El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
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dezir los fundamentos y razones con que se apoyaban y denfendían su opinión, que a<br />
muchos oí dezir que seguían aquella vida del palaçio porque a lo menos en ella no se temía<br />
la pobreza, pues que conforme a la costumbre de otros muchos hombres trabajaban haber<br />
su cotidiano mantenimiento de su industria y natural soliçitud, porque ya venidos a la vejez,<br />
cuando las fuerças faltan por flaqueza o enfermedad, esperan tener allí en qué se poder<br />
mantener.<br />
GALLO. Pues veamos agora si ésos dizen la verdad; más antes me pareçe que con<br />
mucho mayor trabajo ganan esos tales el mantenimiento que cuantos en el mundo son,<br />
porque lo que allí se gana hase de alcançar con ruegos; lo cual es más caro que todo el<br />
trabajo, sudor y preçio con que en el mundo se pueda comprar. Cuanto más que aún quieren<br />
los señores que se trabaje y [se] sude el salario, y de cada día se les augmentan dos mil<br />
negoçios y pleitos para el cumplimiento de los cuales no basta al hombre la natural salud y<br />
buena dispusiçión para los poder solicitar, por lo cual es neçesario venir a enfermedad y<br />
flaqueza, y cuando los señores los sienten que por su indispusiçión no los pueden servir y<br />
abastar a sus negoçios, los despiden de su serviçio [y] casa < >. De manera que claramente<br />
ves ser engañados por esa razón, pues les acarreó el palaçio más trabajo y por el<br />
consiguiente más miseria [y] enfermedad < > que llevan cuando a él fueron.<br />
MIÇILO. Pues dime agora [tú], gallo; [pues], ¿no te pareçe que los míseros como yo<br />
deben desear aquella vida, por solo el deleite y contentamiento que da vivir en aquellas<br />
anchas y espaçiosas casas, habitaçión < > de dioses y de sola persona real < > y movidos y<br />
inçitados de aquellas grandes esperanças que prometen aquellos poderosos señores con su<br />
real y generosa conversaçión, someternos a su serviçio por gozar solamente de aquellos<br />
maravillosos terosos, aparadores de oro y de plata, vagillas y tapetes, y otras admirables<br />
riquezas que entretienen al hombre en deleite y contentamiento comiendo y bebiendo en<br />
ellos, casi en esperança de los comer y tragar?<br />
GALLO. Esto es, Miçilo, lo verdadero que primero se había de dezir, que es causa<br />
prinçipal que mueve a los hombres semejantes a trocar su libertad por servidumbre, es la<br />
cobdiçia y ambiçión de solo gustar y ver las cosas profanas, demasiadas y superfluas; y no<br />
el ir a buscar (como primero dezíades) lo necesario y conveniente al cumplimiento de<br />
vuestra neçesidad, pues eso mejor se hallara en vuestras choças y proprias casas aunque<br />
pobres de tesoros, pero ricas por libertad; y esas esperanzas que dezís que prometen los<br />
señores con la conversaçión de su generosidad, digo que son esperanças vanas, y de<br />
semejante condiçión que las promesas con que el amante mançebo entretiene a su amiga,<br />
que nunca le falta una esperança que la dar de algún suçeso, o herençia que le ha de venir,<br />
porque no piensa poder conservar la vanidad de su amor, sino con la vana esperança de que<br />
algún día ha de tener grandes tesoros que la dar, y ansí ambos dos confiados de aquella<br />
vanidad llegan a la vejez mantenidos de solo el deleite que aquella vana esperança les dio,<br />
abiertas las bocas hasta el morir, y se tienen éstos por muy satisfechos porque gozaron de<br />
un contentamiento que les entretuvo el vivir, aunque con trabajo y miseria. Desta manera se<br />
han los que viven en el palaçio, y aún [es] de mejor condiçión la esperança destos míseros<br />
amantes que la de que se sustentan los que viven de salario y merced, porque aquéllos<br />
permaneçen en libertad, y éstos no. Son como los compañeros de Ulises, que<br />
transformados por Cyrçes en puercos, revolcándose en el suçio çieno, estimaban en más