de la juventud perdida, de la felicidad arrebatada como el humo. La realidad<br />

es que nunca tuve valor para volver, nunca tuve valor para perdo-<br />

[213]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!