Ejemplos de esclavitud bajo el franquismo Esklabotza zenbait ...

LOS TRABAJOS FORZADOS EN LA DICTADURA FRANQUISTA | BORTXAZKO LANAK DIKTADURA FRANKISTAN
Otras variables diferenciadoras remiten al distinto régimen
laboral de los centros femeninos y masculinos,
del que nos ocuparemos más adelante, o a la negación
pública por parte del Nuevo Estado de la condición de
“presas políticas” que sufrieron las mujeres condenadas
por delitos tan políticos como el de “rebelión
militar” -con sus diferentes variantes
de “adhesión” o “auxilio”- o, en tiempos
posteriores, aquellos delitos que atentaban
“contra la Seguridad del Estado”. Resulta
significativo que en las estadísticas penitenciarias
no aparecieran presas políticas
como tales, quedando todas las reclusas
englobadas bajo el apartado de delincuentes
comunes, y dando a entender
que su encarcelamiento obedecía más
a razones de tipo social provocadas por
la miseria de posguerra que a impulsos
organizativos y desafecciones políticas.
Para este colectivo concreto de mujeres,
la negación de la condición de presa po-
no bastaba para subvertir el sistema de valores de las
presas políticas. No bastaba porque en sus “comunas”
o “familias” -grupos de solidaridad y autoayuda, que se
repartían los paquetes recibidos individualmente y atendían
a las compañeras más necesitadas- fue brotando
bulantes dentro de la prisión hasta las representaciones
teatrales clandestinas, con ocasión de las efemérides
que era necesario recordar: proclamación de la República
o Primero de mayo. En suma, como señala Vinyes,
constituyeron…
“(…) una autoridad moral en el conjunto
de la población reclusa que garantizase la
existencia y mantenimiento de una economía
identitaria (…) un sistema de administración
de bienes y recursos morales
que les hacían sentirse seres humanos
y daba sentido a la permanente actitud
vindicativa en su diferencia e irredentismo
en un cautiverio homogenerizador y
redencionista” 7 .
lítica representó, de cualquier forma, una
Esa permanente actitud vindicativa y
militante de las presas políticas llegaría
a adquirir en ocasiones tintes
heroicos: desde plantes colectivos en
protesta por el rancho o las condiciones
de la prisión -en ocasiones en colaboración
con presas comunes- hasta
fugas organizadas o episodios de
estrategia destinada a fracturar su capacidad
de resistencia y por tanto someterlas
Taller de manipulado en la cárcel de Ventas, visita delegación argentina (años 40) / Ventas espetxeko manipulazio tailerra,
delegazio argentiarraren bisita (40.eko hamarkada)
Fuente / Iturria: Biblioteca de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias
resistencia como los protagonizados
por las presas del taller textil de Ven-
con mayor eficacia.
tas a mediados de los cuarenta, según
un irredentismo que mantuvo vivo el sueño de acabar refiere el testimonio de Antonia García, La Toñi:
Cuando la presa en cuestión evidenciaba su carácter
irreductible, la recurrente técnica del traslado a otra cár-
con el franquismo. Afirmaron y reivindicaron con orgullo
–“empoderamiento”, diríamos ahora- la naturaleza polí-
“Entonces era cuando estaban las guerrillas y nosotras
nos organizamos en los talleres de modo que sacábamos
cel intentaba cortar por lo sano cualquier vínculo con tica de su privación de libertad. Crearon una estructu-
prendas de todas las piezas que hacíamos para el ejército.
la comunidad política y emocional diseñada para sobrevivir.
En este sentido, los traslados fueron la prueba
palpable de que la inoculación de la ideología franquista
ra familiar intramuros que protegió a las más débiles.
Diseñaron todo un abanico de actividades culturales y
de ocio, desde la lectura por medio de bibliotecas am-
Sacábamos para las guerrillas, casi todos los días, bastantes
prendas. [...] La primera pieza que hacían la cosían
delante de la funcionaria y se calculaba el tiempo y el hilo
que se necesitaba. Después ya no intervenía la funcionaria
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