Ejemplos de esclavitud bajo el franquismo Esklabotza zenbait ...

LOS TRABAJOS FORZADOS EN LA DICTADURA FRANQUISTA | BORTXAZKO LANAK DIKTADURA FRANKISTAN
de distintas “personas de orden” —catequistas, monjas,
falangistas, etc.— bien por la imposibilidad física de
poder mantenerlos. También fue muy frecuente que las
mujeres se hicieran cargo de los hijos de los hermanos
y hermanas que han muerto o han sido asesinados. Por
otro lado, les confiscaron sus pertenencias, escasas o
no, como las viviendas, negocios o pequeños medios de
vida, destinados prácticamente a la subsistencia... Además,
el estigma de roja actuó con toda su contundencia
dificultando no sólo la posibilidad de desempeñar un
trabajo, sino también, la de acogerse a los beneficios de
algunas de las instituciones “caritativas”.
El canal en la actualidad / Ubidea, gaur egun
Autor / Egilea: Lolo Vasco
En las entrevistas realizadas para la investigación hemos
escuchado reiteradas veces frases como ésta: “Nosotras
hemos pasado mucho, menos fulana he hecho de todo,
trabajar en cualquier cosa y hasta robar”. A pesar de tanta
adversidad, las mujeres continuaron luchando para
(Torreblanca, Valdezorras, Fuente del Rey y Carretera de mujeres que por vía familiar estaban vinculadas con los sobrevivir. Esta es la actitud de María Garrocho que nos
Isla Menor) o en los mismos caminos que se hacían pa- presos del Canal tuvieron que hacer frente a una nueva relata su hija María Paz:
ralelos al Canal (Casablanquilla).
situación en unas condiciones sociales, económicas y
psicológicas muy hostiles. Por un lado, la gran mayoría
“Mi madre sólo fue una vez a las Hermanitas de la Cruz
y se puso en la cola que creo que daban dos reales, una
Este éxodo de mujeres y niños que arriban de recónditos se encontró con una familia desestructurada, marcada
miseria, y cuando llegó su turno le dijeron que se había
puntos de Andalucía y otros territorios más lejanos, se
explica por la terrible situación que padecían las familias
de los represaliados de la guerra civil. La dictadura de
por la ausencia de varones adultos que han muerto en la
guerra, han sido asesinados, se han exiliado, están desaparecidos
o pueblan las cárceles y campos de trabajo
terminado. No le quisieron dar nada, claro, era la mujer de
un comunista. Por eso nunca más volvió a pedir limosna,
decía que antes robaba. Nunca más pidió nada a nadie,
sólo trabajar.”
Franco sumergió a estas mujeres en las más oscuras si- del país. El drama familiar se acrecienta cuando muchas
mas de la injusticia. Las conquistas sociales de la Repú- de estas mujeres, desnutridas y sin medios, perdieron Y los presos, desde los campos de trabajo, no estaban
blica en poco tiempo fueron dilapidadas. La España de la algunos de sus hijos pequeños a causa del hambre o ajenos al drama que sufrían sus mujeres, tal como se-
Victoria las ubicó en el último escalafón, en un contexto de cualquier enfermedad. En otros casos, niños y niñas ñala Joaquín Benítez Velázquez, compañero de la mujer
marcado por la penuria y la fatalidad. La máxima esta- han de ser entregados a instituciones como las Merce- anterior, en sus inéditas memorias:
ba clara: aplastar sin misericordia a los vencidos. Las darias en régimen de internado, bien por las presiones
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