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Pares cum Paribus: Índice - Facultad de Ciencias Sociales ...

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Nota <strong>de</strong>l Editor<br />

POESÍA<br />

PARES CVM PARIBVS...<br />

ISSN 0717-2354<br />

No. 2<br />

Contenidos<br />

José Miguel Vicuña Eliana Navarro Ariel Vicuña Miguel Vicuña Pedro Vicuña<br />

Canto a<br />

Ícaro<br />

El hombre <strong>de</strong> Cro-<br />

Magnon se<br />

<strong>de</strong>spereza<br />

Otros poemas<br />

NARRATIVA<br />

Poemas <strong>de</strong> La<br />

flor <strong>de</strong> la montaña<br />

La mujer <strong>de</strong><br />

piedra<br />

Edmundo Olivares Margarita Schultz Pilar Clemente<br />

Escritura creativa<br />

Paisaje ciudadano<br />

con fondo<br />

anaranjado<br />

Severo<br />

Imagen <strong>de</strong> Alejo<br />

Gracía<br />

Los niños <strong>de</strong>l canal<br />

Ojancos<br />

Por la calle <strong>de</strong><br />

Alcalá<br />

El aguinaldo<br />

dieciochero<br />

Poemas <strong>de</strong><br />

Parábola reversa<br />

Paul Ford y<br />

Jim Esch<br />

Moby Dick<br />

Virtual<br />

Poemas <strong>de</strong><br />

Fragmenta Memoriae<br />

Stephen Lines<br />

Pablo se dirige<br />

al oeste


ENSAYO<br />

Jorge Estrella Margarita Schultz Ramón Silva<br />

El universo abierto <strong>de</strong><br />

Popper<br />

ARTE<br />

Estética tradicional e imagen<br />

informática<br />

Presencia <strong>de</strong> la imagen<br />

informática<br />

LAPIZ LUZ<br />

PIXELS<br />

© <strong>Pares</strong> <strong>cum</strong> paribus, 1996<br />

Guía para envío <strong>de</strong> colaboraciones<br />

El pensamiento holocrítico o<br />

argumentamos


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nota <strong>de</strong>l Editor<br />

Finalmente po<strong>de</strong>mos entregar al público este segundo número <strong>de</strong> <strong>Pares</strong> <strong>cum</strong> paribus. A pesar <strong>de</strong><br />

tener una parte importante <strong>de</strong>l contenido en enero, un gran número <strong>de</strong> contratiempos hizo que nos<br />

atrasáramos, pero esto es algo que no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser frecuente en las publicaciones <strong>de</strong> la red, suce<strong>de</strong><br />

en las mejores revistas literarias -si no, véase (sin intención <strong>de</strong> crítica) eScene, hasta comienzos <strong>de</strong><br />

junio-.<br />

Hemos tenido algunos cambios también, positivos y negativos. Nuestra Editora Asistente, Corina<br />

Rosenfeld, enfermó y no pudimos contar con su colaboración en la preparación <strong>de</strong> este número.<br />

Se suma al equipo Margarita Schultz, como Editora <strong>de</strong> Arte, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el próximo número el poeta<br />

José Miguel Vicuña será el editor <strong>de</strong> poesía. También nos cambiamos <strong>de</strong> domicilio. <strong>Pares</strong>... pasa<br />

a ser una publicación <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>. Tal vez parecería extraño que, habiendo<br />

aparecido primero como publicación <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Literatura, <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Filosofía y<br />

Humanida<strong>de</strong>s, pase a otra facultad, pero la revista se hace, se produce y se gestiona a través <strong>de</strong> la<br />

<strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong> (noblesse oblige).<br />

Esta edición es especial en su sección <strong>de</strong> Poesía, pues está íntegramente <strong>de</strong>dicada a la familia<br />

Vicuña-Navarro, en don<strong>de</strong> las artes y las letras han encontrado "su hogar".<br />

La sección <strong>de</strong> Narrativa incorpora traducciones <strong>de</strong> autores <strong>de</strong> la red <strong>de</strong> lengua inglesa, como<br />

primer intento <strong>de</strong> dar a conocer al público <strong>de</strong> habla española los nuevos escritores <strong>de</strong>l<br />

"ciberespacio". Incluimos, a<strong>de</strong>más, nuevos cuentos <strong>de</strong> Pilar Clemente, y dos narraciones <strong>de</strong><br />

Margarita Schultz. Por otro lado, Edmundo Olivares, <strong>de</strong> quien se publicó un ensayo en el No. 1,<br />

lo encontramos como narrador aquí. No contamos esta vez con colaboraciones <strong>de</strong> escritores<br />

jóvenes chilenos, pero ya tenemos material para el próximo número.<br />

La sección <strong>de</strong> Ensayos presenta trabajos <strong>de</strong> Jorge Estrella, Margarita Schultz y Ramón Silva, en<br />

temas que van <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la filosofía, al arte.<br />

La sección <strong>de</strong> Arte da a conocer una Exposición <strong>de</strong> trabajos fotográficos producidos en el<br />

Seminario "Lápiz, Luz y Pixels", <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

Bueno, esto es lo que ofrecemos. Esperamos que disfruten <strong>de</strong> la lectura!


PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


José Miguel Vicuña<br />

Exordio<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Canto a Icaro<br />

Antes que los aqueos vencieran a los cíclopes,<br />

antes que los titanes <strong>de</strong>rribaran<br />

los sensuales y oscuros y músicos centauros<br />

y se <strong>de</strong>svanecieran los faunos y Nereidas,<br />

antes, ya Zeus, temido <strong>de</strong> los dioses,<br />

había recubierto su presencia <strong>de</strong> plumas,<br />

mentira <strong>de</strong>l amor.<br />

Bajo la luz <strong>de</strong> su metamorfosis<br />

guardado está el tabú <strong>de</strong>l gran pasado,<br />

cisne <strong>de</strong> ensueño.<br />

Buscad en las verda<strong>de</strong>s prenupciales<br />

y míticas <strong>de</strong>l miedo.<br />

Bajo lápidas sordas <strong>de</strong> misterios y <strong>de</strong> fuentes vitales<br />

está el verbo intocado<br />

aguardando ese golpe <strong>de</strong> la espada<br />

que <strong>de</strong>rrame las voces en vertientes<br />

creadoras y cálidas.<br />

El Vuelo<br />

Sostenida y segura<br />

la brisa eleva brumas y espumas a las olas,<br />

y peina las arenas


y dispara sus granos al rostro <strong>de</strong>l proscrito.<br />

Son minúsculas piedras las arenas<br />

y el viento las levanta,<br />

y nosotros, pequeños y perdidos<br />

en esta soledad <strong>de</strong> la isla,<br />

frente al viento y las nubes que mueven sus potencias,<br />

somos meras semillas<br />

que una brisa gigante levanta y acarrea,<br />

como plumas, o pájaros, o arenas.<br />

Ah, si en el aire quieto,<br />

en la serena brisa que navega en los aires,<br />

nos hiciéramos leves,<br />

o acaso con la fuerza <strong>de</strong> las aves,<br />

capaces <strong>de</strong> elevarnos y vagar -¡oh, locura!-<br />

como se alza el milano gigantesco<br />

o avanza por los aires el pelícano<br />

que la fuerza <strong>de</strong>l ala po<strong>de</strong>rosa sustenta;<br />

o como el capotillo, juguete <strong>de</strong> la brisa,<br />

o el vilano plumoso que transporta su grano por el cielo...<br />

Juego <strong>de</strong> movimiento <strong>de</strong> las masas <strong>de</strong>l aire,<br />

o <strong>de</strong>l veloz impulso <strong>de</strong> unos brazos alados;<br />

crear el instrumento que sostenga mi peso<br />

cual se <strong>de</strong>sliza el águila, velero en las alturas,<br />

o rema por el éter levantando su peso hasta las <strong>cum</strong>bres.<br />

Ahora estás clamando.<br />

Ahora estás buscando la salida imposible,<br />

la irradiación <strong>de</strong>l vuelo.<br />

Y estás llamando ahora;<br />

pues hemos <strong>de</strong> morir en esta playa inmensa<br />

picoteados <strong>de</strong> pájaros amigos y enemigos,<br />

picoteados <strong>de</strong> pájaros bajo el sol inclemente,<br />

<strong>de</strong> pájaros que, libres, sobre el mar se <strong>de</strong>splazan<br />

y que mueren<br />

y <strong>de</strong>jan a nuestros pies sus plumas;<br />

pues hemos <strong>de</strong> morir, hoy o mañana o nunca,<br />

seamos estos pájaros,<br />

<strong>de</strong>voremos nosotros nuestro ser,


venzamos esta prueba,<br />

construyamos las alas, hijo mío,<br />

¡marchemos hacia el aire !<br />

Buscas plumas <strong>de</strong> pájaros salvajes.<br />

Lo que la mar arroja, los <strong>de</strong>spojos <strong>de</strong>l cielo,<br />

lo que la muerte entrega como vivo presente.<br />

Las fuertes, firmes plumas y los leves plumones<br />

que la sagaz mirada selecciona<br />

y recoges con trémulas y con ávidas manos.<br />

¡Y es frágil y liviana tu construcción alada!<br />

Instancia permanente a Ícaro<br />

Vuela, Ícaro, sí, que en tu heroísmo<br />

halló su paralelo<br />

la fe genial <strong>de</strong>l arquitecto alado.<br />

Dédalo y tú, volando<br />

se alejan <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> lóbulos secretos.<br />

Vuela, Ícaro, sí, vuela y <strong>de</strong>sgarra<br />

la rigi<strong>de</strong>z granítica <strong>de</strong>l cielo!,<br />

y con la cera <strong>de</strong> la dulce obrera,<br />

con ala <strong>de</strong> polluelo,<br />

con dura pluma <strong>de</strong> alcatraz, con garra<br />

<strong>de</strong> grifo <strong>de</strong> los aires,<br />

¡quiebra <strong>de</strong>l éter las eternas puertas !<br />

Impetración al héroe Teseo<br />

Hermosura terrible, oh tú, Némesis visionaria,<br />

hermana <strong>de</strong> las Parcas que gobiernan<br />

el paso <strong>de</strong> los hombres<br />

y la gran armonía <strong>de</strong> los mundos:<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las más profundas tinieblas


viniste con espada refulgente<br />

y todo lo sabías,<br />

y venías serena,<br />

y fue para Teseo tu sonrisa.<br />

Cuando las ligaduras oprimían<br />

y era imperioso <strong>de</strong>rribar los muros,<br />

abrir las oqueda<strong>de</strong>s con el filo sangrante,<br />

cortar las hondas venas<br />

y pulsar los latidos <strong>de</strong>l invencible monstruo,<br />

allí, temblando allí bajo la empuñadura,<br />

y sentir extinguirse a borbotones<br />

la furiosa presencia <strong>de</strong> los nexos,<br />

las ataduras <strong>de</strong> milenios!,<br />

fue Némesis Teseo;<br />

Teseo, la Venganza.<br />

Ya recorre tus manos impertérritas<br />

el estertor postrero <strong>de</strong>l semidiós <strong>de</strong> Minos,<br />

y atisbas anhelante la puerta don<strong>de</strong> aguarda<br />

la mirada dulcísima <strong>de</strong> Ariadna.<br />

Y ahora que, corriendo en la pra<strong>de</strong>ra<br />

va <strong>de</strong>satado el ventarrón <strong>de</strong>l tiempo,<br />

¿cuál es el holocausto?, ¿cuál, Teseo?<br />

Se teñirá <strong>de</strong> sangre el mar <strong>de</strong> Grecia,<br />

<strong>de</strong> sangre <strong>de</strong> tu padre, el rey Egeo;<br />

se inundarán <strong>de</strong> lágrimas salobres<br />

las olas salinosas <strong>de</strong> la mar;<br />

y el premio <strong>de</strong> tu hazaña es la pupila<br />

que se habrá <strong>de</strong> apagar.<br />

Ariadna<br />

Ansiedad <strong>de</strong>slumbrada, Ariadna pura,<br />

más sabia que los hombres, por tu argucia,<br />

los pasos escondidos alumbras con un hilo,<br />

y en el héroe, absortos, tus ojos se extasían.<br />

Amante <strong>de</strong>sdichada, raptada ya y sin tálamo,


en la isla <strong>de</strong>l Día<br />

-don<strong>de</strong> Dionisos canta coronado <strong>de</strong> pámpanos-<br />

el artero venable <strong>de</strong> Artemis te <strong>de</strong>rriba.<br />

Ariadna, Ariadna, ¿en qué tus ojos caen,<br />

dón<strong>de</strong>, en qué pozo <strong>de</strong> la sombra miran?<br />

Allí siguen abiertos.<br />

Tu mirada<br />

es una luz <strong>de</strong> terciopelo y súplica,<br />

y es una lágrima no <strong>de</strong>rramada,<br />

y es un silencio en el silencio, oscura.<br />

Ícaro, el Hombre<br />

Apagó su alarido el Minotauro,<br />

y sólo entonces, Ícaro, fue avistado tu vuelo.<br />

Cuando Teseo entró con una blanca lámina<br />

y <strong>de</strong>sgarró tinieblas su cegadora luz,<br />

y el palpitante numen fue segado<br />

trasegando los vinos <strong>de</strong> la sangre.<br />

Cuando aclarado por el héroe fue el camino <strong>de</strong>l hombre,<br />

sólo entonces,<br />

quedó esplendiendo, Ícaro, tu salto hacia el futuro.<br />

Qué vuelco en el <strong>de</strong>stino tu revuelta profunda.<br />

Vuela, Ícaro, sí,<br />

que tu <strong>de</strong>seo<br />

<strong>de</strong> hallar la nuda luz<br />

era sabido por los dioses pretéritos.<br />

Vuela, hijo mío, hacia el abismo abierto<br />

a don<strong>de</strong> el pensamiento está naciendo.<br />

No dios que <strong>de</strong>scendiera avergonzado,<br />

fingido cisne,<br />

mas, hombre tú, que a lo imposible avanzas<br />

por la dicha <strong>de</strong> ser en plenitud.


Ahora vas volando y en ti no existe noche.<br />

Cuando ascien<strong>de</strong>s, alcanzas la comba <strong>de</strong>l cielo<br />

un goce más intenso que <strong>de</strong>l beso <strong>de</strong> Leda.<br />

Que cuando el dios <strong>de</strong> dioses <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l rapto huya<br />

y <strong>de</strong>je entre los charcos el disfraz <strong>de</strong> sus plumas,<br />

tú afrontarás sonriendo la muerte majestuosa<br />

y ar<strong>de</strong>rá tu plumaje en el fuego <strong>de</strong>l sol.<br />

El dios inmarcesible se consume,<br />

en tanto tú, pequeño,<br />

efímero mortal, tú, <strong>de</strong>strozado,<br />

tú creces y renaces cada día<br />

El hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se <strong>de</strong>spereza ÍNDICE


José Miguel Vicuña<br />

I<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

El hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se <strong>de</strong>spereza<br />

Ya no hay ya, no ayer, ahora ni mañana;<br />

el tiempo, sólo éter, todo abismo.<br />

No hay aquí ni arriba;<br />

el movimiento usa su luz <strong>de</strong> límite y se expan<strong>de</strong>.<br />

Mundos <strong>de</strong> mundos <strong>de</strong> no ser.<br />

Veloces, ay ¿veloces? naves <strong>de</strong> niños magos<br />

besan el sonido:<br />

cohetes liberados ríen al espacio si<strong>de</strong>ral su aventura;<br />

juguetes <strong>de</strong>l instante pasivo,<br />

<strong>de</strong>vorados <strong>de</strong> impedimentos.<br />

Pasad, aves metálicas,<br />

permaneced en esta <strong>de</strong>nsa atmósfera <strong>de</strong> gases confundidos,<br />

equilibrando el dos en el espacio,<br />

negando el movimiento en vuestro vuelo.<br />

La mano trascen<strong>de</strong>nte<br />

alza apenas su numen raro en la soledad<br />

y ya se sabe torpe atrás,<br />

lanzada atrás en el pasado.<br />

Son, en la mano, multitu<strong>de</strong>s <strong>de</strong> siglos hoy;<br />

es el hoy-siempre, en esta mano trascen<strong>de</strong>nte,<br />

hecho <strong>de</strong> crecimiento actual <strong>de</strong>senvolviéndose en presente,<br />

<strong>de</strong> golpe todo.<br />

¿Qué, esta masa? ¿Es masa?


¿Y esta luz, y este instante?<br />

¿Qué es, en el antro rígido?<br />

¿Qué, este movimiento que no vemos<br />

y que agranda en lo radiante los ojos abismados,<br />

para no ver?<br />

Porque el ser es la nada,<br />

la nada que con<strong>de</strong>nsa<br />

su afirmación en retrocesos <strong>de</strong> materia,<br />

punto <strong>de</strong> apoyo a la expansión elástica.<br />

O la nada es el ser,<br />

único ser,<br />

que abarca con creciente violencia<br />

los multiversales universos<br />

con la sed <strong>de</strong> ser todo y <strong>de</strong> negarse.<br />

¿Quién sabe? ¿Quién compren<strong>de</strong>?<br />

Esta certeza apenas presentida<br />

<strong>de</strong> ser lo uno multiforme<br />

creciendo hacia lo uno,<br />

el uno en sed <strong>de</strong> uno, generador <strong>de</strong> movimiento.<br />

Entreved las partículas tenaces<br />

liberadas al orbe,<br />

grávidas, próvidas, violentas,<br />

ricas <strong>de</strong> audaces gérmenes <strong>de</strong> mundos,<br />

distribuyendo su nebúlea aurora con lento paso.<br />

Ved estas fuentes soles <strong>de</strong>sangrarse,<br />

hasta colmar <strong>de</strong> un homogéneo fluido el medio todo.<br />

¿Y la barrera <strong>de</strong> la luz, quién sabe<br />

si es tan sólo una etapa <strong>de</strong> los límites?<br />

¿Si más veloz, más libre el movimiento<br />

nos <strong>de</strong>para un regreso a lo profundo?<br />

¿Si el todo, el todo escancia nuevos soles<br />

y en las transformaciones nos recrea?,<br />

y todo luz, en la armonía ilímite,<br />

<strong>de</strong> choque en choque,<br />

los infinitos ámbitos <strong>de</strong>l uno


¿serán la vida plena <strong>de</strong> los ángeles?<br />

Oh, dispersión caótica <strong>de</strong> mundos proyectados<br />

cual ráfagas <strong>de</strong> soles,<br />

locura <strong>de</strong>l espacio,<br />

compenetradas masas danzantes en la nada,<br />

embrionarios <strong>de</strong>stellos,<br />

violentas nebulosas,<br />

¡explotad, coronaos, rebalsad!,<br />

¡abarcadnos!<br />

¡Cuando el aire vacile y se <strong>de</strong>struya,<br />

con el solo sonido, la sombra y la palabra,<br />

velaremos el himen intacto <strong>de</strong> la forma!<br />

II<br />

Pensad en esta mano<br />

here<strong>de</strong>ra <strong>de</strong> diestros aprendices,<br />

<strong>de</strong> mágicos y audaces fabricantes;<br />

esta mano en que alientan<br />

cultos y ritos, lágrimas y signos;<br />

mano <strong>de</strong> sangre,<br />

dueña <strong>de</strong> nuestro hacer imprevisible,<br />

forjadora <strong>de</strong> nuestros más lejanos límites.<br />

En sus músculos finos permanece tu viejo antepasado,<br />

que todavía labra<br />

con buriles <strong>de</strong> piedra los dioses <strong>de</strong> marfil,<br />

y pule todavía los instrumentos últimos<br />

para que el sol entregue sus nódulos secretos.<br />

El Hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se <strong>de</strong>spereza:<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus <strong>de</strong>dos ve volar cohetes,<br />

puentes astrales,<br />

máquinas angélicas.<br />

Siente que el mundo se le va con ellos,<br />

y se <strong>de</strong>spierta en ti, sale a tus ojos.<br />

Su miedo refulgente es el mirar <strong>de</strong> un niño<br />

y estrecha en esa mano tu corazón celoso,<br />

todavía no dado, cogido todavía


por sus ritos, y dioses, y pavores.<br />

Te aferras al regreso:<br />

las cuevas <strong>de</strong> Altamira, los guturales cánticos,<br />

alientan estremecida tentación;<br />

galopan en tropeles los bisontes,<br />

y a la Hecha <strong>de</strong> sílice<br />

huyen los renos inmortales;<br />

insemina sus sueños el mágico unicornio<br />

y florecen las vírgenes pra<strong>de</strong>ras...<br />

Y en tu conciencia rigurosa bulle,<br />

oh animal perdurable,<br />

vívido soplo <strong>de</strong> supervivencias.<br />

Es aquí, en este mundo, hoy día, ahora,<br />

en esta dilución <strong>de</strong> tus entrañas,<br />

mientras ves que los ríos hinchan sombra<br />

para entregar raudales <strong>de</strong> energía,<br />

mientras surgen <strong>de</strong> usinas inflamadas<br />

rayos <strong>de</strong> vida y arcos espectrales,<br />

cuando los libros hablan claves ciegas<br />

para los elegidos victoriosos,<br />

y te asomas al cerco <strong>de</strong> los juegos<br />

como un advenedizo palpitante;<br />

es ahora, es ahora que se inicia<br />

tu día <strong>de</strong> inocencia.<br />

Alba tuya feliz, ahora aclara,<br />

ahora se levantan tus manos azotadas<br />

y otra vez se confirman<br />

tus alas y po<strong>de</strong>res, tus fetiches.<br />

III<br />

Un i<strong>de</strong>al concilio <strong>de</strong> verda<strong>de</strong>s se empina,<br />

y <strong>de</strong> su vuelo nacen palancas po<strong>de</strong>rosas,<br />

ultrasónicos mares dirigidos, radiantes invasiones,<br />

y tú abarcas estrellas, equilibrios y leyes,<br />

visiones <strong>de</strong>l mañana...


No, corazón,<br />

el vencedor <strong>de</strong> los glaciares en ti regresa,<br />

no quiere soles<br />

ni oraciones sabias,<br />

sino vivir.<br />

Vivir, vivir ahora esta agonía aciaga;<br />

rozar con tus impulsos finales el confín;<br />

rendir en este lin<strong>de</strong> sin salida la sombra,<br />

levantar tus penachos, tus danzas hasta el último<br />

mugido <strong>de</strong> tus dioses selváticos,<br />

morir.<br />

Los ríos moribundos<br />

acopian contra el muro <strong>de</strong>salientos mortales.<br />

El fin <strong>de</strong> la agonía, oh multitu<strong>de</strong>s, está presente aquí:<br />

Sólo la muerte reina<br />

y no se escucha otra sed,<br />

no se pregunta otra esperanza,<br />

no se agita en los antros <strong>de</strong>letéreos<br />

otra voz que la muerte.<br />

Son mares <strong>de</strong>struidos, oh pueblos, vuestros niños,<br />

nacidos con el signo fatal en la mirada,<br />

portadores <strong>de</strong>l gesto <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sesperanza.<br />

¿Por qué gritan, y bullen, y se alegran<br />

en evasivas músicas <strong>de</strong> carne?<br />

E1 paredón <strong>de</strong>lante frena todo.<br />

Más allá no hay impulsos.<br />

Sólo hasta aquí los días sofocados, los terrores.<br />

Y los <strong>de</strong>dos antiguos <strong>de</strong> tu mano profunda,<br />

seguros te retienen.<br />

Y no cabe a tu sangre, sabedora <strong>de</strong>l orbe,<br />

a tu mísero todo <strong>de</strong> tristeza <strong>de</strong>mente,<br />

no cabe otro teorema <strong>de</strong> luces imprevistas,<br />

y no existe el reverso <strong>de</strong> esta luna sagrada.<br />

El sol que te agoniza,


es todo langui<strong>de</strong>z,<br />

todo, etiolada fábula <strong>de</strong> ancianos pesadores <strong>de</strong> vidas<br />

atrapada en la última estepa <strong>de</strong>l silencio,<br />

encarcelada sombra ya vencida.<br />

¿Qué más queda en el mundo?<br />

Sólo nada, sólo cantos <strong>de</strong> difuntos,<br />

epitafios y dólmenes, elegías y llanto.<br />

¿Qué idioma te traduce, si negado te acusan,<br />

y atado, amordazado,<br />

eres trémulo plasma <strong>de</strong>l cadalso?<br />

Iras, y mofas, y graznidos,<br />

para ti solo, rechazado <strong>de</strong> todo,<br />

emergen en oleadas <strong>de</strong> la noche.<br />

Vencido, enca<strong>de</strong>nado, sometido,<br />

ajeno al instrumento <strong>de</strong> los sueños,<br />

expulsado <strong>de</strong>l claustro,<br />

acampado a la vera,<br />

<strong>de</strong>spojado <strong>de</strong> tu voz.<br />

Si hubieras intentado,<br />

más allá <strong>de</strong> tu abrigo y <strong>de</strong> tu nombre,<br />

vencido en tu secreta, íntima alcoba,<br />

si te hubieras osado,<br />

audaz, sereno,<br />

a trepanar tus tersos epitelios,<br />

si hubieras intentado darte todo<br />

por un cráter <strong>de</strong> luz,<br />

¡ah, entonces, lastimado!,<br />

¡qué diferente fuera el sacrificio!<br />

No ya solo y porfiado en la nostalgia,<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado cáncer,<br />

no arrepentido, no angustiado,<br />

sino vívida aurora,<br />

irradiación dulcísima,<br />

tu inmolada sustancia, padre vida,<br />

adorada nos diera sus sendas meteóricas.<br />

Los profetas<br />

en su interior convulso se estremecen.


Ríen los augures,<br />

risa gemela, risa explosiva, generante.<br />

Es el comienzo <strong>de</strong> la neología,<br />

es la luz vencedora <strong>de</strong> los negros abismos,<br />

el Saco <strong>de</strong> Carbón iluminante.<br />

La más oscura noche prece<strong>de</strong> a la lechosa madrugada.<br />

Es el hoy que se inicia, yema o brote,<br />

portador <strong>de</strong> la diáfana alegría,<br />

es la leche brumosa <strong>de</strong>l mañana.<br />

IV<br />

Oh colonias <strong>de</strong> niñas inmortales,<br />

avalanchas <strong>de</strong> virgenes naciones.<br />

Oh, generosa, amante<br />

majestad <strong>de</strong> la vida pleniforme;<br />

amor te mueve, amor comunicante,<br />

expansiva, radiante forma pura.<br />

La Humanidad está iniciando el dia,<br />

ya no balbuce, no se aterra, canta.<br />

Ya no acosa al mamut en las quebradas,<br />

ya no danza con fuego en las entrañas,<br />

ni el pe<strong>de</strong>rnal acu<strong>de</strong> a los rnartirios,<br />

ni los miedos tenaces la recorren.<br />

En los tabú, los circulos sagrados,<br />

en las iniciaciones y misterios,<br />

en los mágicos ritos, en las tumbas,<br />

en las vírgenes, en los sacrificados,<br />

oh, noche antigua, te venero y amo;<br />

y ya no quiero verte, sino hablarte,<br />

y ya más lejos, conservar tu nombre,<br />

mito <strong>de</strong> auroras hondas, prenatales.<br />

Ahora es hoy. La Humanidad levanta<br />

sus pasos inseguros.<br />

La mano cazadora,<br />

labradora <strong>de</strong>l cuero y <strong>de</strong> la piedra,


forjadora <strong>de</strong> finos artilugios,<br />

mano vi<strong>de</strong>nte,<br />

<strong>de</strong> un salto gigantesco atraviesa las épocas y<br />

emerge,<br />

asalta naves,<br />

avasalla turbinas y motores,<br />

en el aire maneja controles y matraces,<br />

martillos y cohetes.<br />

En la sangre dormida,<br />

hecha ternura,<br />

creció, creció la fuerza.<br />

Des<strong>de</strong> su sueño lento<br />

se <strong>de</strong>spereza el hombre.<br />

Des<strong>de</strong> su yo profundo,<br />

alza un río <strong>de</strong> fuentes creadoras.<br />

Al resplandor <strong>de</strong> la verdad novísima,<br />

coge los cielos <strong>de</strong>scubiertos,<br />

y conservando el mágico recinto<br />

<strong>de</strong> la infancia <strong>de</strong>l mundo,<br />

plural, unánime, gigante,<br />

el hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se <strong>de</strong>spereza.<br />

Dibujos y fondo José Balmes ©<br />

¿A dón<strong>de</strong>? ÍNDICE


José Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

¿A dón<strong>de</strong>?<br />

Nacer, tromba marina, tempesta<strong>de</strong>s celestes,<br />

nacer, espora en la tormenta ciega, nave <strong>de</strong>l viento.<br />

¿A dón<strong>de</strong>, noche sin eco, ráfaga, muerte,<br />

me llevas mudo, solitario, loco?<br />

Arenas confundidas, tromba gigante, viento,<br />

remolino <strong>de</strong> negras humaredas <strong>de</strong> rostros<br />

en la noche <strong>de</strong> signos, <strong>de</strong> rastros, <strong>de</strong> vestigios,<br />

en la noche <strong>de</strong> sueños caídos en el tiempo.<br />

Atrás... ¿dón<strong>de</strong> quedaron las voces, los caminos?...<br />

Tormenta <strong>de</strong> las torres, huracán <strong>de</strong> las sombras,<br />

voy llevado, sediento, seco, rotos los mástiles<br />

entre oscuros <strong>de</strong>signios, <strong>de</strong>sesperado, eterno.<br />

La bruma ÍNDICE


"Esta obra'antológica'completa <strong>de</strong> Eliana<br />

Navarro <strong>de</strong>muestra que hay una buena poesía<br />

chilena <strong>de</strong> tono más tradicional, pero valiosa y<br />

digna, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> la conocida por los monstruos<br />

Neruda, De Rokha y Huidobro. Es la poesía<br />

normal y silvestre, que circula por todo el<br />

mundo, la <strong>de</strong> este libro; [...] poesía clara y pura,<br />

sin estri<strong>de</strong>ncias.<br />

"Me ha sorprendido su calidad pareja, la<br />

perseverancia <strong>de</strong> un mundo interior que se<br />

interroga, que dialoga con seres, con elementos,<br />

con Dios en múltiples expresiones simples. Es<br />

una auténtica poesía religiosa, porque<br />

justamente dialoga y pasa a formar parte <strong>de</strong> lo<br />

maravilloso <strong>de</strong> las cosas cotidianas y <strong>de</strong> los<br />

elementos sencillos <strong>de</strong> la naturaleza: vegetal,<br />

humana, divina.<br />

"Es admirable que en tantas páginas no se<br />

encuentre resto alguno <strong>de</strong> sensiblería<br />

lagrimosa; son versos gratos <strong>de</strong> leer,<br />

perece<strong>de</strong>ros como las hierbas <strong>de</strong>l campo y<br />

permanentes como las mismas hierbas y<br />

florecillas. Es una parte común <strong>de</strong>l ser humano,<br />

que se siente llamada y comprendida por esta<br />

poesía.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

La flor <strong>de</strong> la montaña<br />

Presentación<br />

"Recomiendo vivamente su publicación, porque<br />

aquí no hay vanguardismos ni audacias. sino la<br />

originalidad <strong>de</strong> lo prístino y simple, que corre<br />

sin asperezas. Obe<strong>de</strong>ce a lo que la gente espera cuando quiere leer poesía, y no me arrepiento <strong>de</strong> esta<br />

afirmación aunque parezca equívoca. Aquí está la poesía <strong>de</strong> todos los días, no la excepcionalidad ni la<br />

genialidad. Por eso mismo, jamás cansa".


Informe <strong>de</strong> lectura <strong>de</strong>l poeta EDUARDO ANGUITA para la publicación <strong>de</strong> La flor <strong>de</strong> la montaña.<br />

Los ídolos ÍNDICE


Ariel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

La mujer <strong>de</strong> piedra<br />

Prólogo <strong>de</strong> José Ricardo Morales<br />

Entre las virtu<strong>de</strong>s prologales -en el supuesto <strong>de</strong> que exístan- tendría que figurar la concisión<br />

como una <strong>de</strong> las más señeras, para que los prólogos formaran parte <strong>de</strong> cierto arte cisoria, en<br />

el que la discrecíón se hiciera indisolublemente una con la concreción más escueta <strong>de</strong> las<br />

i<strong>de</strong>as, confundiéndose ambas. Sostengo esto porque, con generalizada frecuencia, los<br />

prólogos no pasan <strong>de</strong> ser sino un epílogo anticipado <strong>de</strong> aquello que el autor propone con<br />

mayor eficacia, e inclusive con más economía <strong>de</strong> medios en su texto. Si así fuera, llegado a<br />

este punto habría <strong>de</strong> mantener silencio e interrumpir el hilo <strong>de</strong> la prosa, reintegrándolo a<br />

don<strong>de</strong> proce<strong>de</strong>: al ovillo intrincado <strong>de</strong> cuanto permanece tácito.<br />

Sin embargo, en vez <strong>de</strong> convertir el prólogo en una pretendida explicación <strong>de</strong> lo inefable, que<br />

la mejor poesía no tolera, éste pue<strong>de</strong> adoptar otra disposición, transformándolo en una<br />

pregunta que se abre con el libro, a la que nos obliga el enigma propuesto en el título: La<br />

mujer <strong>de</strong> piedra.<br />

Pues cabe interrogarse sobre quién es ella, qué especie <strong>de</strong> Gorgona se oculta en el poema,<br />

aquí petrificada y sumida en el mar <strong>de</strong>l recuerdo. ¿Es que, acaso, sufrió el efecto <strong>de</strong> su propia<br />

mirada, contemplándose en el espejo <strong>de</strong> las aguas, para sentir en carne propia la escalada <strong>de</strong>l<br />

frío, con ese escalofrío mortal, petrificante, que su visión provoca? ¿No se asocian <strong>de</strong> antiguo<br />

el agua con la piedra en la Medusa, hasta el punto <strong>de</strong> que si los filólogos tuviesen un oído más<br />

presto, tal vez reconocieran que metus -el miedo- y Medousa -el ser femenino que ocasiona el<br />

terror petrificante- se encuentran hermanados por muchos motivos? Aunque, quizá, csa<br />

mujer "<strong>de</strong> miedo", que petrifica y mata cuanto ve, fue víctima a su vez <strong>de</strong> otra mirada: la<br />

rigurosa que el arte ejercita, sometiéndola así a la <strong>de</strong>finitiva fijación establecida por la<br />

palabra exacta o exaltada <strong>de</strong>l poeta.<br />

No obstante, si el poema respon<strong>de</strong> a nuestras preguntas y al enigma <strong>de</strong>l título con renovadas<br />

interrogaciones, <strong>de</strong>jándonos en la incertidumbre, reconozcamos en ello un rasgo pertinente<br />

al trabajo poético, que conduce con riesgo, en arribada forzosa, a las riberas nunca holladas<br />

<strong>de</strong> aquella lontananza llamada misterio, única "terra incognita" que la poesía reclama como<br />

suya.<br />

José Ricardo Morales


La mujer <strong>de</strong> piedra ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Ofelia recuerda a Hamlet<br />

Porfía tengo en la dispersión <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>sechos<br />

tan sólo el armazón precario <strong>de</strong> la pérdida<br />

cuya caduca lógica amenaza con la imposibilidad<br />

<strong>de</strong> que se escriba o propale la historia en primera voz o persona.<br />

Lo que mantengo sólo son los <strong>de</strong>spojos <strong>de</strong> alguna voz,<br />

que no soy yo quien escribe<br />

sino el error o la errancia,<br />

y esta perdida amenaza es mi obsesión y mi nulidad.<br />

Quiero <strong>de</strong>cir, y ahógase mi voz en este arranque,<br />

quería <strong>de</strong>cirse, digo, que la errática errancia<br />

parapeto tras estas torres huecas<br />

huyendo <strong>de</strong> mi necesidad que es la <strong>de</strong> nadie,<br />

así el gesto que expláyase bajo el prestigio <strong>de</strong> la presencia o la ausencia<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> serlo al instante<br />

y sólo playas vacías <strong>de</strong>ja para el arranque<br />

<strong>de</strong> la emoción parapetada en el error,<br />

como si apersonárase lo amado en ausencia,


armándose en la dispersión <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>spojos.<br />

Huesos los <strong>de</strong>l aire, Yorick,<br />

también <strong>de</strong> aquellas amadas tibias hácense flautas diabólicas<br />

y es música sin voz ni cuerpo,<br />

imaginario dibujo el esqueleto<br />

cuya dispersión manténese en esta aparición <strong>de</strong> la voz,<br />

en este soplo marino que la mano tiene <strong>de</strong> mí misma con su hueso <strong>de</strong> nada<br />

en una vana espera <strong>de</strong> la venganza que <strong>de</strong>sangra la sangre.<br />

Adiós amado cuerpo <strong>de</strong> mi obsesión, cuerpo <strong>de</strong> mi nulidad,<br />

adiós pálidas víctimas<br />

precariamente armadas por la muerte.<br />

Ilustración: Ophelia (1851), <strong>de</strong> Sir John Everett Millais (1829-96)<br />

Retruécano ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Arte Poética<br />

Cuando la palabra polen<br />

golpea a mi puerta<br />

y los objetos cotidianos toman matices amarillos<br />

y un aroma como <strong>de</strong> sol se perfila en los utensilios<br />

mínimos<br />

sé que las cosas no tienen nombre<br />

sino un sonido oculto<br />

como la piedra recién nacida.<br />

Es que el verano con sus pedazos <strong>de</strong> espuma<br />

no pue<strong>de</strong> tener nombre sino esencia<br />

que la palabra que golpea las almas<br />

con su sello preciso<br />

reteniendo apenas trizaduras <strong>de</strong> memorias<br />

conteniendo apenas soplos <strong>de</strong>tenidos<br />

apenas si toca el pulso loco <strong>de</strong>l olejae.<br />

Así renacen los sonidos en mi boca<br />

y ruedo manso vertiendo este eco in<strong>de</strong>tenido<br />

<strong>de</strong> lo que conoce su propia envergadura<br />

<strong>de</strong>l agua que se hace piedra y cáliz<br />

y cuerpos <strong>de</strong>rramándose en la medianoche<br />

fugitiva.<br />

Así repito repitiendo sonidos que maduran<br />

la textura <strong>de</strong>l sueño y <strong>de</strong>l <strong>de</strong>seo<br />

y sé (aunque no parezca)<br />

que las cosas no respon<strong>de</strong>n a su nombre<br />

a la triste insignia que les clavan en el alma<br />

sino que ruedan embrujadas, transparentes<br />

labrando su propio ascenso<br />

conteniendo el signo <strong>de</strong> su puro peso.


Qué rumor... ÍNDICE


Edmundo Olivares<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Escritura Creativa<br />

El procedimiento estaba dispuesto <strong>de</strong> este modo y <strong>de</strong> este modo <strong>de</strong>bía funcionar.<br />

El Instructor se situaba junto al alumno -ambos frente a la pantalla <strong>de</strong>l computador- y el proceso podía<br />

entonces comenzar.<br />

Invitado a <strong>de</strong>jar caer en el teclado toda la carga <strong>de</strong> sus pensamientos, frustraciones y <strong>de</strong>seos, el alumno<br />

podía cometer los mayores excesos argumentales, los más <strong>de</strong>lirantes espejismos, los más estúpidos errores<br />

gramaticales; sabiendo que al final -<strong>de</strong> alguna manera- todo sería filtrado, coordinado y puesto en or<strong>de</strong>n<br />

por el Instructor, entregando un producto perfectamente acabado y listo para una eventual publicación.<br />

Cada vez que fuese necesario estaba prevista una pausa. Una pausa para dialogar y reflexionar. Entonces<br />

era posible discutir con el Instructor el porqué -los porqué- <strong>de</strong> cada elección <strong>de</strong> adjetivos y <strong>de</strong> cada<br />

específica <strong>de</strong>cisión argumental. (Estaba previsto que algunos alumnos serían rebel<strong>de</strong>s y enfermizamente<br />

apegados a sus i<strong>de</strong>as).<br />

Al final, se suponía que el alumno llegaría a ver <strong>de</strong>sfilar ante sus ojos la resplan<strong>de</strong>ciente belleza <strong>de</strong>l texto<br />

recién compuesto, salpicado <strong>de</strong> <strong>de</strong>talles <strong>de</strong> luminoso color cada vez que un acierto estilístico, un<br />

afortunado giro expresivo, una metáfora <strong>de</strong>licada y sutil apareciese en medio <strong>de</strong>l lento fluir <strong>de</strong> las palabras<br />

en pantalla.<br />

Cada nueva frase armoniosamente insertada -había explicado el Instructor- cada nueva palabra bien<br />

enlazada, era como un firme eslabón en una sólida ca<strong>de</strong>na, era como una piedra valiosa engastada en una<br />

joya. Era un hallazgo, era una proeza para el principiante, y como tal merecía una anotación elogiosa,<br />

automáticamente almacenada en la memoria admirativa <strong>de</strong>l computador.<br />

El Programa <strong>de</strong> Escritura Creativa tenía, pues, sus recompensas previstas, basadas en la po<strong>de</strong>rosa fuerza<br />

didáctica <strong>de</strong> la gratificación instantánea. O casi instantánea.<br />

El muchacho terminó <strong>de</strong> acomodar su musculoso cuerpo en la silla giratoria y se quedó expectante ante la<br />

inerte pantalla, saboreando anticipadamente la aventura.<br />

Tenía diecinueve años, pero la recia complexión <strong>de</strong> su figura y el duro gesto que había en su rostro le<br />

hacían parecer mayor. Bastante mayor.


Sus <strong>de</strong>dos ágiles y fuertes juguetearon sobre el tablero, mientras la mente planificaba con cuidado su<br />

camino.<br />

-Está bien, -dijo en voz alta- lo acepto. Hay que ser humil<strong>de</strong> para comenzar a escribir. Hay que apren<strong>de</strong>r<br />

a hacerlo. Hay que sentarse y sudar sangre. Hay que escuchar y respon<strong>de</strong>r a mil voces a la vez. Hay que<br />

imaginar el silbido <strong>de</strong>l viento y obligarlo a silbar en la escritura. Hay que sufrir y gozar con las palabras...<br />

Hay que salvarse y con<strong>de</strong>narse en cada frase... <strong>de</strong> esto se trata... en esto consiste el maldito oficio...<br />

El Instructor no emitió sonido alguno.<br />

Era natural que hubiera algo <strong>de</strong> fanfarronería en el alumno, era obvio que ellos trataran <strong>de</strong> disfrazar la<br />

ansiedad que experimentaban al sentirse comandando todas las palabras <strong>de</strong>l mundo. Los principiantes<br />

eran así.<br />

Estaba prevista -y hasta cierto punto disculpada- su temprana egolatría y su retórica elemental.<br />

El muchacho se inclinó y comenzó a escribir.<br />

Presionando con <strong>de</strong>sproporcionada fuerza cada tecla, titubeando y luchando con la gramática... así<br />

comenzó la aventura. No prestó mucha atención a la voz <strong>de</strong>l Instructor que en ese momento estaba<br />

enunciando las restantes características básicas <strong>de</strong>l Programa.<br />

En lo que respecta al alumno, el proceso creativo ya estaba en marcha.<br />

==============<br />

Gozosas... impacientes... interminables iban saltando las palabras <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el teclado a la pantalla...<br />

Nerviosamente se iban alineando en compactas filas, obedientes a la mano y voluntad <strong>de</strong>l creador.<br />

Palabras nuevas y brillantes, palabras gastadas y rotas, palabras salidas <strong>de</strong> nadie sabe dón<strong>de</strong>, curiosas<br />

palabras jamás pronunciadas por este aprendiz <strong>de</strong> escritor, pero que ahora llegaban con naturalidad y<br />

precisión al lugar que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> siempre tenían reservado entre las otras.<br />

Poco a poco los <strong>de</strong>dos <strong>de</strong>l muchacho iban construyendo el relato, <strong>de</strong>teniéndose aquí y allá para superar un<br />

escollo, para elegir con minuciosa propiedad los gritos y silencios, los ruegos y los llantos, los furtivos<br />

gestos. Las luces y las sombras.<br />

"El hombre era alto y corpulento, tenía una cicatriz en forma <strong>de</strong> media luna en la mejilla<br />

izquierda y en sus ojos exaltados había una luz extraña y dolorosa, una luz pálida y ardiente,<br />

teñida <strong>de</strong> furia homicida y sexual..."<br />

Es verdad que al comienzo todo parece un poco irreal y enervante.<br />

Durante los primeros minutos dominaban las <strong>de</strong>scripciones tentativas, los diálogos inconexos, las pausas<br />

atormentadas, las visiones truncas; todo ello <strong>de</strong>spejado por el reiterado pasar y repasar <strong>de</strong>l pincel


electrónico borrando... borrando... borrando...<br />

Borrando y volviendo a comenzar.<br />

El proceso era así, <strong>de</strong>scorazonador al comienzo.<br />

-¿También es éste un lugar común..? -se escandalizó el muchacho cuando por sexta vez en diez minutos el<br />

veredicto inapelable <strong>de</strong>l Instructor apareció en la parte superior <strong>de</strong> la pantalla- ¿Cómo pue<strong>de</strong> ser posible?<br />

¿Estás seguro?<br />

-Estamos seguros -respondió el Instructor sin <strong>de</strong>mostrar impaciencia ni censura- Está catalogado como tal<br />

en el lugar 128 <strong>de</strong>l "In<strong>de</strong>x <strong>de</strong> Lugares Comunes" Más aún..... es probable que sea el más común <strong>de</strong> los<br />

lugares comunes.<br />

El Programa era así, un tanto riguroso, un tanto abrumador, un tanto insoportable para cualquier<br />

persona que no tuviese la firme intención <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r a escribir.<br />

El muchacho la tenía y persistió.<br />

Cojeando, maldiciendo, aprendiendo, corrigiendo... el alumno fue lentamente progresando.<br />

"El hombre era alto y corpulento, tenía una cicatriz en forma <strong>de</strong> media luna en la mejilla<br />

izquierda y en sus ojos exaltados había una luz extraña y dolorosa, una luz pálida y ardiente,<br />

teñida <strong>de</strong> furia homicida y sexual..."<br />

"Cuando abandonó el <strong>de</strong>partamento, flotaba en el aire una fragancia enervante y espesa que<br />

le trajo <strong>de</strong> golpe el recuerdo aberrante <strong>de</strong> la noche anterior. El lecho <strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nado. El grito.<br />

El grito. ¡El grito..! "<br />

"Y el nacimiento brutal <strong>de</strong> esta pesadilla mil veces repetida, que no logra erradicar <strong>de</strong> su<br />

memoria hipertrofiada"<br />

Los <strong>de</strong>dos se <strong>de</strong>tienen y el texto se queda suspendido en la pantalla esperando el veredicto.<br />

Tanto tiempo como fue necesario la electrónica lo mantuvo en su sitio, haciéndolo resistir mansamente el<br />

inquisitivo examen <strong>de</strong>l Instructor y <strong>de</strong>l alumno.<br />

-Demasiado azul... -dijo al fin el Instructor- tenemos poco contraste en pantalla con todos esos matices <strong>de</strong><br />

azul. El relato tien<strong>de</strong> a ser monocromo. Esa es la equivalencia... Tal vez un poco <strong>de</strong> rojo o <strong>de</strong> amarillo, tal<br />

vez un quiebre <strong>de</strong> ritmo...<br />

En esos precisos instantes el alumno estaba visualizando el rostro crispado <strong>de</strong>l protagonista <strong>de</strong> su historia.<br />

En esos precisos instantes el alumno estaba <strong>de</strong>scubriendo con fascinada atención la feroz, implacable<br />

<strong>de</strong>cisión oculta en el fondo <strong>de</strong> esos ojos exaltados. Y también -todo al mismo tiempo- en esos mismos


instantes el muchacho se preparaba para justificar ante el Instructor el uso <strong>de</strong> la palabra "hipertrofiada"<br />

aplicado a la memoria <strong>de</strong> su personaje.<br />

La súbita observación <strong>de</strong>l Instructor le hizo el efecto <strong>de</strong> una grosera e inmerecida reprimenda. Se<br />

estremeció visiblemente, murmurando incrédulo, en medio <strong>de</strong> una confusa sensación <strong>de</strong> vómito...<br />

-¿Demasiado azul? ¿Demasiado azul...? ¡Demasiado queeee....!<br />

El programa era así, frustrante y <strong>de</strong>sconcertante al comienzo.<br />

===================<br />

Había un tiempo pasando... Pasando y repasando sin cesar.<br />

Espasmódico tiempo hecho <strong>de</strong> sílabas y pausas... <strong>de</strong> minutos y minutos <strong>de</strong> absorta interacción entre<br />

neuronas y electrones.<br />

Así se fueron a<strong>cum</strong>ulando todas las palabras y todos los silencios que se necesitan para contar una<br />

historia.<br />

"Hubo una época en que fueron felices como potros salvajes. Hubo una época en que la<br />

tierra era caliente y dulce, lanzando emanaciones sexuales cada vez que ella venía hacia él<br />

caminando sonámbula entre las altas espigas y pisoteando las amapolas exangües <strong>de</strong> calor. Y<br />

un día, en el mismo sitio <strong>de</strong>l amor, el insulto feroz y rencoroso: "No vales nada y nunca<br />

valdrás nada! Eres apenas un mocoso metido a garañón, un <strong>de</strong>spreciable y promiscuo<br />

hombrecillo...! Sin seso... sin sentimiento.... sin corazón.... ¡Desaparécete, maldito! ¡Muére-te,<br />

no quiero verte nunca más...! ¡Pedazo <strong>de</strong> gusano fornicador!"<br />

El muchacho se enjugó las sudorosas manos en las mangas <strong>de</strong> la camisa y se quedó contemplando esas<br />

asquerosas palabras salidas <strong>de</strong> su mente, mientras el palpitante cursor le invitaba a continuar<br />

<strong>de</strong>sahogándose.<br />

Pero sus manos vacilaban, la respiración estaba acelerada, los ojos permanecían fijos en la pantalla.<br />

-¿Debo <strong>de</strong>cir que en ese momento se hizo hombre? ¿Debo <strong>de</strong>cir que allí murió uno y nació otro? ¿Otro<br />

igual, pero distinto?<br />

Esta vez la duda le <strong>de</strong>jó pensativo por un lapso mucho más largo que todas las otras dudas anteriores. Sin<br />

embargo no llamó en su auxilio al Instructor.<br />

Esto era algo vital para su historia. Esto era algo crucial que <strong>de</strong>bía <strong>de</strong>cidir por sí solo. Algo para<br />

consi<strong>de</strong>rar cuidadosamente, calmadamente, lúcidamente... como si ya fuese un fogueado escritor, astuto y<br />

perspicaz.<br />

-¿Debo <strong>de</strong>cir que allí se le heló <strong>de</strong> un golpe el corazón? ¿Que ése fue el instante en que la con<strong>de</strong>nó a


morir...?<br />

No quería ayuda. No quería ayuda. ¡No quería ayuda!<br />

De pronto sentía un inmenso <strong>de</strong>sprecio por la presuntuosa sabiduría <strong>de</strong>l Programa, con todas sus<br />

displicentes recetas.<br />

¿Qué sabían ellos <strong>de</strong> las mor<strong>de</strong>duras <strong>de</strong>l odio? ¿Qué sabían <strong>de</strong>l amor?<br />

Nadie le podía ayudar y la pantalla permaneció neutra , extática y esperando...<br />

==================<br />

Treinta minutos más tar<strong>de</strong>, el hombre alto con la cicatriz en la mejilla había cometido el acto brutal para<br />

el cual se venía preparando.<br />

Nada se podía alegar en su <strong>de</strong>fensa: había sido un acto <strong>de</strong> pura y <strong>de</strong>liberada premeditación.<br />

La memoria <strong>de</strong>l computador así lo registró, sin vanas excusas, sin inútiles explicaciones laterales.<br />

El hombre terminó por convertirse en asesino, porque ésa era la única solución verda<strong>de</strong>ramente<br />

satisfactoria para un odio tan tremendo y explosivo. Antes -es cierto- había intentado escapar a su <strong>de</strong>stino,<br />

barajando tres, cinco, diez soluciones argumentales alternativas, que fueron analizadas y <strong>de</strong>scartadas por<br />

ina<strong>de</strong>cuadas.<br />

Inexorablemente los hechos se fueron perfilando, y finalmente el hombre se vio a sí mismo llegando hasta<br />

el lecho <strong>de</strong> la mujer, para clavar un impávido cuchillo en ese vientre odioso y fugitivo.<br />

"Entonces... con el mundo reducido a una simple alternativa <strong>de</strong> culpa-castigo. Con las sienes<br />

pulsándole en forma negativa-afirmativa -010101010- el hombre enloquecido acabó por<br />

clavar una y otra vez, el lujurioso cuchillo en el pálido vientre <strong>de</strong> la in<strong>de</strong>fensa fugitiva."<br />

Ambos, el alumno y el Instructor permanecieron en silencio.<br />

Levemente titilaba la inquieta pantalla, ávida <strong>de</strong> más sangre y dramatismo.<br />

-No está mal -dijo finalmente el Instructor con un susurro y un parpa<strong>de</strong>o- No está mal para ser una<br />

primera experiencia con el Programa. Sin embargo hay <strong>de</strong>talles importantes que consi<strong>de</strong>rar. El comienzo<br />

es un tanto flojo. Hay un exceso <strong>de</strong> <strong>de</strong>talles superfluos, en especial, en la <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l ambiente<br />

callejero. Se creería por momentos que el asesino va a <strong>de</strong>sistir <strong>de</strong> su propósito y esto es bueno. Como<br />

puntos altos mencionemos tambié la parte central, cuando el juego anticipatorio <strong>de</strong>l crimen (con su<br />

planificación cuidadosa, con la fruición anticipada <strong>de</strong> lo que va a ocurrir) embargan por completo el<br />

pensamiento <strong>de</strong>l asesino. Es en esta parte <strong>de</strong>l relato en don<strong>de</strong> se percibe el aumento pausado y progresivo<br />

<strong>de</strong> la tensión...


El muchacho emitió un suspiro.<br />

-¡Bien... bien...! ¿Y las fallas..? ¿Algo más que <strong>de</strong>cir sobre las fallas?<br />

-En el nivel <strong>de</strong> principiante -continuó el Instructor- es natural encontrar una plácida indulgencia hacia la<br />

obra realizada. Es habitual <strong>de</strong>tectar cierta falta <strong>de</strong> autocrítica... o la total ausencia <strong>de</strong> ella. Como<br />

consecuencia, pue<strong>de</strong> evi<strong>de</strong>nciarse un orgullo prematuro, una cierta exaltación ante logros narrativos que -<br />

mejor examinados- pue<strong>de</strong>n resultar pálidos frente a la fuerza brutal <strong>de</strong> la realidad.<br />

El muchacho se encogió <strong>de</strong> hombros con <strong>de</strong>sprecio.<br />

-Mezquino -pensó- ahora se pone mezquino. Mezquino y prepotente.<br />

El Instructor tenía una última observación que hacer y la hizo.<br />

-También pue<strong>de</strong> resultar traumático para el ego <strong>de</strong>l alumno saber que el Programa -por sí solo- podría<br />

ahora componer cincuenta o más variantes <strong>de</strong> este relato, utilizando como matriz los datos ya<br />

suministrados. Algunas <strong>de</strong> esas variantes podrían planificar el crimen <strong>de</strong> una manera, digamos... superior,<br />

infinitamente mejor que el original.<br />

El alumno se agitó, inquieto, con las pupilas brillantes <strong>de</strong> excitación.<br />

-¿Pue<strong>de</strong> hacerlo? ¿En verdad pue<strong>de</strong> hacerlo? - su voz era un susurro admirativo y exaltado.<br />

El Instructor emitió una risita y la pantalla empezó a parpa<strong>de</strong>ar a un ritmo vertiginoso. Páginas y páginas<br />

comenzaron a <strong>de</strong>sfilar, <strong>de</strong>scribiendo hombres afiebrados <strong>de</strong> odio y celos, hombres musculosos y sombríos,<br />

hombres con luces sangrientas en los ojos, hombres contrahechos y bestiales, hombres elegantes y sádicos,<br />

hombres <strong>de</strong>shechos por el olvido y la traición. Mujeres <strong>de</strong> vientres tersos y redondos, mujeres <strong>de</strong> vientres<br />

tibios y pálidos, mujeres <strong>de</strong> vientres trizados cayéndose a pedazos, mujeres <strong>de</strong> odiosa risa <strong>de</strong>spectiva<br />

interminable, mujeres rosadas y sangrantes, mujeres <strong>de</strong> vientres abiertos que florecían impetuosamente en<br />

torrentes <strong>de</strong> sangre <strong>de</strong>satada. Sangre. Sangre multiplicada. Sangre manando en medio <strong>de</strong> un <strong>de</strong>lirio <strong>de</strong><br />

electrones, sangre saturándolo todo <strong>de</strong> náusea y <strong>de</strong> terror.<br />

Las palabras se transformaban en imágenes cada vez más vivas y <strong>de</strong>liran-tes; explosivas imágenes que<br />

herían las pupilas <strong>de</strong>l alumno y que iban a estallar en su cerebro formando un horroroso carrousel <strong>de</strong><br />

sádica violencia.<br />

De pronto, asqueado y tembloroso, el muchacho lanza un <strong>de</strong>do enloque-cido en dirección <strong>de</strong>l teclado y la<br />

pantalla se congela <strong>de</strong>jando la variante 26 <strong>de</strong> la historia a medio concluir.<br />

Y allí se queda embalsamado el último grito <strong>de</strong> la mujer. Allí se queda oculto el <strong>de</strong>strozado cuerpo,<br />

penetrado una y mil veces por el incansable cuchillo electrónico.<br />

==================


En el largo y acezante silencio que siguió, el alumno fue recuperando a retazos su tranquilidad, sintiendo<br />

cada vez con mayor <strong>de</strong>sagrado la presencia in<strong>de</strong>finible e incómoda <strong>de</strong>l Instructor a su lado.<br />

Su cómplice.<br />

Juntos y expectantes permanecieron, sin palabras ante la pantalla esperanzada y muda.<br />

Finalmente el rostro <strong>de</strong>l muchacho se abrió en una sonrisa esquiva y fea. Ya no necesitaba <strong>de</strong> consejos ni<br />

<strong>de</strong> tutores. Ahora tenía la certeza absoluta <strong>de</strong> cómo quería que fuese su historia.. ¡Ahora lo sabía!<br />

El muchacho retiró <strong>de</strong>l computador el Programa <strong>de</strong> Escritura Creativa, y lo arrojó con gesto brusco sobre<br />

la mesa.<br />

Y allí se quedó el Instructor -<strong>de</strong>gradado y mudo- perdida su capacidad para criticar, aconsejar, censurar o<br />

castigar. Allí se quedó sobre la pulida superficie <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra, encerrado en la caja <strong>de</strong> plástico vistosamente<br />

rotulada: "ESCRITURA CREATIVA - 20 LECCIONES INTERACTIVAS".<br />

Entonces el muchacho alto, corpulento, con la curiosa cicatriz en la mejilla apagó el computador y<br />

procedió lentamente a or<strong>de</strong>nar su mesa <strong>de</strong> trabajo.<br />

Comenzó por disponer metódicamente cada objeto en su sitio y luego empezó a colocar las fundas <strong>de</strong>l<br />

computador y la impresora.<br />

Su respiración era anhelante y sus manos temblaban un poco al colocar la última cubierta en su lugar.<br />

Con gesto pausado abrió entonces el cajón superior <strong>de</strong> su escritorio.<br />

El cuchillo estaba allí, inerte y reluciente como un pescado metálico y ponzoñoso. El cuchillo estaba allí,<br />

esperándole.<br />

El muchacho lo tomó con cuidado y lo envolvió en un periódico. (Es así como mejor se escon<strong>de</strong> un<br />

cuchillo... Es así como se proce<strong>de</strong> en estos casos...)<br />

Cuando abandonó el <strong>de</strong>partamento, minutos más tar<strong>de</strong>, había en sus ojos exaltados una luz extraña y<br />

dolorosa, una luz pálida y ardiente, teñida <strong>de</strong> furia homicida y sexual.<br />

Paisaje ciudadano con fondo anaranjado ÍNDICE


Edmundo Olivares<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Paisaje ciudadano con fondo anaranjado<br />

El efecto benéfico se hizo notar <strong>de</strong> inmediato y Rodrigo sintió la genuina voluntad <strong>de</strong> besar la mano que le<br />

daba alivio.<br />

-¿Cómo se siente? ¿Quiere un poco más..? -la enfermera lo contempló con ojos sin expresión, cansada <strong>de</strong><br />

ver repetirse tantas veces idéntico proceso.<br />

-¡Quiero..! -dijo Rodrigo- ¡Quiero..! Su voz era anhelante y miró con ojos húmedos al rostro que tenía<br />

enfrente, que le pareció lleno <strong>de</strong> una escondida ternura, como si fuese el rostro <strong>de</strong> su madre -muchos años<br />

atrás- preguntándole algo... ofreciéndole algo... -¡Quiero, sí... por favor -repitió- sólo un poco más. Por<br />

favor...<br />

La mujer cogió la jarra térmica <strong>de</strong> color anaranjado y vació con <strong>de</strong>sgano un poco <strong>de</strong> café en el tazón que<br />

estaba sobre la mesa.<br />

Lo que ocurrió en seguida fue enteramente culpa <strong>de</strong> Rodrigo... extendió la mano con <strong>de</strong>masiada prisa...<br />

con <strong>de</strong>masiada vehemencia... y la torpe mano chocó a medio camino con el tazón que la enfermera ya<br />

empujaba en su dirección.<br />

Gotas saltaron... gotitas saltaron... salpicando la mesa y causando un estremecimiento irreprimible en el<br />

cuerpo <strong>de</strong> Rodrigo, que se inclinó, acongojado, hacia a<strong>de</strong>lante.<br />

Extendiendo prontamente el <strong>de</strong>do índice, rescató una <strong>de</strong> las gotas, llevándose a los labios lo que pudo<br />

recoger... Repitió el gesto una y otra vez, con extremo cuidado... con extrema concentración...<br />

arrebatándole a la mesa lo que ella no tenía <strong>de</strong>recho a retener.<br />

La ansiedad, la culpa, fueron <strong>de</strong>sapareciendo poco a poco <strong>de</strong> su rostro, a medida que la pérdida se iba<br />

volviendo mínima... y sólo entonces, cuando casi no hubo vestigio <strong>de</strong> humedad sobre la mesa... sólo<br />

entonces, con una avi<strong>de</strong>z reconcentrada y radiante, recogió el tazón que esperaba por él.<br />

La mujer lo <strong>de</strong>jó beber, mirando <strong>de</strong> reojo el gran reloj mural y calculando el tiempo que le tomaría<br />

<strong>de</strong>spachar este caso.<br />

Rodrigo bebía con gesto infantil, con los codos sobre la mesa y el tazón firmemente asido con ambas<br />

manos.


Pequeños sorbitos ruidosos hacían gorgoritear el líquido, y el hombre ponía un cuidado extremo en la<br />

lenta fruición con que dosificaba el escurrirse <strong>de</strong>l líquido hacia su garganta.<br />

Una dulce sensación <strong>de</strong> libertad veraniega... un mundo hecho <strong>de</strong> buenas cosas... <strong>de</strong> gente buena... un<br />

horizonte azul matizado <strong>de</strong> globos <strong>de</strong> colores... una muchacha <strong>de</strong> trenzas rubias sonriendo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> arriba <strong>de</strong><br />

una bicicleta... una parvada <strong>de</strong> polluelos amarillos-amarillos y un trolebús inmenso, don<strong>de</strong> cabían todos<br />

sus compañeros <strong>de</strong> Liceo...<br />

¿Por qué esta película..?<br />

¿Por qué estas imágenes idílicas <strong>de</strong> su infancia y primera juventud?<br />

Rodrigo miró a su madre, preguntándole con los ojos. Pero ella estaba ahora vestida <strong>de</strong> enfermera y<br />

cuando esto ocurre, ella no contesta ninguna <strong>de</strong> sus preguntas... nunca contesta nada...<br />

Siempre era así al comienzo... Un renacer... una sensación <strong>de</strong> antiguo y confuso bienestar. Una tranquila y<br />

envolvente atmósfera <strong>de</strong> conformidad y entendimiento.<br />

Tosió y se <strong>de</strong>spabiló, porque algo dulzón le subía por el esófago. Era un gustillo a café con coñac que se le<br />

instalaba finalmente en la boca y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> allí - haciéndolo sentirse plenamente satisfecho- le hacía sonreír sin<br />

sonreír. Ya estaba listo... todo había terminado felizmente.<br />

La enfermera anotó en su tablilla el tiempo exacto que había transcurrido entre la mueca inicial (al<br />

comenzar la consulta) y esta sonrisa final, y pensó con admiración cuán confiable y certero era el<br />

tratamiento institucional.<br />

Ahora sólo restaba hacer las preguntas <strong>de</strong> siempre, <strong>de</strong> acuerdo al Test <strong>de</strong> Verificación... una mera<br />

formalidad... una simple formalidad para estar seguros.<br />

-¿Ya <strong>de</strong>sayunó, estimado señor? ¿Un poco más <strong>de</strong> café? Rodrigo sonrió sin sonreír y mintió sin mentir.<br />

-Ya <strong>de</strong>sayuné, gracias. Tengo que estar a nueve en punto en la oficina y me queda el tiempo justo para<br />

llegar hasta allá.<br />

Profesionalmente, la mujer sonrió sin sonreír y pasó a la Pregunta Número Dos:<br />

-Sin embargo tendrá tiempo para dar una mirada a los titulares <strong>de</strong>l diario <strong>de</strong> hoy, ¿verdad? Todo buen<br />

ciudadano se interesa por lo que ocurre en su país... usted sabe cómo es...<br />

Se miraron, sabiendo <strong>de</strong> memoria preguntas y respuestas, ajustándose en todo al protocolo.<br />

-Tiene razón -dijo Rodrigo- "un buen <strong>de</strong>sayuno viene junto con la noticias y las buenas noticias <strong>de</strong>ben<br />

consumirse junto con el <strong>de</strong>sayuno".<br />

La enfermera extrajo <strong>de</strong> una Carpeta Azul un ejemplar planchado y perfumado <strong>de</strong>l Diario Oficial y se lo<br />

tendió sin <strong>de</strong>cir palabra.


Rodrigo dio una ojeada a los titulares y sintió una ráfaga <strong>de</strong> entusiasmo ciudadano: ORDEN...<br />

PROGRESO... ESTABILIDAD... maravillosas noticias que certificaban que el país continuaba<br />

siendo un oasis <strong>de</strong> paz y entendimiento, en medio <strong>de</strong> un mundo caótico y lleno <strong>de</strong> problemas.<br />

-¿Cuánto es el diario?<br />

La pregunta era innecesaria, pero igual <strong>de</strong>bía ser hecha, <strong>de</strong>bidamente acompañada <strong>de</strong> un billete <strong>de</strong> cinco<br />

mil pesos.<br />

-El diario son mil pesos y el <strong>de</strong>sayuno son tres mil -la enfermera ya estaba haciendo la boleta, mientras<br />

Rodrigo <strong>de</strong>splegaba el diario y comenzaba a examinar con una sonrisa la página editorial.<br />

Tuvo tiempo <strong>de</strong> darse una i<strong>de</strong>a aproximada <strong>de</strong> todos los artículos <strong>de</strong> esta página, porque la enfermera<br />

parecía tener problemas con su pequeña cajuela metálica, en la que buscaba y rebuscaba lo que no <strong>de</strong>bía<br />

hallar.<br />

-Por favor, no se moleste con el vuelto -dijo Rodrigo, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> sonreír- fue un excelente <strong>de</strong>sayuno y las<br />

noticias <strong>de</strong> hoy me levantan el ánimo... muchas gracias!<br />

La enfermera <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> buscar en el acto y sonrió profesionalmente.<br />

-Será hasta el próximo mes, entonces, estimado señor... Ah, y déjeme darle un pequeño consejo: no <strong>de</strong>je<br />

pasar más <strong>de</strong> 30 días sin venir a <strong>de</strong>sayunar con nosotros... Usted parece tener más problemas que la<br />

mayoría...<br />

El hombre no perdió su sonrisa, pero algo <strong>de</strong> la ansiedad inicial le hizo hume<strong>de</strong>cerse los labios, con una<br />

lengua <strong>de</strong>slavada y puntiaguda.<br />

-Ya lo sé... gracias. Mis amigos y familiares consiguen aguantar meses y meses con una dosis... Yo... en<br />

cambio...<br />

-Tsh... tsh... tsh... -la mujer meneó la cabeza con aire reprobador- Nada <strong>de</strong> culparse... nada <strong>de</strong> culparse...<br />

¿Cómo es eso? ¿Recién <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sayuno?<br />

Miró al hombre inquisitivamente, con una sospecha repentina. ¿Acaso era un simulador? ¿Uno <strong>de</strong> esos<br />

anacrónicos disi<strong>de</strong>ntes que intentan camuflarse <strong>de</strong> genuinos y honestos ciudadanos?<br />

Rodrigo percibió en ella la mirada recelosa y la súbita dureza. Y sintió la urgente obligación <strong>de</strong> <strong>de</strong>svanecer<br />

esa dureza... <strong>de</strong> recuperar esa cálida relación que antes le había hecho recordar a su madre.<br />

-Verá usted...yo tengo familia... tengo dos hijitas pequeñas -el hombre hablaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su más profunda<br />

sinceridad- quiero hacer siempre lo mejor... Por eso vengo aquí voluntariamente cada vez que estoy<br />

necesitado. No soy <strong>de</strong> los que alimentan sus dudas y sus..


Rodrigo se interrumpió, horrorizado. ¿Qué estaba diciendo, por Dios?<br />

La enfermera le contemplaba, sonriendo sin sonreír, tamborileando los <strong>de</strong>dos sobre la mesa <strong>de</strong> cristal.<br />

-¿Alimentar qué... amigo mío?<br />

-Dudas... ¡Dudas! -las palabras le salieron contra su voluntad, como un par <strong>de</strong> <strong>de</strong>sgarros sanguinolentos,<br />

que la enfermera contempló con asco a medida que resbalaban <strong>de</strong> su boca y caían sobre la hasta ahora<br />

inmaculada conversación.<br />

La mujer apartó con un gesto brusco el jarro a medio llenar, como si temiera que un súbito contagio se<br />

comunicara al líquido que había allí <strong>de</strong>ntro y por primera vez en su vida profesional se cuestionó la<br />

eficacia <strong>de</strong>l medicamento. ¿Qué pasaba con este tipo?<br />

La enfermera habló entonces con lentitud, modulando las palabras, pensando en las posibles<br />

complicaciones <strong>de</strong> este caso.<br />

-El Gobierno Nacional confía en que los buenos ciudadanos (como usted parece ser) estén siempre en<br />

condiciones <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r las razones <strong>de</strong>l Estado.. Así es que esas... dudas suyas... (La palabra "duda" le<br />

repugnaba y la pronunciaba como si se escribiese sin vocales: "dds")<br />

Rodrigo la interrumpió, alarmado:<br />

-Ah... si se trata <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r... yo comprendo! ¡Cómo no voy a compren<strong>de</strong>r! Lo que dije antes fue que<br />

yo era... que yo no quería ser como aquellos que se callan sus dudas. Yo no quiero ser así. Yo no quiero<br />

tener dudas. Por eso vengo aquí...¿Entien<strong>de</strong>?<br />

-Es lo correcto... evi<strong>de</strong>ntemente usted hace lo correcto. -La enfermera tuvo <strong>de</strong> repente la asquerosa<br />

sensación <strong>de</strong> que ella a su vez dudada. No <strong>de</strong> su trabajo, por cierto. Menos aun (bajo hipótesis ninguna)<br />

<strong>de</strong>l Gobierno Nacional... Dudaba <strong>de</strong> este pobre tipo <strong>de</strong>subicado, que parecía un niño perdido y que era un<br />

<strong>de</strong>mente potencial... tal vez un inadaptado social irrecuperable...<br />

Rodrigo la estaba mirando, y veía dibujarse en su rostro un diagnóstico fatal... una pre-sentencia, que<br />

estaba allí para que él entendiera y reaccionara <strong>de</strong> acuerdo a la emergencia.<br />

La mujer hizo entonces una pregunta horrible:<br />

-¿Cómo se siente? ¿Quiere quedarse un poco más con nosotros ..?<br />

Y Rodrigo se vio súbitamente repitiendo una y otra vez... y otra vez... y otra vez... -por el resto <strong>de</strong> su vida-<br />

todo el abominable proceso.<br />

Vuelta al comienzo... Todo igual, con sus terrores y urgencias y las dudas y el afán feroz <strong>de</strong> sobrevivir para<br />

sus hijas... para su familia... pese a todo... fuese como fuese... sobrevivir con ayuda <strong>de</strong> la inconsciencia<br />

aquella.... sobre-vivir con la ayuda <strong>de</strong> este alivio que...


Entonces se dsecontroló. Se proyectó súbitamente hacia a<strong>de</strong>lante, arrebató el jarro anaranjado y<br />

sorbiendo <strong>de</strong>sesperadamente el líquido anestésico directamente <strong>de</strong>l recipiente, ignoró los golpes y los<br />

insultos <strong>de</strong> la enfermera y estuvo atento sólo al angustioso <strong>de</strong>seo <strong>de</strong> beber y beber hasta <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> sufrir...<br />

hasta <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> pensar... hasta <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> temer...<br />

Rodrigo <strong>de</strong>spertó con un grito sofocado en la reseca garganta, en medio <strong>de</strong>l tenue silencio <strong>de</strong> las primeras<br />

horas <strong>de</strong> la mañana.<br />

-¿Una pesadilla? -pensó Rodrigo- ¿Así <strong>de</strong> terribles pue<strong>de</strong>n ser las pesadillas?<br />

Antes <strong>de</strong> que su pensamiento se aclarara <strong>de</strong>l todo, se oyeron unos golpecitos en la puerta y asomó la cabeza<br />

una enfermera a la que Rodrigo nunca antes había visto.<br />

Al verificar que el hombre estaba <strong>de</strong>spierto, empujó la puerta y entró en la habitación llevando en sus<br />

manos una ban<strong>de</strong>ja en la que había un ancho tazón y un jarro térmico <strong>de</strong> color anaranjado.<br />

Sonriendo sin sonreír, preguntó afablemente:<br />

-¿Entonces ya estamos listos, estimado señor, para tomar el <strong>de</strong>sayuno?<br />

Margarita Schultz: Severo ÍNDICE


Margarita Schultz<br />

Ilustraciones <strong>de</strong> Eva Lefever ©<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Severo<br />

a Jorge Estrella<br />

El pequeño chirrido <strong>de</strong>l portalón armado con fierros oxidados y tejido <strong>de</strong> alambre, anunciaba su llegada a<br />

la finca <strong>de</strong> la niña Teodolina, maestra jubilada, solitaria <strong>de</strong> profesión. La casa, gran<strong>de</strong> y con cierta<br />

pretensión para la zona, estaba a unos cincuenta metros <strong>de</strong>l portón. Pero cuando entraba Severo el tiempo<br />

parecía <strong>de</strong>tenerse, entre que sonaba el portón y se veía su figura <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la casa en penumbra,<br />

arrastrando los pies morenos <strong>de</strong> <strong>de</strong>dos <strong>de</strong>formes y polvorientos. Severo era un disminuido mental, pero<br />

nadie sabía qué mal tenía, ni siquiera su hermana o su tía con quienes vivía en un rancho <strong>de</strong> adobe y techo<br />

<strong>de</strong> paja unida con barro seco. No había para qué averiguarlo,-estuvo <strong>de</strong> Dios que fuera así, <strong>de</strong>cía Amanda,<br />

la tía anciana <strong>de</strong> Severo que lo crió <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la muerte <strong>de</strong> su madre, una muerte cuya causa tampoco se supo,<br />

como tantas cosas en ese campo rudo. Nacer, morir, enfermarse, aguantar las heladas, el calor <strong>de</strong>spiadado<br />

<strong>de</strong>l verano, aparearse, permanecer, permanecer en ese tiempo sin progreso.<br />

Severo llegaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> muchas cuadras <strong>de</strong><br />

distancia con la caña <strong>de</strong> bambú bamboleante<br />

cruzada sobre el hombro <strong>de</strong>recho, caña<br />

extranjera en esas tierras <strong>de</strong>l quimil y el<br />

espino. Dos tachos <strong>de</strong> hojalata trajinada,<br />

abollados por múltiples caídas, equilibraban<br />

inestables el peso en cada extremo. Venía a<br />

buscar agua para su casa, <strong>de</strong>l único surgente<br />

que había en muchas cuadras a la redonda:<br />

el <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> la niña Teodolina, una casa<br />

vinculada a la historia <strong>de</strong> la patria, a tropas<br />

y jinetes, a espuelas y escupitajos, a hombres<br />

corajudos dispuestos a la in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia.<br />

Severo venía en plena siesta, como si no<br />

pudiera venir a otra hora sino a esa, la <strong>de</strong>l


sol a pique y las lagartijas. Unas ramas <strong>de</strong><br />

paraíso <strong>cum</strong>plían la función <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>rar el<br />

movimiento <strong>de</strong>l agua <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los tarros.<br />

Usaba un pantalón oscuro <strong>de</strong> un color ya<br />

in<strong>de</strong>finible, que alguien le había dado "para<br />

cubrir las vergüenzas"; lo llevaba amarrado a la cintura con un piolín <strong>de</strong> sisal; apenas le llegaba a los<br />

tobillos nudosos. Una camisa bastante limpia en la temporada <strong>de</strong> calor, un pullover azul, <strong>de</strong>stejido en los<br />

puños y en los codos, en los días <strong>de</strong> invierno. Sería su haber.<br />

Severo tenía un rostro espantoso, pobrecito. Pelo crespo enmarañado, ya semicano, ojos muy salidos, <strong>de</strong><br />

un mirar que no se coordinaba con su mansedumbre aparente, y labios prominentes, especialmente el<br />

inferior, un poco colgante, como señal involuntaria <strong>de</strong> su atraso intelectual. No se le conocían palabras,<br />

sino la música tosca <strong>de</strong> sus gruñidos. Pero los más próximos a él, y la misma Teodolina que lo conocía<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> niño, reconocían en esos vestigios guturales un léxico y una sintaxis. Su alma apretujada <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong><br />

ese cuerpo que le había tocado comunicaba <strong>de</strong> ese modo la variedad <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>seos y sentimientos.<br />

Cada vez que Severo pasaba el portalón <strong>de</strong> alambre se alzaba la bandada multitudinaria <strong>de</strong> catas que<br />

anidaban, en varios nidos cercanos entre sí, en la <strong>cum</strong>bre <strong>de</strong> unos eucaliptos centenarios. Chillidos<br />

ensor<strong>de</strong>cedores acompañaban el levantar <strong>de</strong>l vuelo. Tal vez se indignaban contra la interrupción <strong>de</strong> sus<br />

murmullos siesteros por el chirrido <strong>de</strong>l portalón y la aparición <strong>de</strong> Severo. El ruidaje <strong>de</strong> las catas apenas<br />

motivaba en 'el falto' una lenta rotación vertical <strong>de</strong> la cabeza. Nada más en lo visible. Tan sólo un<br />

intervalo en ese caminar apegado a la tierra, el que continuaba en seguida. Severo arrastraba los pies,<br />

cada paso era una conquista.<br />

Tuscas, espinos, arenal. Algunos quebrachos blancos, espinos, arenal. Callejones <strong>de</strong> arenales sólo<br />

guarecidos <strong>de</strong>l sol en las horas <strong>de</strong>l naciente y <strong>de</strong>l poniente. Lo <strong>de</strong>más, como si no hubiera términos medios,<br />

sol a pique. A veces se nublaba y caía un chaparrón espeso en el verano; seguía entonces un lamento<br />

nocturno, entretejido, interminable, <strong>de</strong> cientos <strong>de</strong> ranas que lloraban por turno, y por momentos al<br />

unísono, en charcos e improvisadas lagunas. Los ranchos <strong>de</strong>l lugar distantes unos <strong>de</strong> otros casi siempre<br />

más <strong>de</strong> una cuadra, tenían parecido esquema constructivo, el mismo patio barrido con escoba <strong>de</strong> ramas y<br />

regado por las tar<strong>de</strong>s <strong>de</strong> verano en la época <strong>de</strong> la seca, el mismo 'excusado' <strong>de</strong> adobe y techo <strong>de</strong> hojalata<br />

alejado <strong>de</strong> la vivienda, se<strong>de</strong> permanente <strong>de</strong> avispas y transitoria <strong>de</strong> moscas, patos y gallinas que<br />

cloqueaban y cacareaban en torno <strong>de</strong> la casa (mientras <strong>de</strong>jaban a su paso guano fresco y pequeños hoyos<br />

en la tierra, hechos con el pico y el rastrillo <strong>de</strong> las patas, en la búsqueda permanente <strong>de</strong> algo para comer),<br />

similares sillas <strong>de</strong> algarrobo y cuero sobado don<strong>de</strong> solía sentarse la gente a matear bajo algún algarrobo<br />

<strong>de</strong> hoja rala, que se le animaba al sol y daba un poco <strong>de</strong> sombra. Los más <strong>de</strong>stacados tenían algún<br />

frondoso paraíso. La casa <strong>de</strong> la niña Teodolina, la <strong>de</strong> "los blancos" <strong>de</strong> la zona, señalaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos su<br />

presencia en las <strong>cum</strong>bres <strong>de</strong> sus eucaliptos magnos.<br />

De tanto en tanto, un bulto fluctuante podía verse a lo lejos, por el camino al Chañar, acercándose y<br />

<strong>de</strong>finiendo cada vez más sus formas: era el sulky <strong>de</strong> algún vecino que traqueteaba al ritmo <strong>de</strong>l trote <strong>de</strong>l<br />

caballo y vibraba como imagen a lo lejos a causa <strong>de</strong> la temperatura que se levantaba <strong>de</strong>l pavimento. Medio<br />

pavimento, en verdad, porque la otra mitad quedó en los tinteros <strong>de</strong> los inten<strong>de</strong>ntes, y ni medio siquiera,<br />

porque los baches y hoyos (laborados por los años y las ruedas <strong>de</strong> los carros) sumaban un tercio <strong>de</strong>l total.


-¡Me has <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar el agua, hijo!, gritaba la niña Teodolina <strong>de</strong>s<strong>de</strong> a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la casona cuando lo veía<br />

retornar a Severo <strong>de</strong>l surgente, con el agua <strong>de</strong> los tarros <strong>de</strong>rramándose en los bor<strong>de</strong>s, ¡<strong>de</strong>spués llevás p'a<br />

vos! Era el prólogo que necesitaba Teodolina, luego dormía su siesta <strong>de</strong> mujer solitaria, con la vigilancia<br />

larguirucha <strong>de</strong> una Browing apoyada contra la pared al costado <strong>de</strong> la cama <strong>de</strong> bronce, fiel el gatillo,<br />

todavía, a su <strong>de</strong>do setentón.<br />

Severo se <strong>de</strong>tenía un momento, sin mirar al lado, sólo giraba su cabeza un poco en la dirección <strong>de</strong>l lejano<br />

ruido <strong>de</strong> agua, como para procesar el mensaje repetido a diario. Después <strong>de</strong>jaba con cuidado los tarros en<br />

el suelo y los vaciaba, uno a uno, en los recipientes <strong>de</strong> ladrillo <strong>de</strong> canto y argamasa que coronaban la<br />

escalera <strong>de</strong> acceso a la galería. Repetía los doscientos metros hasta el surgente y volvía con la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> ir por<br />

fin a su casa con el agua. Si estaba <strong>de</strong> suerte podía pasar sin interrupciones por <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> los dos vanos <strong>de</strong><br />

las puertas que daban al sur, abiertas <strong>de</strong> par en par, las entradas <strong>de</strong> luz natural <strong>de</strong> la casa gran<strong>de</strong>, que se<br />

apareaban con sus respectivas <strong>de</strong>l norte. Des<strong>de</strong> afuera, al rayo <strong>de</strong>l sol <strong>de</strong>slumbrador, esos rectángulos <strong>de</strong><br />

las puertas eran oscuros y nada se veía hacia el interior. El grito <strong>de</strong> Teodolina -¡me has <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar el agua,<br />

hijo!, que nada tenía <strong>de</strong> filial, parecía proferido por nadie, venido hacia la luz siestera <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la íntima<br />

oscuridad <strong>de</strong> la casa, que Severo no osaba mirar.<br />

Si no estaba <strong>de</strong> suerte y los calicantos se encontraban semivacíos, y la niña Teodolina había amanecido <strong>de</strong><br />

mala, escuchaba por segunda vez el grito con esta modificación -¡me has <strong>de</strong> <strong>de</strong>jar otro viaje <strong>de</strong> agua,<br />

carajo! ¡ya te estás yendo y me <strong>de</strong>jas seca!<br />

Esa mañana Teodolina había amanecido<br />

enferma. Sentía un punzazo agudo en el<br />

brazo cada vez que intentaba moverse.<br />

Desesperada <strong>de</strong> dolor y casi sin voz alcanzó a<br />

bajar <strong>de</strong> la cama altísima hasta el piso <strong>de</strong><br />

baldosas <strong>de</strong> cerámica centenaria, ahuecadas<br />

en el centro por los pasos <strong>de</strong> años <strong>de</strong><br />

generaciones, en el tiempo en que la casa<br />

estuvo habitada. Usó la bacinica enlozada<br />

celeste y se mojó un poco la punta <strong>de</strong>l<br />

camisón, <strong>de</strong> un celeste <strong>de</strong>svaído, con la orina<br />

contenida largo rato. En un ay, ronco<br />

suspiroso, huérfano, trepó como pudo hasta<br />

la cama y se quedó quieta, muda, alerta al<br />

siguiente ramalazo <strong>de</strong> dolor, buscando su cuerpo inteligente <strong>de</strong> disminuir el punzazo a pura postura. Y así<br />

se quedó, con la trenza canosa <strong>de</strong>strenzada, pelo <strong>de</strong>rramado en la almohada que tal vez nunca nadie<br />

acarició en el amor, quieta, casi <strong>de</strong> través sobre la cama, reflejada en la luna <strong>de</strong>l espejo <strong>de</strong> ese ropero que<br />

pudo haber visto el General Lavalle. Los perros, al mediodía ya hambrientos, ladraban en la galería,<br />

insistentes, tras <strong>de</strong> la puerta <strong>de</strong>l dormitorio <strong>de</strong> La Niña, con un ladrido entreverado <strong>de</strong> lastimeros aullidos,<br />

intuyendo a su modo que una quietud <strong>de</strong> muerte había <strong>de</strong>jado a su dueña <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la casa con las puertas<br />

cerradas y la tranca puesta.<br />

Nada sabía el sol <strong>de</strong> todo esto. Algún remolino <strong>de</strong> polvo doblaba el callejón empujado por el viento <strong>de</strong> la<br />

siesta. Severo se apartó un poco y <strong>de</strong>jó pasar el remolino que siguió hasta per<strong>de</strong>rse. Algo había oído, en las<br />

conversas nocturnas junto al brasero, acerca <strong>de</strong> mandinga bailando en el interior <strong>de</strong> los remolinos, algo


poco entendido, algodonoso, pero preocupante. Abrió el portalón <strong>de</strong> alambre <strong>de</strong> la casa <strong>de</strong> la niña<br />

Teodolina, alzó la vista hacia el chillido <strong>de</strong> advertencia <strong>de</strong> las catas y siguió. Al llegar <strong>de</strong> vuelta <strong>de</strong>l<br />

surgente, a la altura <strong>de</strong> las puertas que conocía tan bien, se <strong>de</strong>tuvo a esperar el grito, ese grito que ponía<br />

or<strong>de</strong>n en su tiempo, que armaba el antes y el <strong>de</strong>spués <strong>de</strong>l camino <strong>de</strong>l agua, y daba forma a su búsqueda y a<br />

su andar. Allí se <strong>de</strong>tuvo Severo con la caña equilibrada sobre su hombro <strong>de</strong>recho, esperando el grito<br />

áspero, que daba sentido a toda su caminata <strong>de</strong> ida y retorno al surgente, bajo el sol a pique. Nada más<br />

oyó que la protesta ya lejana <strong>de</strong> las catas, y el aullido cada vez más espaciado <strong>de</strong> los perros, todavía en la<br />

galería ante la puerta <strong>de</strong> su dueña.<br />

Al atar<strong>de</strong>cer llegaron los vecinos; sorprendidos al no ver <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos la figura cotidiana <strong>de</strong> Teodolina<br />

moviéndose bajo los paraísos para tirar sus maíces a los pollos. Severo, era casi una estatua <strong>de</strong> sal parado<br />

en medio <strong>de</strong>l patio <strong>de</strong> tierra.<br />

Imagen <strong>de</strong> Alejo García ÍNDICE


Margarita Schultz<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Imagen <strong>de</strong> Alejo García<br />

"Los expedicionarios volvieron a España excepto uno,<br />

Alejo García, que se separó <strong>de</strong> sus compañeros..."*<br />

Las espinas aguzadas, agresivas, habían dado paso a estos arenales pedregosos. También había cambiado<br />

el color <strong>de</strong>l cielo y el recorte <strong>de</strong> las lunas sobre la noche negra. El aire estaba más liviano, menos <strong>de</strong>nso <strong>de</strong><br />

humedad. Alejo García arrastraba a tientas sus pies adoloridos, hinchados como caballo muerto <strong>de</strong> varios<br />

días. Agrandados por la fatiga y la caminata interminable, envueltos en pañales <strong>de</strong> hojas, algo ver<strong>de</strong>s<br />

todavía, que iba reemplazando a medida que se secaban y perdían flexibilidad. Las tenía amarradas en<br />

cruzas diagonales con hilazas <strong>de</strong> las mangas <strong>de</strong> su camisa. Esos pies parecían cosas ajenas, in<strong>de</strong>pendientes<br />

<strong>de</strong>l cuerpo. El pantalón pudo ser <strong>de</strong> terciopelo; ya se había mimetizado con el paisaje, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> tantas<br />

jornadas <strong>de</strong> andar Alejo García cruzando selvas olorosas apartando enreda<strong>de</strong>ras húmedas, atravesando<br />

montes sonoros <strong>de</strong> cantos <strong>de</strong> tucanes, en contrapunto con gritos <strong>de</strong>stemplados y altos, como venidos <strong>de</strong> un<br />

cielo disgustado, los <strong>de</strong> verdosas nubes <strong>de</strong> loros.<br />

Ahora la humedad, a la vez cruel y<br />

benéfica, ha dado paso a los<br />

pedregales. El hombre Alejo García<br />

ya no orilla ríos ocultos en el follaje,<br />

ya no bebe ese rocío embriagador<br />

atesorado en las gran<strong>de</strong>s hojas<br />

pelíferas, sombrillas en la sombra.<br />

Ya no encuentra él frutos jugosos,<br />

esos que cortaba con actitud<br />

reminiscente <strong>de</strong>l paraíso. Ahora<br />

Alejo García no soslaya partidas <strong>de</strong><br />

charrúas subido a un quebracho<br />

colorado, atalaya <strong>de</strong>l peligro <strong>de</strong>trás<br />

<strong>de</strong>l ramerío, inmóvil. Ya no se<br />

oculta <strong>de</strong> sus hondas y flechas,


temblando bajo un tejido <strong>de</strong><br />

enreda<strong>de</strong>ras, visitadas por abejorros <strong>de</strong> azabache y oro. Otras son sus angustias: sol, sed, el arenal.<br />

Alejo García venía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Brasil, solo. Iba tras <strong>de</strong>l Imperio <strong>de</strong>l Rey Blanco, hacia el Mar <strong>de</strong>l Sur, el<br />

Pacífico, buscando el oro y la plata <strong>de</strong> las tierras <strong>de</strong>l Tahuantinsuyo. Iba, <strong>de</strong> oriente a poniente, tras su oro<br />

imaginado, vislumbrado mil veces en sueños vigiles, soñado y ensoñado en las vigilias y en los sueños. Cada<br />

surco <strong>de</strong> su frente era un camino <strong>de</strong> tierra a<strong>cum</strong>ulada, cada rulo <strong>de</strong> su barba enredaba vestigios <strong>de</strong> hojas,<br />

atrapadas en la red. La lengua está rígida <strong>de</strong> sed y <strong>de</strong> silencio. Los ojos miran siempre más lejos.<br />

De su tierra natal, <strong>de</strong> su madre cocinando en la marmita, en la cocina encalada, <strong>de</strong> sus vecinos rudos y<br />

amistosos en las tar<strong>de</strong>s soleadas <strong>de</strong> vendimia, <strong>de</strong> la hija <strong>de</strong> Pero Nuño, sembrada por él en el pajar, Alejo<br />

García, ni el recuerdo. Sólo sabía que tenía que llegar hasta el brillo <strong>de</strong> los oros y las platas.<br />

De pronto, en su <strong>de</strong>lirio sediento, creyó escuchar la partida <strong>de</strong> charrúas, creyó oír <strong>de</strong> nuevo ese alarido<br />

agudo y corto, repetido en el ritmo igual <strong>de</strong> la secuencia hasta que llegaba a un sonido prolongado que<br />

helaba el alma. Imaginó, sentir como esa otra vez, al grupo <strong>de</strong> indios que se iba acercando en un<br />

torbellino, mientras él retrocedía buscando el suelo con los talones, sin dar la espalda, en aquel atar<strong>de</strong>cer<br />

<strong>de</strong> la selva insistente en la luz. Y otra vez aquel hedor insoportable. Alejo García cruzaba el <strong>de</strong>sierto<br />

alucinando con la selva. Estaba al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> un fin horroroso: morir <strong>de</strong>stazado por la partida <strong>de</strong> indios.<br />

Cuando vio aquel chancho <strong>de</strong>l monte ("chancho <strong>de</strong> la tierra", como solían nombrar los españoles a lo<br />

aborigen), muerto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> quién sabe cuántos días, hediendo a carne podrida por el calor y la humedad, casi<br />

ni tocado por las aves carroñeras. Se vio <strong>de</strong> nuevo meterse en el vientre abierto <strong>de</strong>l animal, amarrado por<br />

el hilo imaginario <strong>de</strong>l vuelo <strong>de</strong> las moscas, conteniendo el vómito inminente <strong>de</strong> puro asco, sin otra salida en<br />

el <strong>de</strong>sespero por salir con vida. Ya percibe el ruido <strong>de</strong> las ramas quebradas por las pisadas cercanas. Hasta<br />

que oye a los charrúas, entre ascos y aspavientos gritados en su lengua, apartarse <strong>de</strong>l lugar hacia la<br />

espesura. Sólo entonces <strong>de</strong>jó a su cuerpo hacer lo suyo.<br />

Vuelve a sentir el alivio <strong>de</strong> su carne salvada <strong>de</strong>l martirio y vomitó esta vez entre las piedras resecas, a<br />

tantas leguas <strong>de</strong> distancia, echando casi las tripas. Perdió entonces un agua mínima bebida apenas una<br />

hora antes, ya ácida, revuelta en <strong>de</strong>jos <strong>de</strong> galleta salada, salada más por el sudor <strong>de</strong> su cuerpo que por la<br />

sal <strong>de</strong>l alimento. Y como jornadas atrás, Alejo García bendijo en la memoria ese vómito hiriente, epílogo<br />

<strong>de</strong> su carne rescatada .<br />

* Los hombres <strong>de</strong> la entrada. Historia <strong>de</strong> la expedición <strong>de</strong> Diego <strong>de</strong> Rojas (1543-1546), <strong>de</strong> Teresa Piossek<br />

Prebisch. Tu<strong>cum</strong>án l986.<br />

Pilar Clemante: Los niños <strong>de</strong>l canal Ojancos ÍNDICE


Pilar Clemente<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Los niños <strong>de</strong>l canal Ojancos<br />

Los perfiles minerales <strong>de</strong> los cerros <strong>de</strong> Atacama se recortan sobre el lapislázuli <strong>de</strong> aquel mediodía <strong>de</strong> 1952.<br />

El aroma <strong>de</strong> los almuerzos emana <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los barrios <strong>de</strong> fachada continua, configurados por casonas <strong>de</strong><br />

huertos interiores y techos <strong>de</strong> barro, que dan la espalda al Río Copiapó, como avergonzadas <strong>de</strong> lo angosto<br />

<strong>de</strong> su cauce.<br />

A la altura <strong>de</strong>l corazón <strong>de</strong> la ciudad, junto al puente que conduce al cementerio, se abre como un tajo <strong>de</strong><br />

concreto, el Canal Ojancos. Corre por esta obra, el agua transparente que abastece a la Planta<br />

Procesadora <strong>de</strong> Cobre, <strong>de</strong>l mismo nombre.<br />

Los tablones <strong>de</strong>l puente retumban con los pasos alborotados <strong>de</strong> los niños que acu<strong>de</strong>n con pantalón corto,<br />

ojotas franciscanas, pelotas e historietas <strong>de</strong>l héroe "Roy Rogers", a iniciar la temporada <strong>de</strong> verano en la<br />

cancha Ojancos. Se trata <strong>de</strong> la misma cancha a la cual han acudido durante todo el año con su uniforme<br />

<strong>de</strong> gimnasia y guiados en el "arte <strong>de</strong>l balompié", por su respectivo profesor <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Aplicación<br />

anexa a la Normal.<br />

Es diciembre y todo es distinto. ¡Adiós a los reglamentos y al "fair place"!. Ahora, ya no son alumnos, sino<br />

que son el grupo <strong>de</strong> la Alameda dispuesto a disputar cada palmo <strong>de</strong>l terreno a las pandillas <strong>de</strong>l barrio<br />

Chanchoquín que, al igual que ellos, bajarán <strong>de</strong>l sector alto a saborear el fin <strong>de</strong> la "pichanga" con un<br />

chapuzón en las aguas <strong>de</strong>l Canal. Oscar Correa, con su vieja toalla bajo el brazo, sueña con mojar su piel<br />

en esta única piscina pública <strong>de</strong> Copiapó. Por este motivo, ya ha practicado con los amigos <strong>de</strong> la Alameda<br />

el tiro <strong>de</strong> honda y algunas peleas al estilo John Wayne. Oscar mira hacia los costados y da un silbido: la<br />

tranquilidad <strong>de</strong> los juncos ribereños no acusa presencia humana: la cancha y el canal están libres.<br />

Era el inicio <strong>de</strong>l verano para el "negro Correa", sin embargo, la infantil rutina estival recibiría un<br />

<strong>de</strong>susado contratiempo. Copiapó, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos <strong>de</strong>l auge <strong>de</strong>l mineral <strong>de</strong> Chañarcillo, estaba<br />

acostumbrada a recibir gran<strong>de</strong>s espectáculos. Aquella mañana, el periódico "El Amigo <strong>de</strong>l País", anunció<br />

con especial relevancia la visita <strong>de</strong> un virtuoso concertista <strong>de</strong> Santiago, llamado Gilberto Campos Urrutia.<br />

El músico tenía nueve años y ya era todo un genio con la guitarra. Oscar, que tenía fama <strong>de</strong> ser el más<br />

fanático seguidor <strong>de</strong> los radioteatros y <strong>de</strong> los programas musicales <strong>de</strong> las emisoras, manifestó un gran<br />

entusiasmo por acudir al recital que se realizaría en el Cine "Alhambra". Como hijo único, no tuvo<br />

problemas en convencer a sus padres para que lo acompañaran a ver al "niño prodigio". Varios <strong>de</strong> sus<br />

amigos también tenían curiosidad y, prácticamente, todas las gran<strong>de</strong>s familias <strong>de</strong> Copiapó ya habían<br />

comprado las entradas con anticipación.<br />

Oscar, vestido con su terno y corbata <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> año escolar, se acomodó en su asiento y escuchó


atentamente el listado <strong>de</strong> premios y cursos que comprendían la corta vida <strong>de</strong> Gilberto Campos Urrutia.<br />

Las cortinas se abrieron y los espectadores pudieron ver a un niño <strong>de</strong>lgado, <strong>de</strong> rubios cabellos<br />

engominados, vestido con un traje <strong>de</strong> gala color oscuro que <strong>de</strong>stacaba la pali<strong>de</strong>z <strong>de</strong> su rostro. El pequeño<br />

dirigió sus ojos azules al público, saludó con voz firme y sus <strong>de</strong>dos acariciaron las cuerdas para interpretar<br />

el Concierto <strong>de</strong> Aranjuez.<br />

El artista no tardó en ganarse la ternura <strong>de</strong> los asistentes. Los aplausos se repitieron con entusiasmo y el<br />

niño volvió una y otra vez al escenario. Fue en medio <strong>de</strong> estas ovaciones, cuando Oscar sintió la mano <strong>de</strong><br />

su progenitor sobre su cabeza y lo escuchó <strong>de</strong>cir: "¡Pensar que tiene tu edad!, ¡Ojalá fueras como él!".<br />

Las palabras actuaron como un golpe <strong>de</strong> puño que barrió con todas sus buenas notas y trofeos obtenidos<br />

en la Escuela <strong>de</strong> Aplicación. En ese minuto, comprendió lo que quería <strong>de</strong>cir la palabra "provinciano" y<br />

aquella palmadita en su cabeza le confirmó que los poemas que escribía eran una basura. Esa mañana <strong>de</strong><br />

domingo, la radio transmitió una entrevista al "pequeño genio <strong>de</strong> la Capital". Sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> saborear su<br />

empanada, el "negro Correa" comprobó que el guitarrista dominaba todas las preguntas que le hacía el<br />

locutor. Sabía la historia <strong>de</strong> la música, tenia premios, viajes... ¡todo lo que él, Oscar Correa Aravena, no<br />

poseía, a pesar <strong>de</strong> que sus profesores le aseguraban un brillante provenir!: "¿Eran mentiras o sólo en<br />

Santiago se podía ser alguien?"<br />

Recortó las publicaciones locales que hablaban <strong>de</strong>l recital y no tardó en ampliar su carpeta con noticias<br />

nacionales y <strong>de</strong>l exterior que trataban sobre Gilberto Campos Urrutia. Llegó la Navidad y, con ella, el<br />

obsequio <strong>de</strong> una guitarra adornada <strong>de</strong> lazos rojos y el anuncio, sazonado con la mejor sonrisa paterna,<br />

para que iniciara <strong>de</strong> inmediato sus clases <strong>de</strong> música.<br />

Des<strong>de</strong> aquella tar<strong>de</strong>, sus amigos lo echaron <strong>de</strong> menos en el pequeño bosque <strong>de</strong> eucaliptos que servía para<br />

tomar el sol en el Canal Ojancos. Oscar no le había contado a nadie, pero él estaba dispuesto a convertirse<br />

en un "virtuoso", por lo que puso todo su ahínco en aflojar sus <strong>de</strong>dos tiesos y en solfear con su maestro <strong>de</strong><br />

guitarra.<br />

El verano se fue y, con los primeros vientos <strong>de</strong> otoño, regresaron los niños <strong>de</strong> uniforme blanco y rítmico<br />

trote a cruzar el puente <strong>de</strong>l cementerio, con el profesor <strong>de</strong> gimnasia silbando ór<strong>de</strong>nes en la <strong>de</strong>lantera.<br />

Oscar <strong>de</strong>jaba pasar los goles preocupado, algo andaba mal: las cuerdas no se sometían a su voluntad y<br />

¡Todavía no era capaz <strong>de</strong> interpretar una miserable melodía infantil!.<br />

"¡No andís en la luna, po' negro!. ¡No vís que nos están ganando!". Pero el arquero Correa fantaseaba con<br />

sorpren<strong>de</strong>r a sus compañeros con su primer concierto en el teatro "Alhambra". Invitaría a Gilberto<br />

Campos a interpretar con él un dúo <strong>de</strong> Vivaldi y él, Oscar Correa, sería la gran celebridad <strong>de</strong> Copiapó.<br />

"¡Nos fuimos a las "pailas", imbécil!".<br />

El partido terminó con un triste final para el equipo y con un golpe en la cabeza que recibió el negro<br />

Correa <strong>de</strong> un airado alumno. Sonó el silbato <strong>de</strong>l profesor, se habló <strong>de</strong> algunas reglas y se les dio quince<br />

minutos para limpiarse el sudor en las aguas <strong>de</strong>l Canal Ojancos.<br />

Aunque Oscar puso todo su empeño durante el año para dominar la guitarra, estaba claro que sus


aptitu<strong>de</strong>s no iban por ese camino. Lo notó porque su madre esquivaba su mirada, mientras le daba <strong>de</strong><br />

comer a las gallinas. A<strong>de</strong>más, su padre, lo llamaba para escuchar junto a él el radioteatro "Adiós al<br />

Séptimo <strong>de</strong> Línea" <strong>de</strong> Jorge Inostroza, en vez <strong>de</strong> mandarlo a las clases <strong>de</strong> música.<br />

Llegó otra vez diciembre y Oscar abandonó, <strong>de</strong>finitivamente, la guitarra. Volvieron a retumbar los pasos<br />

<strong>de</strong>sor<strong>de</strong>nados sobre el puente y llovieron peñascos lanzados con hondas en las riberas <strong>de</strong>l río, entre las<br />

pandillas <strong>de</strong> la Alameda y Chanchoquín.<br />

Oscar empezaba a olvidarse <strong>de</strong> su primer fracaso como "virtuoso", pero sucedió lo que menos <strong>de</strong>seaba: el<br />

"Amigo <strong>de</strong>l País" volvió a anunciar la presencia <strong>de</strong> Gilberto Campos Urrutia en el teatro "Alhambra".<br />

Aunque se dijo que no le interesaba, se ubicó <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un árbol para observar al muchacho rubio<br />

ingresar al Hotel Inglés, con el lustroso estuche <strong>de</strong> la guitarra y en compañía <strong>de</strong> su progenitor.<br />

No se sentía con ánimo para acudir al recital. Sin embargo, su padre exhibió triunfalmente las tres<br />

entradas que había comprado para la ocasión. Oscar se vio <strong>de</strong> nuevo frente a las cortinas cerradas <strong>de</strong>l<br />

teatro, escuchando las toses nerviosas y el crujir <strong>de</strong> los envoltorios <strong>de</strong> los caramelos <strong>de</strong> los presentes.<br />

Las cortinas se abrieron y allí estaba el causante <strong>de</strong> su <strong>de</strong>sdicha. Otra vez, el saludo con voz firme, el terno<br />

impecable, la gomina en el pelo y ¡sus manos!, aquellos <strong>de</strong>dos mágicos que se <strong>de</strong>slizaban sin ningún error<br />

por las cuerdas <strong>de</strong>l instrumento. No pudo pasar inadvertida para él, la mirada <strong>de</strong> embeleso <strong>de</strong> sus padres.<br />

"¿No quieres que vayamos al camarín a saludar a Gilberto?", le preguntó su progenitor cuando los<br />

aplausos <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> resonar.<br />

"No. Prefiero ir a comer pasteles a la "Iquiqueña". ¿Nos llevarás, verdad papá?".<br />

La dulzura <strong>de</strong>l salón <strong>de</strong> té no amortiguó el malestar que Oscar sentía en su interior. No quiso escuchar la<br />

radio ni leer en los periódicos el comentario <strong>de</strong>l concierto.<br />

Al día siguiente, se puso su traje <strong>de</strong> baño y se fue cargando una bolsa <strong>de</strong> manzanas y un par <strong>de</strong> historietas<br />

<strong>de</strong> Tarzán, rumbo al Canal Ojancos. Se le unieron algunos amigos que jugaban al trompo en la calle.<br />

Después <strong>de</strong>l primer chapuzón, la calma regresó. Se encontraba tendido en los pastizales <strong>de</strong>l bosque <strong>de</strong><br />

eucaliptos, mordiendo una manzana y leyendo, cuando su mirada se <strong>de</strong>tuvo en una figura enfundada en<br />

terno y corbata que avanzaba hacia los árboles <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la cancha Ojancos.<br />

"¿Quién será ese ridículo con corbata?, señaló un chico, apuntando hacia la silueta que se acercaba.<br />

Oscar lo sabía: era Gilberto Campos Urrutia, aunque comiendo helado, sin su guitarra ni su padre. "¿Qué<br />

haría en el río?". Por supuesto no dijo nada.<br />

-"¡Tiremos a ese tonto al Canal!"- comentó alguien.<br />

-"Oigan...¿pero no es el guitarrista?" Dijo otro.<br />

- "Si, es él. ¡Vamos a preguntarle cosas!".


Oscar reaccionó:<br />

-"¡No, que se vaya a Santiago!. ¡Viene a reírse <strong>de</strong> nosotros!".<br />

El niño rubio, evi<strong>de</strong>ntemente acalorado, estaba ya a pocos metros <strong>de</strong>l grupo y les sonreía tímidamente.<br />

Oscar cogió una piedra y se a<strong>de</strong>lantó hacia él:<br />

-¡Oye, Gilberto Campos!<br />

El aludido se sorprendió al escuchar su nombre y <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> avanzar. Trató <strong>de</strong> iniciar un saludo hasta que<br />

ambas miradas se encontraron. El concertista esforzó aún más su sonrisa. La piedra que Oscar llevaba<br />

aprisionada en su puño le quemaba la piel. El proyectil voló hacia la frente <strong>de</strong>l visitante.<br />

Vio a Gilberto <strong>de</strong>jar caer su helado y llevarse las manos a la cabeza, las que se llenaron <strong>de</strong> sangre. Algunas<br />

gotas cayeron sobre el terno. Gilberto se dio media vuelta y corrió hacia el puente y, luego, a la calle. Fue<br />

la última imagen <strong>de</strong> Gilberto Campos Urrutia que guardó en su memoria, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> las miradas <strong>de</strong><br />

asombro y reprobación <strong>de</strong> sus amigos. Junto al rumor <strong>de</strong>l río y <strong>de</strong> los árboles, resonaban los acor<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

alguna canción <strong>de</strong> moda, que llegaban <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una radio lejana. Pasaron los años. El niño virtuoso no volvió<br />

a presentarse en Copiapó. Oscar Correa se trasladó a Antofagasta para estudiar Periodismo en la<br />

Universidad <strong>de</strong>l Norte.<br />

Supo por la prensa que Gilberto Campos estaba en el extranjero, supo que se había casado con una<br />

bailarina rusa, supo muchas cosas y las hojas <strong>de</strong>l calendario seguían avanzando.<br />

Le creció la barba y cortaron el bosquecillo <strong>de</strong> eucaliptos para construir poblaciones. La Planta<br />

Procesadora <strong>de</strong> cobre <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> utilizar las aguas <strong>de</strong>l Canal Ojancos, el cual se secó y agrietó hasta pasar al<br />

olvido <strong>de</strong> las nuevas generaciones.<br />

Oscar ya tenia hijos y trabajaba en una radio <strong>de</strong> Copiapó, cuando le llegó la información <strong>de</strong> que Gilberto<br />

Campos estaba <strong>de</strong> regreso en Chile y que realizaría una gira que comprendía la capital <strong>de</strong> Atacama.<br />

Su corazón latió. A pesar <strong>de</strong> sus cuarenta años y que su padre yacía en una <strong>de</strong> las tumbas <strong>de</strong>l cementerio,<br />

la vergüenza coloreó sus mejillas como si hubiera arrojado la piedra pocos segundos atrás.<br />

Oscar estaba nervioso cuando telefoneó al Hotel Inglés para solicitar una entrevista con Gilberto Campos.<br />

Reconoció aquella voz, más ronca, pero con igual firmeza que en el concierto <strong>de</strong> 1952.<br />

Se encontraron en el salón <strong>de</strong>l hotel. Hablaron <strong>de</strong> muchas cosas y el músico se sorprendió ante los<br />

conocimientos <strong>de</strong> aquel periodista local:<br />

-"¡Qué increíble todo lo que usted sabe <strong>de</strong> mí! En general no soy muy conocido por la prensa, ya que el<br />

arte no siempre es noticia y, a<strong>de</strong>más, he estado mucho tiempo fuera <strong>de</strong> Chile. ¡Hoy, ni los jóvenes me<br />

conocen!".


-"Pero antes, usted atraía a muchos niños. Yo estuve presente junto a mis amigos en las funciones que<br />

realizó en el teatro "Alhambra" <strong>de</strong> Copiapó".<br />

- "¿Usted era uno <strong>de</strong> esos niños?".<br />

- "Sí, la verdad es que todos queríamos tocar la guitarra como usted, aunque <strong>de</strong>spués, ya no volvió a<br />

Copiapó".<br />

- "Así es. Tuve invitaciones para otras partes y, en realidad, me pasó algo <strong>de</strong>sagradable en esta ciudad, ya<br />

que, si usted dice que era admirador mío; no todos los niños eran <strong>de</strong> la misma opinión".<br />

- "¿Será porque le tiraron un piedrazo, cerca <strong>de</strong>l río?".<br />

- "¡Cómo!, ¿también sabe éso?".<br />

- ¡Cómo no saberlo?, si ese niño <strong>de</strong> la piedra... era yo."<br />

Ambos hombres se miraron con los mismos ojos <strong>de</strong> la infancia, volvieron a escuchar el rumor <strong>de</strong>l río, <strong>de</strong><br />

los árboles y la vieja melodía <strong>de</strong> moda.<br />

El músico se rascó la barbilla y sonrió:<br />

-"¿Sabe? A lo mejor no me va a creer, pero esa vez, cuando usted me vio por allí, yo me había escapado<br />

<strong>de</strong>l hotel..¡<strong>de</strong> este mismo hotel!. Yo tenía ganas <strong>de</strong> tomar helados, <strong>de</strong> correr y <strong>de</strong> ensuciarme como todos<br />

los niños normales. Por eso, cuando crucé el puente y los vi, jugando y bañándose, me dio una mezcla <strong>de</strong><br />

envidia y pena.<br />

Yo nunca tuve tiempo <strong>de</strong> tener amigos; siempre estaba ensayando. ¿Sabe?, aunque me dolió, esa fue la<br />

única guerra <strong>de</strong> piedrazos que tuve en mi niñez. Mi padre me retó mucho, pero yo me sentí feliz porque ¡al<br />

fin tenia una cicatriz <strong>de</strong> guerra que mostrar!".<br />

Al terminar sus palabras, <strong>de</strong>spejó algunos mechones rubios <strong>de</strong> su frente y le exhibió a Oscar, una pequeña<br />

cicatriz, recuerdo <strong>de</strong> aquella tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> verano.<br />

Por la calle <strong>de</strong> Alcalá ÍNDICE


Pilar Clemente<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Por la calle <strong>de</strong> Alcalá<br />

Suena el reloj a las cinco <strong>de</strong> la madrugada. Es la hora habitual en que se levanta mi papá. Escucho el ruido<br />

<strong>de</strong> sus pisadas al arrastrar las alpargatas rumbo al baño. Un silbido tenue empieza a elevarse junto al<br />

crujir <strong>de</strong> las cortinas plásticas <strong>de</strong> la ducha. Ya cae el agua y espero. Siento la garganta apretada. El clima<br />

<strong>de</strong> El Salvador no me gusta. La verdad es que nada <strong>de</strong> este mineral me gusta. Mi hermana se da vueltas en<br />

la cama vecina. Sé que también espera escuchar a papá cantar.<br />

Todas las mañanas lo hace. Eso me recuerda nuestras vidas en Lota, don<strong>de</strong> nací. Mi hermana nació en<br />

Santiago, igual que mi mamá. Ella tenía tres años <strong>de</strong> edad cuando la familia llegó a el carbón. Mi papá sale<br />

<strong>de</strong> la ducha y empieza a tentar algunas canciones:<br />

"Madrid, Madrid, Madrid, pedazo <strong>de</strong> la España en que nací". Esa es bonita, más no mi favorita.<br />

Tengo ganas <strong>de</strong> toser, es posible que mi mamá no me man<strong>de</strong> hoy al colegio. El año pasado no supe bien<br />

que estaba participando en mis últimas presentaciones <strong>de</strong> fin <strong>de</strong> año en la Escuela Thompson Mattew <strong>de</strong><br />

Lota Alto. Esa vez, salí <strong>de</strong> bailarina principal en el "Lago <strong>de</strong> Los Cisnes". Mi hermana, que es más<br />

gran<strong>de</strong>, se presentó junto a tres amigas y un compañero, bailando un pasodoble, <strong>de</strong> un disco que tiene mi<br />

papá. Él mismo le dijo a la profesora cómo tenían que ser los trajes y la coreografía <strong>de</strong> "bailaora" y <strong>de</strong><br />

"torero". Todo sencillo, para que no costara plata; pero bonito, que diera la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> España.<br />

"Sí, don Miguel". Decía la señorita, contenta <strong>de</strong> que un apo<strong>de</strong>rado varón se interesara por las activida<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> la Escuela.<br />

La otra vez, se consiguió los cascos y lámparas <strong>de</strong> la mina, para disfrazar a algunos niños <strong>de</strong> minero.<br />

Mi papá es así. Le encanta recortar cartulinas y <strong>de</strong>dicar tiempo libre, a jugar un ratito que sea, con los<br />

niños <strong>de</strong>l barrio. De vez en cuando, les recita poemas <strong>de</strong> su querido Madrid (siempre lo llama "mi querido<br />

Madrid"). Pero eso era antes, en Lota. Ahora, todo es diferente en esta región y en El Salvador. Si ahora<br />

fuese sábado y viviésemos en Lota, bajaríamos a la Feria a comprar moras, maqui y "apancoras", <strong>de</strong><br />

patas coloradas, que se comen al romper la caparazón con un martillito especial <strong>de</strong> bronce. Aquí las<br />

llaman "jaivas" y se han reído por la forma como hablo y eso me da rabia. Parece que aquí todos se creen<br />

la muerte porque son <strong>de</strong>l cobre y no <strong>de</strong>l carbón.<br />

Mi papá empezó a afeitarse. Lo sé porque las canciones se <strong>de</strong>sfiguran un poco al mover el cuello y la boca.<br />

Ahora está cantando "Mi abuelo tenía un huerto, mi abuelo tenía un huerto, don<strong>de</strong> plantaba nabos,<br />

tralalá, don<strong>de</strong> plantaba nabos, tralalá". Bueno, la canción es un poco trágica, llegan <strong>de</strong>spués los gitanos a


obarle los nabos al abuelo, parece más bien, un cuento. A veces, nos la canta a mi hermana y a mí antes<br />

<strong>de</strong> dormir.<br />

Hace un mes que llegamos a El Salvador. Los gringos andan preocupados por eso <strong>de</strong> la "nacionalización<br />

<strong>de</strong>l cobre" y, parece que el Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República -creo que se llama Allen<strong>de</strong>- va a venir a <strong>de</strong>cir<br />

discursos y esas cosas<br />

¡Yo nunca he visto a un Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la República!.<br />

Antes <strong>de</strong> venirnos <strong>de</strong> Lota, algunas personas se habían comprado un televisor y salía un señor alto y flaco<br />

que era el Presi<strong>de</strong>nte anterior y le <strong>de</strong>cían Frei o algo así.<br />

Yo recuerdo que hacen como dos años, estábamos todos agrupados en la casa <strong>de</strong> los González mirando<br />

una cosa que <strong>de</strong>cían, era la primera pisada <strong>de</strong>l hombre en la luna, cosa que, según comentamos con mi<br />

hermana, era mucho más borrosa que cualquier película <strong>de</strong>l espacio que todos hemos visto en el cine,<br />

don<strong>de</strong> aparecen marcianos y todo, ¡pero, en fin!, los gran<strong>de</strong>s son raros y <strong>de</strong>cían que era algo histórico,<br />

porque era verdad y no cine. ¡La cosa es que se veía mal!. Por aquí no se ve nada <strong>de</strong> televisión porque<br />

estamos en la punta <strong>de</strong>l cerro. Es una cordillera gran<strong>de</strong>, en el norte, cerca <strong>de</strong> Copiapó. Mi papá viajó<br />

primero. Estaba muy entusiasmado por salir <strong>de</strong>l carbón, ya que hacía un año, se le había muerto un amigo<br />

al caerle una piedra en la cabeza, en el pique, cerca <strong>de</strong> la Navidad. Era un señor simpático, joven que se<br />

estaba por casar y, a veces, nos regalaba dulces a mi hermana y a mí. El velorio fue impresionante; mucha<br />

gente y los mineros se turnaban para hacer guardia junto al ataúd. Después, para espantar a la mala<br />

suerte <strong>de</strong> la mina, se celebró una gran fiesta <strong>de</strong> Año Nuevo en el Club Social. Las mesas estaban adornadas<br />

con las camelias <strong>de</strong>l parque <strong>de</strong> los Cousiño, que dicen, eran una familia <strong>de</strong>l norte, que vivieron en esta<br />

región en el siglo pasado. Pero bueno, habían como tres orquestas y helados para botar. No creo que aquí,<br />

en este pela<strong>de</strong>ro, por muy cobre que sea, por mucho gringo que haya, hagan fiestas tan bonitas. "El<br />

carbón es muy peligroso", le <strong>de</strong>cía mi papá mi mamá. "Hay que buscar nuevos rumbos. Por algo soy<br />

técnico electricista".<br />

Mi papá había estudiado una profesión en España, pero según nos contaba, no había trabajo, porque<br />

había sucedido una guerra civil hace no sé cuántos años. Yo no sé bien lo que eso significa, pero el caso es<br />

que, como dije, parece que era difícil trabajar y, en esa época, estaba <strong>de</strong> moda que los jóvenes se fueran a<br />

Brasil.<br />

Él había llegado a Río <strong>de</strong> Janeiro. Nos contaba que era un país precioso, lleno <strong>de</strong> palmeras, playas, flores y<br />

gente <strong>de</strong> muchas razas. Había negros (yo no he visto nunca a uno <strong>de</strong> verdad). Después, se aburrió <strong>de</strong>l clima<br />

y llegó a Chile, don<strong>de</strong> conoció a mi mamá y se casaron en Santiago. Parece que tampoco les fue muy bien<br />

allí, hasta que un amigo ingeniero los llevó a las minas <strong>de</strong> Lota, don<strong>de</strong> nací yo.<br />

Mi papá sale <strong>de</strong>l baño y silba otra vez. Se está vistiendo, algo le pregunta mi mamá. Ella se levantará<br />

pronto, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que mi papá le suba al dormitorio el primer té <strong>de</strong>l día. Así, ella nos traerá la leche y<br />

habrá que lavarse para ir al colegio. ¡Por suerte queda cerca!... aunque hace un frío espantoso y, dicen que<br />

no llueve pero cae nieve. ¡Nunca he visto la nieve!. A lo mejor, este invierno hacemos esos monos con<br />

bufanda, como los muestran en las películas.<br />

Los bototos <strong>de</strong> mi papá rechinan <strong>de</strong> una manera divertida sobre el flexit <strong>de</strong> la casa. En Lota nadie tenia


flexit, sólo parquet, porque hay mucha ma<strong>de</strong>ra y lindos bosques. Aquí, no se ve ningún árbol a mil metros<br />

a la redonda.<br />

La verdad es que El Salvador es más feo que Lota, pero es más mo<strong>de</strong>rno, sin esas gran<strong>de</strong>s cocinas a<br />

carbón.<br />

Según mi mamá, le pagan el doble a mi papá, por lo cual, pronto <strong>cum</strong>pliremos el sueño <strong>de</strong> viajar a España,<br />

a conocer a la tía Carmen, al tío José y al abuelo Pedro (que no es el <strong>de</strong> los nabos). Ellos nos escriben<br />

cartas y nos envían bonitas postales <strong>de</strong> España.<br />

Mi papá puso la tetera y ¡por fin!, canta la canción que me gusta "por la calle <strong>de</strong> Alcalá, la florista viene y<br />

va con su cesta a la cintura. Muy coqueta ella va, por las calles <strong>de</strong> Madrid".<br />

La cuchara suena como una orquesta <strong>de</strong> loza al chocar contra la taza al mezclar el azúcar. "Cómpreme<br />

nardos caballero, si es que quiere a una mujer, nardos no cuestan dinero y son lo mejor para el amor". Mi<br />

papá sube por las escaleras <strong>de</strong> flexit y repite "por la calle <strong>de</strong> Alcalá, la florista viene y va...".<br />

Mi mamá se empieza a tomar el té. Algo se dicen y se escucha el murmullo <strong>de</strong> un beso. Mi papá se asoma a<br />

la puerta y, como siempre, no nos quiere <strong>de</strong>spertar. Lleva el casco y los guantes en la mano. Lo veo como<br />

una enorme silueta oscura recortada contra el pasillo iluminado. Sé que bajo la mo<strong>de</strong>rna parka que le<br />

dieron los gringos, lleva el suéter <strong>de</strong> lana ver<strong>de</strong>, gruesa, que le tejió mi mamá el invierno pasado. Es muy<br />

suave, da gusto pasar la cara por él. Cuando lo usa, le pido que me siente en sus rodillas cuando se instala<br />

en el sillón a leer el diario.<br />

Por última vez, repite: "cómpreme nardos caballero, si es que quiere a una mujer. Nardos no cuestan<br />

dinero y son lo mejor para el amor".<br />

Los bototos rechinan con un sonido <strong>de</strong> ratones, absolutamente distinto a la vieja escalera <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra en<br />

Lota, don<strong>de</strong> crujían como en una película <strong>de</strong> Drácula.<br />

Se cierra la puerta <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> él. Ahora, el ripio <strong>de</strong> la calle acoge sus bototos en el pequeño tramo que le<br />

falta para subirse a la camioneta. El motor resuena y yo, estoy segura <strong>de</strong> que tengo un gran resfriado. Mi<br />

mamá ya bajó a la cocina a preparar la leche. La camioneta se aleja, mientras los primeros rayos <strong>de</strong>l sol,<br />

se asoman por sobre los cerros, iluminando <strong>de</strong> un azul transparente el cielo, don<strong>de</strong> el campamento parece<br />

flotar en medio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto.<br />

Ya es mediodía y los rayos solares visten <strong>de</strong> dulzura otoñal los arcos <strong>de</strong> los edificios medievales que ro<strong>de</strong>an<br />

a la Plaza Mayor, en Madrid. Con mi hermana, pedimos un jugo <strong>de</strong> horchata para disfrutarlo en una <strong>de</strong><br />

las tantas mesitas con toldos a rayas, que dan su nota <strong>de</strong> color y vida a este lugar. Mi hermana y yo somos<br />

profesionales; egresamos hace poco tiempo <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Atacama y con los ahorros <strong>de</strong> nuestros<br />

primeros trabajos, nos encontramos ahora en Madrid, para recordar que hoy se <strong>cum</strong>plen 21 años <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

que mi papá rodó en la camioneta por la cuesta <strong>de</strong> Potrerillos, una fría mañana <strong>de</strong> abril. Llevamos dos<br />

días visitando Madrid y, hoy, nos hemos pasado toda la mañana caminando por la calle <strong>de</strong> Alcalá.<br />

En una florería compramos un ramito <strong>de</strong> nardos, cuyo aroma se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un rincón <strong>de</strong> esta mesita<br />

ubicada en este Café <strong>de</strong> la Plaza Mayor. Sé que la tumba <strong>de</strong> mi padre está lejos, en la cordillera <strong>de</strong> Los


An<strong>de</strong>s y que sus huesos jamás volverán a su tierra natal, pero los nardos nos hablan con voz secreta, <strong>de</strong><br />

padre a hijas, <strong>de</strong> Brasil a Chile, <strong>de</strong> carbón a este cobre que, finalmente, fue chileno y <strong>de</strong>l alma a la<br />

nostalgia.<br />

En el fondo <strong>de</strong> la memoria, el viejo disco resuena con melodía <strong>de</strong> pianola: "Por la calle <strong>de</strong> Alcalá, la<br />

florista viene y va con la cesta en la cintura, muy coqueta ella va por las calles <strong>de</strong> Madrid".<br />

El aguinaldo dieciochero ÍNDICE


Pilar Clemente<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

El aguinaldo dieciochero<br />

El primer lunes <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> las Fiestas Patrias, Roberto Tapia López, pasó a llamarse "el occiso", el<br />

cadáver <strong>de</strong>l titular <strong>de</strong>l diario "Atacama", el joven encontrado en posición <strong>de</strong>cúbito dorsal en las riberas<br />

<strong>de</strong>l río Copiapó, cerca <strong>de</strong>l Parque el Pretil, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarmaban las últimas ramadas dieciocheras.<br />

Roberto Tapia López fue <strong>de</strong>snudado <strong>de</strong> su jeans <strong>de</strong>steñidos y <strong>de</strong> su camisa manchada <strong>de</strong> sangre en el<br />

Instituto Médico Legal <strong>de</strong> Copiapó. El forense <strong>de</strong>terminó que el occiso había bebido alcohol y consumido<br />

carne, probablemente en las fondas <strong>de</strong>l Pretil. Que la puñalada le había perforado el pulmón <strong>de</strong>recho, tal<br />

vez, al ser intimidado para un asalto, puesto que se encontraba <strong>de</strong>scalzo, sin reloj, dinero ni do<strong>cum</strong>entos.<br />

Su madre viuda y su único hermano, llegaron <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Chañaral para retirar el muerto y pedir justicia. La<br />

mujer habló en las radios y dijo que Roberto había egresado recién <strong>de</strong>l Liceo Politécnico, que tenía notas<br />

más bien bajas, por lo que no tenía opciones <strong>de</strong> becas <strong>de</strong> estudio. Así, se había <strong>de</strong>cidido a buscar trabajo en<br />

los parronales <strong>de</strong>l Valle <strong>de</strong> Copiapó, para la temporada <strong>de</strong> la uva.<br />

"Mi hijo no sabía el trabajo; pero tenía ganas <strong>de</strong> apren<strong>de</strong>r. A sus amigos les había ido bien y él quería<br />

buscar un <strong>de</strong>stino mejor que la cesantía <strong>de</strong> Chañaral. ¡Es que nosotros estamos muy mal!, pues señor".<br />

Carabineros llegó hasta el predio don<strong>de</strong> se había <strong>de</strong>sempeñado Roberto Tapia López. La gente no quería<br />

hablar: "po<strong>de</strong>mos per<strong>de</strong>r la pega. Al patrón no le gustan los revoltosos", pero insinuaron que los<br />

sanfelipeños podrían saber mucho <strong>de</strong>l asesino:<br />

"Es que a estos afuerinos no les gusta que trabajemos los <strong>de</strong> aquí. Ellos tienen mucha experiencia, mi<br />

Cabo, saben mucho, pero no quieren que les quitemos la pega. Ellos llegan ya contratados <strong>de</strong>l sur y,<br />

nosotros, tenemos que presentarnos por lo que sea".<br />

Los sanfelipeños, evasivos, dijeron no conocer nada <strong>de</strong>l extinto. Una muchacha <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s, comentó que<br />

lo había visto pidiendo trabajo, pero no en las labores <strong>de</strong>l campo. "Yo lo vi también en una ramada <strong>de</strong>l<br />

Pretil. Estaba con unos jóvenes en una mesa, pero no me acuerdo mucho <strong>de</strong> cómo eran".<br />

Se puso en el tapete la marginalidad económica <strong>de</strong> Chañaral y la falta <strong>de</strong> una capacitación a<strong>de</strong>cuada para<br />

la juventud atacameña. Los temporeros aprovecharon para quejarse <strong>de</strong> la mala calidad <strong>de</strong> los almuerzos y<br />

<strong>de</strong> los pesticidas peligrosos; mientras que los parroneros dispararon contra las exportadoras <strong>de</strong> uvas y sus<br />

precios usureros. Enfatizaron también, que siempre daban trabajo a la gente <strong>de</strong> la región, pero que "los <strong>de</strong><br />

San Felipe eran más <strong>cum</strong>plidores".


Se reavivó la posibilidad <strong>de</strong> activar el Puerto <strong>de</strong> Cal<strong>de</strong>ra para cargar la uva al exterior y para dar empleo<br />

a los porteños. Alguien presentó un proyecto y culpó <strong>de</strong> negligencia al Gobierno Regional. El Inten<strong>de</strong>nte,<br />

molesto, dio a conocer los avances para el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> Chañaral y, cuando vino <strong>de</strong> visita el Ministro <strong>de</strong>l<br />

Trabajo, se le consultó sobre las condiciones laborales <strong>de</strong> los temporeros <strong>de</strong> la uva. "Hay muchos<br />

avances", <strong>de</strong>claró y cortó la cinta <strong>de</strong> un nuevo centro que inauguraba una asociación gremial. ~"¡Un<br />

brindis por los trabajadores atacameños!". La Municipalidad <strong>de</strong> Chañaral hizo una colecta para la madre<br />

y el único hermano <strong>de</strong> Roberto Tapia López.<br />

El Hogar <strong>de</strong> Cristo colaboró para el traslado <strong>de</strong>l cadáver a su ciudad <strong>de</strong> origen y los profesores <strong>de</strong>l Liceo<br />

Politécnico <strong>de</strong>clamaron honrosos discursos sobre los i<strong>de</strong>ales <strong>de</strong> la juventud y la maldad humana que<br />

"impulsa a tronchar a una vida llena <strong>de</strong> esperanzas".<br />

Los alumnos <strong>de</strong>l Liceo bajaron los ojos y se encogieron <strong>de</strong> hombros, algunos no habían <strong>de</strong>sayunado y una<br />

chica lloraba pensando en su embarazo y el <strong>de</strong>sastre que tendría que enfrentar en casa. Una liceana rubia<br />

besó un clavel blanco y lo <strong>de</strong>positó sobre el ataúd <strong>de</strong> Roberto Tapia López. El clavel cayó al suelo cuando<br />

los maestros levantaron el féretro para <strong>de</strong>positarlo en el nicho.<br />

Un fotógrafo graficó el entierro y apareció en el diario "Atacama" con la leyenda: "No hay avances en el<br />

caso <strong>de</strong>l joven temporero asesinado. Las sospechas se inclinan por un trabajador <strong>de</strong> San Felipe que<br />

<strong>de</strong>sertó <strong>de</strong> su empleo y no se sabe su para<strong>de</strong>ro".<br />

Los <strong>de</strong>tectives hablaron con los últimos dueños <strong>de</strong> las fondas. Ellos <strong>de</strong>clararon haber pagado todas las<br />

patentes y el arriendo <strong>de</strong>l local al Municipio. Dijeron que el "Dieciocho" había sido malo, que las<br />

ganancias eran pocas para tan enorme esfuerzo: "Es que la gente ya no consume, señor. Nosotros le<br />

trabajamos sólo a los anticuchitos y a las empanadas, señor. No, compadre, fíjese que no po<strong>de</strong>mos<br />

observar a cada futre que llega, a<strong>de</strong>más, esos <strong>de</strong> la uva son todos iguales: mal vestidos, curados y con poca<br />

plata. ¿No ve que la mayoría son <strong>de</strong> afuera y nos quitan el trabajo?. Mi hijo es temporero, señor; pero este<br />

año no lo contrataron, prefirieron a los <strong>de</strong> San Felipe, ¡Ojo con ellos, señor!. ¡Los <strong>de</strong>l sur, son toítos<br />

ladrones!". Un mendigo <strong>de</strong>l Río Copiapó, dijo haber escuchado una pelea bajo el puente, el domingo 19 <strong>de</strong><br />

septiembre. No hubo datos claros y se <strong>de</strong>tuvo a algunos sospechosos.<br />

"Caen mariguaneros <strong>de</strong> la Población Rosario", tituló el diario "Atacama". La crónica señalaba que estos<br />

jóvenes, asiduos <strong>de</strong> los cañaverales <strong>de</strong>l Río Copiapó, podrían haber ultimado al joven chañaralino Roberto<br />

Tapia López, para robarle su aguinaldo dieciochero.<br />

Los días pasaron, salieron las primeras cajas <strong>de</strong> uva "sultanina" a los mercados nipones y se avisó en la<br />

radio la celebración <strong>de</strong> una misa en la Catedral <strong>de</strong> Copiapó, "en conmemoración <strong>de</strong> los dos meses <strong>de</strong> la<br />

muerte <strong>de</strong> mi hijo, Roberto Tapia López. Se invita a sus familiares, amigos y a la comunidad".<br />

El tiempo fue pasando hasta que volvieron a engalanarse las ramadas en el parque El Pretil. El aroma <strong>de</strong><br />

las parrillas, la música <strong>de</strong> los carruseles, las <strong>cum</strong>bias y las cuecas regresaron como el último sueño <strong>de</strong><br />

Roberto Tapia López.<br />

Su único hermano recorrió las fondas, con su aguinaldo apretado en un puño, la mochila <strong>de</strong>l temporero y<br />

un puñal escondido en la chaqueta.


virtual<br />

Paul Ford y Jim Esch: Moby Dick<br />

ÍNDICE


Paul Ford y Jim Esch<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Moby Dick Virtual<br />

[Estos breves esbozos están extraidos <strong>de</strong> un libro en preparación por Ford y Esch]<br />

A menudo la locura humana es una cosa artera y muy felina. Cuando se piensa que se ha ido,<br />

sólo pue<strong>de</strong> haberse transfigurado en una forma aún más sutil. Toda la <strong>de</strong>mencia <strong>de</strong> Ahab no se<br />

aquietó, sino que se contrajo profundamente, como el imbatible Hudson, cuando aquel noble<br />

Río <strong>de</strong>l norte fluye estrechamente, pero insondable a través las gargantas <strong>de</strong> las Tierras Altas.<br />

Pero, al igual que en su monomanía <strong>de</strong> fluir estrecho, ni una pizca <strong>de</strong> la gran locura <strong>de</strong> Ahab<br />

había quedado <strong>de</strong>trás, <strong>de</strong> manera que en esa amplia locura, ni una pizca <strong>de</strong> su gran intelecto<br />

natural había perecido. Aquel otrora agente vivo se había convertido ahora en el instrumento<br />

vivo. Si se pue<strong>de</strong> mantener tal furibundo tropo, su especial <strong>de</strong>mencia irrumpió como una<br />

tormenta en su cordura general y se la llevó, y volcó toda su artillería concentrada en su propio<br />

e insano blanco, <strong>de</strong> modo que, lejos <strong>de</strong> haber perdido su fortaleza, Ahab, a ese extremo, ahora<br />

poseía una potencia mil veces mayor que la que alguna vez habría volcado, cuerdo, sobre<br />

cualquier objeto razonable.<br />

Herman Melville, Moby Dick<br />

Escenario Futuro #1:<br />

Hombre 1:<br />

Hombre 2:<br />

Hombre 1:<br />

Hombre 2:<br />

¿Has leído Moby Dick <strong>de</strong> Herman Melville?<br />

Hmm Moby Dick...<br />

[tipea en el terminal... una imagen <strong>de</strong> una ballena aparece en el monitor]<br />

Oh, ¿el libro acerca <strong>de</strong> la ballena blanca?<br />

Sí, ¿qué te parece?


Hombre 1:<br />

Hombre 2:<br />

Hombre 1:<br />

Hombre 2:<br />

Este que... pue<strong>de</strong>s tener acceso a él por Yahoo. Está en Entertainment/Fiction.<br />

¿Pero lo leíste?<br />

Sí, puedo ubicarlo. Está justo aquí. ¿Ves? Tiene 780K. Puedo hacerle un link al vi<strong>de</strong>o<br />

completo <strong>de</strong> la película.<br />

¿Qué piensas que Melville quería simbolizar con la ballena?<br />

No tengo un link para eso.<br />

Escenario Futuro #2:<br />

Escena: En línea, en la Cafetería <strong>de</strong>l campus <strong>de</strong> la Universidad Virtual <strong>de</strong> Internet<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 1:<br />

Starhawk, ¿sobre qué me dijiste que era tu tesis?<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 2:<br />

Estoy usando el sistema <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>laje <strong>de</strong> Realidad Virtual (RV) LITSCAPE para simular<br />

Moby Dick <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el POV <strong>de</strong> la ballena. El usuario podrá experimentar la novela a través <strong>de</strong><br />

la ballena, ya que la narración <strong>de</strong> Ishmael es tan poco confiable. ¿Ves?, estoy usando la i<strong>de</strong>a<br />

<strong>de</strong> que la perspectiva <strong>de</strong>l animal está libre <strong>de</strong> las restricciones sociobiológicas humanas, <strong>de</strong><br />

manera que se pue<strong>de</strong> pasar por alto las vagueda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> Ishmael haciendo que el usuario sea la<br />

ballena. Así el usuario pue<strong>de</strong> mirar las cosas <strong>de</strong> una manera pura, libre. Obtienen la<br />

experiencia objetiva completa <strong>de</strong> la novela, porque no la están viendo a través <strong>de</strong> ojos<br />

humanos. Mi tesis es acerca <strong>de</strong> la reinterpretación <strong>de</strong>l texto remo<strong>de</strong>lada con la ballena como<br />

narrador.<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 1:<br />

¿Cómo lo has hecho con los arpones?<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 2:


En realidad ése se ha convertido en el núcleo <strong>de</strong>l proyecto: la traducción <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> la<br />

novela en datos <strong>de</strong> feedback físico. Tengo que ignorar en gran parte el texto, ya que está tan<br />

humanamente basado. Remo<strong>de</strong>lé la novela con un perfil revisado; <strong>de</strong> hecho basé el perfil en<br />

la estructura nerviosa <strong>de</strong>l cetáceo, <strong>de</strong> manera que el cerebro <strong>de</strong> la Ballena está fusionado con<br />

la obra <strong>de</strong> Melville.<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 1:<br />

Quieres <strong>de</strong>cir que tomaste la información neurológica sobre las ballenas...<br />

Estudiante <strong>de</strong> postgrado 2:<br />

Y la fusioné con la novela. A<strong>de</strong>más para hacer la lectura más efectiva. Tuve que eliminar las<br />

palabras, por supuesto. Todo está en ballena.<br />

Escenario Futuro #3:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

¿Qué estás leyendo?<br />

Estaba leyendo Moby Dick, pero mi filtro <strong>de</strong> lengua y vi<strong>de</strong>o se estropeó.<br />

¿Cierto?<br />

Sí, y no puedo enten<strong>de</strong>r ni una maldita palabra.<br />

He escuchado que es un libro difícil.<br />

Creo que nadie lo ha accesado en años. Sólo tiene expansión <strong>de</strong> hipermedia, ni siquiera está<br />

en RV.


2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

2:<br />

1:<br />

¿Verdad?<br />

Sí, todo el libro está centrado en el texto.<br />

Entonces es bastante antiguo, ¿no?<br />

Así creo. Una <strong>de</strong> las películas <strong>de</strong> soporte está en blanco y negro.<br />

¿Perdieron la información <strong>de</strong>l color o algo semerjante? ¿O no hay memoria suficiente para<br />

color?<br />

No, en realidad está hecha en blanco y negro.<br />

¿Pero no la colorizaron?<br />

No. La <strong>de</strong>jaron tal cual.<br />

Extraño. ¿Por qué lo apagas?<br />

No es bueno sin los filtros interpretadores <strong>de</strong> texto. Todo está escrito en inglés antiguo o algo<br />

así.<br />

Oh...


Escenario Futuro #4<br />

1:<br />

2:<br />

¿Qué sucedió?<br />

No sé. Alguien borró la Biblioteca <strong>de</strong>l Congreso y todos los respaldos.<br />

Moby Dick Virtual apareció en Sparks No. 9, revista literaria electrónica y se reproduce aquí con permiso<br />

<strong>de</strong> los autores. Traducción <strong>de</strong> Oscar Aguilera.<br />

Stephen Lines: Pablo se dirige al oeste ÍNDICE


Stephen Lines<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Pablo se dirige al oeste<br />

Por encima <strong>de</strong> la interminable ca<strong>de</strong>na <strong>de</strong> montañas que proyectaba su silueta, las nubes, similares a<br />

algodón <strong>de</strong> azúcar, se paseaban perezosamente en un ocaso <strong>de</strong> bebida gaseosa <strong>de</strong> naranja. Jimmy Momson<br />

contempló por un momento los inmóviles remolinos rosados, luego volvió su atención a la película <strong>de</strong><br />

vaqueros que podía verse en lo que se suponía era el monitor <strong>de</strong> seguridad <strong>de</strong> la estación bencinera. Era el<br />

viejo <strong>de</strong>stino manifestado en carretas cubiertas vs. los inescrutables salvajes cabalgando a pelo, con el<br />

agregado <strong>de</strong> un sheriff <strong>de</strong> pueblo chico vs. el villano cosmopolita. Los indios sólo eran hombres blancos<br />

vestidos con taparrabos y <strong>de</strong> color más oscuro, producto <strong>de</strong>l maquillaje, pero no se notaba mucho en un<br />

viejo televisor en blanco y negro.<br />

En realidad Jimmy no estaba viendo el vi<strong>de</strong>o. Ya lo había visto entero antes, al igual que todas las otras<br />

películas que la estación tenía para arriendo; al igual que como había visto hundirse ese <strong>de</strong>slumbrante sol<br />

naranja en su dulce lecho rosado, sobre las cimas <strong>de</strong> las montañas púrpuras. Ya había esperado toda la<br />

tar<strong>de</strong> sin un solo cliente y podía sentir la soledad <strong>de</strong> la noche que comenzaba con el soplo <strong>de</strong> la brisa <strong>de</strong>l<br />

ocaso. De manera que cuando un Eldorado <strong>de</strong> color ver<strong>de</strong> palta cruzó a las bombas con una nube <strong>de</strong> polvo<br />

en su cola, Jimmy se puso su sombrero y franqueó la puerta con una sonrisa ya dibujada en los labios.<br />

El polvo levantado había alcanzado al Cadillac estacionado y se estaba posando en todo el <strong>de</strong>rredor. De él<br />

emergió un hombre bajo, calvo y regor<strong>de</strong>te con sandalias, shorts y una polera a rayas. Las rayas blancas y<br />

negras hacían fuerte contraste con su piel profundamente bronceada, pero armonizaban con las líneas <strong>de</strong><br />

su redon<strong>de</strong>ada frente. Habló con un acento marcadamente castellano-afrancesado :<br />

- ¿Dóng<strong>de</strong> está la letrine ?<br />

Jimmy se ajustó los anteojos bajo el ala <strong>de</strong> su sombrero y miró al hombrecillo gordo como si fuera ver<strong>de</strong> y<br />

hubiese dicho con una extraña y monótona voz "Llévame ante tu lí<strong>de</strong>r".<br />

El hombre lo miró e insistió :<br />

- ¡Le bagno, s'il vous plait !<br />

Jimmy pensó que el hombre era probablemente mexicano.<br />

-Oh, Ud. quiere <strong>de</strong>cir el baño - replicó- ,está justo a la vuelta. ¿Lo lleno ?


El calvo lo miró con su mirada penetrante como un loro y dijo :<br />

-Oui, Monsieur, llénelo.<br />

Jimmy ajustó el pitón <strong>de</strong> la manguera en el tubo <strong>de</strong> la gasolina <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la placa <strong>de</strong>l Eldorado y se puso a<br />

esperar. El ocaso naranja difícilmente había cambiado, pero para Jimmy parecía carbonatado con fuego.<br />

Finalmente la bomba se cortó por sí sola con un fuerte chasquido y luego escuchó un ruido como palmoteo<br />

esparciéndose a través <strong>de</strong> la arena <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sierto. Se volvió para ver al hombrecillo calvo que venía <strong>de</strong><br />

regreso, caminando rápidamente hacia él. El palmoteo eran sus sandalias <strong>de</strong> cuero que golpeaban el<br />

alquitrán ; el eco <strong>de</strong>l sonido provenía <strong>de</strong>l costado <strong>de</strong> la gasolinera. Jimmy se sorprendió un poco <strong>de</strong> no<br />

haber escuchado la <strong>de</strong>scarga <strong>de</strong>l excusado, pero su sorpresa fue aún mayor cuando <strong>de</strong> atrás <strong>de</strong> sus rayas,<br />

oculto en el lugar don<strong>de</strong> el <strong>de</strong>monio tiene su cola, el hombrecillo regor<strong>de</strong>te sacó un enorme revólver y<br />

apuntó al rostro <strong>de</strong> Jimmy.<br />

-Nunc für la plata-, dijo el hombre e hizo un gesto en dirección a la puerta <strong>de</strong> la gasolinera.<br />

Jimmy estaba petrificado.<br />

-Allons ! Donnez-moi ! -, gritó el hombre.<br />

Jimmy se <strong>de</strong>spaviló y se encaminó al interior <strong>de</strong> la gasolinera con las manos en alto sobre su cabeza. Al<br />

ro<strong>de</strong>ar el escritorio, instintivamente miró el monitor <strong>de</strong> TV. Allí en vivo blanco y negro, un indio montado<br />

en un caballo mohawk agitaba su pistola apuntando a un gringo cuya cabeza remataba en un sombrero <strong>de</strong><br />

vaquero.<br />

El villano franco-español dio una mirada al monitor e instantáneamente comenzó a enarbolar su revólver<br />

<strong>de</strong>l mismo modo que el indio <strong>de</strong> la TV en su mohawk, gritando :<br />

-¡Así que piensas que me atragparás con esta TV !<br />

Los ojos <strong>de</strong> Jimmy saltaban con incredulidad <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el bandido con rayas blanquinegras hasta la TV en<br />

blanco y negro, sin saber a qué creer menos.<br />

-No, no-, resopló con una débil negación, pero era <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong>.<br />

El bandido sans mohawk levantó su pistola y disparó una, dos, tres veces. El primer proyectil dio<br />

directamente en el ojo <strong>de</strong>l hombre blanco, <strong>de</strong>strozando el vidrio y haciendo volar el sombrero <strong>de</strong>l alto<br />

vaquero fuera <strong>de</strong> este reino. Debe <strong>de</strong> haber sido un tiro extremadamente afortunado, porque el siguiente<br />

abrió un gran agujero en la lata <strong>de</strong> dos galones <strong>de</strong> aceite para motor <strong>de</strong> camiones que estaba encima <strong>de</strong>l<br />

televisor, y la última bala erró cualquier blanco excepto un anuncio colgante <strong>de</strong> limpiaparabrisas. El<br />

espeso aceite <strong>de</strong> motor color café gorgoteó saliendo <strong>de</strong> la lata rota, se arrastró hacia la pantalla quebrada<br />

<strong>de</strong>l televisor que parecía una telaraña, y se <strong>de</strong>positó en el reproductor <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o que todavía estaba<br />

funcionando. Jimmy retrocedió tambaleando y casi fue a dar sobre una caja <strong>de</strong> anticongelante. Dándose<br />

cuenta <strong>de</strong> que el bandido rayado hablaba en serio, se dominó como pudo y rápidamente <strong>de</strong>positó todo el<br />

contenido <strong>de</strong> la caja registradora sobre el mostrador, incluyendo rollos <strong>de</strong> monedas <strong>de</strong> veinticinco, diez y


un centavo.<br />

-Eso está megjor-, dijo el bandido y el dinero <strong>de</strong>sapareció en sus bolsillos.<br />

-¡Dime cuál es tu nomgbre !<br />

-Jimmy-, dijo Jimmy.<br />

-Muy bien, Jimmy. Llámame Pablo -. Enarboló su pistola y sonrió, - Pablo Picasso.<br />

Jimmy movió la cabeza <strong>de</strong> arriba abajo. Por un segundo se sintió mucho mejor, sabiendo con quién<br />

trataba. Luego recordó algo que había visto en uno <strong>de</strong> los vi<strong>de</strong>os <strong>de</strong> arriendo : ahora que conocía el<br />

nombre <strong>de</strong>l bandido, el bandido lo mataría.<br />

-¡Ahora, Jimmy, las magnos <strong>de</strong>gtrás <strong>de</strong> la cabeza ! ¡Sígueme !- El rechoncho bandido aguijoneó a Jimmy<br />

con el revólver y lo mantuvo hundido en la parte posterior <strong>de</strong> su caja toráxica, mientras se encaminaban al<br />

rincón y se acercaban al baño.<br />

Los ojos <strong>de</strong> Jimmy se agrandaron ; el fin había llegado. Sudaba profusamente y el <strong>de</strong>sierto ondulaba en la<br />

penumbra, un espejismo sin sol.<br />

El villano <strong>de</strong> blanco y negro lo empujó <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l baño y, mientras daba paso al cuerpo tembloroso como<br />

gelatina <strong>de</strong> Jimmy, dijo :<br />

-¡Tírate al suelo !<br />

Jimmy cerró los ojos y cayó <strong>de</strong> rodillas. Tan sólo antes <strong>de</strong> ayer había limpiado el toilet, pero el hedor era<br />

insoportable. Este no pue<strong>de</strong> ser el fin, pensó, pero lo es...<br />

-No quiero que tú llamando al sheriff-, exclamó el bandido.<br />

...¡Por favor, mi Dios, que no suceda !<br />

-Lamento hagcer todo este lío.<br />

Por favor, Dios, por favor...<br />

¡BLAMM ! El proyectil <strong>de</strong> grueso calibre chocó contra la brillante taza blanca e hizo surgir un geyser <strong>de</strong><br />

agua sucia color café.<br />

¡PING ! La siguiente bala rebotó en el suelo e hizo trizas el espejo.<br />

¡POW ! El tiro final <strong>de</strong>strozó el tanque <strong>de</strong> porcelana y diez galones <strong>de</strong> agua se <strong>de</strong>rramaron y se juntaron<br />

con la innombrable mezcolanza que había en el piso.


La conciencia <strong>de</strong> Jimmy se <strong>de</strong>svanecía rápidamente. Era como retornar al útero materno. Sintio sus<br />

manos, sus <strong>de</strong>dos, todo su cuerpo flácido empujado y arrastrado como en una espesa sopa primigenia.<br />

Luego todo se <strong>de</strong>svaneció.<br />

Pocos minutos más tar<strong>de</strong>, el hombrecillo calvo cerró la puerta y se encaminó a su Eldorado ver<strong>de</strong> palta.<br />

Limpió sus sandalias en el polvo y <strong>de</strong>scuidadamente arrojó el arma en el asiento <strong>de</strong>l pasajero. Luego se<br />

puso unas gafas oscuras y condujo su vehículo hacia los últimos rayos <strong>de</strong>l crepúsculo algodón <strong>de</strong> azúcar y<br />

bebida gaseosa, para nunca más ser visto en estas tierras <strong>de</strong> nuevo.<br />

Ya estaba oscuro cuando Jimmy <strong>de</strong>spertó y poco a poco se dio cuenta <strong>de</strong> que en verdad no estaba muerto,<br />

sino solamente medio ahogado en una espesa sopa <strong>de</strong> mierda. Pasó largo rato lavándose, cambiándose en<br />

un uniforme <strong>de</strong> repuesto y enterrando el otro en la parte <strong>de</strong> atrás. Habiéndose <strong>de</strong>slizado discretamente en<br />

el baño <strong>de</strong> mujeres, usó una pastilla <strong>de</strong> jabón completa y media lata <strong>de</strong> spray Lysol. Reemplazó el vi<strong>de</strong>o <strong>de</strong><br />

vaqueros cubierto <strong>de</strong> aceite por la cinta <strong>de</strong> seguridad que se suponía <strong>de</strong>bía haber estado ahí. Sólo entonces<br />

llamó a la policía.<br />

El sheriff examinó toda la evi<strong>de</strong>ncia física, revisando a duras penas el <strong>de</strong>rramamiento <strong>de</strong> aceite y el<br />

monitor <strong>de</strong> TV asesinado, las ventanas y el espejo rotos, el excremento que todavía estaba esparcido en el<br />

piso <strong>de</strong>l baño <strong>de</strong> hombres.<br />

-Esa taza llena <strong>de</strong> mierda fue un tiro <strong>de</strong> porquería -, concluyó. Se acercó y olió el ostensiblemente limpio<br />

uniforme <strong>de</strong> Jimmy.<br />

-Bueno, creo que sé lo que le pasó a la cinta <strong>de</strong> seguridad. Pero hay otra cosa que me ha estado<br />

inquietando. Todavía no la resuelvo.<br />

Jimmy trató <strong>de</strong> no tragar.<br />

-¿Qué estuviste haciendo todo el tiempo antes <strong>de</strong> llamarme ? Dices que llegó aquí al crepúsculo.<br />

Jimmy miró por encima <strong>de</strong> su sombrero, el cual notó que todavía estaba un poco húmedo en el bor<strong>de</strong>.<br />

-Escuchando -balbuceó Jimmy-, él estaba justo ahí hablándome, moviendo su gran pistola y yo estaba<br />

aquí, escuchando.<br />

-¿Escuchando ? -repitió como eco el sheriff-. ¿Escuchando a un tipejo bajito y rollizo que dijo llamarse<br />

Pablo Picasso?<br />

-Pues sí, señor- Jimmy bajó la voz, tratando <strong>de</strong> parecer convincente. -Ese maldito realmente sabía cómo<br />

disparar a la mierda.<br />

El sheriff dio a Jimmy una larga y compasiva mirada.<br />

Jimmy contemplaba sus zapatos.


-Bueno, así es, hijo. ¿Pablo cuánto ?<br />

Jimmy examinó sus uñas sólo para asegurarse. Las manchas <strong>de</strong> color café habían salido.<br />

El sheriff movió la cabeza, se encaramó en su vieja camioneta que chorreaba arena y la encendió.<br />

-Seguro que estés bien ahora...<br />

Jimmy asintió. Luego se quedó parado ahí. Observó cómo las luces traseras <strong>de</strong> la camioneta <strong>de</strong>l sheriff<br />

lentamente se <strong>de</strong>svanecían en el horizonte invisible igual que un par <strong>de</strong> ojos rojos y somnolientos.<br />

Cuando por último volvió al interior <strong>de</strong> la gasolinera, encontró la larga linterna plateada <strong>de</strong>l sheriff junto<br />

al teléfono. Dirigió la mirada al bal<strong>de</strong> y el estropajo, luego cogió la linterna y salió. Fue al otro lado <strong>de</strong>l<br />

edificio, encendió la linterna y, usando el pie, abrió la puerta <strong>de</strong>l baño <strong>de</strong> hombres <strong>de</strong> un puntapié.<br />

Iluminado sólo por el estrecho rayo <strong>de</strong> luz <strong>de</strong> la linterna, el fétido baño parecía el interior <strong>de</strong> una cueva.<br />

Jimmy dirigió la luz al piso, todavía cubierto <strong>de</strong> orina, caca, porcelana rota y papel higiénico empapado.<br />

Había marcas <strong>de</strong> sus propios <strong>de</strong>dos arrastrados, como si el bandido hubiese usado los brazos y manos <strong>de</strong><br />

Jimmy para pintar con mierda. La vista <strong>de</strong> ello lo disgustó y lo atemorizó al mismo tiempo. Sintió la ira<br />

surgiendo en su garganta, pero había algo más, algo que no lo <strong>de</strong>jaría apagar la linterna o mirar para otro<br />

lado. En medio <strong>de</strong> esa mezcolanza comenzó a percibir, vagamente primero, una especie <strong>de</strong> forma. Y le<br />

ocasionó un sentimiento pavoroso, pero mientras más movía la luz alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> eso, y mientras más<br />

miraba, se hacía más claro. Era la forma <strong>de</strong> un hombre, sólo que su cabeza era <strong>de</strong>masiado gran<strong>de</strong>, e<br />

incluso al mirarlo, parecía que tenía cuernos. Más bien como un búfalo. No supo si reírse o gritar. A<br />

Jimmy siempre le había gustado dibujar vacas, caballos y especialmente búfalos, pero lo ponía enfermo<br />

mirar esta... esta... COSA.<br />

Sólo soy yo, razonaba consigo mismo, es sólo la silueta <strong>de</strong> mi propio cuerpo cuando estaba en el suelo y ese<br />

maldito me empujó. Como un ángel <strong>de</strong> nieve, sólo que es lo opuesto. Sintió que le corría un sudor frío. Se<br />

limpió la frente. No son cuernos, se tranquilizó a sí mismo, pero ahora tenía miedo. Retrocedió <strong>de</strong><br />

puntillas, manteniendo la luz fija en la cabeza <strong>de</strong> la cosa-hombre-búfalo y sintió el aire frío nocturno en su<br />

cuello. Luego se volvió y corrió <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la gasolinera, cerrando la puerta con llave tras suyo.<br />

Octubre 1995<br />

Pablo se dirige al oeste apareció en The Birdhouse, revista literaria electrónica y se reproduce aquí con<br />

permiso <strong>de</strong>l autor. Traducción <strong>de</strong> Oscar Aguilera.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Jorge Estrella<br />

1 - Introducción<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

El universo abierto <strong>de</strong> Popper<br />

Pocos filósofos <strong>de</strong> este siglo han ejercido tanta influencia en el pensamiento actual como Karl Popper. Y no<br />

porque su filosofía haya seguido un rumbo simple, afín al sentido común. Todo lo contrario: el<br />

pensamiento <strong>de</strong> este autor ha escogido invariablemente la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> tesis que van contra la corriente, que<br />

remecen al sentido común y a las filosofías más o menos previsibles asumidas por las mayorías.<br />

En un siglo que se entusiasmaba con "las leyes inexorables <strong>de</strong> la historia" <strong>de</strong>clamadas por el totalitarismo<br />

marxista, Popper tuvo el coraje y el talento necesarios para <strong>de</strong>mostrar que el curso <strong>de</strong> la historia humana<br />

es impre<strong>de</strong>cible; cuando el positivismo había convencido a medio mundo <strong>de</strong> que la ciencia es<br />

antimetafísica, que las teorías nacen <strong>de</strong> la experiencia y se justifican en ella mediante verificaciones<br />

precisas, Popper reivindicó a la tarea científica como un ejercicio fundado en suposiciones metafísicas que<br />

no adquiere por experiencia sus teorías sino por invención; y que no las justifica en verificaciones sino que<br />

procura refutarlas para ver si sobreviven a ese intento y muestran, así, su temple; que no hay verda<strong>de</strong>s<br />

finales o esencias últimas ya encontradas por el conocimiento (como suelen creer no sólo el sentido común<br />

sino también numerosos científicos y filósofos) sino que la ciencia es una aventura <strong>de</strong> búsqueda sin<br />

término; en una cultura contemporánea don<strong>de</strong> señorean las tesis conductistas que niegan la existencia <strong>de</strong><br />

los fenómenos mentales en nombre <strong>de</strong> un monismo materialista supuestamente inspirador <strong>de</strong> la ciencia,<br />

Popper <strong>de</strong>fendió resueltamente el dualismo alma-cuerpo; si el <strong>de</strong>terminismo ha sido hasta hace poco<br />

tiempo una i<strong>de</strong>ología tácita, Popper se anticipó a examinarla rudamente y a sostener la verosimilitud <strong>de</strong>l<br />

in<strong>de</strong>terminismo; mientras en la tradición europea aparecía como algo suficientemente <strong>de</strong>mostrado que los<br />

procedimientos <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la naturaleza y los <strong>de</strong> las ciencias <strong>de</strong> la cultura son diversos e<br />

irreductibles, Popper sostuvo la unidad <strong>de</strong>l método en ambas esferas <strong>de</strong>l saber, <strong>de</strong>stacando que toda<br />

ciencia (llámese historia o física) parte <strong>de</strong> problemas relevantes a los que procura dar respuestas mediante<br />

conjeturas que luego somete a controles severos; cuando la filosofía parecía entrampada entre, por una<br />

parte, un logicismo que se prohibía a sí mismo hablar sobre el mundo y se <strong>de</strong>dicaba al "análisis <strong>de</strong>l<br />

lenguaje científico" y, por otra, una <strong>de</strong>nsa metafísica, enamorada <strong>de</strong> absolutos, que abandonaba este<br />

mundo para "pensar el ser", la filosofía <strong>de</strong> Popper escogía para sí el viejo compromiso griego <strong>de</strong> hablar<br />

con tino y coherencia sobre el universo y el hombre.<br />

Esta enumeración podría continuar. Pero es suficiente para <strong>de</strong>stacar que la filosofía <strong>de</strong> este autor es un<br />

pensamiento a contrapelo <strong>de</strong> la mirada habitual, <strong>de</strong>smanteladora <strong>de</strong> prejuicios arraigados. ¿Por qué su<br />

éxito, entonces? Quizás por la po<strong>de</strong>rosa lógica <strong>de</strong> sus análisis, por la penetración <strong>de</strong> su realismo. Acaso<br />

también por la inusual claridad <strong>de</strong> sus ensayos.


2 - Universo abierto-Sociedad abierta<br />

Karl Popper (1902-1994) forma parte <strong>de</strong> una vigorosa tradición filosófica austríaca que en este siglo ha<br />

centrado su interés en la tarea científica y en sus resultados. A ella pertenecen, por ejemplo, Carl Hempel,<br />

Herbert Feigl, Rudolf Carnap. Popper ha sido contemporáneo <strong>de</strong> otros pensadores significativos en<br />

distintas áreas <strong>de</strong> la ciencia, como Kurt G”<strong>de</strong>l, Karl Bühler, Philipp Frank o Richard Von Mises,<br />

miembros <strong>de</strong> la misma tradición filosófica.<br />

El pensamiento <strong>de</strong> estos y otros autores da un sello propio a la filosofía austríaca, consi<strong>de</strong>rablemente<br />

distinto al <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong> la Europa continental. Hablan un lenguaje común y, a pesar <strong>de</strong> sus marcadas<br />

diferencias, están atentos a los resultados obtenidos por las ciencias.<br />

En la tradición filosófica europea <strong>de</strong> inspiración científica se venía aceptando, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los tiempos mo<strong>de</strong>rnos<br />

y especialmente bajo la influencia <strong>de</strong> la mecánica newtoniana, una visión <strong>de</strong>terminística <strong>de</strong>l universo. Las<br />

predicciones realizadas por las distintas ciencias y que luego se ven corroboradas en los hechos,<br />

alimentaron la convicción <strong>de</strong> que el universo está constituido por fenómenos regidos por leyes. Conociendo<br />

estas leyes y sabiendo, a<strong>de</strong>más, la situación en que se encuentra un or<strong>de</strong>n cualquiera <strong>de</strong> fenómenos,<br />

po<strong>de</strong>mos anticipar sus estados futuros. Y también reconstruir sus estados pasados.<br />

La convicción <strong>de</strong>terminista tiene la virtud <strong>de</strong> alentar la búsqueda <strong>de</strong> leyes y, así, <strong>de</strong> fomentar el aumento<br />

<strong>de</strong> nuestro conocimiento. Si los científicos abandonaran la expectativa <strong>de</strong> encontrar patrones estables tras<br />

el fenómeno (siempre transitorio e inestable), ¿qué buscarían entonces? ¿Les quedaría acaso algún motivo<br />

para investigar?<br />

El <strong>de</strong>terminismo, aunque reforzado por la ciencia mo<strong>de</strong>rna, es una antigua opción filosófica. En una <strong>de</strong><br />

sus formulaciones, sostiene simplemente que "El futuro es tan inmodificable como el pasado" (Cicerón).<br />

De modo que el universo aparece como el <strong>de</strong>spliegue temporal <strong>de</strong> una sostenida i<strong>de</strong>ntidad; como una<br />

apariencia variada, plural y engañosa <strong>de</strong> su trasfondo único. Un mundo clausurado, cerrado, don<strong>de</strong> no<br />

cabe novedad alguna, autocontenido y previsible <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro si hemos logrado conocer sus leyes<br />

"eternas". El adagio "nada nuevo hay bajo el Sol" resume esta creencia.<br />

Tal imagen or<strong>de</strong>nada <strong>de</strong>l mundo en que vivimos pue<strong>de</strong> ser cautivante para muchos. A otros nos resulta<br />

claustrofóbica, asfixiante. Quizás se trate <strong>de</strong> dos opciones metafísicas, <strong>de</strong> preferencias espirituales que<br />

sirven <strong>de</strong> sostén a personas y a culturas distintas. Pero sin duda a Popper el <strong>de</strong>terminismo le pareció no<br />

sólo un asunto <strong>de</strong> preferencias. Sostuvo que se trata <strong>de</strong> una opción falsa. Y como ha sido siempre un<br />

argumentador formidable, dio razones para sostener esa falsedad. Recordaré aquí, brevemente, algunas<br />

<strong>de</strong> esas razones.<br />

El argumento más general consiste en distinguir entre el mundo real y las diferentes visiones que <strong>de</strong> él nos<br />

dan nuestras teorías. Si contamos con una teoría <strong>de</strong>terminística e inferimos que el mundo referido por ella<br />

también lo es, confundimos nuestra construcción teórica con la realidad. Un error imperdonable para<br />

cualquier filosofía suficientemente conocedora <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> las ciencias como aproximaciones sucesivas<br />

a lo real. "Si tenemos bien presente -dice Popper- que nuestras teorías son nuestra propia obra, que somos<br />

falibles y que nuestras teorías reflejan nuestra falibilidad, entonces dudaremos <strong>de</strong> que las características<br />

generales <strong>de</strong> nuestras teorías, tales como su simplicidad o su <strong>de</strong>terminismo prima facie, correspondan a


las características <strong>de</strong>l mundo real" (1). Para hacer más intuíble esta objeción al <strong>de</strong>terminismo, recor<strong>de</strong>mos<br />

un ejemplo <strong>de</strong>l mismo Popper. Cuando formulamos un conocimiento, una ley por ejemplo, recurrimos<br />

inevitablemente a un lenguaje don<strong>de</strong> hay un sujeto y un predicado. "Pero sería un error concluir, <strong>de</strong>l<br />

hecho <strong>de</strong> que una oración <strong>de</strong> sujeto-predicado... haya tenido bastante éxito en su <strong>de</strong>scripción <strong>de</strong>l mundo, o<br />

incluso <strong>de</strong>l hecho <strong>de</strong> que sea verda<strong>de</strong>ra, que el mundo tiene una estructura <strong>de</strong> sujeto-predicado, o que está<br />

formado por sustancias que tienen ciertas propieda<strong>de</strong>s" (2).<br />

La filosofía sabe, especialmente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> Kant, que no <strong>de</strong>bemos confundir el ámbito objetivo (noúmeno) con<br />

el or<strong>de</strong>n <strong>de</strong> nuestras representaciones (fenómeno), el objeto real con el objeto construido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> nuestro<br />

conocimiento. Se trata <strong>de</strong> un costoso aprendizaje <strong>de</strong> humildad ante la riqueza sin término <strong>de</strong> la realidad:<br />

cuando creemos capturarla en nuestras representaciones, siempre surge una dificultad, un conflicto entre<br />

hechos y teorías que nos obliga a revisar éstas. Un proceso autocorrectivo que no tiene término previsible.<br />

Esa lección <strong>de</strong> humildad no siempre ha sido asimilada. Un físico como Stephen Hawking, por ejemplo,<br />

alienta la esperanza <strong>de</strong> contar, en unos veinte años más, con "una teoría unificada completa". Y una teoría<br />

semejante traería consigo "el final <strong>de</strong> los físicos teóricos" (3).<br />

Pero lo cierto es que no po<strong>de</strong>mos saber hoy lo que sabremos mañana. "No po<strong>de</strong>mos pre<strong>de</strong>cir, por métodos<br />

racionales o científicos, el futuro <strong>de</strong> nuestros conocimientos científicos" (4). Esta imposibilidad es<br />

suficientemente clara cuando aceptamos que hay un crecimiento real en los conocimientos humanos. Si a<br />

principios <strong>de</strong>l siglo actual hubiese sido posible anticipar, por ejemplo, el conjunto <strong>de</strong> conocimientos<br />

químicos y biológicos a partir <strong>de</strong> los cuales se fabricó la penicilina, la penicilina hubiese sido obtenida<br />

también anticipadamente. Porque pre<strong>de</strong>cir hoy lo que sabremos mañana es po<strong>de</strong>r contar hoy con ese<br />

conocimiento futuro. Dicho conocimiento, por lo mismo, <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser futuro y se convierte en conocimiento<br />

actual.<br />

Una afirmación tan sencilla se convierte, en manos <strong>de</strong> Popper, en otra po<strong>de</strong>rosa objeción contra las<br />

pretensiones <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología historicista. Con el marxismo a la cabeza, dicho credo venía sosteniendo que la<br />

realidad está gobernada por leyes y que la historia humana no es excepción a esa regla; que conociendo<br />

dichas leyes podía contarse con un pronóstico "científico" <strong>de</strong>l futuro humano; y que dicho pronóstico,<br />

claro está, anunciaba el advenimiento inexorable <strong>de</strong> la comunidad socialista (sin clases sociales, sin<br />

propiedad privada, sin contradicciones internas, sin pobrezas. En suma, un paraíso don<strong>de</strong> reinaría el<br />

progreso espiritual in<strong>de</strong>finido <strong>de</strong>l hombre nuevo y liberado <strong>de</strong> la opresión capitalista).<br />

Veamos más <strong>de</strong> cerca cómo usa Popper el simple reconocimiento <strong>de</strong> que no po<strong>de</strong>mos saber hoy cuál será el<br />

estado <strong>de</strong> nuestros conocimientos futuros, para <strong>de</strong>smontar las pretensiones "científicas" <strong>de</strong>l historicismo.<br />

Hay otra realidad igualmente obvia: "El curso <strong>de</strong> la historia humana está fuertemente influido por el<br />

crecimiento <strong>de</strong> los conocimientos humanos" (5) . Esta segunda afirmación, unida a la primera, permite<br />

concluir que "no po<strong>de</strong>mos pre<strong>de</strong>cir el curso futuro <strong>de</strong> la historia humana" (6). El argumento es simple y<br />

contun<strong>de</strong>nte. Sobre su base pue<strong>de</strong> rechazarse "la posibilidad <strong>de</strong> una historia teórica; es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> una<br />

ciencia histórica y social <strong>de</strong> la misma naturaleza que la física teórica. No pue<strong>de</strong> haber una teoría científica<br />

<strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo histórico que sirva <strong>de</strong> base para la predicción histórica" (7).<br />

El <strong>de</strong>terminismo podrá replicar que, ciertamente, el curso futuro <strong>de</strong> la humanidad está influido<br />

po<strong>de</strong>rosamente por nuestros conocimientos y que dichos conocimientos no pue<strong>de</strong>n ser conocidos con


anticipación. Pero -podrá agregar- ello no niega que hay un curso real rígidamente <strong>de</strong>terminado. El<br />

<strong>de</strong>terminismo materialista podrá sostener -acaso con razón- que la historia <strong>de</strong>l hombre y <strong>de</strong> la naturaleza<br />

tiene un solo curso, que no hay en él alternativas, porque finalmente hay espacio para una sola secuencia<br />

temporal hecha <strong>de</strong> pasado, presente y futuro. En otras palabras, todo tiempo acaba finalmente en el<br />

pasado, y éste es inmodificable. Ahora bien, ¿pue<strong>de</strong> conocerse ese curso temporal pre<strong>de</strong>terminado? Y aquí<br />

la posición <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo tendrá que aceptar que, <strong>de</strong> ser conocido, los hombres lo modificarán, todas<br />

las veces que puedan, si el futuro les resulta adverso (8).<br />

Popper sostiene que po<strong>de</strong>mos pre<strong>de</strong>cir el curso futuro <strong>de</strong> un acontecimiento sólo si nos ubicamos "<strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

fuera". Tal es el caso <strong>de</strong> la predicción <strong>de</strong> un eclipse, por ejemplo. Nos hallamos "fuera" porque no<br />

po<strong>de</strong>mos o no <strong>de</strong>seamos intervenir en la ocurrencia <strong>de</strong>l fenómeno. Pero si intentamos hacerlo "<strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntro" como, digamos, en el caso <strong>de</strong> anticipar científicamente los valores futuros <strong>de</strong> la bolsa, ese mismo<br />

conocimiento nos hará modificar dicho futuro. Y la realidad predicha no se <strong>cum</strong>plirá, porque ese<br />

conocimiento <strong>de</strong>l futuro hará cambiar la actitud <strong>de</strong> los propietarios <strong>de</strong> acciones. Por ello es que cualquier<br />

función predictora <strong>de</strong> la ciencia funciona bien (y <strong>de</strong> acuerdo con el <strong>de</strong>terminismo) cuando alu<strong>de</strong> a<br />

realida<strong>de</strong>s que escapan a nuestra influencia. Y, claro está, la historia humana nos compete <strong>de</strong>masiado, no<br />

escapa a nuestra influencia. En resumen, la autopredicción hecha <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> un sistema histórico y<br />

referida a hechos futuros <strong>de</strong>l propio sistema, no pue<strong>de</strong> realizarse con éxito. Porque el conocimiento,<br />

anticipado por la autopredicción, perturbará la ocurrencia <strong>de</strong>l estado futuro que la autopredicción<br />

anticipó. Y lo que ocurrirá efectivamente será otra cosa.<br />

Lo notable <strong>de</strong> este argumento en contra <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo es que no recurre a oscuras <strong>de</strong>nsida<strong>de</strong>s<br />

metafísicas (como hace el i<strong>de</strong>alismo alemán, por ejemplo) para <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r la condición libre <strong>de</strong>l ser humano.<br />

Más bien toma elementos simples y cotidianos. Está ocurriendo todos los días que modificamos un futuro<br />

que nos es adverso y que conocemos <strong>de</strong> antemano. ¿Qué son, si no, las prescripciones <strong>de</strong>l médico o <strong>de</strong>l<br />

ingeniero, sabedores <strong>de</strong>l curso futuro <strong>de</strong> una enfermedad o <strong>de</strong>l rendimiento esperable <strong>de</strong> una máquina? Se<br />

trata <strong>de</strong> acciones encaminadas a torcer el curso previsto para disminuir sus efectos in<strong>de</strong>seables. A<strong>de</strong>más,<br />

Popper le ha dado otra formulación (9), don<strong>de</strong> el predictor es una computadora. De este modo procura<br />

colocarse en el mismo terreno <strong>de</strong>l <strong>de</strong>terminismo para refutarlo, sin recurrir a nociones como "alma",<br />

"libertad", "valoración", "vida", u otras semejantes. Popper procura mostrar que, aun concebidos como<br />

sujetos físicos, los predictores (humanos o máquinas) no pue<strong>de</strong>n ejecutar autopredicciones que se<br />

<strong>cum</strong>plan.<br />

Otro rasgo significativo <strong>de</strong> la argumentación <strong>de</strong> Popper es que la libertad humana no está asociada al azar<br />

sino más bien a la "acción racional". No po<strong>de</strong>mos ejecutar autopredicciones sobre nuestras <strong>de</strong>cisiones<br />

futuras, pues no sabemos con cuáles conocimientos contaremos en ese futuro antes <strong>de</strong> tomar dichas<br />

<strong>de</strong>cisiones. No somos libres porque estemos regidos por el azar: somos libres porque ignoramos, porque<br />

nuestro conocimiento es siempre limitado.<br />

El universo, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta perspectiva, aparece inagotablemente enigmático. No hay simetría entre pasado y<br />

futuro, como quiso la visión mecanicista <strong>de</strong> la física newtoniana. El futuro es "abierto", promueve<br />

noveda<strong>de</strong>s que siempre <strong>de</strong>sconoceremos, posee una capacidad <strong>de</strong> sorpren<strong>de</strong>rnos con la "emergencia" <strong>de</strong><br />

ór<strong>de</strong>nes nuevos. "La i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> evolución 'creadora' o 'emergente' es muy simple y un tanto vaga -sostiene<br />

Popper-. Alu<strong>de</strong> al hecho <strong>de</strong> que en el transcurso <strong>de</strong> la evolución ocurren cosas y sucesos nuevos con<br />

propieda<strong>de</strong>s inesperadas y realmente impredictibles: cosas y sucesos que son nuevos en el sentido en que se<br />

pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar nueva una gran obra <strong>de</strong> arte (10).


Del mismo modo, las socieda<strong>de</strong>s humanas no tienen un rumbo inevitable <strong>de</strong> <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia (Platón, Spengler)<br />

o <strong>de</strong> progreso (Hegel, Comte, Marx). Pero hay propensiones genuinas a cancelar los riesgos <strong>de</strong> la vida<br />

recurriendo a la sociedad cerrada, esto es, una "sociedad mágica, tribal, o colectivista" (11). Semejante<br />

programa colectivo viene entablando una vieja lucha con otra propensión no menos originaria entre los<br />

hombres: el proyecto <strong>de</strong> la sociedad abierta, "aquella en que los individuos <strong>de</strong>ben adoptar <strong>de</strong>cisiones<br />

personales" (12). Precisamente en la primera página <strong>de</strong> La sociedad abierta y sus enemigos (obra<br />

temprana <strong>de</strong> Popper, publicada en 1945), su autor recoge dos textos paradigmáticos que diseñan ambos<br />

proyectos. El primero pertenece a Pericles, quien caracteriza brevemente esa sociedad abierta diciendo,<br />

alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> 430 años antes <strong>de</strong> Cristo, "Si bien sólo unos pocos son capaces <strong>de</strong> dar origen a una política,<br />

todos nosotros somos capaces <strong>de</strong> juzgarla". El otro texto es <strong>de</strong> Platón, escrito unos 80 años <strong>de</strong>spués, y<br />

constituye un manifiesto más explícito <strong>de</strong> la sociedad cerrada: "De todos los principios el más importante<br />

es que nadie, ya sea hombre o mujer, <strong>de</strong>be carecer <strong>de</strong> un jefe. Tampoco ha <strong>de</strong> acostumbrarse el espíritu <strong>de</strong><br />

nadie a permitirse obrar siguiendo su propia iniciativa, ya sea en el trabajo o en el placer. Lejos <strong>de</strong> ello, así<br />

en la guerra como en la paz, todo ciudadano habrá <strong>de</strong> fijar la vista en su jefe, siguiéndolo fielmente, y aun<br />

en los asuntos más triviales <strong>de</strong>berá mantenerse bajo su mando. Así, por ejemplo, <strong>de</strong>berá levantarse,<br />

moverse, lavarse o comer...sólo si se le ha or<strong>de</strong>nado hacerlo. En una palabra: <strong>de</strong>berá enseñarle a su alma,<br />

por medio <strong>de</strong>l hábito largamente practicado, a no soñar nunca actuar con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, y a tornarse<br />

totalmente incapaz <strong>de</strong> ello".<br />

Esparta y Atenas fueron ejemplos históricos <strong>de</strong> ambos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> convivencia humana. Nótese que la<br />

sociedad cerrada procura cancelar el cambio histórico, en tanto que la sociedad abierta acepta el <strong>de</strong>safío<br />

<strong>de</strong> ir construyéndolo creativamente, como viene haciéndolo, por otro lado, el universo entero.<br />

Releer a Popper hoy, cuando llevan más <strong>de</strong> una década la nueva física <strong>de</strong>l caos y el posmo<strong>de</strong>rnismo,<br />

permite advertir cuan tempranamente su filosofía anticipó rumbos al reivindicar la singularidad (<strong>de</strong> la<br />

persona o <strong>de</strong> cualquier segmento <strong>de</strong> lo real) frente a las pretensiones totalitarias <strong>de</strong> las gran<strong>de</strong>s visiones<br />

holísticas. Defensor y prolongador <strong>de</strong> la tradición naturalista, Popper escapó <strong>de</strong> los cepos dogmáticos <strong>de</strong>l<br />

materialismo y <strong>de</strong>l positivismo, a los que habitualmente el naturalismo se asocia. Porque su visión <strong>de</strong>l<br />

universo no duda en aceptar como "reales" una cantidad importante <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s que el positivismo y el<br />

materialismo <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ñan como ficciones metafísicas. Así, por ejemplo, "mente", "cultura", "campo <strong>de</strong><br />

fuerzas", son para Popper entida<strong>de</strong>s reales. Su realismo es ancho, sin duda, frente al estrecho sostenido<br />

por el materialismo. A juicio <strong>de</strong> Popper, el término "real" se aplica inicialmente a "cosas materiales <strong>de</strong><br />

tamaño ordinario" (13). Des<strong>de</strong> allí lo exten<strong>de</strong>mos hacia objetos mayores (estrellas, galaxias, por ejemplo) y<br />

menores (moléculas, átomos). ¿Con qué criterio ejercemos esa ampliación <strong>de</strong> lo real, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> objetos <strong>de</strong><br />

escala ordinaria u objetos prima facie reales, a otras entida<strong>de</strong>s que no lo son? "Mi sugerencia -respon<strong>de</strong><br />

Popper- es que las entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> las que conjeturamos que son reales <strong>de</strong>ben ser capaces <strong>de</strong> ejercer un efecto<br />

causal sobre cosas prima facie reales; es <strong>de</strong>cir sobre cosas materiales <strong>de</strong> tamaño ordinario: que podamos<br />

explicar cambios en el mundo material ordinario <strong>de</strong> las cosas por los efectos causales <strong>de</strong> entida<strong>de</strong>s que<br />

conjeturamos como reales" (14).<br />

De modo que cuando Sócrates, <strong>de</strong>soyendo el consejo <strong>de</strong> sus discípulos que lo instaban a fugarse, bebe su<br />

cuota <strong>de</strong> cicuta, hemos <strong>de</strong> aceptar que su <strong>de</strong>cisión (un hecho mental) es real en la medida que fue capaz <strong>de</strong><br />

levantar el brazo <strong>de</strong> Sócrates, colocar el recipiente entre sus labios y hacerle tragar el veneno. Al<br />

conductismo (filosofía consecuente con el materialismo y con el positivismo) le cuesta, en cambio, tragar y


asimilar como reales a los fenómenos mentales: no se los percibe como dato en recuento alguno <strong>de</strong> los<br />

estados neuronales <strong>de</strong> personas y animales. De manera que son ficticios. Para Popper, en cambio, así como<br />

los hechos mentales son reales, también es real ese conjunto intangible que llamamos cultura. Las distintas<br />

formas <strong>de</strong> materialismo no le perdonaron a Popper esa apertura <strong>de</strong> la noción <strong>de</strong> realidad hasta cubrir<br />

entida<strong>de</strong>s no reducibles a lo material. Pero él se <strong>de</strong>fendió sosteniendo que es la ciencia, precisamente en<br />

cuyo prestigio suele parapetarse el materialismo, quien usa asiduamente entida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> tan dudosa realidad<br />

material como si fuesen entida<strong>de</strong>s objetivas: "campo gravitacional", "interacción fuerte", por ejemplo,<br />

son reales justamente en la medida que pue<strong>de</strong>n modificar objetos ordinarios.<br />

Pero este distanciamiento <strong>de</strong> la estrechez positivista y materialista, no alineó a Popper con la tradición<br />

espiritualista. Des<strong>de</strong> ese frente ha sido entendido como un positivista más. La filosofía institucionalizada<br />

en las universida<strong>de</strong>s, por ejemplo, vio con disgusto sus exámenes implacables <strong>de</strong>l pensamiento <strong>de</strong> autores<br />

consagrados en el olimpo <strong>de</strong> la historia <strong>de</strong> la filosofía: Platón, Hegel, Marx, por ejemplo, entre otros, son<br />

mostrados por Popper como genuinos representantes <strong>de</strong> mo<strong>de</strong>los tribales <strong>de</strong> sociedad, adversarios <strong>de</strong> la<br />

libertad <strong>de</strong> las personas, planificadores <strong>de</strong> utopías salvacionistas con fuerte arraigo en motivaciones<br />

místicas pero disfrazadas <strong>de</strong> un cierto "racionalismo" que continúa seduciendo a los profesores<br />

universitarios (más proclives a reiterar el pensamiento establecido por la tradición que a confrontarlo con<br />

la realidad para juzgar su veracidad). Para colmo, los análisis <strong>de</strong> Popper revelan un profundo<br />

conocimientos <strong>de</strong> esos autores. Y como si ello fuese poco, hay en él una elevada actitud <strong>de</strong> respeto hacia sus<br />

adversarios intelectuales, un señorío que no <strong>de</strong>scalifica personas pero socava en sus raíces a las diversas<br />

formas <strong>de</strong> irracionalismo consagrado por la filosofía tradicional. Todo ello vuelve intolerablemente<br />

atendibles sus razones.<br />

Lo cierto es que su condición <strong>de</strong> pensador "no alineado" condujo a una cantidad importante <strong>de</strong> equívocos:<br />

se le atribuyó i<strong>de</strong>as que no sostuvo y se malinterpretó otras que <strong>de</strong>fendió claramente (15).<br />

3 - Ciencia abierta<br />

El universo, la sociedad, el individuo, son reivindicados en sus virtualida<strong>de</strong>s creativas por la filosofía <strong>de</strong><br />

Popper. Y el conocimiento ejercido por las ciencias es analizado por nuestro autor <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la misma hebra<br />

interpretativa: la ciencia no es un conocimiento final y acabado; tampoco es un conjunto <strong>de</strong><br />

procedimientos justificados solamente por su eficacia. Ambas interpretaciones -sostenidas por diversas<br />

formas <strong>de</strong>l esencialismo filosófico la primera, y por el pragmatismo la segunda- <strong>de</strong>jan escurrir el curso<br />

real <strong>de</strong>l crecimiento científico: "el progreso <strong>de</strong> la ciencia tiene lugar, en gran medida, a través <strong>de</strong>l<br />

<strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> los errores anteriores... en general, cuanto más sabemos mejor nos damos cuenta <strong>de</strong><br />

que no sabemos. (El espíritu <strong>de</strong> la ciencia no es otro que el <strong>de</strong> Sócrates)" (16). El crecimiento <strong>de</strong>l saber, en<br />

lugar <strong>de</strong> apurar el acceso a un límite final, tiene el efecto contrario: el bor<strong>de</strong> con lo <strong>de</strong>sconocido se amplía.<br />

Y esta situación no es un acci<strong>de</strong>nte en la condición <strong>de</strong>l hacer científico, ni una limitación lamentable<br />

ocasionada por nuestras <strong>de</strong>ficiencias perceptivas o intelectuales. En verdad se trata <strong>de</strong> la condición para<br />

obtener un crecimiento real <strong>de</strong> nuestros conocimientos. Porque el conocimiento ensaya enten<strong>de</strong>r lo<br />

conocido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo <strong>de</strong>sconocido: conjeturamos éste para enten<strong>de</strong>r aquél. El <strong>de</strong>snivel entre lo que<br />

conocemos y lo que ignoramos es tan po<strong>de</strong>roso que genera un impulso a equilibrar esa diferencia. Y el<br />

lugar natural <strong>de</strong> ese <strong>de</strong>sequilibrio es el problema. La ciencia crece planteando problemas, esto es,<br />

señalando <strong>de</strong>sacuerdos entre nuestras expectativas, sostenidas por nuestras teorías, y algún or<strong>de</strong>n <strong>de</strong><br />

realidad que <strong>de</strong>scalifica esas teorías. En cierto sentido, la historia <strong>de</strong> la ciencia es la historia <strong>de</strong>l error, la


historia <strong>de</strong>l esfuerzo humano por autocorregir sus imágenes <strong>de</strong> mundo. Del mismo modo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir<br />

que una especialidad científica "no es sino un conglomerado <strong>de</strong>limitado y construido <strong>de</strong> problemas y<br />

ensayos <strong>de</strong> solución" (17).<br />

Así como los organismos están sometidos a la selección natural -que elimina a los ineptos y permite<br />

sobrevivir a aquellos cuyos rasgos poseen un mejor po<strong>de</strong>r adaptativo- así las teorías se hallan en<br />

permanente mutación para acomodarse a su vector <strong>de</strong> sobrevivencia: la búsqueda <strong>de</strong> la verdad. La razón<br />

y la experiencia actúan como selectores refutando un sistema <strong>de</strong> expectativas (teorías, creencias) por<br />

contradictorio o por hallarse en <strong>de</strong>sacuerdo con los hechos <strong>de</strong> experiencia. La ciencia prolonga el<br />

procedimiento puesto en práctica tempranamente por la vida: el procedimiento <strong>de</strong> ensayo y error. Y así<br />

como no hay un organismo final, sustraído a la evolución por haber logrado un ajuste <strong>de</strong>finitivo consigo<br />

mismo y con su ambiente, tampoco hay teorías finales, ajenas al cambio histórico y a las correcciones que<br />

éste trae consigo. Por ello la ciencia es una búsqueda sin término.<br />

Pue<strong>de</strong> verse aquí la continuidad entre el pensamiento político y el epistemológico <strong>de</strong> Popper, surgidos<br />

ambos <strong>de</strong> la misma intuición: la sociedad cerrada intenta eliminar la autocrítica, aferrarse a sus dogmas<br />

iniciales y volverse, así, invulnerable al cambio, a las correcciones perturbadoras; el or<strong>de</strong>n tribal es<br />

mantenido a cualquier precio en esas socieda<strong>de</strong>s totalitarias antiguas y contemporáneas. La sociedad<br />

abierta, por el contrario, hace <strong>de</strong> la autocrítica un estilo <strong>de</strong> convivencia, acoge el procedimiento <strong>de</strong> ensayo<br />

y error y no se aferra tercamente a normas o instituciones; como reconoce la falibilidad humana, acepta<br />

con coraje el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong>l cambio histórico pero sin apostar en él con el emocionalismo propio <strong>de</strong> los<br />

fundamentalismos revolucionarios. No es casual que la aventura <strong>de</strong>l conocimiento sólo prospere<br />

cabalmente en las socieda<strong>de</strong>s abiertas.<br />

Y así como las mutaciones orgánicas no son fruto <strong>de</strong> instrucciones <strong>de</strong>l ambiente, tampoco las teorías<br />

surgen <strong>de</strong> la experiencia. No es la experiencia <strong>de</strong>l ambiente lo que nos orienta a enten<strong>de</strong>r <strong>de</strong> un modo u<br />

otro al mundo: nuestras imágenes <strong>de</strong> mundo son creaciones libres que luego la ciencia somete a controles<br />

exigentes en la experiencia.<br />

El conocimiento, así, contra lo que han venido sosteniendo el empirismo, el positivismo y las distintas<br />

formas <strong>de</strong> materialismo, "no comienza con percepciones u observación o con la recopilación <strong>de</strong> datos o <strong>de</strong><br />

hechos, sino con problemas" (18). El conocimiento se inicia "en el <strong>de</strong>scubrimiento <strong>de</strong> una posible<br />

contradicción entre nuestro supuesto conocimiento y los supuestos hechos" (19). La historia <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as parece apoyar esta interpretación <strong>de</strong> Popper. Pasteur hace sólo poco más <strong>de</strong> un siglo se<br />

hallaba enfrascado en una difícil polémica contra la teoría biológica <strong>de</strong> la generación espontánea; no muy<br />

diferente fue la situación <strong>de</strong> Galileo en un contexto <strong>de</strong> cerrada <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l geocentrismo contra el cual<br />

luchó. ¿Podremos encontrar un ejemplo <strong>de</strong> avance científico don<strong>de</strong> una nueva teoría no entre en conflicto<br />

con la interpretación dominante? ¿Pue<strong>de</strong> sostenerse acaso el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as como un tranquilo<br />

discurrir <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrimientos cómodamente enlazados unos con otros en una ampliación or<strong>de</strong>nada que<br />

pronto llegará a su fin? Esta interpretación un tanto superficial olvida el hecho <strong>de</strong> que el incremento <strong>de</strong><br />

nuestro saber hun<strong>de</strong> sus raíces "en la tensión entre el conocimiento y la ignorancia". ¿Cómo podría surgir<br />

la vida, por generación espontánea, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lo inorgánico?, ¿Cómo aceptar que el universo entero gire en<br />

torno <strong>de</strong> la Tierra en un día cuando es más simple concebir que un giro diario sobre su eje produce en<br />

nosotros la visión engañosa <strong>de</strong>l universo evolucionando sobre nuestro centro? Son preguntas, son<br />

problemas inherentes a las modificaciones que produjeron Pasteur y Galileo. Sus teorías son ensayos <strong>de</strong><br />

solución a esos problemas, precisamente.


4 - Popper, filósofo <strong>de</strong>l siglo XX<br />

Popper vivió 92 años <strong>de</strong> este siglo. Pertenece a él, lo pensó en sus más diversas expresiones (ciencia,<br />

filosofía, política, economía, arte). Casi no menciona la palabra libertad en su vasta obra escrita. Y sin<br />

embargo difícilmente se hallará ejemplo más consecuente <strong>de</strong> un pensador comprometido con ella. Cuando<br />

los intelectuales caían rendidos en masa ante las i<strong>de</strong>ologías totalitarias <strong>de</strong> este siglo (comunismo, nazismo,<br />

fascismo), aunque hubiesen enarbolado profusamente i<strong>de</strong>as sobre la libertad como Sartre, Hei<strong>de</strong>gger y<br />

tantos más, la figura sobria <strong>de</strong> Popper se en<strong>cum</strong>bra hacia el fin <strong>de</strong> siglo como un mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> fi<strong>de</strong>lidad<br />

intelectual al compromiso <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r nuestro mundo. Junto a pensadores como Einstein o Piaget,<br />

contribuyó a entregarnos una perspectiva naturalista enriquecida, consciente <strong>de</strong> sus propias limitaciones,<br />

más fiel a su orientación que a sus errores.<br />

Margarita Schultz: Estética tradicional e imágen informática ÍNDICE


Margarita Schultz<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Estética tradicional e imagen informática.<br />

Uno <strong>de</strong> los temas recurrentes en la historia <strong>de</strong>l pensamiento estético occi<strong>de</strong>ntal es el <strong>de</strong> las relaciones entre<br />

arte y realidad. En esa trama se sitúan, entre otros aspectos, la indagación sobre el ser <strong>de</strong> la imagen<br />

artística como tal, cuál es su referente o mo<strong>de</strong>lo, en qué consiste su soporte, así como la pregunta por el<br />

tipo <strong>de</strong> participación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stinatario <strong>de</strong> la imagen. Con cada vuelta <strong>de</strong> tuerca <strong>de</strong> los procesos creativos -<br />

vinculados al campo general <strong>de</strong> la imagen- se replantean preguntas, apremiadas por las nuevas<br />

producciones. La aparición <strong>de</strong> imágenes originadas en la informática -en gráfica, publicidad, en diversas<br />

formas <strong>de</strong> arte- ha motivado una vez más la reflexión teórica.<br />

Las imágenes que aparecen en las pantallas <strong>de</strong> los computadores (1) comparten con otras imágenes dos<br />

polos 'representativos' tradicionales así como sus variaciones intermedias. Hablo <strong>de</strong>l polo <strong>de</strong> la<br />

"representación" fuertemente motivada por la realidad empírica y <strong>de</strong>l polo <strong>de</strong> la "abstracción". Conservo<br />

esas <strong>de</strong>nominaciones discutibles pero sancionadas culturalmente. ¿Cuál es el origen <strong>de</strong> esas actitu<strong>de</strong>s<br />

representativas en la imagen informática? Dichas imágenes sintéticas motivan, a<strong>de</strong>más, otras preguntas<br />

sobre su modo <strong>de</strong> ser, por ejemplo las vinculadas con el soporte, que no es habitual.<br />

El soporte <strong>de</strong> la imagen informática<br />

En el terreno <strong>de</strong> las artes visuales el concepto <strong>de</strong> 'soporte' alu<strong>de</strong> -en las manifestaciones tradicionales- a la<br />

base sobre la que se "inscribe" una imagen: lienzo, papel, piedra, ma<strong>de</strong>ra, metales, entre otros. El soporte<br />

es <strong>de</strong> una materia relativamente estable (aunque pue<strong>de</strong> sufrir <strong>de</strong>terioros con el tiempo) y pre<strong>de</strong>finida. Al<br />

tratarse <strong>de</strong> un cuadro, un dibujo, una escultura, está presente <strong>de</strong> manera 'continua'.<br />

La insularidad <strong>de</strong> los soportes comenzó a <strong>de</strong>sdibujarse con los collages mixtos <strong>de</strong>l movimiento DADA a<br />

comienzos <strong>de</strong>l siglo XX. Posteriormente, el medio vi<strong>de</strong>o se transformó en soporte, en cierto sentido<br />

igualador, <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> elementos/fuente <strong>de</strong> diverso origen (realidad registrada, pero también otras<br />

imágenes, fotografías, material <strong>de</strong> revistas, manipulaciones <strong>de</strong> imágenes, imágenes <strong>de</strong> TV...).<br />

¿De qué modo se <strong>de</strong>fine el soporte en la imagen informática? La imagen se presenta en una pantalla (tanto<br />

en los monitores tradicionales como en los <strong>de</strong> cristal líquido...) y su presencia nace y muere <strong>de</strong> acuerdo con<br />

la or<strong>de</strong>n 'on', 'off' dada por el comando correspondiente. Podría <strong>de</strong>cirse que otro tanto suce<strong>de</strong> con los<br />

trabajos realizados en vi<strong>de</strong>o: que se actualizan cuando el comando se activa; o también con la imagen


cinematográfica, inscrita químicamente en el celuloi<strong>de</strong> <strong>de</strong> modo analógico y que <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> para su<br />

existencia artística <strong>de</strong> la proyección luminosa, sobre el lienzo <strong>de</strong> la pantalla cinematográfica. Notemos que<br />

el cuadro y la escultura necesitan, a su vez, <strong>de</strong> la luz ambiente cada uno a su modo. La necesidad <strong>de</strong><br />

activación <strong>de</strong> condiciones para la presencia perceptual <strong>de</strong> las distintas imágenes, como principio genérico,<br />

complica la pregunta por el soporte <strong>de</strong> la imagen informática. Pese a todas las semejanzas, cuesta<br />

parangonar el soporte <strong>de</strong> un cuadro (con su carga matérica) y el <strong>de</strong> las imágenes obtenidas sobre la base<br />

<strong>de</strong> un programa <strong>de</strong> computación. El vi<strong>de</strong>o fue un punto <strong>de</strong> articulación <strong>de</strong>l cambio.<br />

En el vi<strong>de</strong>o, el soporte 'cassette' contiene la información almacenada en la cinta, pero no está almacenada<br />

como memoria numérica digital, sino como señal magnética que será <strong>de</strong>codificada por el equipo recor<strong>de</strong>r/<br />

monitor en su función <strong>de</strong> lector. Si la pantalla <strong>de</strong>l monitor <strong>de</strong> un computador es consi<strong>de</strong>rada soporte <strong>de</strong> la<br />

imagen informática, su naturaleza resultará contrastante respecto <strong>de</strong> materiales tradicionales. Por<br />

ejemplo, la imagen pictórica se inscribe en el lienzo, el óleo lo impregna; la piedra se ve modificada por la<br />

forma <strong>de</strong> la escultura. (2)<br />

En una pantalla informática ninguno <strong>de</strong> los cambios y transformaciones <strong>de</strong>ja huellas en esa superficie.<br />

¿Dón<strong>de</strong> está, entonces ese nuevo ser, la imagen que vemos? ¿Qué son los 'fantasmas' <strong>de</strong> los programas<br />

"after dark" para proteger la pantalla, esas 'ventanitas' viniendo <strong>de</strong> y yéndose a la nada, esas figuras<br />

geométricas naciendo <strong>de</strong> sí mismas en un travestismo incomparable, metáfora <strong>de</strong> la creación continua? La<br />

imagen referida no está en el soporte-pantalla <strong>de</strong>l mismo modo como está la imagen pictórica en el<br />

pigmento y el lienzo, sino en la memoria <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>nador, activada por la puesta en marcha <strong>de</strong>l programa en<br />

cuestión. Podríamos <strong>de</strong>cir que allí está 'virtualmente presente', a la manera como nuestros recuerdos lo<br />

están en la memoria propia <strong>de</strong> cada uno. Así como po<strong>de</strong>mos llamar/convocar nuestros recuerdos,<br />

convocamos, 'llamamos', a la imagen almacenada a su modo (3) en la memoria <strong>de</strong>l programa. ¿El soporte<br />

en este caso, es <strong>de</strong> todos modos la pantalla misma, es el programa (soft), la base numérica? ¿Estamos ante<br />

un soporte complejo que los envuelve?<br />

Se pue<strong>de</strong> dudar sobre la repercusión <strong>de</strong> estas preguntas, en la producción <strong>de</strong> dichas imágenes. Se pue<strong>de</strong>,<br />

asimismo, reflexionar sobre la inci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los avances mediales en las imágenes artísticas. Pero, a mi<br />

modo <strong>de</strong> ver, la consecuencia <strong>de</strong> la tecnología informática en el tipo <strong>de</strong> imagen no es menor que la que<br />

históricamente han tenido los medios artísticos en otros tipos <strong>de</strong> imagen. La inversa es válida: la imagen<br />

requerida impulsa avances tecnológicos buscando que satisfagan esa nueva imagen. Las magnitu<strong>de</strong>s<br />

fractales (Benoit Man<strong>de</strong>lbrot 1982) nacieron a raíz <strong>de</strong> los requerimientos <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> imágenes<br />

informáticas más cercanas a la realidad percibida. (4) La relación imagen-tecnología no es nueva. El<br />

diseño arquitectónico ha enriquecido su imaginario en diálogo recíproco con la tecnología correspondiente<br />

al momento histórico, por ejemplo, con la invención <strong>de</strong> los arbotantes, o posteriormente, <strong>de</strong>l cemento<br />

armado. La comprensión <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l soporte informático tiene sentido, pues, para la concepción<br />

<strong>de</strong> la imagen correspondiente.<br />

La relación imagen-soporte va más allá <strong>de</strong> la 'superposición' <strong>de</strong> la una en el otro: es la peculiaridad <strong>de</strong> la<br />

imagen misma lo que está en juego, sus cualida<strong>de</strong>s formales/expresivas. Basta con pensar en lo que suce<strong>de</strong><br />

con 'una' imagen realizada en el medio acuarela en el soporte papel <strong>de</strong> acuerdo con las texturas, espesores,<br />

componentes <strong>de</strong> fabricación, color base, capacidad <strong>de</strong> absorción <strong>de</strong> agua, etc.<br />

El soporte <strong>de</strong> la imagen informática influye, a mi parecer, en los planteos <strong>de</strong>l imaginario. No sólo porque<br />

varía la relación presencia/ausencia (puedo convocar o silenciar la imagen con un movimiento o dos) o


porque cada programa <strong>de</strong> diseño proporciona herramientas diferentes. La facilidad para introducirse en<br />

la estructura <strong>de</strong> la imagen y trabajar en ella hasta el límite <strong>de</strong> la unidad irreductible -pixel- induce a<br />

ensayar variantes formales <strong>de</strong> todo tipo, seductoras en su disponibilidad. (5)<br />

Por último, la interacción entre el productor <strong>de</strong> imágenes y el programa informático <strong>de</strong>spierta un lazo<br />

distinto entre productor e imagen: más flexible (por el carácter no necesariamente <strong>de</strong>finitivo <strong>de</strong> la<br />

imagen), menos apegado al resultado. Refuerza esta i<strong>de</strong>a el hecho <strong>de</strong> que una imagen pue<strong>de</strong> ser<br />

'almacenada' y conservarse con in<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> sucesivos cambios y manipulaciones. Esto se compensa,<br />

por cierto, con una ansiedad investigativa, la que se satisface in<strong>de</strong>finidamente en la pantalla. Es lo que trae<br />

a la reflexión la noción <strong>de</strong> vértigo en relación con estas propuestas.<br />

Las prácticas tradicionales <strong>de</strong> producción <strong>de</strong> imágenes no son absolutamente heterogéneas respecto <strong>de</strong> la<br />

producción infográfica, sin embargo ésta aporta matices propios que son <strong>de</strong> interés creciente en la<br />

reflexión estética <strong>de</strong> hoy.<br />

Recepción <strong>de</strong> la imagen informática: la interacción<br />

En la línea <strong>de</strong> los nuevos problemas planteados <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la imagen sintética, la reflexión <strong>de</strong>be dirigirse a lo<br />

siguiente, anticipado en la sección anterior: ¿cómo es asimilada la imagen digital por el sujeto perceptor?<br />

¿Cuál es el receptor, a<strong>de</strong>más? Por una parte, el 'receptor' sabe que eso que está allí en su monitor frente a<br />

él es un simulacro, una imagen fantasmática construida mediante pixels. (6) Sin embargo, la ausencia <strong>de</strong><br />

un referente existente (que pueda funcionar como apoyo <strong>de</strong> inteligibilidad para el espectador) no es<br />

cualidad suficiente para diferenciar la imagen digital <strong>de</strong> toda otra imagen tipo. Porque, se pue<strong>de</strong><br />

consi<strong>de</strong>rar que el antes <strong>de</strong>nominado arte abstracto (no figurativo) no se refiere a "existentes" sino a<br />

"concebidos" o "imaginados". Otro tanto pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cirse <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> la poesía, la literatura, <strong>de</strong> la<br />

arquitectura y la música, aun <strong>de</strong> mucha pintura <strong>de</strong> apariencia 'representativa'.<br />

Correspon<strong>de</strong> insistir y enlazar los temas: ¿cuál es el referente <strong>de</strong> la imagen digital y qué postura<br />

perceptiva asume por lo tanto el receptor-perceptor <strong>de</strong> esa imagen? El receptor asume esa imagen <strong>de</strong> su<br />

monitor como un dato manipulable, sus vinculaciones analógicas con la realidad no serían experimentadas<br />

como <strong>de</strong>signadores <strong>de</strong> cosas en la realidad empírica. En este caso, el sujeto perceptor se convierte en<br />

interactor, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>bería entrar en un proceso interactivo con el programa por el cual interviene la<br />

imagen (trátese <strong>de</strong> una imagen obtenida por registro -scanner- o producida mediante el programa en la<br />

pantalla <strong>de</strong>l monitor). De manera que así como la imagen no se completa, por <strong>de</strong>finición (porque su<br />

transformabilidad es in<strong>de</strong>finida, según lo mencionado más arriba), al parecer su referente tampoco es fijo<br />

sino cambiante. Me refiero aquí al mo<strong>de</strong>lo conceptual numérico <strong>de</strong> base, al universo <strong>de</strong> referentes posibles<br />

originado en las transformaciones operables respecto <strong>de</strong> ese mo<strong>de</strong>lo.<br />

Podríamos hablar <strong>de</strong> una imagen histórica (¿o mejor 'diacrónica'?) y <strong>de</strong> un referente histórico (o<br />

diacrónico), en el sentido <strong>de</strong> que ambos son temporales. Con una temporalidad diferente a la <strong>de</strong> la música<br />

o a la <strong>de</strong>l teatro tradicional. Una temporalidad más cercana a la <strong>de</strong> las obras 'mobile' que produjo


Alexan<strong>de</strong>r Cal<strong>de</strong>r, a la <strong>de</strong> ciertas esculturas eólicas, más abiertas, o a la <strong>de</strong> ciertas obras musicales <strong>de</strong> la<br />

década <strong>de</strong>l 60, producidas como estructuras matrices (Stockhausen) que <strong>de</strong>bía completar el intérprete<br />

libremente, música abierta. Se trata, al parecer, <strong>de</strong> una temporalidad diferente también a la <strong>de</strong>l cine, o el<br />

vi<strong>de</strong>o, don<strong>de</strong> los momentos están fijados ya en el celuloi<strong>de</strong> (como imágenes cuadro a cuadro) o en la cinta<br />

<strong>de</strong>l cassette (como información magnética).<br />

Un sinnúmero <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s numéricas virtuales está a la mano <strong>de</strong>l interactor -a partir <strong>de</strong> una<br />

información pertinente en cuanto a la manipulación- a fin <strong>de</strong> que cada vez su imaginación proponga la<br />

situación que quiere "actualizar". Es como para <strong>de</strong>cir que cada imagen producida es una concreción <strong>de</strong><br />

un referente infinito, porque la imagen <strong>de</strong> la que se parte es, en este planteo, sólo un momento no<br />

privilegiado <strong>de</strong> la historia o diacronía posible. Ello aun cuando todos los cambios estén previstos como<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l programa y puedan realizarse sin adulterar el mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> partida, como si cada una <strong>de</strong> las<br />

concreciones fuera el momento <strong>de</strong> un juego, o más bien un juego <strong>de</strong> pensamiento visual.<br />

¿Quiere <strong>de</strong>cir esto que, en el caso <strong>de</strong> la imagen informática, la experiencia estética "tradicional" <strong>de</strong><br />

recepción <strong>de</strong> la imagen ha sido reemplazada por la manipulación <strong>de</strong> la imagen? ¿Que un acceso 'auténtico'<br />

sólo <strong>de</strong>be ser interactivo? ¿Qué concepto pue<strong>de</strong> reemplazar, entonces, al <strong>de</strong> valor estético si el producto<br />

cae en el libre mercado <strong>de</strong>l talento <strong>de</strong> la <strong>de</strong>manda? ¿Se han unido, finalmente las nociones <strong>de</strong> arte y juego?<br />

¿Qué aporta <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el punto <strong>de</strong> vista <strong>de</strong>l valor estético ese mundo <strong>de</strong> posibles imposible <strong>de</strong> extenuar?<br />

Margarita Schultz: Presencia <strong>de</strong> la imagen<br />

informática<br />

ÍNDICE


Notas<br />

(1) Hay entre nosotros un uso mixto <strong>de</strong> la terminología. Algunos términos son anglicismos, otros<br />

galicismos. Al primer tipo correspon<strong>de</strong>n, por ejemplo, computador, al segundo, or<strong>de</strong>nador. Otros<br />

términos pareados son: binario y digital, sintético e informático.<br />

(2) Parece innecesario recordar que un lienzo se pue<strong>de</strong> 'repintar' (muchos aristas lo han hecho, por falta<br />

<strong>de</strong> medios para comprar cada vez nuevas telas) y que una escultura en piedra se pue<strong>de</strong> 'remo<strong>de</strong>lar'. Esto<br />

no modifica la naturaleza ontológica <strong>de</strong>l soporte.<br />

(3) Según la observación <strong>de</strong>l Prof. Constantino Grosse (Instituto <strong>de</strong> Física. Universidad Nacional <strong>de</strong><br />

Tu<strong>cum</strong>án. Argentina) "una imagen se almacena sea en una secuencia <strong>de</strong> sentencias <strong>de</strong> un programa (el<br />

que se 'crea' cada vez que se lo hace correr) o codificada digitalmente en el soporte magnético <strong>de</strong> un<br />

disco."<br />

(4) Ver para este tema el texto <strong>de</strong> Arlindo Machado: MÁQUINA E IMAGINARIO, o <strong>de</strong>safío das poéticas<br />

tecnológicas. EDUSP. Sao Paulo. 1993.<br />

(5) Destaca el Prof. Constantino Grosse que la imagen informática "no es digital en sí", sino que "es<br />

digital la forma en que se almacena la información que permite reconstruir la imagen."<br />

(6) El simulacro <strong>de</strong> una imagen digital está, en verdad, a medio camino <strong>de</strong> simulaciones más drásticas,<br />

tales como las que se buscan en VR (realidad virtual). Una serie <strong>de</strong> artículos introductorios <strong>de</strong> divulgación<br />

han sido publicados en uno <strong>de</strong> los números <strong>de</strong> la Revista Mundo Científico: N§ 148, vol. 14. 1994.


Margarita Schultz<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Presencia <strong>de</strong> la imagen informática<br />

● El referente <strong>de</strong> la imagen informática<br />

Dos extremos han marcado hasta ahora un eje respecto <strong>de</strong>l modo <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> la imagen ante la realidad, en<br />

la producción artística <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte. Por un lado, lo que se ha <strong>de</strong>nominado arte representativo. Por otro,<br />

un mundo <strong>de</strong> formas cuya naturaleza visual no conduce directamente a pensar en fenómenos <strong>de</strong> la<br />

realidad. Es lo que se ha llamado arte 'abstracto' (un término discutido pero no reemplazado eficazmente).<br />

Esta oscilación tiene que ver con lo que se <strong>de</strong>nomina en filosofía el 'referente' <strong>de</strong> un símbolo o una<br />

proposición: lo <strong>de</strong>notado por ellos. Filósofos como Gottlob Frege y Bertrand Russell, entre otros, han<br />

analizado las relaciones entre el sentido <strong>de</strong> un nombre o proposición y lo <strong>de</strong>notado. Es claro que no todo lo<br />

que se dice tiene una <strong>de</strong>notación en la realidad empírica. Y la discusión parece centrarse en la existencia<br />

<strong>de</strong> '<strong>de</strong>notación actual', es <strong>de</strong>cir, en que la <strong>de</strong>notación para ser tal <strong>de</strong>be ser coexistente con la expresión. Dos<br />

proposiciones inocentemente similares como "el rey <strong>de</strong> Francia" (famosa como ejemplo <strong>de</strong> Russell) y "el<br />

rey <strong>de</strong> España", difieren por su <strong>de</strong>notación: no existe para la primera, porque Francia -actualmente- no<br />

tiene reyes. ¿Qué trascen<strong>de</strong>ncia pue<strong>de</strong> tener para el arte el hecho <strong>de</strong> que se formulen proposiciones que<br />

carecen <strong>de</strong> <strong>de</strong>notación (actual)?<br />

Volvamos sobre la relación prevista. El referente <strong>de</strong> una proposición tal como 'el vino se ha <strong>de</strong>rramado'<br />

pue<strong>de</strong> ser ese vino efectivamente <strong>de</strong>rramado sobre el mantel. Pero si digo: "y la muerte se bebe el vino <strong>de</strong><br />

la vida", el referente <strong>de</strong> este otro vino no es el mismo que el que pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>rramarse sobre un mantel. El<br />

segundo no es un referente directamente empírico, sino imaginario, metafórico, (aun cuando la 'vida'<br />

existe empíricamente; al menos como "principio" aceptado en las entida<strong>de</strong>s biológicas). Decía que el<br />

referente <strong>de</strong> la proposición "y la muerte se bebe el vino <strong>de</strong> la vida" no es empírico. Russell diría que no<br />

tiene <strong>de</strong>notación. Ello porque la vida no es vino. Pero la proposición tiene un sentido que po<strong>de</strong>mos<br />

compren<strong>de</strong>r, y aun pa<strong>de</strong>cer. Es claro que el arte vive sobre todo <strong>de</strong> esos referentes imaginarios;<br />

imaginarios hasta en los casos en que se pueda <strong>de</strong>terminar cuál es el referente empírico <strong>de</strong> la imagen<br />

(paisaje, o retrato). Una áspera discusión <strong>de</strong> la filosofía semántica toca este tema <strong>de</strong>s<strong>de</strong> posiciones que<br />

reproducen viejas controversias filosóficas -tales como materialismo / i<strong>de</strong>alismo. Bertrand Russell<br />

proponía un lenguaje i<strong>de</strong>al don<strong>de</strong> se elaboraran proposiciones reales, es <strong>de</strong>cir que <strong>de</strong>notaran referentes<br />

empíricos, realmente existentes. Devolver así a la forma verbal 'es' su sentido existencial. En este caso,<br />

como las proposiciones artísticas no <strong>de</strong>signan nada existente empíricamente, no podría hablarse al<br />

respecto <strong>de</strong> 'referente' en ningún caso. Esa es una posición. Hay otras que no coinci<strong>de</strong>n con ella.<br />

Para discutir la noción <strong>de</strong>l referente <strong>de</strong> una imagen es necesario comenzar por aceptar a la imagen, como<br />

un tipo <strong>de</strong> proposición.(1) Pensar que pue<strong>de</strong> tener un referente empírico, en un segundo grado,(2) o<br />

directamente imaginario. A mi modo <strong>de</strong> ver, lo importante -para la imagen artística- es siempre el


eferente imaginario. Es lo construido artísticamente como proposición acerca <strong>de</strong> un fragmento <strong>de</strong> la<br />

realidad empírica o imaginada.<br />

Entre ambos polos mencionados -la representación y la abstracción- como suele suce<strong>de</strong>r, se generaron<br />

múltiples variantes, a veces en gradaciones marcadas, otras, en superposiciones <strong>de</strong>liberadas <strong>de</strong> ambas<br />

actitu<strong>de</strong>s. La discusión acerca <strong>de</strong>l referente muestra un cambio <strong>de</strong> dirección a propósito <strong>de</strong> la imagen<br />

informática.<br />

El referente en el caso <strong>de</strong> la imagen informática es un ejemplo más <strong>de</strong> la situación que se plantea a<br />

propósito <strong>de</strong>l referente <strong>de</strong> toda imagen, en el ámbito <strong>de</strong> las artes visuales. En verdad, la historia <strong>de</strong>l arte,<br />

en Occi<strong>de</strong>nte, ha mostrado siempre que el arte no se subordina a las exigencias <strong>de</strong> un referente empírico.<br />

El origen en -y los puentes con- la realidad empírica sólo circunstancialmente han motivado la producción<br />

<strong>de</strong> imágenes 'testimonales'.<br />

El tema es puesto nuevamente en discusión a raíz <strong>de</strong>l origen múltiple <strong>de</strong> la imagen informática. "Origen<br />

múltiple" alu<strong>de</strong> a que una imagen disponible en la pantalla <strong>de</strong> un computador pue<strong>de</strong> haberse generado<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> un programa <strong>de</strong> diseño como en una fuente externa -vía scanner-. Es el caso <strong>de</strong> otras imágenes<br />

impresas (fotografías, textos), objetos materiales escaneados (como la mano <strong>de</strong>l manipulador), imágenes<br />

provenientes <strong>de</strong> cámaras <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o, <strong>de</strong> cámaras fotográficas digitales, etc.<br />

¿Cuál es, pues, el referente <strong>de</strong> una imagen informática? Se <strong>de</strong>fine como imagen informática la que<br />

'transita' por el computador en el momento <strong>de</strong> su concepción o realización (creación <strong>de</strong> una imagen por<br />

vía <strong>de</strong> un mouse o por manipulación <strong>de</strong> algún objeto logrado en la pantalla, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un programa), según<br />

Fran‡oise Holtz-Bonneau.(3) Se produce entonces un "cruce" notorio, puesto que si se indaga por el<br />

referente <strong>de</strong> una imagen digital <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la relación "esto es aquello" (4) es como si se asumiera la imagen en<br />

cuestión en su calidad <strong>de</strong> analogía, como pue<strong>de</strong> serlo un retrato respecto <strong>de</strong> la persona retratada.<br />

¿Qué es lo <strong>de</strong>notado, <strong>de</strong> qué es imagen la imagen informática, a qué objeto representa? Pero la imagen<br />

informática está construida sobre un esquema digital, es <strong>de</strong>cir sobre una secuencia <strong>de</strong> unos y ceros;<br />

configurada a partir <strong>de</strong> pixels (unida<strong>de</strong>s mínimas <strong>de</strong> la pantalla, sujetas -cada una <strong>de</strong> ellas- a<br />

modificaciones en cuanto a color, textura, luminosidad). Es fácil pensar al respecto en un proceso análogo:<br />

el modo como los cuatro elementos básicos <strong>de</strong>l código genético configuran todas las variaciones <strong>de</strong> la vida.<br />

¿Estamos, acaso, ante un tipo más <strong>de</strong> <strong>de</strong>notación <strong>de</strong> lo imaginario?<br />

Umberto Eco afirma (5) que en la base <strong>de</strong> toda analogía hay una estructura digital, a veces <strong>de</strong> muy difícil<br />

acceso pero no por ello inexistente, <strong>de</strong> modo que no habría diferencias <strong>de</strong> fondo entre lo digital y lo<br />

analógico. Una prueba sencilla acerca <strong>de</strong> la base discontinua , no analógica, <strong>de</strong> una imagen analógica, es la<br />

ampliación <strong>de</strong> una fotografía <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su nivel analógico hasta llegar a la cuasi-disgregación digital. Es <strong>de</strong>cir<br />

que una imagen fotográfica, al ser ampliada gradualmente llega en un momento dado a una estructura<br />

puntos y blancos, don<strong>de</strong> el sentido originario <strong>de</strong> la imagen se pier<strong>de</strong>. Lo que vemos, entonces, ya no es, por<br />

ejemplo, imagen <strong>de</strong> un ojo, sino a partir <strong>de</strong> un grado específico un conjunto 'abstracto', no<br />

'representativo'.<br />

En cierto sentido se pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que lo digital se encuentra en el inicio y el fin <strong>de</strong> un proceso. Sin embargo,<br />

la actitud constructiva y aun la perceptiva acusan el efecto <strong>de</strong> esa diferencia entre lo analógico y lo digital.<br />

En parte por hábito <strong>de</strong> percepción, pero también por la fisonomía <strong>de</strong> la imagen misma. Cuando pensamos


en una fotografía el conjunto pertenece, para nuestros hábitos perceptivos, al dominio <strong>de</strong> lo analógico en<br />

alguno <strong>de</strong> sus grados.<br />

No <strong>de</strong>be <strong>de</strong>scartarse en este asunto el estado actual tecnológico <strong>de</strong> la imagen (las imágenes informáticas<br />

tienen todavía un "sello" <strong>de</strong> artificialidad. (6) Interviene aquí la pregunta por la finalidad <strong>de</strong> un<br />

perfeccionamiento tecnológico en el logro <strong>de</strong> esas imágenes (¿es su finalidad emular lo que pudieron los<br />

gran<strong>de</strong>s pintores 'analógicos'?) En un terreno semejante, la reconstrucción <strong>de</strong> timbres <strong>de</strong> los instrumentos<br />

<strong>de</strong> la orquesta tradicional a partir <strong>de</strong>l análisis <strong>de</strong> los armónicos, la síntesis electrónica <strong>de</strong> esos timbres,<br />

parece tener sólo una función subsidiaria.<br />

Esto se complica al consi<strong>de</strong>rar que lo que aparece en la pantalla <strong>de</strong> un monitor como "imagen" es la<br />

traducción <strong>de</strong> un conjunto numérico, cada punto se <strong>de</strong>fine por tres magnitu<strong>de</strong>s variables: x, y, z; vale<br />

<strong>de</strong>cir, el algoritmo <strong>de</strong>l conjunto numérico, cuyos parámetros <strong>de</strong>finen la totalidad <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

traducción <strong>de</strong>l objeto construido. Arlindo Machado (7) dice al respecto "El programador, el ingeniero <strong>de</strong><br />

software, el inventor <strong>de</strong> algoritmos son algo así como <strong>de</strong>miurgos <strong>de</strong> la formalización matemática, que<br />

tienen por tarea forjar el conjunto <strong>de</strong> las ecuaciones necesarias para la génesis <strong>de</strong> microuniversos capaces<br />

<strong>de</strong> evolucionar <strong>de</strong> forma más o menos autónoma." En su campo ese sustrato numérico reemplaza, por<br />

ejemplo, al registro fotoquímico (que sería la 'memoria' equivalente <strong>de</strong> la fotografía' y el filme) y el<br />

magnético (vi<strong>de</strong>o y TV). Así, la manipulación <strong>de</strong> la imagen <strong>de</strong> un objeto -por ejemplo <strong>de</strong> un cubo diseñado<br />

en pantalla- se <strong>de</strong>fine como la alteración <strong>de</strong> los valores numéricos.<br />

Es claro que no <strong>de</strong>be buscarse un referente 'tradicional' para la imagen informática. O, al menos, no un<br />

referente empírico exterior. Pero, el arte, como <strong>de</strong>cía, nos ha acostumbrado a vincularnos con referentes<br />

imaginarios. El referente <strong>de</strong> la imagen informática es, al parecer, el mo<strong>de</strong>lo (creado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el programa<br />

mismo o registrado mediante un scanner e intervenido <strong>de</strong>spués) sobre el cual se elaboran innumerables<br />

modificaciones posibles que atañen a: dimensiones, posiciones, direcciones, color, torsiones,<br />

multiplicaciones, estallidos, metamorfosis, anamorfosis, y otras.<br />

Se habla ya <strong>de</strong> la banalización <strong>de</strong> la imagen informática por sobresaturación <strong>de</strong> efectos, como si el<br />

monstruo <strong>de</strong> la variedad atacara <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro mismo esa expresión tecnológica.<br />

Ese 'mo<strong>de</strong>lo' ¿es sustantivamente diferente <strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>lo imaginario que concreta un pintor con su pincel<br />

sobre el lienzo? ¿No estamos, también en este caso, ante una concreción <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los "posibles", en la<br />

imagen <strong>de</strong>cidida? ¿Las diferencias cuantitativas <strong>cum</strong>plen aquí una función cualitativa? La posibilidad <strong>de</strong><br />

corregir constantemente la imagen sin mayores esfuerzos (al contrario <strong>de</strong> lo que esto significa en la<br />

pintura o en el dibujo) modifica la noción <strong>de</strong> referente para la imagen informática. El referente imaginario<br />

se constituye en una multiplicidad , más concreta aún, comparada con aquélla <strong>de</strong> los posibles pictóricos.<br />

● Volver a pensar la imagen<br />

La imagen es nuestro puente con la realidad. Más aún, la imagen es nuestra realidad. Percibir el entorno,<br />

comunicarnos, compren<strong>de</strong>r o no compren<strong>de</strong>r al otro, producir ciencia o arte, son activida<strong>de</strong>s que reposan<br />

sobre la noción <strong>de</strong> imagen: constructoras voluntarias o involuntarias <strong>de</strong> imágenes. Las nuevas tecnologías,<br />

entre ellas la informática, presentan circunstancias imaginales, imaginarios, relaciones perceptuales y <strong>de</strong><br />

interacción para el sujeto que aportan noveda<strong>de</strong>s respecto <strong>de</strong> procesos anteriores. Volver a pensar la


imagen, buscar sus nuevos rasgos epistemológicos, es entonces una tarea que no <strong>de</strong>biera soslayarse.<br />

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS<br />

Baudrillard, Jean: LA TRANSPARENCIA DEL MAL. Ed. Anagrama. Barcelona. 1991. Tr. J. Jordá.<br />

Eco, Umberto: LA ESTRUCTURA AUSENTE. Ed. Lumen. Barcelona, ed. 1978. Tr. F.Serra. C.<br />

Foucault, Michel: ESTO NO ES UNA PIPA. Ensayo sobre Magritte. Ed. Anagrama. Barcelona. Ed. 1981.<br />

Tr. F. Monge.<br />

Franke, Herbert W.: COMPUTER GRAPHICS-COMPUTER ART. Springer Verlag. Berlin. Hei<strong>de</strong>lberg,<br />

et al. 2nd. Ed. 1985.<br />

Holtz-Bonneau, Françoise: LETTRE, IMAGE, ORDINATEUR. Le pari informatique <strong>de</strong>s arts visuels. Ed.<br />

Hermes/INA. Paris. 1987.<br />

Machado, Arlindo: A ARTE DO VIDEO. Ed. Brasiliense. Sao Paulo. 1988. : MAQUINA E<br />

IMAGINARIO, o <strong>de</strong>safio das poeticas tecnologicas. EDUSP. Sao Paulo. 1993.<br />

Maldonado, Tomás: LO REAL Y LO VIRTUAL. Ed. Gedisa. Barcelona. 1994. Tr. A.L. Bixio.<br />

Mc Guire, Michael: AN EYE FOR FRACTALS. Addison Wesley Publishing Co. California,<br />

Massachusets, et al. 1991.<br />

Mohnhaupt,Michael:PRINZIPIEN PIKTORIELLER REPRESENTATIONSSYSTEME Springer Verlag.<br />

Berlin, Hei<strong>de</strong>lberg, New York, et al. 1992.<br />

Peitgen, H.O and Richter, P.H.: THE BEAUTY OF FRACTALS. Images of complex dynamical Systems.<br />

Springer Verlag. Berlin. Hei<strong>de</strong>lberg, et al. 1986.<br />

Virilio, Paul, comp.: VIDEOCULTURAS DE FIN DE SIGLO. Ed. Cátedra. Madrid. 1990. Tr. A.<br />

Giordano.<br />

Revista MUNDO CIENTIFICO. No. 148. vol 14. 1994. Dossier sobre Realidad Virtual.<br />

Anne Cauquelin: "La estética ante las tecnoimágenes" (Trad. M. Schultz). Revista <strong>de</strong> Filosofía.<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile. Vol. XLV-XLVI. 1995.


Ramón Silva: El Pensamiento Holocrítico o argumentamos ÍNDICE<br />

Notas<br />

(1) Discuto con ello el planteo <strong>de</strong> Foucault -tan atractivo por lo <strong>de</strong>más en otros temas- <strong>de</strong> que "pintar no es<br />

afirmar", con el que titula un capítulo <strong>de</strong> su "Ensayo sobre Magritte". Su rechazo <strong>de</strong> la 'afirmación'<br />

referida a la pintura va dirigido a la semejanza como substrato <strong>de</strong>l pintar. Pero, en verdad, la pintura no<br />

es semejanza, ni podría serlo por razones <strong>de</strong> funcionamiento. Y como mera semejanza -supuesto el caso <strong>de</strong><br />

que la lograra- sería estéril. Pero toda poética es una afirmación <strong>de</strong>l mirar; en ese sentido sus productos<br />

son afirmaciones, cualquiera sea el grado <strong>de</strong> la semejanza. Ver: Michel Foucault: ESTO NO ES UNA<br />

PIPA. Ensayo sobre Magritte. Ed. Anagrama. Barcelona, ed. 1981. Tr. F. Monge.<br />

(2) Hablo <strong>de</strong> 'un segundo grado' <strong>de</strong> una imagen paisaje, por ejemplo, para referirme al paisaje real que<br />

pudo ser el mo<strong>de</strong>lo motivador <strong>de</strong> un artista; porque reservo la expresión 'primer grado' para la imagen<br />

misma.<br />

(3) Françoise Holtz-Bonneau: LETTRE, IMAGE, ORDINATEUR. Le pari informatique <strong>de</strong>s arts visuels.<br />

Ed. Hermes/INA. Paris. 1987.<br />

(4) Proposición que simboliza el reconocimiento <strong>de</strong> una semejanza: esto/imagen es aquello/realidad


(retrato, paisaje).<br />

(5) Eco, Umberto: LA ESTRUCTURA AUSENTE. Ed. Lumen. Barcelona, ed. 1978. Tr. Francisco Serra<br />

Cantarell.<br />

(6) Ello pese a las transformaciones introducidas por la creación <strong>de</strong> imágenes a partir <strong>de</strong> cálculos fractales,<br />

en una búsqueda <strong>de</strong> proximidad entre la espontaneidad irregular <strong>de</strong> la realidad natural y sus emulaciones<br />

informáticas. La creación <strong>de</strong> imágenes sobre la base <strong>de</strong> cálculos fractales es similar a la división celular,<br />

pero opera por adición <strong>de</strong> unida<strong>de</strong>s iguales antes que por división cariocinética. Sobre este tema hay una<br />

clara exposición en MAQUINA E IMAGINARIO <strong>de</strong> Arlindo Machado (EDUSP. Sao Paulo. 1993.<br />

(7) Machado, Arlindo: MAQUINA E IMAGINARIO. O <strong>de</strong>safio das poéticas tecnológicas. Ob. Cit.


Ramón L. Silva Negrete<br />

El Pensamiento Holocrítico<br />

o<br />

argumentamos<br />

Las coyunturas representan las fusiones entre pasado y futuro en el presente, y a partir <strong>de</strong> aquí es posible<br />

concebir el trayecto <strong>de</strong>l proyecto que se postula, viviendo la espera <strong>de</strong> construir la i<strong>de</strong>a que reemplace la<br />

superficie <strong>de</strong> la brevedad.<br />

El vivir <strong>de</strong>l sujeto cobra significado una vez supuesta la realidad <strong>de</strong> las cosas y la realidad <strong>de</strong>l propio<br />

sujeto, ésa será su comarca don<strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollará su sustantividad, su sentido.<br />

Esto es lo que posibilita que el sujeto alcance su propia figura en la apropiación <strong>de</strong> la historia con su praxis<br />

en el presente. Es que buscando conformar el rumbo como es abre la posibilidad <strong>de</strong> futuro. Es evi<strong>de</strong>nte<br />

que nada es totalmente seguro, entonces, no hay fundamentos para no postular.<br />

La realidad <strong>de</strong>biera ser comprendida como una articulación en movimiento entre la totalidad y las partes,<br />

concepto que inci<strong>de</strong> en la propia biografía en tanto que lleva a compren<strong>de</strong>rnos a nosotros mismo como una<br />

secuencia <strong>de</strong> coyunturas en las que están inmersas las prácticas, los trayectos y los proyectos<br />

autoconstructivos.<br />

El trabajo <strong>de</strong>l trabajo, como centralidad gira en torno a que el sujeto es una compleja articulación<br />

temporo-espacial, y que en su textualización no podamos hablar <strong>de</strong> una objetividad ajena al propio sujeto<br />

y su trayecto, quién está permanentemente inmerso en la simultaneidad, su vivir es un caminar por la<br />

simultaneidad <strong>de</strong>l ayer y mañana., aquí emerge el Actor.<br />

La perspectiva dialéctica es la <strong>de</strong>l Sujeto, que es don<strong>de</strong> cada saber se constituye, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> el<br />

sujeto es, y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> pue<strong>de</strong>n pro-poner las i<strong>de</strong>as que lo hacen inteligible.<br />

Ser sujeto no es en rigor una i<strong>de</strong>a, sino la trama, la estructura, el trabajo <strong>de</strong> las cualida<strong>de</strong>s don<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as<br />

se constituyen y sintetizan, el sujeto es la síntesis encarnada que la da sentido, rumbo a la vida, -al<br />

sentido-, y a la armonía entre individuo y solidaridad, entre libertad y justicia social en la construcción <strong>de</strong><br />

historia, <strong>de</strong> realidad en el presente.<br />

Lo que atañe al Sujeto es su ubicación en el momento histórico, lo que se conjuga con el <strong>de</strong>safío <strong>de</strong> que la<br />

realidad se construye en el presente -<strong>de</strong>s<strong>de</strong>- alguna opción valórica, <strong>de</strong>terminandola, <strong>de</strong> forma tal que los<br />

contenidos son la con-secuencia <strong>de</strong>l -tratamiento- que en la frontera entre pasado y futuro (presente) el<br />

sujeto -realiza-.


Esto es en el contexto <strong>de</strong> las potencialida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> como se apropia <strong>de</strong> la historia, dándole sentido a su<br />

práctica cotidiana, lo que le exige y <strong>de</strong>manda al Sujeto -creatividad- para <strong>de</strong>sarrollar su actividad.<br />

En rigor el sujeto mo<strong>de</strong>rno., no así el contemporáneo, carece <strong>de</strong> perspectiva intelectual, ha sido vaciado y<br />

fragmentado; y en este plano se mueve, a marcha forzada, simulando.<br />

Sus -proyectos- transitan por fuera <strong>de</strong>l mundo <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as, por fuera <strong>de</strong> sí y <strong>de</strong> las formas <strong>de</strong>l inteligir,<br />

porque las i<strong>de</strong>as le son meros instrumentos formales, las que le hacen -per<strong>de</strong>rse- y -chocar-.<br />

Lo que una perspectiva <strong>de</strong>l Sujeto introduce, es <strong>de</strong>cir <strong>de</strong> la síntesis encarnada, es un riguroso principio <strong>de</strong><br />

distinción y diferenciación, un criterio para seleccionar, para separar, como también para unir y articular<br />

contra el fondo.<br />

La cuestión <strong>de</strong>l Sujeto será, pues, la cuestión <strong>de</strong>l pensar. Un Sujeto es una unidad, una totalidad con una<br />

radical consistencia en don<strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as participan y comunican su trama como formas, significados y<br />

también como subyacencias.<br />

De un Sujeto po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que es verídico en la medida que es capaz <strong>de</strong> operar con signos, esta<br />

verosimilitud consistirá precisamente, en lo que es. Pensar será lo que es un sujeto, tal cual es en sí mismo.<br />

Esta afirmación pue<strong>de</strong> parecernos habitual, ya que creemos movernos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> ella, pero parece nos ser<br />

así, ya que lo que plantamos es la unidad entre sujeto y pensamiento.<br />

El pensar, es <strong>de</strong>cir la capacidad <strong>de</strong> diferenciar <strong>de</strong> distinguir, <strong>de</strong> operar con signos y sujeto es una<br />

propuesta <strong>de</strong> simultaneidad <strong>de</strong> Sujeto y Pensamiento, que en el vértigo <strong>de</strong> la mo<strong>de</strong>rnidad aparece rota,<br />

escindida como necesidad <strong>de</strong> dominio y manipulación que <strong>de</strong>saloja el -conocimiento- reemplazándolo por<br />

el -reconocimiento- en las virtualida<strong>de</strong>s objetuales dadas.<br />

El Sujeto llega a constituirse en tal, en lo que -uno- mismo en su unidad es, en la medida que las i<strong>de</strong>as<br />

participan y se comunican en la construcción <strong>de</strong> realidad, la cual, por consiguiente, es una para sí mismo,<br />

en su propia i<strong>de</strong>ntidad, una versión <strong>de</strong> conceptos, y lo que será para otros, en su diferencia y lo que es para<br />

el propio inteligir, su pensar.<br />

El sujeto en su pensar, será como un doble juego la realidad, aquel que lo conduce a sí mismo y lo<br />

i<strong>de</strong>ntifica, y el otro que lo distingue <strong>de</strong>l otro, <strong>de</strong> lo otro, y lo diferencia <strong>de</strong>l todo, en su participación.<br />

Tal parece ser el horizonte <strong>de</strong> la dialéctica, <strong>de</strong>l pensamiento crítico y holístico a la vez.<br />

El sujeto se constituye como realidad en la unidad y totalidad sostenida a lo largo <strong>de</strong>l curso que nos hace<br />

i<strong>de</strong>ntificarla. Esta i<strong>de</strong>ntificación es una relación en sí; se da al interior <strong>de</strong>l sujeto y lo constituye en su<br />

unidad, nos permite hablar <strong>de</strong>l sujeto en sí mismo.<br />

Esta su-jetividad es la proyección hacia a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la diferencia con lo que no es el sí mismo, sino otro. Sujetividad<br />

y otre-dad se correspon<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>terminan recíprocamente, pero no solo en la construcción <strong>de</strong>


ealidad, sino también en la dimensión <strong>de</strong> la complejidad.<br />

Este proceso confluye hacia una ámbito proyectado como relación a la inteligencia y el pensamiento. Y el<br />

punto <strong>de</strong> encuentro <strong>de</strong> esta dinámica <strong>de</strong>l sujeto, que constituye a la realidad en sus versiones diferentes, es<br />

el operar con signos, el pensar <strong>de</strong>s<strong>de</strong>. El pensamiento como diálogo con sí mismo.<br />

El discurso surge, como cualquier realidad, toda vez que se construya una articulación, la composición <strong>de</strong><br />

una realidad, que en el caso <strong>de</strong>l discurso será una predicación, esta articulación pue<strong>de</strong> ser a<strong>de</strong>cuada o<br />

ina<strong>de</strong>cuada, será la que le <strong>de</strong> la cualidad al pensamiento, es <strong>de</strong>cir el juicio, y aquí la realidad será función<br />

<strong>de</strong>l pensamiento en el juicio.<br />

La su-jetividad <strong>de</strong> la realidad en el sujeto, será, pues, el pensar <strong>de</strong>l pensamiento en el juicio. El pensar<br />

imita al Sujeto.<br />

La cuestión <strong>de</strong> la mímesis es la que permite <strong>de</strong>finir la cuestión <strong>de</strong>l pensamiento, y es aquí don<strong>de</strong> resi<strong>de</strong> la<br />

necesidad <strong>de</strong> esclarecer los usos y los sentidos, en un proceso <strong>de</strong> separación, para la posibilidad <strong>de</strong><br />

construcción <strong>de</strong>l sujeto en el presente.<br />

El sujeto produce la realidad, la construye y aparece en ella y la funda. Esa energía creadora o<br />

constructiva es lo que se re-produce y re-presenta.<br />

La mo<strong>de</strong>rnidad o pensamiento horizontal representa la -falla- <strong>de</strong> la su-jetividad. La potencialidad <strong>de</strong>l<br />

pensamiento horizontal está dada justo por su falta <strong>de</strong> referentes, <strong>de</strong> puro vacíos que están.<br />

La Dialéctica, que es la ciencia <strong>de</strong>l pensar, resguarda la articulación, en virtud <strong>de</strong> la cual el Sujeto es. Esta<br />

conectividad <strong>de</strong>manda al logos y se reproduce como pensar.<br />

Lo mismo que hace a la realidad, versión, le hace concepto. La vigilancia <strong>de</strong> esta conexión es la tarea <strong>de</strong>l<br />

cientista <strong>de</strong> la comunicación social.<br />

El peligro mayor al que se enfrenta este cientista, es el <strong>de</strong>l simulacro que la horizontalidad le propone,<br />

como fatalidad; en la cual el intelectual, el cientista social, el comunicador no están regido por el Sujeto, ni<br />

su pensamiento por el Pensar.<br />

La realidad no manifiesta al sujeto y la inteligencia no lo <strong>de</strong>scubre. El sujeto no es el mismo, sino otro, que<br />

se oculta en vez <strong>de</strong> revelarse, se falsea; en el caso <strong>de</strong>l sociólogo y el comunicador social, en la fatalidad <strong>de</strong><br />

los usos <strong>de</strong> los bloqueos <strong>de</strong> la comunicación actual. Esto es lo que se cultiva como las "artes" <strong>de</strong>l no ser<br />

Sujeto, <strong>de</strong>l no ser en el mundo, sino <strong>de</strong>l estar-ahí, aún apareciéndose, ni-ahí.<br />

Ser parte es lo que permite enten<strong>de</strong>r la comunicación <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as y <strong>de</strong> la realidad misma <strong>de</strong>l sujeto, esto es<br />

la mímesis. La raíz dialógica <strong>de</strong> la mímesis -es- en el diálogo, una teoría <strong>de</strong>l pensar y ésta el fundamento<br />

<strong>de</strong>l Sujeto en la complejidad.<br />

Aquí es don<strong>de</strong> el Sociólogo, el Comunicador pue<strong>de</strong> reivindicar su lugar en la Polis, en la medida que su -<br />

ver-, su -verso versado-, sea parte <strong>de</strong>l todo <strong>de</strong> la construcción humana y social, superando la artificialidad


<strong>de</strong> un jardín virtual.<br />

Esta averiguación culmina en una teoría <strong>de</strong>l pensar comunicativo concebida como razón -<strong>de</strong>l- que está<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> la comunicación, la esencialidad apuntará al Sujeto, y la <strong>de</strong>finición, a su pensar, refundando así<br />

su hacer con - ciencia. Dando origen a una cultura que tiene en esas formas -quizás- su más <strong>de</strong>cisivo<br />

principio.<br />

La comunicación constituye una estructura, más aún, constituye un lugar en el que se cruzan una<br />

multiplicidad <strong>de</strong> estructuras. Un espacio, en consecuencia, complejo, estratificado. La certeza que parece<br />

asegurar la estabilidad <strong>de</strong>l escenario, si se la mira <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este giro comunicacional, se muestra muy sutil: se<br />

asemeja más bien a un vínculo superficial, a una especie <strong>de</strong> máscara que hace posibles ciertos enlaces y<br />

movimientos; a un <strong>de</strong>slizamiento, a una movilidad mínima.<br />

Más que sentirnos oprimidos por ella -y, en cualquier caso, esa tiranía se advierte rápidamente como una<br />

opresión <strong>de</strong> lo igual, <strong>de</strong> un trasladarse constituido por una -sola- posibilidad <strong>de</strong> movimientos-,<br />

experimentamos una cierta insatisfacción: ya la comunicación social, generacionalmente, no se contenta<br />

con ese mínimo, que se ofrece como reducción.<br />

Parece ser que esta minimización es con respecto a una certeza <strong>de</strong> un grado distinto: aquella que, en cada<br />

momento, advertimos confusamente ante una experiencia cualquiera: la certidumbre <strong>de</strong> que esa<br />

experiencia sea y signifique mucho más que aquel mínimo grado <strong>de</strong> legalidad a la que aparece la vida<br />

consignada y adscrita, como horizontes <strong>de</strong> una comunicación posible, confiando en una i<strong>de</strong>ntidad<br />

trascen<strong>de</strong>ntal <strong>de</strong>l Sujeto y su Pensar......., argumentamos.<br />

Santiago, marzo 1996.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


L Á P I Z<br />

L U Z<br />

P I X E L S<br />

-------------------><br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

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pero <strong>de</strong>ben ir acompañados <strong>de</strong> una traducción al inglés o español. Eventualmente el equipo editorial podrá<br />

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Por ejemplo: Este texto aparecerá como se ve abajo:<br />

Este texto aparecerá como se ve abajo<br />

texto = texto en negrita<br />

Por ejemplo: Este texto aparecerá como se ve abajo:<br />

Este texto aparecerá como se ve abajo<br />

texto = sangría doble<br />

Por ejemplo: texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto<br />

texto texto textotexto texto texto texto texto texto texto texto texto<br />

Este texto aparecerá así:<br />

texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto texto<br />

textotexto texto texto texto texto texto texto texto texto


Las NOTAS <strong>de</strong>ben ir al final <strong>de</strong>l manuscrito como parte <strong>de</strong>l texto, NO UTILICE LOS RECURSOS DE<br />

CREACIóN DE NOTAS FINALES DE LOS PROCESADORES DE TEXTO.<br />

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Correo electrónico:<br />

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Subject: Manuscrito para <strong>Pares</strong> <strong>cum</strong> <strong>Paribus</strong><br />

Correo normal:<br />

Oscar Aguilera F.<br />

Virreynato 15<br />

Santiago 3<br />

Chile<br />

También pue<strong>de</strong> enviar sus colaboraciones por fax a los siguientes números:<br />

Oscar Aguilera:<br />

(56) (2) 635-36-53<br />

(56) (2) 222-96-16 (este último número no está operativo durante febrero)<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Revista <strong>de</strong> Literatura y Arte<br />

Editor:<br />

ISSN 0717-2354<br />

No. 2<br />

Abril 1996<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile<br />

<strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong><br />

Oscar<br />

Aguilera<br />

Editora <strong>de</strong> Arte:<br />

Margarita Schultz


AUTORES<br />

José Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Fundador <strong>de</strong>l Grupo Fuego <strong>de</strong> la Poesía (1955), José Miguel Vicuña ha publicado varios volúmenes <strong>de</strong><br />

poesía : Edad <strong>de</strong> Bronce (1951) ; Trabajos <strong>de</strong> la Muerte (1956) ; El Hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se<br />

Despereza (1958) ; Poemas Augurales (1965) ; Cantos (1977). Mirado por algunos como metafísico u


oscuro, hay quienes lo consi<strong>de</strong>ran <strong>de</strong> sólida raigambre humanista o que "penetra" en la naturaleza<br />

humana <strong>de</strong> las cosas y <strong>de</strong> lo cósmico; hay quienes ven en él a un poeta sencillo y directo, que conoce a<br />

Dante y a Jorge Manríquez y que vive el drama <strong>de</strong>sgarrador <strong>de</strong> la sociedad contemporánea,<br />

sublimándolo en pensamiento poético.<br />

Una <strong>de</strong> las características <strong>de</strong>l quehacer <strong>de</strong> este poeta es el rigor y la conciencia con que acomete su obra<br />

<strong>de</strong> creación. Armado <strong>de</strong> una po<strong>de</strong>rosa cultura clásica, actualiza símbolos, los humaniza en un presente,<br />

que más que presente parece espera <strong>de</strong>l futuro. Si todo buen poema es creado a través <strong>de</strong>l pensamiento<br />

emocional <strong>de</strong>l poeta, en El Hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se Despereza, que ofrecemos en esta edición <strong>de</strong><br />

<strong>Pares</strong> <strong>cum</strong> paribus, se fun<strong>de</strong>n magistralmente el pensamiento y el sentimiento <strong>de</strong> José Miguel Vicuña en<br />

perfecto ensamblaje <strong>de</strong> luci<strong>de</strong>z y fuego, <strong>de</strong> poesía y magia.<br />

En este número:<br />

● Canto a Ícaro<br />

● El Hombre <strong>de</strong> Cro-Magnon se Despereza<br />

● Otros poemas<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


José Miguel Vicuña<br />

Qué majestad<br />

sombría<br />

esta sonora<br />

presencia <strong>de</strong> carruajes<br />

caballos en tropel;<br />

goznes pesados<br />

<strong>de</strong> invierno<br />

y can<strong>de</strong>labros<br />

y pavesas<br />

y avenidas <strong>de</strong> acacias<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

La bruma<br />

taciturna<br />

su soledad,<br />

y su doliente mar<br />

por todas las llanuras <strong>de</strong>sbordado<br />

buscando cauce.<br />

Y alambradas,<br />

y gorriones dormidos,<br />

y la bruma<br />

y la tar<strong>de</strong><br />

torvamente trepando.<br />

Sonetos ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Los ídolos<br />

¡Oh, noche tan profunda en que estoy sola!<br />

Mares y vientos <strong>de</strong> tristeza.<br />

No puedo <strong>de</strong>sterrar esas imágenes,<br />

esas estatuas rotas en la niebla.<br />

Avanzo a un sol que busco sin <strong>de</strong>scanso,<br />

que no he <strong>de</strong> hallar, tal vez porque es un sueño:<br />

un sueño que soñé <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la infancia,<br />

cuando el vivir era un diáfano vuelo.<br />

Saetas ÍNDICE


Ariel Vicuña<br />

l<br />

Espuma tenue<br />

grácil<br />

piedra blanca<br />

en la espesura<br />

<strong>de</strong> los pinos<br />

ll<br />

Roca lenta<br />

grave<br />

mármol<br />

basalto estatua<br />

sumergida<br />

III<br />

Dorada aguja<br />

piedra frla<br />

turquesa<br />

mujer <strong>de</strong> bronce<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

La mujer <strong>de</strong> piedra


IV<br />

Blanca arena en<br />

el ardor<br />

ocre sol<br />

resina<br />

ágata<br />

V<br />

Piedra en el agua<br />

surco<br />

ola <strong>de</strong> arena y sal<br />

cantarina forma<br />

dormida<br />

VI<br />

Concha<br />

guijarro<br />

lento son<br />

rumor<br />

agua y piedra<br />

VII


Aurora virgen<br />

catarata roja<br />

vierte<br />

tu arena <strong>de</strong> coral<br />

juego <strong>de</strong> algas<br />

cinto ver<strong>de</strong><br />

pleamar<br />

VIII<br />

En la playa dorada<br />

junto al mar turquí<br />

abre la noche<br />

la mujer <strong>de</strong> arena<br />

me abraza<br />

lX<br />

El beso frío<br />

placentero<br />

bajo el azul constelado<br />

boca en boca<br />

noctilucas<br />

X<br />

Lumbre celeste<br />

sobre el mar<br />

relámpago<br />

piedra azul


en el cristal<br />

<strong>de</strong> las aguas<br />

Xl<br />

De tus senos<br />

piedra dura<br />

casta<br />

mana miel<br />

ambarina luz<br />

me arrebata<br />

XII<br />

Reina <strong>de</strong> alabastro<br />

torso al viento<br />

ca<strong>de</strong>ra<br />

jardin bajo la hiedra<br />

XIII<br />

Luna <strong>de</strong> jaspe<br />

noche cálida<br />

ríe conmigo<br />

en el pastizal<br />

barca <strong>de</strong> niebla<br />

caracola<br />

brisa <strong>de</strong>l mar


XIV<br />

Arroyo en la pra<strong>de</strong>ra<br />

espiga<br />

árbol <strong>de</strong> piedra fina<br />

<strong>de</strong>snuda luz<br />

XV<br />

Piedra ver<strong>de</strong><br />

en el carmín<br />

entraña<br />

suave monte y hondonada<br />

pasto en flor<br />

XVI<br />

Brilla la luna<br />

sobre el mar azul<br />

celaje<br />

canta la noche<br />

en el abismo<br />

Miguel Vicuña: Selección <strong>de</strong> Parábola reversa ÍNDICE


AUTORES<br />

Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Miguel Vicuña es filósofo y actualmente profesor <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Artes y <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>


(ARCIS). La selección <strong>de</strong> poemas que se presenta aquí forma parte <strong>de</strong> un volumen en prensa titulado<br />

Parábola reversa<br />

En este número:<br />

Selección <strong>de</strong> poemas <strong>de</strong> Parábola reversa<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Retruécano<br />

Nada labra la palabra en el labio <strong>de</strong>l bolo,<br />

nonada el hueco <strong>de</strong> la carnosa caverna.<br />

Sólo la luz tardía <strong>de</strong> la luna o el sol la nombran <strong>de</strong>s<strong>de</strong> lejos,<br />

y empínase y colapsa por las encías peladas<br />

en un vano retruécano no <strong>de</strong> razones sino <strong>de</strong> abismos tangibles,<br />

precipitando en la pérdida la corrupción purísima,<br />

la ósea certidumbre <strong>de</strong> inmaculada su sonoridad.<br />

Parabólica translación <strong>de</strong> lo nulo<br />

muda la sorda <strong>de</strong> tercia a segunda voz a primera persona,<br />

retoma la <strong>de</strong>glusión y hún<strong>de</strong>se en la escena como una rata, una<br />

sombra,<br />

así vibra en la nada su inmóvil movimiento<br />

y estírase y bosteza tantas campanadas cuantas bocanadas <strong>de</strong> su instantáneo<br />

bolo.<br />

El solaz ahógase <strong>de</strong> su sonora aspiración<br />

y queda aquiétase tras el caduco cerco perpetuo <strong>de</strong> los dientes.<br />

Diapasón ÍNDICE


AUTORES<br />

Pedro Vicuña Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996


Pedro Vicuña Navarro, actor y poeta, nació en Santiago <strong>de</strong> Chile en 1956. En 1974 ingresó a la Escuela<br />

<strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Comunicación, estudios que abandonó para trasladarse a Atenas, don<strong>de</strong> <strong>de</strong>finitivamente<br />

estudia teatro. Ese mismo año protagoniza el largometraje Las huellas <strong>de</strong> la lengua y una serie <strong>de</strong><br />

cortometrajes para televisión.<br />

Junto a sus estudios <strong>de</strong> literatura griega, publica su poema Fataj (edición bilingüe). Es contratado como<br />

actor por el Teatro Nacional <strong>de</strong> Chipre. Establece amistad con el poeta griego Odysseas Elytis, cuya<br />

obra se <strong>de</strong>dica a traducir al castellano.<br />

En Chipre publica los libros Estatuto <strong>de</strong>l amor (1980); Peris ton teikhon (1981).<br />

Posteriormente viaja a España; a su regreso a Grecia es contratado por la UNESCO para traducir al<br />

castellano la obra <strong>de</strong> George Seferis (publicada por la Colección Visor <strong>de</strong> Poesía, <strong>de</strong> España), así como<br />

el libro María la nube, <strong>de</strong> Odysseas Elytis.<br />

De regreso a Chile, enseña teatro, historia <strong>de</strong>l teatro y literatura griega. Se <strong>de</strong>sempeña como<br />

corresponsal político <strong>de</strong> medios griegos.<br />

En 1988 publica Notas <strong>de</strong> viaje (Ediciones Do<strong>cum</strong>enta).<br />

Ha trabajado como actor en el Teatro <strong>de</strong> la Universidad Católica, en el Teatro <strong>de</strong> la Memoria y en el<br />

largometraje Amnesia, trabajo por el cual recibió el premio al mejor actor en el Festival <strong>de</strong> Cine <strong>de</strong><br />

Granado, Brasil.<br />

Actualmente resi<strong>de</strong> en Chile.<br />

En este número:<br />

Selección <strong>de</strong> poemas <strong>de</strong> Fragmenta Memoriae<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

All night long Sylvia and I were<br />

making love among the trees of<br />

the English School. Down the city<br />

was like burning up beneath the bullets<br />

(<strong>de</strong> una carta <strong>de</strong> Benjamin Randos al autor)


Qué rumor <strong>de</strong> quebraduras al filo <strong>de</strong> la noche<br />

y las marejadas el estriado cielo <strong>de</strong> la balacera<br />

y la lengua en la penumbra <strong>de</strong> otras horas atisbando una pasión.<br />

En su lacerada <strong>de</strong>snu<strong>de</strong>z abrió el ángel los brazos en cruz<br />

y brillaba luminosa en sus espaldas la marca <strong>de</strong>l latigazo<br />

más allá el ponto repetía las fauces <strong>de</strong>l Averno<br />

el zumbido letal <strong>de</strong> la oscura sirena<br />

un negro carruaje <strong>de</strong> Elpénor aterido y aterrado.<br />

De otra suerte sin embargo la fragancia <strong>de</strong> los pinos<br />

toda luz penetraba el <strong>de</strong>sconsuelo


vivirás vivirás<br />

repetía en su geografía <strong>de</strong> estrella diminuta una luviérnaga in<strong>de</strong>leble<br />

y cómo prístino todo avasallaba la ruda mueca <strong>de</strong> la muerte<br />

y cómo mínima ventana imperceptible <strong>de</strong>l Jardín<br />

la humil<strong>de</strong> virtud <strong>de</strong> los coleópteros nocturnos<br />

<strong>de</strong>l dondiego<strong>de</strong>lanoche <strong>de</strong>spreciado<br />

abría la certeza <strong>de</strong> un sol erguido y vertical<br />

<strong>de</strong>shaciendo las volutas <strong>de</strong>l mal sueño.<br />

Qué humedad entonces<br />

los cuerpos sin mácula trasvasijados<br />

elevados en un soplo sonoro que magnetizaba el tiempo


<strong>de</strong>velando en la humareda el otro mundo el invisible<br />

don<strong>de</strong> la lágrima no cabe ni cabe el viento traicionero<br />

ni los torvos ojos <strong>de</strong> las mínimas pasiones seculares.<br />

Ciclo <strong>de</strong>l agua... ÍNDICE


AUTORES<br />

Edmundo Olivares<br />

PARES CUM PARIBUS No. 1, enero 1996<br />

Edmundo Olivares es escritor y publicista; es autor <strong>de</strong> un extenso trabajo interactivo y<br />

multimedia sobre la vida y obra <strong>de</strong> Pablo Neruda, elaborado en formato HyperCard. Este<br />

trabajo, <strong>de</strong>nominado "Hiper Guía Nerudiana: Una Exploración al Universo <strong>de</strong> Pablo<br />

Neruda", contiene 32 capítulos que tratan <strong>de</strong> cada aspecto <strong>de</strong> importancia relativo a la biobibliografía<br />

<strong>de</strong> Neruda, sus viajes, casas, colecciones, etc.. La "Hiper Guía Nerudiana" ha<br />

sido presentada para consulta <strong>de</strong>l público en los tres últimas Exposiciones-Homenajes<br />

<strong>de</strong>dicadas a Neruda: 1993: Universidad <strong>de</strong> Chile, Santiago, durante el Ciclo "Neruda:<br />

20Años <strong>de</strong> Ausencia"; 1994: Museo <strong>de</strong> Bellas Artes, Santiago, durante la Conmemoración<br />

<strong>de</strong> los 90 Años <strong>de</strong>l Natalicio <strong>de</strong>l Poeta; y 1995:Telefónica <strong>de</strong> España, Madrid, durante la


Exposición "Neruda Regresa a España".<br />

En este número:<br />

● Escitura creativa<br />

● Paisaje ciudadano con fondo anaranjado<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Margarita Schultz<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Margarita Schultz es Profesora Titular en la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile en las cátedras<br />

<strong>de</strong> Estética y Epistemología <strong>de</strong> la Historia <strong>de</strong>l Arte. Ha publicado numerosos artículos y ensayos en<br />

revistas chilenas y extranjeras, en suplementos literarios <strong>de</strong> diarios, sobre temas <strong>de</strong> su especialidad. Es<br />

autora <strong>de</strong> varios libros <strong>de</strong> ensayos, entre los que citamos. La Cuerda Floja. Reflexiones en torno a las<br />

artes (1990) ; La Crítica Epistemológica en Historia <strong>de</strong>l Arte (1991) ; ¿Qué significa la Música ?<br />

(1993) ; Ensayos Cotidianos (1994), etc. De su creación literaria mencionamos, La Fábula y su Jardín<br />

(1981) ; Des<strong>de</strong> el Silencio (1988).<br />

Margarita Schultz es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> este número <strong>de</strong> <strong>Pares</strong> <strong>cum</strong> paribus, la editora <strong>de</strong> Arte ; también es la Editora<br />

responsable <strong>de</strong> LA CUERDA FLOJA, Revista <strong>de</strong>l Riesgo <strong>de</strong>l Pensar, publicación electrónica quincenal


<strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>.<br />

En este número:<br />

● Severo<br />

● Imagen <strong>de</strong> Alejo García<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Pilar Clemente<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Pilar Clemente es Periodista y Profesora <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Periodismo <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong><br />

Chile. Un aspecto importante para ella es el periodismo <strong>de</strong> regiones; así, durante 1987<br />

trabajó en la Radio "Estrella <strong>de</strong>l Mar", <strong>de</strong> Ancud, en la Isla Gran<strong>de</strong> <strong>de</strong> Chiloé en sur <strong>de</strong><br />

Chile, con el fin <strong>de</strong> colaborar en un proyecto <strong>de</strong> rescate <strong>de</strong> la cultura chilota. En 1988 se<br />

traslada al norte, a la ciudad minera <strong>de</strong> Copiapó, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sempeña en el diario<br />

"Atacama", periódico regional<br />

En 1989 gana el tercer lugar <strong>de</strong>l Concurso <strong>de</strong> Cuento Infantil "Gabriela Mistral", con el<br />

relato "Los niños <strong>de</strong>l Canal Ojancos". Des<strong>de</strong> esa fecha hasta ahora, ha ganado diversos<br />

concursos literarios regionales y nacionales, don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>staca la Mención Honrosa y<br />

publicación en la antología <strong>de</strong> cuentos <strong>de</strong>dicados a los 250 años <strong>de</strong> la ciudad <strong>de</strong> Copiapó,<br />

efectuado por la Municipalidad local en 1994.<br />

En 1994, recibió el premio "Oxígeno", brindado por la Universidad <strong>de</strong> Santiago a los<br />

periodistas <strong>de</strong>dicados a los temas <strong>de</strong>l medio ambiente. En este caso, correspondió a la<br />

columna ecológica publicada durante dos años en el diario "Atacama", <strong>de</strong>nominada<br />

"Avanzando hacia la Ecología" y al programa radial "Historia, Impacto y Ambiente".<br />

En marzo <strong>de</strong> 1995 recibió el Premio a la Mejor Periodista Regional, galardón otorgado por


el Colegio <strong>de</strong> Periodistas <strong>de</strong> Chile.<br />

El cuento que ofrecemos en esta edición <strong>de</strong> PARES CUM PARIBUS, "Las muñequitas <strong>de</strong><br />

París", obtuvo el primer lugar nacional en el Concurso Literario <strong>de</strong>l Colegio <strong>de</strong> Periodistas<br />

<strong>de</strong> Chile.<br />

En esta edición:<br />

● Los niños <strong>de</strong>l canal Ojancos<br />

● Por la calle <strong>de</strong> Alcalá<br />

● El aguinaldo dieciochero<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Stephen Lines<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Stephen (Spraxlo) Lines ha sido estudiante <strong>de</strong> postgrado en la Escuela <strong>de</strong> Arte <strong>de</strong> Chicago, <strong>de</strong><br />

Antropología en la Universidad <strong>de</strong> Chicago, y Física e Inteligencia Artificial en el M.I.T.<br />

En este número:<br />

Pablo se dirige al oeste<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Jorge Estrella<br />

PARES CUM PARIBUS No. 1, enero 1996<br />

Jorge Estrella nació en Tu<strong>cum</strong>án, Argentina. Es profesor <strong>de</strong> Filosofía <strong>de</strong> las <strong>Ciencias</strong> en la<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile, don<strong>de</strong> ejerce <strong>de</strong>sda hace 20 años. Estrella ha escrito numerosos<br />

ensayos en revistas especializadas, uno <strong>de</strong> los cuales recibió el Primer Premio <strong>de</strong> Ensyo en<br />

Estados Unidos, en 1985 (Asociación <strong>de</strong> Críticos y Comentaristas <strong>de</strong> Arte). En ese mismo<br />

país, dos años antes, Estrellla había obtenido un primer premio también, pero en cuento:<br />

La Flor en la Piedra. Ha participado en congresos nacionales e internacionales en su<br />

especialidad y sus libros, publicados en Chile y Argentina, han recibido el elogio <strong>de</strong> los<br />

especialistas. Entre otros, mencionaremos Teoría <strong>de</strong> la acción, Argumentos filosóficos,<br />

Ciencia y Filosofía, etc. Estrella fue director <strong>de</strong> la revista <strong>de</strong> filosofia Ensayos y Estudios<br />

<strong>de</strong> Tu<strong>cum</strong>án y es director <strong>de</strong> la Revista <strong>de</strong> Filosofía <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Filosofía y


Humanida<strong>de</strong>s. Des<strong>de</strong> hace más <strong>de</strong> 10 años, este epistemologo mantiene un programa <strong>de</strong><br />

Historia <strong>de</strong> las <strong>Ciencias</strong> cuya difusión se hace a través <strong>de</strong> una redioemisora <strong>de</strong> Santiago.<br />

En este número:<br />

El universo abierto <strong>de</strong> Popper<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Ramón Silva Negrete<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Ramón Silva N. es sociólogo, profesor <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Sociología y <strong>de</strong> la Escuela <strong>de</strong> Periodismo<br />

<strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong> <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

En este número:<br />

El pensamiento holocrítico<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

LÁPIZ, LUZ Y PIXELS<br />

Esta exposición reúne a un grupo <strong>de</strong> artistas (profesores y titulados <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile)<br />

que comparten un centro <strong>de</strong> intereses comunes, la fotografía. Manifiestan, sin embargo, actitu<strong>de</strong>s<br />

personales frente al arte. Hace dos años aceptaron una propuesta con prevención atenta: Llevar<br />

a<strong>de</strong>lante la experiencia <strong>de</strong>l encuentro (o <strong>de</strong>sencuentro) entre su quehacer artístico fotográfico y la<br />

informática.<br />

LÁpiz , LUZ Y PIXELS nombra brevemente tres lenguajes: el arcaico <strong>de</strong>l Lápiz sobre el papel<br />

(esa presencia cálida e irregular <strong>de</strong>l trazo <strong>de</strong> carbón o grafito), el <strong>de</strong> la fotografía, grafía <strong>de</strong> la LUZ<br />

(un medio tecnológico, aumido intensamente en el suglo XX, que conserva, sin embargo, la<br />

materialidad <strong>de</strong> las herramientas, los procesos, los productos). PIXELS nombra simbólicamente el<br />

lenguaje <strong>de</strong> las imágenes producidas en computadores (con sus innúmeras posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong><br />

variación aguardando en la matriz numérica, asomando cada vez en los monitores hasta que un<br />

gesto las hace <strong>de</strong>saparecer hacia los espacios <strong>de</strong> la memoria informática).<br />

Estos lenguajes han mostrado la fecundidad <strong>de</strong> sus interacciones en las reuniones periódicas <strong>de</strong>l<br />

grupo: momentos <strong>de</strong> lectura y discusiones, anticipos <strong>de</strong> producción, así como <strong>de</strong> reconocimiento<br />

<strong>de</strong> afinida<strong>de</strong>s o disconformida<strong>de</strong>s con la naturaleza <strong>de</strong>l medio informático. La experiencia<br />

realizada pudo estimarse, precisamente, en esa íntima confrontación <strong>de</strong> lenguajes.<br />

El dibujo y la realización fotográfica forman parte <strong>de</strong> la experiencia habitual <strong>de</strong> estos artistas pero<br />

¿cómo se enfrentan al medio informático, a la naturaleza específica <strong>de</strong> sus imágenes a los modos<br />

<strong>de</strong> manipulación? ¿cómo dominan la abismante apertura que representa el po<strong>de</strong>r variar las<br />

propuestas al infinito'? ¿cómo asimilar esa notable velocidad <strong>de</strong> cambio, sin consecuencias porque<br />

la matriz <strong>de</strong> la imagen está a buen recaudo, ese ir y venir entre la i<strong>de</strong>a y sus efectos, incomparable<br />

con las técnicas productivas tradicionales? ¿qué pasa con su modo <strong>de</strong> crear, con su afectividad,<br />

con sus vínculos físicos respecto <strong>de</strong> la materia misma?<br />

La imagen es nuestro puente con la realidad. Más aún, la imagen es en cierto sentido nuestra<br />

realidad. Percibir el entorno, comunicarnos, compren<strong>de</strong>r al otro, producir ciencia o arte,<br />

<strong>de</strong>sarrollar la industria, son activida<strong>de</strong>s que reposan sobre la noción <strong>de</strong> imagen. Todas ellas son<br />

constructoras voluntarias o involuntarias <strong>de</strong> imágenes bajo el aspecto <strong>de</strong> enunciados varios acerca<br />

<strong>de</strong> lo real. Las tecnologías, entre ellas la informática, presentan nuevos conjuntos imaginarios,<br />

relaciones perceptuales y <strong>de</strong> interacción para el sujeto, que aportan noveda<strong>de</strong>s respecto <strong>de</strong> los


procesos anteriormente conocidos. Es necesario volver a pensar la imagen, buscar su nueva<br />

fisonomía. Se trata <strong>de</strong> una tarea que apenas se inicia. Las obras aquí expuestas son modos <strong>de</strong><br />

pensar estas nuevas imágenes <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la creación; son posic iones tomadas, concreciones <strong>de</strong> esta<br />

tarea.<br />

MARGARITA SCHULTZ<br />

creación y dirección <strong>de</strong>l proyecto<br />

Máquina e Imaginario ÍNDICE


José Miguel Vicuña<br />

II<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Sonetos<br />

Lancé a la luz <strong>de</strong>sesperada<br />

el grito que contiene sombra y sueño.<br />

Arcoiris, albores y relámpagos<br />

sostenían el brillo<br />

<strong>de</strong>l enrejado cerco <strong>de</strong> los rayos.<br />

Ave <strong>de</strong> ardor y <strong>de</strong> dolor, al centro<br />

<strong>de</strong> la jaula <strong>de</strong> oro, ciega canta.


Van por mis venas lágrimas <strong>de</strong> espanto,<br />

pólvora y sal, regueros <strong>de</strong> agonía;<br />

en olas <strong>de</strong> ansiedad y <strong>de</strong> porfía<br />

ahogué mi vida y sofoqué su canto.<br />

Ah, río, río <strong>de</strong> mi seco llanto,<br />

por <strong>de</strong>ntro corre tu vertiente fría;<br />

cuando los ojos brillan <strong>de</strong> alegría,<br />

muero <strong>de</strong> sombra y máscaras levanto.<br />

De todos ya me fui. Ya estoy ausente,<br />

ya navega mi sangre el malherido<br />

y ábrense nuevas llagas en mi frente.<br />

Amor, amor es todo lo que he sido.<br />

Ya pasamos, oh Tiempo, el sol es ido<br />

y la noche se va por mi corriente.<br />

V<br />

Abrir <strong>de</strong> tacto ciego, ciego verano y goce.<br />

Oh goce <strong>de</strong>l oído, mi lengua en lodo tiembla:<br />

Son brebajes y miedos, quiero golpear aldabas,<br />

<strong>de</strong>rribar el penacho <strong>de</strong> los montes <strong>de</strong> piedra.<br />

Vas, y finges, y burlas el objeto, y <strong>de</strong>scubres<br />

los nódulos sensibles <strong>de</strong> lo que el llanto oculta.<br />

Pero, ¿alcanzas -¡oh precio <strong>de</strong> los astros!- alcanzas<br />

ese nudo <strong>de</strong> luces que te <strong>de</strong>svía y turba?<br />

¿De qué silencio cae nuestra simple tristeza?<br />

Buscas, en vano, ciego, por un cruel laberinto<br />

el hálito <strong>de</strong>l verbo que se niega y rebela.<br />

Pleno estío <strong>de</strong> fuego, buscar mío en la sombra,


vas tocando los brezos <strong>de</strong>l sen<strong>de</strong>ro, tocando<br />

las yemas y los tallos, sin alcanzar su noche.<br />

VIII<br />

Este sol amarillo <strong>de</strong> laureles<br />

marca el ayer que hoy amanece vivo.<br />

Es la luz en que larvan mis oñidos<br />

la soledad don<strong>de</strong> mi tiempo muere.<br />

Es un cuchillo <strong>de</strong> ojo refulgente<br />

o la corona en que me habré dormido.<br />

Es un barco, una hoja, <strong>de</strong>sasidos<br />

<strong>de</strong>l mar <strong>de</strong> sombra y <strong>de</strong> la rama ardiente.<br />

Una hoja <strong>de</strong> rápido veneno,<br />

pura intuición, espanto <strong>de</strong> la altura,<br />

llama imantada, frío pez <strong>de</strong>l cielo.<br />

Esta amarilla luz es larva oscura<br />

<strong>de</strong> la tiniebla antigua y la futura,<br />

y lleva un sol herido <strong>de</strong> silencio.<br />

X<br />

Deja crecer las voces <strong>de</strong> la noche,<br />

crecer con hojas<br />

<strong>de</strong>sprendidas, volar, caer al sueño<br />

en el estanque<br />

don<strong>de</strong> brotan los besos <strong>de</strong>l rocío.<br />

Deja correr las lágrimas calientes<br />

<strong>de</strong> la memoria<br />

mar a<strong>de</strong>ntro, a las cámaras <strong>de</strong> oro.


Deja correr las horas enlazadas<br />

lentas, danzando,<br />

volar, volar hacia el color <strong>de</strong>l día,<br />

y en las palabras<br />

<strong>de</strong>tenerse al instante <strong>de</strong> mirarnos,<br />

y sabernos amor toda la vida.<br />

XV<br />

Antes que toda noche se levante<br />

y su ciega tiniebla nos consuma,<br />

toquemos con el sol entre la bruma<br />

el terco vino <strong>de</strong>l amor distante.<br />

De sus reflejos <strong>de</strong> arrebol quemante<br />

entre las olas rojas y la suma<br />

<strong>de</strong> sus aspas sangrantes, sólo espuma<br />

<strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> dará el molino amante.<br />

Pero el misterio <strong>de</strong>l adiós nos salva<br />

<strong>de</strong>l odio <strong>de</strong> la noche vencedora:<br />

muerto el almendro solo y a mansalva,<br />

aún su aroma el corazón añora<br />

y, vencida la tar<strong>de</strong>, aún ahora<br />

me estremecen sus oros y su malva.<br />

Poemas <strong>de</strong> Eliana Navarro ÍNDICE


AUTORES<br />

Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nació en Valparaíso en 1920. Cursó sus humanida<strong>de</strong>s en el colegio Santa Cruz <strong>de</strong> Temuco y realizó<br />

estudios <strong>de</strong> Derecho en la Universidad Católica <strong>de</strong> Chile y en la Universidad <strong>de</strong> Chile, y <strong>de</strong> Filosofía en<br />

esta última. Numerosos versos suyos han aparecido en revistas literarias <strong>de</strong> nota y en antologías.<br />

Asistió como <strong>de</strong>legada <strong>de</strong> la Sociedad <strong>de</strong> Escritores <strong>de</strong> Chile (SECH) al Congreso Mundial <strong>de</strong> Mujeres<br />

en Moscú (1963), y como <strong>de</strong>legada <strong>de</strong>l Pen Club al XXX Congreso <strong>de</strong>l Pen Club Internacional en<br />

Frankfurt. Asismismo asistió como escritora especialmente invitada al Congreso Internacional <strong>de</strong><br />

Literatura Femenina <strong>de</strong> México en 1981.<br />

Casada con el poeta José Miguel Vicuña, es madre <strong>de</strong> siete hijos y ha sido durante muchos años<br />

funcionaria <strong>de</strong> la Biblioteca <strong>de</strong>l Congreso Nacional.<br />

En este número:


Selección <strong>de</strong> poemas <strong>de</strong> La flor <strong>de</strong> la montaña<br />

Fotografía: Paz Errázuriz<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

Negra gavilla <strong>de</strong> sombras.<br />

Negra tierra, negro sol.<br />

Si el dolor color tuviera,<br />

sería negro el dolor.<br />

Ronco clamor <strong>de</strong> los montes,<br />

ronco viento, ronco son,<br />

¡ay! si el dolor se escuchara,<br />

sería ronco el dolor.<br />

Negro empañando mis ojos,<br />

ronco acallando mi voz;<br />

hondo clavado en mi carne,<br />

¿por qué me sigues, dolor?<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Saetas<br />

Salmo ÍNDICE


AUTORES<br />

Ariel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Ariel Vicuña nació en Valparaíso en 1945. A los once años escribió sus primeros versos. Poco más<br />

tar<strong>de</strong>, la Aca<strong>de</strong>mia Literaria <strong>de</strong>l Liceo Alemán, <strong>de</strong> la que formó parte, publicó algunos poemas suyos en<br />

la revista "Relieves". También la revista <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Literaria <strong>de</strong>l Instituto Nacional, a don<strong>de</strong> fue<br />

invitado, publicó versos suyos en esa época.<br />

En enero <strong>de</strong> 1985 apareció CRUEL VERDUGO, su primer libro <strong>de</strong> poemas, presentado por Humberto<br />

Díaz-Casanueva.<br />

Ariel Vicuña es también compositor <strong>de</strong> música. Como tal, ha producido diversas obras sinfónicas y <strong>de</strong><br />

cámara.<br />

En este número:<br />

La mujer <strong>de</strong> piedra<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Diapasón<br />

Temblor el estado perpetuo <strong>de</strong> la voz o persona<br />

apágase o asordina en su pequeña<br />

sorda temblorosa disipación<br />

Perpetua la voz apersónase<br />

como el pequeño apagarse <strong>de</strong> su sorda<br />

trémula disolución por el temblor<br />

Asordinada tiembla la perpetuidad<br />

<strong>de</strong> la pequeña voz apagándose<br />

que boca o bocina vuélvese<br />

sorda <strong>de</strong>l sordo temblor<br />

II ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Ciclo <strong>de</strong>l agua y antes <strong>de</strong> la voz la línea azul <strong>de</strong>l horizonte, la metamorfosis <strong>de</strong>l<br />

cielo cuando <strong>de</strong> la nada vuela fugitiva en un <strong>de</strong>seo, sobre la forma dura <strong>de</strong>l<br />

estuario, la clara sensación <strong>de</strong> la marea.<br />

Hasta que en los arenales, cuando viene el aire húmedo casi como el semen,<br />

cuando <strong>de</strong> los pinos este olor a silencio -como si una luz se doblegara- cae<br />

in<strong>de</strong>tenido sobre la memoria, una visión <strong>de</strong>snuda una caricia sin rumbo nace<br />

como nace el día.<br />

De modo que al límite <strong>de</strong>l mar, en la lenta súplica <strong>de</strong> la resaca, cuando el<br />

infortunio rodando va cambiando vestiduras, cuando la pasión avanza hacia la<br />

espuma, esta certeza casi hume<strong>de</strong>cida <strong>de</strong> haber errado en el principio, con las<br />

quemaduras <strong>de</strong> la noche y el incendio <strong>de</strong> los astros, a medida que se llena el aire<br />

<strong>de</strong> gaviotas, se diluye <strong>de</strong>rrotada, ajena, en el rumor salino en la dispersa soledad<br />

<strong>de</strong>l agua.<br />

Adon<strong>de</strong> otro espacio no hubo para el verbo sino la vastedad <strong>de</strong>l yodo y la<br />

in<strong>de</strong>cible claridad <strong>de</strong>l viento, sino la marejada el zumbar <strong>de</strong> los coleópteros a la<br />

distancia y la única virtud <strong>de</strong> las espigas.<br />

Adon<strong>de</strong> otro espacio no hubo para el verbo sino el agua, los arenales infinitos <strong>de</strong>l<br />

estuario y las galeras <strong>de</strong> los años resonando a goterones en la geometría oculta<br />

<strong>de</strong> mis cavilaciones<br />

De luna a luna... ÍNDICE


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

MÁQUINA E IMAGINARIO<br />

“... a poesía. quando construida com a consciéncia <strong>de</strong> seus processos formativos,<br />

po<strong>de</strong> transfigurar inteiramente as convenções lingüísticas, bem como transgredir os<br />

modos estabelecidos <strong>de</strong> falar e inventar uma outra sintaxe, <strong>de</strong> modo a permitir dizer o<br />

indizivel. Por que não po<strong>de</strong>riam fazer o mesmo as novas poéticas tecnológicas?<br />

Paralelamente al discurso apocalíptico <strong>de</strong> los intelectuales, se encuentra también en circulación un<br />

cierto discurso re<strong>de</strong>ntoriasta, lo suficientemente <strong>de</strong>lirante, que pregona una era <strong>de</strong> explosión<br />

creadora posibilitada por medios cada vez más avanzados colocados a disposición <strong>de</strong> los usuarios<br />

por la mo<strong>de</strong>rna industria <strong>de</strong> la electrónica. Es preciso, entre tanto, saber distinguir el trabajo <strong>de</strong>l<br />

verda<strong>de</strong>ro creador, <strong>de</strong> un lado, y la tarea <strong>de</strong>l mero operador <strong>de</strong> máquinas, <strong>de</strong> otro. El operador,<br />

categoría evi<strong>de</strong>ntemente más difundida, es una especie <strong>de</strong> “prótesis” <strong>de</strong> la máquina (él es la<br />

extensión <strong>de</strong> la máquina y no al contrario) encargado <strong>de</strong> activar sus mecanismos y ponerla en<br />

funcionamiento, <strong>de</strong> modo que pueda <strong>cum</strong>plir el programa para el que fue proyectada. En un<br />

mundo <strong>de</strong> máquinas y operadores, las primeras tien<strong>de</strong>n a tornarse el elemento hegemónico,<br />

porque a ellas cabe la tarea productiva : son cada vez más necesarias al modo <strong>de</strong> producción,<br />

indispensables, también, porque los operadores resultan <strong>de</strong>terminados por ellas, y si no<br />

prescindibles, al menos <strong>de</strong>scartables y fácilmente sustituibles. Sólo un verda<strong>de</strong>ro creador (sea<br />

artista, ingeniero o científico) pue<strong>de</strong> dar forma sensible a las mutaciones que la sociedad<br />

industrial avanzada está produciendo, tornando explícitas las nuevas relaciones (culturales,<br />

políticas, epistemológicas) que introducen las máquinas electrónicas, poniéndolas agudamente en<br />

cuestión, <strong>de</strong> modo <strong>de</strong> proporcionar conciencia <strong>de</strong> ellas a una humanidad <strong>de</strong>masiado excitada por<br />

el frenesí <strong>de</strong> los ‘vi<strong>de</strong>o games’. Sin la intervención <strong>de</strong> ese imaginario radical, toda la energía<br />

crítica y creativa <strong>de</strong> la (pos)mo<strong>de</strong>nidad permanece incubada y diluida en el marasmo <strong>de</strong>l tráfago<br />

cotidiano <strong>de</strong> los bienes culturales.”<br />

Arlindo Machado *<br />

Carla Franceschini ÍNDICE


* El Dr. Arlindo Machado es profesor en la Escuela <strong>de</strong> Comunicaciones y Artes <strong>de</strong> la Universidad<br />

<strong>de</strong> São Paulo y en el programa <strong>de</strong> Postgrado en Comunicación Semiótica <strong>de</strong> la Pontificia<br />

Universidad Católica <strong>de</strong> São Paulo. Entre sus numerosos escritos cabe <strong>de</strong>stacar : A Arte <strong>de</strong> Vi<strong>de</strong>o<br />

(De. Brasiliense, São Paulo, 1988), Máquina e Imaginario. O Desafio das poéticas tecnológicas.<br />

(EDUSP, São Paulo, 1993).


Eliana Navarro<br />

Aquí, junto a esta puerta,<br />

aquí llamo llorando.<br />

Aquí sin cuerpo llego,<br />

perdida <strong>de</strong> mí misma,<br />

perdida <strong>de</strong> mis pasos,<br />

<strong>de</strong> mi voz, <strong>de</strong> mi alma,<br />

con un sabor <strong>de</strong> muerte<br />

entre los labios.<br />

Y tú tienes un verbo sin palabras,<br />

una luz cegadora,<br />

una sombra que es áspera,<br />

un hálito <strong>de</strong> nieve,<br />

un tiempo todo llagas.<br />

Y estoy aquí llamándote<br />

como la frágil caña<br />

cuya ceniza un soplo <strong>de</strong>sparrama.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Salmo<br />

Impromptu ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Sólo soy la voz <strong>de</strong> una voz<br />

que vivió <strong>de</strong>sunida <strong>de</strong> su cuerpo<br />

falso <strong>de</strong> persona teatral<br />

o histérica, una pura<br />

gesticulación general,<br />

tal la acción o la empresa <strong>de</strong> estar vivo<br />

en medio <strong>de</strong> la apariencia <strong>de</strong> un todo que se escapa,<br />

un mero intento <strong>de</strong> balbucir<br />

o escribir en la tierra previamente preparada<br />

por la agrícola imbecilidad<br />

II<br />

III ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

De Luna a luna me quedo<br />

al silencio <strong>de</strong> la noche<br />

agua es mi fortuna<br />

cabal lógica en forma <strong>de</strong> hechicero.<br />

Agua es mi silencio<br />

y mi horizonte más sincero<br />

tus ojos <strong>de</strong> mujer encabritada.<br />

lentejas<br />

Por un plato <strong>de</strong><br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

ÍNDICE


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

CARLA FRANCESCHINI<br />

La muerte. Muerte abrupta <strong>de</strong> los sentidos. Sentidos muertos, lo inerte, ya no se siente nada.<br />

No se huele nada. No se ve nada. No se oye nada. Dejo <strong>de</strong> ser, <strong>de</strong>jo <strong>de</strong> estar...<br />

Muerte lenta y macabra <strong>de</strong> la carne, la <strong>de</strong>scomposición, la <strong>de</strong>saparición.<br />

Pero sigo estando, <strong>de</strong>jo dolor, el dolor <strong>de</strong> per<strong>de</strong>r algo que se tuvo. Dejo <strong>de</strong> ser hija,<br />

madre, hermana, esposa, amiga.<br />

El consuelo es que morimos y nos vamos al cielo, nos salen alas y volamos.<br />

Dejamos <strong>de</strong> ser para empezar a ser otros.<br />

Fotografío. Detengo un instante. Disparo. Mato el tiempo. La aniquilación <strong>de</strong>l tiempo.<br />

Asesino. El tiempo muere.<br />

La fotografía como sinónimo <strong>de</strong> muerte.<br />

Algo existe... Se fotografía... muere.<br />

Ya no es espacio. Ya no hay aire, me muero... ya no puedo.<br />

Quedé estática, <strong>de</strong>jo estático lo que quiero.<br />

Tengo un po<strong>de</strong>r insospechado, puedo acaparar imágenes. Almacenar imágenes, las<br />

poseo.<br />

Poseo un mundo, mi mundo. Un mundo estático, mío. Mi mundo propio <strong>de</strong> imágenes paralelo a<br />

este mundo común que comparto con tanta gente.<br />

Algo propio que no son sólo i<strong>de</strong>as. Se pue<strong>de</strong> ver.<br />

Un mundo <strong>de</strong> muertos que <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> existir para empezar a existir en mi universo.<br />

La muerte como medio para la vida, para otra existencia. Se <strong>de</strong>tiene, se selecciona, se<br />

purifica.<br />

Vida cotidiana convertida en algo especial.<br />

Imagen que sale <strong>de</strong> la realidad común, que se fotografía -(se asesina)-, pasa a través<br />

<strong>de</strong> mí (-mi cámara-) y se convierte.


Cecilia Jara ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

Busco tu corazón.<br />

Hacia ti vuelvo.<br />

Dame mi soledad,<br />

mi viento estremecido,<br />

mi universo.<br />

Desnuda <strong>de</strong> toda ansia,<br />

<strong>de</strong> toda vanidad,<br />

a ti me entrego.<br />

Ya no cantan mis ríos;<br />

<strong>de</strong>sfallecen.<br />

Ya no claman mis bosques.<br />

¿Es la muerte?<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Impromptu<br />

Nada respon<strong>de</strong>s.<br />

Subes, inacabable, eterno.<br />

Nada respon<strong>de</strong>s, río <strong>de</strong> sangre y sombra,<br />

pero clavado allí, yo te presiento.<br />

Obsesión ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

III<br />

Plena mi voz acompasada<br />

no es mía ni <strong>de</strong> nadie sino una voz<br />

plenificada en el compás <strong>de</strong> la<br />

ilusión <strong>de</strong> mí, como si ni yo ni mí<br />

fuera tú o cualquiera voz exacta<br />

acompasadamente fiel a este sonido<br />

<strong>de</strong> metal orquestal, roto en un laboratorio<br />

<strong>de</strong> pruebas en el espacio o el tiempo,<br />

un papel que se aja en el instante<br />

sin voluntad ni voz, sólo al compás<br />

IV ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

Por un plato <strong>de</strong> lentejas<br />

me he avecindado en este barrio<br />

y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces<br />

las calles me parecen más oscuras<br />

los días más largos<br />

el sueño más pesado.<br />

Por un plato <strong>de</strong> lentejas<br />

quién lo diría<br />

un plato <strong>de</strong> lentejas azumagado<br />

que <strong>de</strong> sólo pensar<br />

en llevármelo a la boca<br />

se me enturbian los pasos.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Kypseli, Atenas, 1978<br />

Porque hay sucesos fríos... ÍNDICE


AUTORES<br />

Carla Franceschini<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nacida en Santiago en 1965. Licenciada en Artes Plásticas con mención en Fotografía. Des<strong>de</strong> 1989<br />

ejerce la docencia en Fotografía en diversos establecimientos como colegios e institutos profesionales.<br />

Exposiciones:<br />

● 1988. "Percepciones vitales". Instituto Cultural <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong>l Estado.<br />

● 1989. "Convergente". Instituto Chileno-Norteamamericano.<br />

● "1989 "10 Fotógrafos". Instituto Chileno-Norteamericano.<br />

● 1991. "Homenaje a Daguerre". Centro Cultural Los An<strong>de</strong>s.<br />

● 1992. "La Mirada Fotográfica". Casa Central <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

● 1992. "Juvenalia". Madrid, España.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


CARLA FRANCESCHINI


El grano, la célula<br />

CECILIA JARA<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Sin <strong>de</strong>sestimar la po<strong>de</strong>rosa acción <strong>de</strong> la luz sobre los objetos, realmente es la sombra<br />

la que los <strong>de</strong>limita. Es la sombra la que proporciona profundidad y textura. Es la<br />

sombra la que se hace aparente y visible en la copia fotográfica.<br />

La luz baña los objetos, pero la sombra los mo<strong>de</strong>la.<br />

La partícula <strong>de</strong> sombra, la partícula mo<strong>de</strong>ladora es el grano; aquel que en su<br />

multiplicación con forma espacio, <strong>de</strong>limita planos. En el macrocosmos el grano es<br />

una partícula, una unidad conformadora <strong>de</strong>l todo: una célula. Y en un viaje a la<br />

inversa, al microcosmos, ¿se convierte esta célula entonces es un universo?<br />

¿Es divisible esta partícula?<br />

¿Encierra en su interior otros cosmos?.<br />

Lea Kleiner ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Obsesión<br />

Camino entre casas <strong>de</strong> cartón,<br />

entre gentes sin alma.<br />

Dentro <strong>de</strong> mí resuena la música <strong>de</strong>l mar,<br />

el viento <strong>de</strong> la estepa,<br />

el rumor <strong>de</strong> árboles azotados.<br />

Sólo tu nombre quiero <strong>de</strong>cir alto,<br />

<strong>de</strong>cirlo muchas veces,<br />

escucharlo volar como un pájaro ciego<br />

rasgando las pare<strong>de</strong>s;<br />

repetirlo<br />

como un rezo <strong>de</strong> salvación,<br />

como un canto <strong>de</strong> amor,<br />

cuando la soledad<br />

con su voraz marea me <strong>de</strong>rriba<br />

y se quiebra la máscara<br />

<strong>de</strong>shecha por mi llanto.<br />

Pleamar ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

IV<br />

Quiebre o requiebro <strong>de</strong> la costumbre<br />

este efecto posible <strong>de</strong> los armónicos<br />

que me tienen oída, prematuramente nacida,<br />

si es signo ese ronquido,<br />

si parece emoción esta torsión calculada,<br />

sólo es la prueba <strong>de</strong> que puedo borrar,<br />

difuminar en la ampliación todo el aire, la visión<br />

<strong>de</strong> que nadie me escucha,<br />

me come nadie que me impulsa<br />

a insistir en esta horrenda, la aguda, la<br />

persuasiva voz<br />

V ÍNDICE


Pedro Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Porque hay sucesos fríos como el agua olvidada o como las tazas<br />

arrinconadas en los armarios, porque hay sucesos fríos como los<br />

lúgubres encuentros en casa <strong>de</strong> René, sucesos fríos como lágrimas<br />

ajenas a la lluvia. Porque hay salones con mortíferas parodias, porque<br />

hay casas y risas sumergidas en formalina y hay corazones golpeando<br />

nada más que por costumbre. Porque hay asuntos extravagantes como<br />

olvidarse <strong>de</strong> amar a los ríos, como olvidarse <strong>de</strong> saludar<br />

enamoradamente a las azucenas. Porque entran en los comedores<br />

ráfagas <strong>de</strong> tiempo espeso y <strong>de</strong>svanecido y acu<strong>de</strong>n a las mesas gentes<br />

que apenas sospechan el misterio <strong>de</strong> la parra. Porque hace tiempo,<br />

siglos inconmesurables, que las cosas suce<strong>de</strong>n lejos, lejos <strong>de</strong>l vientre<br />

taciturno <strong>de</strong> las rocas, porque hace tiempo que las cosas suce<strong>de</strong>n<br />

ignorantes <strong>de</strong> lenguajes primordiales, que suce<strong>de</strong>n ajenas al agua<br />

inicial, porque suce<strong>de</strong> que hay quienes reniegan <strong>de</strong> sus orígenes<br />

silvestres, porque hace tiempo, enjambres <strong>de</strong> horas, <strong>de</strong> días, <strong>de</strong> años,<br />

que las cosas suce<strong>de</strong>n lejos; muy lejos <strong>de</strong> la espesa campanada <strong>de</strong> la<br />

vida. Por esto. Por estas y por muchas otras razones. Razones<br />

igualmente entumecidas, razones igualmente <strong>de</strong>steñidas, razones<br />

igualmente aceptadas sin <strong>de</strong>scaro, por estas y por muchas otras<br />

razones que sería penoso, lloviznero y otoñal enumerar, he acudido<br />

silenciosamente a enfrentar las algas, a acariciar los moluscos y a<br />

recostarme en el murmullo inmemorial <strong>de</strong> los guijarros, he acudido<br />

aquí, frente al mar, con el corazón rojo y jugoso como una cereza, he<br />

acudido sólo a discernir la teleología <strong>de</strong> las olas.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


AUTORES<br />

Cecilia Jara<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Fotógrafa chilena. Nacida en Santiago en 1965. Ingresó a la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes don<strong>de</strong> fue alumna <strong>de</strong><br />

Sonia López y Enrique Zamudio. Allí obtuvo su Licenciatura en Artes Plásticas con mención en<br />

Fotografía en 1991. Ha realizado fotografía comercial y artística. Se <strong>de</strong>sempeña actualmente en el Liceo<br />

Experimental Artístico <strong>de</strong> Santiago. Ha participado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1988 en nuumerosas exposiciones colectivas e<br />

individuales.<br />

● 1988. "Percepciones vitales". Instituto Cultural <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong>l Estado.<br />

● 1988. "Comedia <strong>de</strong>l Arte" (individual).<br />

● 1989. "Convergente". Instituto Chileno-Norteamericano <strong>de</strong> Santiago.<br />

● 1991. "La visión fotográfica en el Retrato". Centro Cultural para la Juventud. Provi<strong>de</strong>ncia<br />

(individual).<br />

● 1992. "La mirada fotográfica". Casa Central. Universidad <strong>de</strong> Chile.


PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


CECILIA JARA


Los grados <strong>de</strong> la espera<br />

LEA KLEINER<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Me motiva el contacto directo con el material a través <strong>de</strong> la herramienta. No me<br />

motiva el contacto indirecto con el or<strong>de</strong>nador, me impone esperar una respuesta<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> el momento que apreto la tecla. Esto me hace reflexionar alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> "los<br />

tiempos" en la gestación <strong>de</strong> una obra <strong>de</strong> arte.<br />

Hacer un dibujo.<br />

El lápiz sobre papel, gesta una respuesta inmediata.<br />

Pintar con agua es igual <strong>de</strong> inmediato.<br />

Tomar una fotografía, es ver y obturar.<br />

Hacer una matriz para imprimir es ya más indirecto, el dibujo en la plancha<br />

invertido.<br />

El or<strong>de</strong>nador elabora en silencio, a<strong>de</strong>ntro, y se <strong>de</strong>mora <strong>de</strong> acuerdo a su capacidad en<br />

darme una respuesta, ese es el tiempo <strong>de</strong> espera más largo.<br />

Sonia López ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Pleamar<br />

Inmóviles las manos, el cuerpo abandonado,<br />

así, cerrar los ojos y <strong>de</strong>jarse abatir por la tormenta.<br />

Antiguas voces llaman. Ya no es hora.<br />

Sangre, amor, amistad, ternura, ¡fuera!<br />

No quiero vuestros rostros <strong>de</strong> alegría,<br />

vuestras sedientas máscaras <strong>de</strong> cera.<br />

Dejadme así, tan sola, primitiva, salvaje,<br />

dueña <strong>de</strong> mi coraje y <strong>de</strong> mi fuerza.<br />

El aluvión me arrastra;<br />

en él, alegre, quieta,<br />

camino hacia la muerte.<br />

Una voz ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

V<br />

Vuélvase esta lengua <strong>de</strong>l revés<br />

y se escuchará en su palpitación<br />

el blanco reverso <strong>de</strong> la metáfora<br />

la pura cara <strong>de</strong> la oscura<br />

disipándose en la estri<strong>de</strong>ncia<br />

VIII ÍNDICE


AUTORES<br />

Lea Kleiner<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996


Nació en Zagreb, Yugoslavia; vive y trabaja en Santiago, Chile, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1939. Estudió en la Escuela <strong>de</strong><br />

Artes Aplicadas <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile y obtuvo el título <strong>de</strong> artífice en Decoración <strong>de</strong> Interiores<br />

Es acuarelista, fotógrafa y grabadora y docente <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

1952.<br />

Ha participado en numerosas exposiciones colectivas <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong>l país.<br />

Obras y Trayectoria :<br />

● 1984. Fotografía, Las calas, blanco y negro, sala "Arturo edwards" <strong>de</strong>l Instituto Chileno Británico<br />

<strong>de</strong> Cultura, Santiago, Chile.<br />

● 1987. Acuarela, sala "Escuela Mo<strong>de</strong>rna <strong>de</strong> Música", Santiago <strong>de</strong> Chile.<br />

● "1987 Recibe el Premio <strong>de</strong> la Crítica <strong>de</strong>l círculo <strong>de</strong> Críticos <strong>de</strong> Arte.<br />

● 1990. Acuarela, "Galería Espacioarte", Santiago, Chile.<br />

● 1991. Fotografía, "A través <strong>de</strong>l agua", color negativo; sala estación metro <strong>de</strong>l Instituto Chileno<br />

Británico <strong>de</strong> Cultura, Santiago, Chile.<br />

● 1992. Acuarela, galería "El Caballo ver<strong>de</strong>", Concepción, Chile.<br />

● 1992 Se adjudica el proyecto <strong>de</strong> creación artística DTI "Creando papeles hechos a mano".<br />

● 1992 Se adjudica el concurso Fon<strong>de</strong>c "Papel hecho a mano para uso con fines artísticos".<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


LEA KLEINER


SONIA LÓPEZ<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Mi primera experiencia directa con las imágenes electrónicas fue en el año 1989.<br />

Necesitábamos hacer rápidamente el catálogo para la exposición fotográfica CON-<br />

VER-GENTE, que incluía muchos textos e imágenes. Y se logró hacerlo.<br />

Después, a lo lejos, miraba y admiraba las pinturas digitales <strong>de</strong> Gonzalo Mezza.<br />

Conversaba con José Luis Rojas <strong>de</strong> computación.<br />

Otra aproximación más cercana a la imagen electrónica fotográfica, fue durante el<br />

Seminario realizado en Chile, en 1994, por el especialista Dean Collins. Aquí trabajé,<br />

brevemente, con una cámara electrónica Nikon. La que transmitía directamente al<br />

sistema computacional Macintosh la imagen lograda.<br />

Paralelamente en el Seminario "Lápiz, luz y pixels", participaba en el análisis <strong>de</strong><br />

posibilida<strong>de</strong>s y más posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> imágenes. Hasta que en el año 1995, pu<strong>de</strong><br />

trabajar en tomas sistemáticas, con una cámara electrónica Quick Take, dibujar<br />

digitalmente y reelaborar las imágenes en un computador Apple, con su<br />

correspondiente impresora Blanco Negro.<br />

¿Qué dibujaba? Árboles. Eran los pinos <strong>de</strong> la costa, <strong>de</strong> mis queridos lugares cercanos<br />

a Sta. Cruz. Y ¿qué fotografiaba electrónicamente? A mi primera amiga, que por<br />

tantos años estaba ahí <strong>de</strong>s<strong>de</strong> pequeña, en el centro <strong>de</strong> la estructura -metálicaarquitectónica-<br />

inconclusa <strong>de</strong> Las Encinas 3370. La palmera crecía. El sol la ro<strong>de</strong>aba<br />

cada día, un "día" le cortaron las ramas <strong>de</strong> abajo, le hicieron alre<strong>de</strong>dor una fosa,<br />

porque iban a construir la biblioteca. Y por lo tanto, ella <strong>de</strong>bía irse.<br />

La edificación cercana, el encierro con ma<strong>de</strong>ras, fue quedando en las imágenes<br />

electrónicas. Yo iba recuperando a la palmera amenazada... su imagen... en el<br />

computador.<br />

Este proceso fue seguido en el seminario, y por otros colaboradores, los arcángeles,<br />

ángeles y serafines terrenales, que hicieron posible que la palmera siguiera ahí, en el


centro, ahora libre y majestuosa al lado <strong>de</strong> la nueva biblioteca. Y también fue<br />

registrado en un sinnúmero <strong>de</strong> imágenes electrónicas, que encarnan las fuerzas<br />

emergentes <strong>de</strong> la recuperada palmera.<br />

María Paz Mellado ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

Sabía que existía esa voz,<br />

esa clara voz mágica;<br />

que me estaba llamando<br />

con las varas <strong>de</strong>l mimbre<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las nubes,<br />

cerca <strong>de</strong> las estrellas rezagadas.<br />

Sabía que venía,<br />

corriendo sobre el viento<br />

para besar jugando mis cabellos.<br />

Tanta sombra y ceniza.<br />

Tanta noche.<br />

Ya no puedo escucharla.<br />

Y todo me parece <strong>de</strong> raíz arrancado,<br />

campo <strong>de</strong> sal, abierto páramo,<br />

camino,<br />

camino con mi sangre comprado.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Una voz<br />

His voice was like the voice of my own soul.<br />

El espejo ÍNDICE<br />

SHELLEY


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

VIII<br />

La <strong>de</strong>scomposición <strong>de</strong> las generaciones<br />

acalla el mendigo con respeto<br />

Es la hora <strong>de</strong>l señor en esta Plaza<br />

<strong>de</strong> la ciudad que es otra y no es ninguna<br />

Vano el nombre <strong>de</strong> la ruina<br />

incan<strong>de</strong>scencia romana o cartaginesa<br />

imaginarios fosos y <strong>de</strong>fensas<br />

contra el olvido <strong>de</strong>l sueño interminable<br />

XII ÍNDICE


AUTORES<br />

Sonia López<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nació en Santiago <strong>de</strong> Chile. Estudió Licenciatura en Artes Plásticas e Historia <strong>de</strong>l Arte en la<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

● 1981-1982. Fotografía color "El arte en Estados Unidos". Parque Metropolitano <strong>de</strong> Santiago-<br />

Instituto Chileno-Norteamericano <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong> Santiago y Valparaíso.<br />

● 1984-1986. Fotografía color "Hacia la costa". Instituto Chileno-Norteamericano <strong>de</strong> Cultura <strong>de</strong><br />

Santiago.<br />

● "1988. Fotografía color "Argentina". Instituto Chileno-Norteamericano <strong>de</strong> Santiago.


● 1992. Fotografía color "Fiesta <strong>de</strong> la Tirana". Instituto Chileno-Británico <strong>de</strong> Santiago<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


SONIA LÓPEZ


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

MARÍA PAZ MELLADO<br />

Cuando nos enfrentamos a un computador y observamos su pantalla, su teclado (una<br />

extraña simbiosis entre televisor y máquina <strong>de</strong> escribir), nos sentimos atraídos por<br />

esa asociación <strong>de</strong> formas, pero a la vez sabemos que allí <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> nosotros está un<br />

<strong>de</strong>sconocido, con un potencial enorme, <strong>de</strong> posibilida<strong>de</strong>s infinitas para po<strong>de</strong>r usar.<br />

Mi primera experiencia, y la más extensa que he tenido con un computador, ha sido<br />

usarlo como "procesador <strong>de</strong> textos". La experiencia fue inquietante. Todo podía ser<br />

controlado, en segundos modificado al momento editado. Volver atrás ya era<br />

imposible. Comenzaba a familiarizarme con un sistema interactivo, don<strong>de</strong> fluían<br />

paralelamente: información y creatividad. Información que va <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el computador<br />

hacia mí y <strong>de</strong> mí hacia él, como una respuesta a una pregunta. Creatividad que es el<br />

momento don<strong>de</strong> ambos nos po<strong>de</strong>mos tocar, casi acariciar, es cuando él me sorpren<strong>de</strong>,<br />

me reactiva y no me <strong>de</strong>ja escapar.<br />

¿Qué es un computador?<br />

No es una máquina, no es un aparato,<br />

no es un artefacto. Por sí solo no es ninguna<br />

<strong>de</strong> estas cosas, pero es a la vez un poco <strong>de</strong> todas ellas.<br />

Digo que él me sorpren<strong>de</strong>, me reactiva cuando toma una dimensión casi insospechada<br />

<strong>de</strong> creatividad, partiendo <strong>de</strong> una imagen que pue<strong>de</strong> ser rescatada <strong>de</strong> una fotografía o <strong>de</strong><br />

un dibujo etc. Como información base para otra obra. Y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento las<br />

posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> crear un nueva obra una tras otra, son como notas musicales, sin<br />

limites en sus armonías; un mosaico, estructurado en números pero visualizados<br />

perfectamente como una nueva expresión artística. No es un dibujo. No es una<br />

fotografía, no es ni lo uno ni lo otro, pero <strong>de</strong> ambos se pue<strong>de</strong> reconocer su origen.<br />

Existe un origen.


Pero la "imagen digital", aquella que nace <strong>de</strong> un computador <strong>de</strong>be buscar su esencia<br />

creadora, tal como lo hizo un día la fotografía, apartándose <strong>de</strong> la Pintura y encontrar<br />

su expresión auténtica.<br />

Es ése, creo, el camino que estamos <strong>de</strong>scubriendo muy respetuosamente, en algunos<br />

casos hasta con temor.<br />

El mundo <strong>de</strong> la informática en el Arte, es tan atrayente y seductor como frío y<br />

enigmático. No <strong>de</strong>splaza a otras áreas <strong>de</strong>l arte visual, sino al contrario, las llena <strong>de</strong><br />

potencial, <strong>de</strong> exuberante imaginación y no se <strong>de</strong>tiene.<br />

Es el momento <strong>de</strong> saludar a un nuevo Arte.<br />

Fernando Orrego ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

El espejo<br />

Hacia a<strong>de</strong>ntro, muy hondo,<br />

don<strong>de</strong> la risa tiene el temblor <strong>de</strong>l sollozo,<br />

don<strong>de</strong> los ojos miran sin temor <strong>de</strong> mirarse,<br />

me contemplo al espejo <strong>de</strong> imágenes borradas,<br />

y ya no sé quién soy,<br />

ni qué río me arrastra,<br />

ni qué fulgor me ciega.<br />

Quisiera huir don<strong>de</strong> el sol consuma<br />

los ríos <strong>de</strong> mi sangre,<br />

don<strong>de</strong> el mar incansable<br />

sus espumas levante,<br />

don<strong>de</strong> el viento, con bárbara armonía<br />

cante, y cante.<br />

A José Echeverría<br />

Quinteto en la menor ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

XII<br />

Por la boca cógese la nada<br />

mordiéndose la loca bocina<br />

toda entrecortada la lengua<br />

cógese y jó<strong>de</strong>se cerrada o abierta<br />

No entran moscas por este estómago<br />

generoso universo <strong>de</strong> la pérdida<br />

vuélvese la propia lengua fosa<br />

<strong>de</strong>l gran<strong>de</strong> pez nadando en la nada<br />

Cógese la cola la loca<br />

como si fuese una mordida<br />

por la nada la lengua su perdida voz<br />

abriéndose cortada por la boca cerrada<br />

Cuerpo <strong>de</strong>l común ÍNDICE


Exposiciones individuales :<br />

AUTORES<br />

María Paz Mellado<br />

● 1988. "Dimensiones", Instituto Chileno Norteamericano.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996


● 1989. "Realida<strong>de</strong>s Poéticas", Instituto Cultural <strong>de</strong> Provi<strong>de</strong>ncia.<br />

● "1991 "La mujer chilena", Instituto Goethe.<br />

Exposiciones colectivas<br />

● 1988. "Percepcines vitales", Instituto Cultural <strong>de</strong>l Banco <strong>de</strong>l Estado.<br />

● 1991. "Homenaje a Daguerre", Centro Cultural <strong>de</strong> los An<strong>de</strong>s.<br />

● 1992 "La mirada fotográfica"; Casa Central, Universidad <strong>de</strong> Chile<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


MARÍA PAZ MELLADO


El vuelo<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

FERNANDO ORREGO<br />

La naturaleza enseña sin razonamiento alguno a los que saltan que, para elevarse, se<br />

alzan los brazos y los hombros impetuosamente; estos se mueven juntos con una<br />

parte <strong>de</strong>l cuerpo para levantarle y llevarle hacia arriba hasta que el esfuerzo haya<br />

cesado; este esfuerzo, acompañado <strong>de</strong> una distensión <strong>de</strong>l cuerpo tenso como un<br />

resorte a lo largo <strong>de</strong> los riñones, juntándose en las coyunturas <strong>de</strong> los muslos, las<br />

rodillas y los pies, <strong>de</strong>scribe una oblicua inclinada hacia a<strong>de</strong>lante con tensión hacia<br />

arriba. El movimiento <strong>de</strong>stinado a llevar hacia a<strong>de</strong>lante, lleva efectivamente al que<br />

salta, y el movimiento <strong>de</strong>stinado a elevar, alza el cuerpo haciéndole formar un gran<br />

arco, que es el mismo <strong>de</strong>l movimiento que se hace al saltar. (1)<br />

El hombre quiere alcanzar su plenitud como tal por encima <strong>de</strong> sus limitaciones<br />

concretas; quiere remontarse por sobre sus miserias, conocer nuevas realida<strong>de</strong>s<br />

transcen<strong>de</strong>ntes, entrar en diálogo con el misterio. Las alas proclaman la capacidad,<br />

la fuerza profunda <strong>de</strong> la voluntad humana. Un sueño hecho realidad, el vuelo. (2)<br />

Sólo quien ama vuela. Pero, ¿quién ama tanto<br />

que sea como el pájaro más leve y fugitivo?<br />

Hundiendo va este odio reinante todo cuanto<br />

quisiera remontarse directamente vivo.<br />

Amar... Pero, ¿quién ama? Volar... Pero, ¿quién vuela?<br />

conquistar el azul ávido <strong>de</strong> plumaje,<br />

pero el amor, abajo siempre, se <strong>de</strong>sconsuela<br />

<strong>de</strong> no encontrar las alas que da cierto coraje. (3)


María <strong>de</strong> la Luz Torres ÍNDICE<br />

(1) Fragmento <strong>de</strong>l "Tratado <strong>de</strong> la Pintura" <strong>de</strong> Leonardo Da Vinci.<br />

(2) Análisis <strong>de</strong> la Obra "Alsino" <strong>de</strong> Pedro Prado por Betty Rojas.<br />

(3) Poema "Vuelo" <strong>de</strong> Miguel Hernán<strong>de</strong>z.


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Quinteto en la menor<br />

Tú, voz fugaz, soledad, adiós.<br />

Dentro, pura, la llama se consume.<br />

Ascien<strong>de</strong>, lento, el mar su extraña música.<br />

La lágrima quemante, su perfume.<br />

En el cristal los ojos <strong>de</strong> la lluvia.<br />

Anillo ÍNDICE


Miguel Vicuña<br />

Este cuerpo explosivo<br />

pálido reflejo <strong>de</strong> la cándida<br />

irrupción<br />

rómpese y quiebra<br />

según el antojo<br />

cándido <strong>de</strong> la explosión<br />

marca que no <strong>de</strong>ja huella<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Cuerpo <strong>de</strong>l común<br />

Sus movimientos<br />

tan comunes como el flujo <strong>de</strong>l río<br />

que quiebra y rómpese al antojo<br />

<strong>de</strong> las quebradas rocas<br />

pura pálida vez<br />

luz no son ni movimiento<br />

quebrada voz<br />

En el flujo retorna<br />

a su nada <strong>de</strong> fuente<br />

cuerpo <strong>de</strong>l común<br />

oh cándida horrenda<br />

Pedro Vicuña: Poemas <strong>de</strong> Fragmenta Memoriae ÍNDICE


AUTORES<br />

Fernando Orrego Galaz<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nació en Santiago el año 1961, estudió en la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile la carrera <strong>de</strong><br />

Artífice con mención en Publicidad Gráfica y Licenciatura en Artes Plásticas especialidad en Fotografía.<br />

Académico <strong>de</strong> la <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes <strong>de</strong> la Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

Trabajos :<br />

● 1995. "Espacios Gráficos", exposición colectiva <strong>de</strong> profesores <strong>de</strong>l Instituto <strong>de</strong> Arte


Contemporáneo. Instituto Chileno Norteamericano, Santiago, Chile.<br />

● 1995. "FeriArte", Exposición a beneficio <strong>de</strong> Alejandra Raposo, Galería <strong>de</strong> Arte Enrico Bucci y<br />

Corporación Cultural <strong>de</strong> La Reina, Santiago, Chile.<br />

● 1994 "Pintando con los niños", fotografías, Museo Nacional <strong>de</strong> Bellas Artes, Santiago, Chile.<br />

● 1994 "Presencia", Salón ver<strong>de</strong>, Escuela E No. 9, Puerto Aysén; Casa <strong>de</strong> la cultura <strong>de</strong> Coyhaique,<br />

XI Región, Chile.<br />

● 1994 "Hacer imagen", Colegio Internacional SEK-Chile.<br />

● 1994 "La Otra Ciudad", Sala Nueva, Instituto Chileno Norteamericano, Santiago, Chile.<br />

● 1994 Muestra Interdisciplinaria <strong>de</strong> los Académicos <strong>de</strong>l D.A.P., <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes, Universidad <strong>de</strong><br />

Chile.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


FERNANDO ORREGO


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

MARÍA DE LA LUZ TORRES<br />

C O N T R A P U N T O<br />

T E M P L E - D E S T E M P L E<br />

1 Dos maneras <strong>de</strong> temple son buenas, una mejor que la otra. Para el<br />

2 ...significa dirigir nuestros esfuerzos al establecimiento <strong>de</strong> coherencias<br />

3 Nadie encien<strong>de</strong> una lámpara para escon<strong>de</strong>rla o taparla con<br />

4 primer temple toma la clara y la yema <strong>de</strong> un huevo, júntale algunos<br />

5 no a su disolución y disección. Los científicos creen difícil<br />

6 algo, sino que le pone en el can<strong>de</strong>lero


7 tallos <strong>de</strong> higuera y bátelo todo junto. Después pon <strong>de</strong> ésto en<br />

8 la realización <strong>de</strong> ese esfuerzo por las vías <strong>de</strong> la ciencias.<br />

9 para los que entren vean la claridad.<br />

10 el vasito <strong>de</strong> color con mo<strong>de</strong>ración, ni mucho ni poco,<br />

11 No pue<strong>de</strong>n evitar una especialización creciente y se ven obligados<br />

12 La lámpara <strong>de</strong> tu cuerpo es tu ojo.<br />

13 como sería un vino medio aguado. Y <strong>de</strong>spués trabaja<br />

14 a proce<strong>de</strong>r analíticamente en sus investigaciones. El progreso<br />

15 Si tu ojo es claro<br />

16 con tus colores o blanco o ver<strong>de</strong>, o rojo, como te enseñé pero<br />

17 en los conocimientos materiales exige el método analítico<br />

18 aprovecha la luz. Pero


19 conduciéndote en los vestidos como al fresco se hace pero ahora<br />

20...las ciencias <strong>de</strong>berían solicitar la ayuda <strong>de</strong> las faculta<strong>de</strong>s sinópticas<br />

21 si es malo<br />

22 con temple, sin esperar a que se enjugue. Si pones <strong>de</strong>masiado temple<br />

23 <strong>de</strong> las artes cuya función ha sido siempre concentrar, <strong>de</strong>stilar<br />

24 tu cuerpo<br />

25 verás que pronto escupe el muro los colores, sé avisado y práctico.<br />

26 la esencia existente en los fenómenos; buscar la integración<br />

27 está también<br />

G. Iñaki Uribarri ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

¡Qué jauría salvaje! La oigo rugir<br />

y estoy ausente, sola, tan ajena.<br />

Los chacales que rondan en mi noche<br />

no tocan, no <strong>de</strong>sgarran; sólo acechan.<br />

Sí, tú, diente feroz, podrida hiena,<br />

que con tu agudo hocico<br />

olfateas mi huella.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Anillo<br />

Oh, padre, padre amado, cuánto ansío tu mano<br />

sobre mi cabellera.<br />

Oh, dulce amigo,<br />

arrebatado a mí por la tormenta,<br />

rompa tu fuerte abrazo<br />

este anillo <strong>de</strong> llamas que me cerca.<br />

Y tú, muerte que retroce<strong>de</strong>s,<br />

ven, acércate, hiere!<br />

que tu río me invada, me avasalle,<br />

y me arrastre por siempre entre su gleba.<br />

Nocturno ÍNDICE


AUTORES<br />

María <strong>de</strong> la Luz Torres B.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996


Nació en Santiago <strong>de</strong> Chile el año 1943.<br />

Licenciada en Artes Plásticas, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes, Universidad <strong>de</strong> Chile. Académica <strong>de</strong>l D.A.P., <strong>Facultad</strong><br />

<strong>de</strong> Artes, Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

Trabajos :<br />

● 1994-1996 Seminario "Lápiz, luz y pixels", D.A.P., Universidad <strong>de</strong> Chile. Dirigido por Margarita<br />

Schultz L., Instituto Cultural <strong>de</strong> Provi<strong>de</strong>ncia, Santiago <strong>de</strong> Chile.<br />

● 1993-1996 Seminario "Teoría y ten<strong>de</strong>ncias en los estudios <strong>de</strong> Género". Cruce multidisciplinario,<br />

<strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> <strong>Ciencias</strong> <strong>Sociales</strong>, Universidad <strong>de</strong> Chile. Dirige Sonia Montecino.<br />

● 1993-1995 Proyecto <strong>de</strong> Creación Artística D.T.I. "Estos papeles <strong>de</strong>l ayer" (literatura), Sala D.T.I.,<br />

Torre 15, Universidad <strong>de</strong> Chile.<br />

● 1992 Exposición colectiva fotográfica "La mirada fotográfica", Casa Central, Universidad <strong>de</strong><br />

Chile, Santiago.<br />

● 1992 Seminario <strong>de</strong> fotografía, D.A.P., <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes, Universidad <strong>de</strong> Chile. Dirigido por<br />

Adrian Ford, <strong>de</strong> la Real escuela <strong>de</strong> Arte <strong>de</strong> Londres, Inglaterra, Santiago <strong>de</strong> Chile.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


MARÍA DE LA LUZ TORRES


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

1 La segunda manera <strong>de</strong> temple es solamente con yema <strong>de</strong> huevo; y sabe<br />

2 a través <strong>de</strong> una percepción intuitiva, ver las cosas en perspectiva y<br />

3 en tiniebla<br />

4 que éste es temple universal para el muro, la tabla, el hierro; y no<br />

5 cómo al expresarlas con la máxima y más íntima precisión<br />

6 Cuida pues<br />

7 se pue<strong>de</strong> dar mucho <strong>de</strong> él, pero tú sé cuerdo y toma el término medio<br />

8 se <strong>de</strong>spren<strong>de</strong> la evolución <strong>de</strong>l lenguaje. Dominio equivale a forma.<br />

9 que la luz<br />

10 ..y <strong>de</strong>spués con azul ultrumar puro, toca el más oscuro <strong>de</strong> los pliegues<br />

11 La forma que va surgiendo a partir <strong>de</strong> cualquier material elaborado


12 que hay en tí<br />

13 y <strong>de</strong> los extremos, y así, " lamiendo a pincel " el vestido<br />

14 con un cuidado laborioso y calmado, constituye el último santuario<br />

15 no se vuelva oscuridad.<br />

16 según los sitios <strong>de</strong> él y su color, sin ensuciar un color con otro,<br />

17 <strong>de</strong> la expresión humana nuestra última <strong>de</strong>fensa contra la invasión<br />

18 Pues si tu ojo se abre a la luz<br />

19 más con dulzura. Y hazlo asi mismo con laca o cualquier color<br />

20 <strong>de</strong> los lugares comunes tecnocráticos y contra las ilimitadas<br />

21 y no queda en él algo oscuro todo en ti será<br />

22 que uses


23 discusiones analíticas que amenazan con asfixiar la voz<br />

24 plena luz como cuando la lámpara<br />

25 en seco.<br />

26 humana.<br />

27 te<br />

ilumina.<br />

BIBLIOGRAFIA<br />

1.- Cennino Cennini. - El Tratado <strong>de</strong> la Pintura. ( Pág. 64 - 65 )<br />

2.- Erich Kahler. - La Desintegración <strong>de</strong> la forma en el Arte. ( Pág. Final )<br />

3.- La Biblia. - Nuevo Testamento<br />

Sn. Lucas XI 33 -36.<br />

Edic. Pastoral - Edic. Mundo 1986.


G. IÑAKI URIBARRI<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Las manos ponen en contacto el alma <strong>de</strong>l hombre con el alma <strong>de</strong> las cosas<br />

Cuando dibujamos y cada línea fluye directamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el centro <strong>de</strong>l alma, este acto tan básico<br />

nos aproxima al gesto <strong>de</strong> los primeros habitantes.<br />

El dibujo es un vehículo que moviliza hacia el presente o hacia la superficie jirones <strong>de</strong> nuestra<br />

primera forma rescatando arcaicas señales, como un soplo que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> aquella oscura noche.<br />

Nuestra visualidad es fragmentada, está compuesta <strong>de</strong> trozos <strong>de</strong> memoria, realidad, <strong>de</strong><br />

imaginación, <strong>de</strong> visión errada, en <strong>de</strong>finitiva <strong>de</strong> lagunas y llanos, <strong>de</strong> lleno y vacío.<br />

Si hay un concepto que une la línea, la fotografía y la imagen computacional este es el concepto <strong>de</strong><br />

fragmento.<br />

Las imágenes computarizadas tienen la cualidad <strong>de</strong> seguir latiendo, es como una gelatina que se<br />

pue<strong>de</strong> seguir transformando, sin embargo un dibujo es un fósil una vez dibujado (la fotografía un<br />

poco menos).<br />

Cuando dibujo pongo en libertad mi espíritu, lo <strong>de</strong>jo fluir, escribo con mi alma antigua y conozco<br />

las heridas <strong>de</strong>l cuerpo.<br />

La noche <strong>de</strong>scien<strong>de</strong> y yo con ella, inmatérico, recorro todo, conocido y <strong>de</strong>sconocido, como un eco<br />

infinito, (coincido con la misma oscuridad).<br />

La oscuridad <strong>de</strong> ayer es la misma que la <strong>de</strong> hoy, mi oscuridad es la misma que la anterior al fuego.<br />

Día a día la noche nos busca y recuerda que regresamos al principio <strong>de</strong>l tiempo, a la oscuridad <strong>de</strong>l<br />

silencio.<br />

Las manos son la herramienta <strong>de</strong> la memoria, ponen en contacto el pasado con el presente. Son


nuestros ojos en la caverna, en aquella noche larga.<br />

Palabras finales ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

Conozco el ancho reino <strong>de</strong> la sombra.<br />

En él mi corazón bebe la esencia<br />

<strong>de</strong> seres in<strong>de</strong>cibles,<br />

en él se a<strong>de</strong>ntra, en su tiniebla sola<br />

templa su blando acero a la congoja.<br />

Ríos nocturnos cruzan este valle,<br />

heridas voces, temblorosas bocas,<br />

manos que se alzan, búsqueda infinita,<br />

hogueras crepitantes en la sombra.<br />

¡Ah! Mi barca conoce sus confines.<br />

Mis labios han probado su alta copa<br />

<strong>de</strong> sueños y fantasmas.<br />

Constelaciones <strong>de</strong> violenta llama<br />

danzan en la llanura.<br />

La luz en vano tien<strong>de</strong> su amplio cerco.<br />

Bárbaro viento, dulce y embriagante,<br />

me envuelve el corazón, como una ola.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nocturno<br />

Juego <strong>de</strong> sombras ÍNDICE


AUTORES<br />

Iñaki Uribarri<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Nació en Santiago en 1956. Licenciado en Artes Plásticas con mención en Grabado, Universidad <strong>de</strong><br />

Chile.<br />

Trabajos:<br />

● 1989. "Daguerre" exposición <strong>de</strong> fotografía, profesores y alumnos <strong>de</strong>l Depto. <strong>de</strong> Artes Plásticas,<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile. Centro cultural caja <strong>de</strong> compensación <strong>de</strong> Los An<strong>de</strong>s.<br />

● 1989. "Anotaciones" exposición individual <strong>de</strong> fotografía, sala nueva Instituto Chileno<br />

Norteamericano <strong>de</strong> Cultura.<br />

● "1990 "Museo abierto" Museo Nacional <strong>de</strong> Bellas Artes.<br />

● 1991. "Incisiones" grabado y gráfica, sala Gabriela Mistral, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes.<br />

● 1991. "XIII Concurso <strong>de</strong> Arte Joven" Universidad <strong>de</strong> Valparaíso.<br />

● 1991. "Naturaleza muerta" Taller creación colectiva.<br />

● 1992 "La mirada fotográfica" Casa Central Universidad <strong>de</strong> Chile, <strong>Facultad</strong> <strong>de</strong> Artes.<br />

● 1992 "Primer concurso nacional <strong>de</strong> grabado" Instituto Cultural <strong>de</strong> Provi<strong>de</strong>ncia.<br />

● 1993 "Escultura y figura humana" Parque <strong>de</strong> las esculturas, Insc. C. Provi<strong>de</strong>ncia.<br />

● 1993 Exposición <strong>de</strong> escultura, Parque <strong>de</strong> las esculturas, Provi<strong>de</strong>ncia.<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


G. IÑAKI URIBARRI


PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Es <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los años 1985 - 86 que algunos <strong>de</strong> los artistas integrantes <strong>de</strong> esta<br />

muestra (Schultz, Kleiner, López, Torres) comparten sus primeras<br />

experiencias grupales <strong>de</strong> creación. La unión se dio a través <strong>de</strong> la<br />

participación en un Seminario <strong>de</strong> investigación convocado por la Profesora<br />

Margarita Schultz para docentes <strong>de</strong>l Departamento <strong>de</strong> Artes Plásticas <strong>de</strong> la<br />

Universidad <strong>de</strong> Chile; en el que participaron 19 profesores artistas. Este<br />

trabajo teórico-práctico <strong>de</strong>nominado "Los Nudos" abre las puertas a una<br />

activa forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo artístico: una dinámica colectiva <strong>de</strong> reflexión y<br />

conocimiento, para producir finalmente resultados, esto es, trabajo <strong>de</strong> arte,<br />

obras.<br />

Durante los años 1991 -92 se reúne un grupo <strong>de</strong> 12 artistas, entre los que se<br />

encuentran Schultz, Kleiner, López, Torres, Franceschini, Jara, Mellado,<br />

Orrego, Uribarri, fotógrafos, ex alumnos <strong>de</strong>l Depto. <strong>de</strong> Artes Plásticas y<br />

participan en el Seminario "La Mirada Fotográfica". Margarita Schultz en la<br />

presentación <strong>de</strong>l catálogo <strong>de</strong> la Exposición, explica: "se han reunido ante<br />

una serie <strong>de</strong> objetos propuestos por ellos mismos. El objeto que se<br />

presenta (dos pares <strong>de</strong> zapatos: masculino-femenino), fue seleccionado por<br />

sus posibilida<strong>de</strong>s estéticas y <strong>de</strong> significado. Se trataba <strong>de</strong> mostrar en su<br />

lenguaje personal, el <strong>de</strong> la imagen fotográfica, que ellos comparten las<br />

i<strong>de</strong>as aquí propuestas".<br />

Y llegamos al presente, a marzo <strong>de</strong> 1996. Al finalizar el Seminario "Lápiz,<br />

Luz y Pixels" que reunió durante los años 1994 - 95 -96 a los 9 expositores<br />

actuales, se ha realizado un largo trayecto <strong>de</strong> investigación y creación a<br />

través <strong>de</strong> hacer imágenes, o más bien trabajar (¿y gozar o sufrir?) con ellas.<br />

Ha sido el reto <strong>de</strong> nuestra propia creación ante el uso, ya muy cierto, en el<br />

arte contemporáneo, <strong>de</strong> una tecnología <strong>de</strong> avanzada: las imágenes<br />

producidas por computación.<br />

Se han arriesgado aquí formas <strong>de</strong> arte nacidas y <strong>de</strong>sarrolladas en un<br />

principio, <strong>de</strong> manera más clásica y tradicional. Sin temor al fracaso ante lo<br />

nuevo, lo experimental, se ha buscado con ellas <strong>de</strong> abrir brechas y espacios


<strong>de</strong> imaginación y pensamiento, creación y comunicación. Y transitar.<br />

María <strong>de</strong> la Luz Torres Bisquertt<br />

PARES CUM PARIBUS ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Juego <strong>de</strong> sombras<br />

(Poema en tres tiempos)<br />

Como un niño, jugaré con mi sombra<br />

sobre la arena pálida.<br />

Jugaré con la sombra <strong>de</strong> mis <strong>de</strong>dos<br />

dibujando figuras sobre el agua,<br />

al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong> la fuente, <strong>de</strong>tenida.<br />

Jugaré a perseguirme por las gradas<br />

don<strong>de</strong> bailan las hojas <strong>de</strong>l otoño,<br />

e iré llamándome en distintas voces<br />

para escuchar que el viento me respon<strong>de</strong>.<br />

Del mar hacia la sombra;<br />

<strong>de</strong> la noche hacia el viento.<br />

Girasol, girasol,<br />

dolor inmenso, mundo <strong>de</strong> soledad,<br />

herido cielo.<br />

Te nombro entre la espuma,<br />

te adivino en el sueño,<br />

vago por los caminos<br />

murmurando un lenguaje que no entiendo.<br />

Caracol, cascabel, secreta música,<br />

mariposa <strong>de</strong> luz entre mis <strong>de</strong>dos.<br />

I<br />

II<br />

III<br />

Todo está ya <strong>cum</strong>plido.<br />

Ahora sólo quiero<br />

reclinar mi cabeza y dormir.<br />

Todo lo que era llama se convirtió en ceniza.<br />

El mar calló su coro <strong>de</strong> tempestuosas voces.


El viento sus laú<strong>de</strong>s.<br />

El corazón, su enigma.<br />

Con las manos atadas,<br />

con los ojos vendados,<br />

¿hacia qué noche,<br />

hacia qué oscura y larga noche<br />

camino sin <strong>de</strong>scanso?<br />

Lied ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Lied<br />

Estás en mí. Des<strong>de</strong> mis ojos miras<br />

estas suaves colinas en que flota la niebla.<br />

Ausencia. Soledad. Cae la tar<strong>de</strong>.<br />

Desnudo vaso tuyo: va tu sangre en mis venas.<br />

Cruza el río el paisaje como un adiós,<br />

cansada voz eterna.<br />

Como un río en mi sangre va tu sangre.<br />

Juntos volvemos por la noche inmensa.<br />

Suplementero dormido ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Suplementero dormido<br />

CRÓNlCA PARA MIS COMPAÑEROS DE TRABAJO<br />

Sobre el césped, tendido,<br />

bajo el cielo exultante <strong>de</strong> arreboles,<br />

entre los Tribunales <strong>de</strong> Justicia<br />

y la Casa <strong>de</strong> los Legisladores,<br />

el pequeño rapaz suplementero,<br />

cansado <strong>de</strong> vocear los diarios <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong>,<br />

con ellos por almohada, se ha dormido.<br />

Montt y Varas empiezan a moverse,<br />

quieren abandonar su estrafalario plinto.<br />

¿Tal vez les interesa la prensa vespertina<br />

o tan sólo <strong>de</strong>sean acariciar <strong>de</strong> nuevo<br />

la mejilla <strong>de</strong> un niño?<br />

Mas él duerme, él simplemente duerme,<br />

bajo el cielo manchado <strong>de</strong> fugaces palomas,<br />

él duerme, simplemente, como duermen los niños.


Las columnas lo miran conmovidas,<br />

la imperturbable, rígida balanza<br />

tien<strong>de</strong> a inclinarse un poco,<br />

mientras resuena a<strong>de</strong>ntro<br />

la voz opaca <strong>de</strong> los relatores,<br />

se redactan las álgidas sentencias<br />

y <strong>de</strong>ambula por los corredores<br />

el fantasma togado <strong>de</strong> la jurispru<strong>de</strong>ncia.<br />

Todo al bor<strong>de</strong> <strong>de</strong>l niño se <strong>de</strong>tiene:<br />

las palabras solemnes,<br />

el rumor callejero,<br />

los motores, los frenos,<br />

las húmedas campanas.<br />

Yo quisiera a<strong>de</strong>ntrarme por su sueño:<br />

Doradas galerías, luminosos anillos,<br />

hacia mundos <strong>de</strong> azul omnipotente,<br />

saltando <strong>de</strong>l violeta hacia el topacio,<br />

<strong>de</strong>l rojo al amarillo,<br />

voceando en jerigonza los periódicos,<br />

al oído <strong>de</strong>l sol, soberbiamente,<br />

como un ángel recién amanecido.<br />

Detrás <strong>de</strong> las palomas ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

Detrás <strong>de</strong> las palomas<br />

Detrás <strong>de</strong> las palomas está el campo,<br />

<strong>de</strong>trás <strong>de</strong> las campanas,<br />

<strong>de</strong> las plazas bullentes,<br />

don<strong>de</strong> empiezan los ver<strong>de</strong>s fulgurantes,<br />

don<strong>de</strong> nacen los sueños profundos,<br />

don<strong>de</strong> dice el silencio<br />

amados nombres<br />

y crecen dulces árboles<br />

y galopan caballos.<br />

Detrás <strong>de</strong> las palomas,<br />

lejos,<br />

hacia el azul violeta <strong>de</strong> los montes,<br />

hacia la gradación <strong>de</strong> los colores:<br />

sol <strong>de</strong> oro rojo, alba iridiscente.<br />

Detrás <strong>de</strong> las palomas y <strong>de</strong> las altas torres,<br />

<strong>de</strong> los techos plomizos, <strong>de</strong> las gárgolas,<br />

<strong>de</strong>trás, se encuentra el campo<br />

con su voz inefable,<br />

con sus múltiples voces rebel<strong>de</strong>s, intocadas.<br />

La flor <strong>de</strong> la montaña ÍNDICE


Eliana Navarro<br />

He mirado la flor <strong>de</strong> la montaña<br />

solitaria crecer en la espesura,<br />

única en el fulgor <strong>de</strong> su dulzura,<br />

dócil al sol, rebel<strong>de</strong> a la cizaña.<br />

PARES CUM PARIBUS No. 2, abril 1996<br />

La flor <strong>de</strong> la montaña<br />

La sierra <strong>de</strong> alma bárbara y<br />

huraña al sentirla nacer, se transfigura,<br />

como si en esa frágil estructura<br />

ardiera todo el fuego <strong>de</strong> su entraña.<br />

La envuelve el viento en lumbre <strong>de</strong> pureza.<br />

El agua que la besa es más profunda.<br />

Todo se hace más hondo en su belleza.<br />

Nacida <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el sol en alto vuelo,<br />

un hálito <strong>de</strong> ensueño la circunda:<br />

Junto a su cáliz se <strong>de</strong>tiene el cielo.<br />

A mi hermana Raquel<br />

Ariel Vicuña: LA MUJER DE PIEDRA ÍNDICE

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