Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
mente en la de un mafioso corrupto y novelesco, con su pizca de buen<br />
corazón, pero metido en el peor de los guiones: el que acaba con la<br />
muerte del protagonista.<br />
De Perla no conocía el nombre de pila, respondía a la Valtueña en<br />
la información que manejaba, incluidas las referencias a su pasado familiar<br />
más remoto. Efectivamente, era dueña de toda la manzana. Había<br />
oído hablar del famoso ciber saloon cuando se inauguró, sólo había otro<br />
igual en la capital de Toro. No recordaba que se llamara la Maison Platée.<br />
«Nunca frecuenté Valtueña!» —rió ante la posibilidad—. «Pero, por<br />
lo visto, a la dueña jamás se la ve. Todo el edificio está conectado a un<br />
circuito de televisión controlado desde el piso de arriba. Siempre se<br />
argumenta la seguridad, aunque yo, muy mal pensada, creo que graban<br />
a los clientes en vídeo, para chantajearlos o venderlos». La imaginación<br />
de Marta era inagotable, pero fácilmente podía haber algo de verdad ¡Ya<br />
los espiaba de pequeña! (Después pude comprobar que no era cierto el<br />
rumor).<br />
Cuando le pregunté si sabía que tenía una hija, negó tal conocimiento.<br />
No le dije que era la chica que habíamos visto el día anterior.<br />
Tampoco le aclaré la relación de Perla con Manfredo. Cada vez estaba<br />
más convencida de que había tenido algo que ver con su muerte. Sólo le<br />
comenté que nos conocíamos de pequeños, formaban parte del pasado<br />
que venía a recuperar. Sintió grandes deseos de conocer a Perla, a Manfredo<br />
ya era imposible.<br />
Dediqué la tarde a comprar diccionarios y a las siete me dirigí al<br />
tanatorio, donde oficiaban la misa en la capilla. Cuando llegué, el gentío<br />
era impresionante, aunque supongo que eran más los curiosos que los<br />
amigos. Rodeando el cadáver de Manfredo, en primera fila, al otro lado<br />
[173]