Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
No es extraño que dos familias, separadas por la<br />
pared que divi<strong>de</strong> sus casas, compartan la alegría y<br />
el dolor que cada instante se mezclan haciendo la<br />
vida, ni que faltando el padre en una y la madre en<br />
la otra, un matrimonio y una puerta (abierta en el<br />
tabique) acaben por unir en lo físico, los espíritus<br />
unidos por la <strong>de</strong>sgracia. Y ya no tuve una familia<br />
<strong>de</strong> cinco hijos sino <strong>de</strong> once y el esposo <strong>de</strong> mi amiga<br />
fue mi esposo.<br />
Si hay personas que se interesan por historias<br />
como ésta, quiero que se pregunten, por un instante<br />
cuando menos, lo que yo me pregunté durante los<br />
últimos doce años <strong>de</strong> mi vida, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la inquietud<br />
<strong>de</strong> un embarazo tardío hasta la agonía y la muerte:<br />
¿el azar, amiga, me hizo para ocupar el reino por tu<br />
vida levantado? ¿Qué conocimiento secreto <strong>de</strong> mi<br />
<strong>de</strong>stino me llevó a conquistar tu afecto?<br />
Viendo crecer a mi hija, me pregunté en qué<br />
instante se or<strong>de</strong>naron los sen<strong>de</strong>ros cuya unión iniciaba<br />
el suyo, y supe que no importaba ninguna<br />
pregunta porque cada historia es <strong>de</strong> algún modo<br />
igual a las <strong>de</strong>más y ninguna vida tiene diferencia<br />
con las otras. Comprendí que en verdad nada importa.<br />
1983<br />
18