El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
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que se gastaron en acompañar el cuerpo y en las honras del día siguiente llegaron a çinco<br />
mil.<br />
MIÇILO. Por çierto, con tantas hachas bien açertara un hombre a media noche a ir al<br />
çielo si las obras le ayudaron.<br />
GALLO. En verdad te digo que sin perjudicar a ningún prínçipe y capitán general y<br />
gobernador de los passados, no se acuerda ninguno de los que viven, ni se halla en ningún<br />
libro, haberse hecho en Milán ni en el mundo obsequias más honradas, conçertadas y<br />
sumptuosas.<br />
MIÇILO. Mucho deseo tengo de saber si con esto fue al çielo su exçelençia.<br />
GALLO. Pues, ¡cuerpo de mi vida!, ¿no había de ir al çielo? Buena honra le habían<br />
hecho todas las glorias del mundo si le hubieran sólo pagado con las de acá. Allá le vi yo en<br />
el çielo cuando allá subí. La gente que de la çiudad y comarca vino y pareçió por las calles<br />
a la entrada del cuerpo, y que esperaba en la iglesia passaron de dos çientas mil personas,<br />
las cuales mostraban infinito sentimiento y dolor.<br />
MIÇILO. Bien se puede eso presumir, aunque era común opinión ser hombre cruel, y<br />
que ansí mató muchos capitanes, alférez y gentiles hombres haziéndoles degollar.<br />
GALLO. Todo esto y cuanto en ese caso hizo fue con justiçia y por razón, < > porque<br />
muchas vezes [por el cargo que tenía] convenía [que se hiziesse ansí] por excusar motines<br />
en el campo de su magestad. Todo esto ha venido a propósito de tratar al prinçipio de<br />
vuestra vanidad de que usáis en vuestros entierros, que por ninguna cosa queréis caer en la<br />
cuenta, y çesar de tan gran yerro, cuanto quiera que os lo dizen cuantos cuerdos han escrito<br />
en la antigüedad y modernos. No vi mayor desvarío que por llevar vuestro cuerpo en las<br />
andas honrado hasta la sepoltura dexéis a vuestro hijo desheredado [y] neçesitado < > y a<br />
los pobres [desnudos y] hambrientos en las camas. Gran locura es estar el cuerpo hediendo<br />
[en la sepoltura] un estado debajo de tierra, hecho manjar de gusanos, y estar muy ufano<br />
por tener acuestas una lancha que pessa çinquenta quintales dorada por ençima; o [estar]<br />
ençerrados en ricas capillas con rejas muy fuertes, como locos atados aun en la muerte.<br />
Gran confusión es de los cristianos aquella palabra de verdadera religión que dixo Sócrates<br />
philósopho gentil; siendo preguntado de sus amigos cuando bebía el veneno en la cárçel<br />
dónde quería que le enterrasen, respondió: «Echad este cuerpo en el campo», y diziéndole<br />
que le comerían las aves, respondió: «Ponedle un palo en la mano para oxearlas», y<br />
diziéndole que siendo muerto no podría oxearlas respondió: «Pues menos sentiré si me<br />
comieren; donde quiere que quiséredes me podéis enterrar, que no hay cosa más fáçil ni en<br />
que menos vaya que en el sepulcro.»<br />
MIÇILO. Por çierto, gallo, tú tienes mucha razón en cuanto dizes, porque en este caso<br />
demasiadamente son dados los hombres a la vana aparençia y ambiçión y pompa de fuera<br />
sin hazer cuenta de lo del alma, que es de lo que se debe hazer más caudal.<br />
GALLO. Pues cuán de veras dirías eso, Miçilo, si hubiesses subido al çielo y desçendido<br />
al infierno como yo, y hubiesses visto la mofa y risa que passan los santos allá viendo el