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El Crotalón - Biblioteca Virtual Universal

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del real, todas las guardas estaban dormidas y sin cuidado por haber todos comunicado<br />

aquella noche el vino en abundançia. Ansí lançando la cabeça de Dares en una caxa que allí<br />

hallamos, dexando el vaso que dentro tenía, que era el en que agoraba Dares, nos salimos<br />

por medio del real sin que de ninguno fuéssemos sentidas y nos fuemos para la nuestra<br />

çiudad de Jope, donde siendo reçebida de mi padre y haziéndole saber mi atrevimiento le<br />

pessó, y por ser ya hecho se proveyó a lo que se debía hazer, que luego se mandó poner a<br />

punto toda la gente de la çiudad, y fue puesta al muro la cabeça de Dares en una lança; y<br />

luego como amaneçió se dio con furia en el real, que todos dormían sin cuidado pensando<br />

que por mí estaban hechas pazes perpetuas; y ansí en breve tiempo fueron todos los<br />

capitanes y prinçipales del exérçito puestos a cuchillo, y a la otra gente que despertó<br />

procuró con huida ponerse en salvo. Pues como mi padre tuvo destruidos sus enemigos y<br />

cobrado su reino quiso se aconsejar comigo qué debría de hazer; y como yo desdichada<br />

tenía determinada mi maliçia, [y] a la contina creçía en mi perversa obstinaçión sacábale de<br />

cualquiera determinaçión que conçibiese de me casar, teniendo esperança de effectuar con<br />

él mi inçestuosa voluntad, y ya no dando lugar a más dilaçión me determiné una noche en<br />

el mayor silençio, estando mi padre en su lecho sosegado y dormido, aseguradas las<br />

guardas de su persona que le entraba a visitar como hija, entré a su lecho pensando<br />

lançarme en él, confiada que cuando despertando me hallasse con él abraçada holgaría con<br />

mi conversaçión; y ansí como junto a su cama me despojé de todos mis paños, como<br />

començé a andar con la ropa de la cama para me lançar, despertó con furia y sospechando<br />

estar en poder de sus enemigos tomó su espada, y antes que yo tuviesse lugar de<br />

manifestármele me hirió tan fieramente que me sacó la vida; y ansí en pena del effectuado<br />

homiçidio y del deseado inçesto fue traída aquí donde padezco la pena que habéis oído para<br />

siempre jamás.» Cuando acabó Rosicler su tragedia yo quedé maravillado de ver tan<br />

hazañosos acometimientos en pecho feminil; y luego vimos llegar gran compaña de<br />

demonios que traían muchas almas atormentar en aquel taxón, y preguntando qué almas<br />

eran respondieron ser Luthero, Zuinglio, Osiander, Regio, Butzero, Rotenacker,<br />

Oecolampadio, Phelipe Melampto, heresiarcas en Alemania, con otra gran compaña de sus<br />

secaçes; los cuales fueron tomados por los demonios y puestos sobre Rosicler, y con unas<br />

hachas y segures los picaron allí tan menudos como sal, y ellos siempre doliéndose y<br />

gimiento entre sí; y después de muy picados y molidos los echaban en unas gran calderas<br />

de pez, azufre y resina que con gran furia hervían en grandes fuegos, y allí se tornaban a<br />

juntar con aquel coçimiento y asomaban por çima las cabeças con gran dolor forçando a<br />

salir, y los demonios tenían en las manos unas ballestas de garrucho, y asestando a los herir<br />

al soltar se zapuzaban en la pez [ferviente], y algunos heridos con grave dolor se quexaban<br />

y tornaban a salir con las saetas lançadas por el rostro, y los demonios los tornaban otra vez<br />

y otra vez a herir, y algunos salían que de nuevo volvían al tormento en diversas otras<br />

maneras; y ansí se procedía con ellos para siempre sin fin.<br />

MIÇILO. Agora, gallo, muy maravillado estoy de ver cómo se despedaçaban estas<br />

almas, pues los cuerpos que podían ser despedaçados estaban sepultados en Alemaña y las<br />

almas solas allí.<br />

GALLO. Pues ese es mayor género de tormento, que el alma en el infierno padezca sola<br />

los mesmos tormentos que el cuerpo pueda padeçer, lo cual ordena y haze la justiçia de<br />

Dios para su mayor puniçión. Pasando adelante por estos espantosos y sombríos campos<br />

vimos infinitas estançias de diversos tormentos de pontífiçes, cardenales, patriarcas,

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