El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
que todo lo han leído, todo lo menospreçian, todo lo tienen en poco, y ansí passando<br />
adelante lo ríen y mofan y tachan y reprehenden, mostrando haber ellos visto mucho más<br />
sin comparaçión. Ansí agora tú considera que no es peor estremo, no creer nada, que<br />
creerlo todo, y piensa que ninguna cosa puede imaginar el entendimiento humano que no<br />
pueda ser, y que maravilla es que todo lo que puede ser, sea de hecho < > y acontezca. Pues<br />
ansí agora yo, Miçilo, me temo si no quieres creer cosa de cuantas hasta agora te he dicho,<br />
y pienses y sospeches que todo ha sido mentira y fingido por te dar passamiento; y ansí<br />
creo que menos creerás un admirable aconteçimiento que agora te quería contar, porque<br />
junto con lo que hasta aquí te he contado exçede en admiraçión sin comparaçión alguna a lo<br />
que Demophón tu vezino te persuadió haber visto.<br />
MIÇILO. Mira, gallo, [que] entendido tengo que todas las cosas verdaderas que se<br />
dizen, si bien se quieren mirar, muestran en sí una verosimilitud que fuerçan al<br />
entendimiento humano a las creer; porque luego < > rehize en ellas aquella deidad de la<br />
verdad que tienen en sí, y después desto tiene gran fuerça la auctoridad del que las dize, en<br />
tanta manera que aun la mesma mentira es tenida por verdad. Ansí que por todas estas<br />
razones soy forçado a que lo que tú dixeres te haya yo de creer; por lo cual, di, yo te ruego,<br />
con seguridad y confiança que ninguna cosa que tú dixeres dubdaré, prinçipalmente que no<br />
hay maravilla alguna que me maraville después que vi a ti siendo gallo hablar nuestra<br />
lengua; por lo cual me persuades a creer que tengas alguna deidad de beatitud, y que por<br />
ésta no podrás mentir.<br />
GALLO. Por çierto yo querría çesar, o Miçilo, de mi narración por haberla interrumpido<br />
con alguna señal de dubda; dexaras en verdad de gozar de la más alta y más feliçíssima<br />
historia que [nunca] hasta agora ingeniosíssimos historiadores han escripto, y<br />
prinçipalmente por narrártela yo que soy el que la passé. Pero por la seguridad que al<br />
crédito y fe me tienes dada quiero proçeder, porque no quiero privarte del gusto y deleite<br />
admirable que en oírla gozarás, y verás después que la hayas oído de cuánto sabor te<br />
privaras si por ignorar antes lo que era menospreçiaras de lo oír; y conoçerás cuánto amigo<br />
te soy y buen apaniguado < >, pues no estimando la injuria que me hazías con tu dubdar te<br />
comunico tan gran beatitud. Por tanto préstame atençión, que hoy verás cuán elegante<br />
retórico soy. Tú sabrás que en un tiempo siendo mançebo y cobdiçioso de ver, vino nueva<br />
en Castilla que se habían ganado en las partes oçidentales aquellas tierras de las Indias,<br />
México, Nueva España y Perú, que nuevamente ganó aquel animoso Marqués del Valle,<br />
Cortés; y por satisfazer en alguna manera el insaçiable ánimo de mi deseo que tenía de ver<br />
tierras y cosas nuevas, determinéme de embarcar, y aventurarme a esta navegaçión; y ansí<br />
en este mesmo deseo me fue para la çiudad y isla de Cáliz donde se hazía el flete más<br />
conveniente y natural < > Donde llegando hallé diez compañeros que con el mesmo affecto<br />
y voluntad eran venidos allí, y como en aquella çiudad venían muchos de aquella nueva<br />
tierra y nos dezían cosas de admiraçión, creçíanos más el apetito de caminar. Dezíannos el<br />
natural de las gentes, las costumbres, atavío y dispusiçión, la diversidad de los animales,<br />
aves, frutas y mantenimientos y tierra. Era tan admirable lo que nos dezían, juntamente con<br />
lo que nos mostraban los que de allá venían, que no nos podíamos sufrir; y ansí<br />
juntándonos veinte compañeros todos mançebos y de una edad, hecho pato entre nosotros<br />
inviolable de nunca nos faltar, y çelebradas las çerimonias de nuestra amistad con<br />
juramento solene, fletamos un navío vizcaíno velero y ligero, todos de bolsa común; y con<br />
próspero tiempo partimos un día del puerto, encomendados a Dios. Y ansí nos continuó