15.05.2013 Views

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

Comadres - Telecable

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

tos. Nunca olvidaré ese año, aquella sala verde, aquella botella de suero<br />

que me perseguía a todas partes, las horas que no terminaban de pasar,<br />

el asfixiante calor de la canícula, el olor nauseabundo, condensado, de<br />

aquel maldito hospital en Caribia…<br />

«Volví a Salitre porque me dio miedo la vejez, la enfermedad, la<br />

soledad, la muerte. Acabar como Marcial, sin nadie que velara mis restos,<br />

que recogiera mis cosas. Nunca me separé del quiquilimón, ¿recuerdas?».<br />

Cómo no iba a acordarse de aquella caja de hojalata, ella tenía una<br />

igual, era donde guardábamos los tesoros: el billete del tren de la primera<br />

excursión, la moneda de la suerte, conchas, fotos, un mechón de pelo,<br />

el ojo de cristal de nuestra muñeca favorita, una vela, una flor seca, aquella<br />

postal…<br />

Fue lo único que llevé conmigo, ni una foto de ellas, ni nuestra, ni<br />

un objeto, nada más. Ahora descansa dentro de un baúl, un mundo<br />

como lo llamaban las abuelas. Fue una ganga, lo compré años ha en<br />

Canales, en un anticuario que le debía un favor a Erik. Ese cofre fue mi<br />

único equipaje durante muchos años, está hecho de cuero, es grande y<br />

con doble fondo, me sobraba para guardar mis posesiones, nunca lo deshacía,<br />

solamente sacaba la ropa. Alguien más pequeño que yo también<br />

hubiera podido esconderse en él en caso de apuro. En su interior iba<br />

guardando recuerdos de todos los países que visitaba; coleccionaba postales<br />

y encontré miles cuando lo vacié. Marta organizó la colección,<br />

siempre fui un desastre para eso.<br />

Le confesé a Perla el miedo que tenía a la Parca. Sólo en aquella<br />

casa flotante, con Erik, me había sentido a salvo de su guadaña. Pero las<br />

turbulencias de la mente son incógnitas e impredecibles y una mañana<br />

helada eché de menos un hogar, el hogar que no tenía pero que en algún<br />

[180]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!