3. Insumisión Popular - Iaeden

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Insumisión popular 1830-1848 239 se decía que los negros habrían de levantarse para “cambiar” el gobierno y proclamar la libertad de los mismos. Nada había de cierto, pero el gobernador dio órdenes de perseguir y capturar a varios esclavos prófugos, así como a malhechores y vagos que hacían de las suyas entre los vecinos 297 . Entre 1841 y 1843 los gobernadores y autoridades de Apure, Coro y Barlovento enviaron comunicaciones oficiales a la Secretaría del Interior y Justicia para desmentir rumores sobre desórdenes, turbación del orden público y revoluciones, que al decir de vecinos y ciudadanos se proyectaban efectivamente para dar al traste con las políticas del gobierno nacional y local. José Arciniega, gobernador del Alto Apure, remite el 3 de enero de 1842 un oficio para informar que el Alto Apure se hallaba en “tranquilidad perfecta” 298 ; atrás habían quedado las supuestas noticias de levantamiento de Francisco Farfán y las posibles hostilidades que desde Colombia amenazaban el orden público, no sin antes haber hecho las averiguaciones pertinentes. Lo mismo hace el jefe político del cantón San Luis en Coro, pues se había denunciado una conspiración liderada por Pastor Santiago Salas, quien fungía como alcalde 1° parroquial de Curimagua. El hecho tenía motivaciones eleccionarias pues se habían abierto causas criminales contra tres electores en ese cantón, motivo por el cual el alcalde junto a otros simpatizantes habían amenazado con asaltar la villa. Es así que se solicitó al gobierno regional armas, hombres y pertrechos, aduciendo la necesidad de contar con 400 hombres para aplacar los ánimos 299 . A su vez, el gobernador de Coro le transmite la misma noticia al secretario de Interior y Justicia, no sin antes describir cómo varios individuos que se encargaban de esparcir rumores sobre posibles movimientos revolucionarios habían decidido marcharse de Coro, en virtud de las averiguaciones que se adelantaron. Estos maldicientes decían que la ciudad se hallaba sumida en la más completa anarquía y que pronto se sucederían saqueos de casas y comercios. Todo se debió a la pugna electoral, tal como señala el gobernador: 297 “Rumores sobre una asonada que debía estallar en Valencia el 24 de junio de 1839, día de San Juan” (1839), Ibídem, t. CLXXXIX. 298 “El Gobernador desmiente falsos rumores de desordenes en la provincia” (1842), Ibídem, t. CCXLV. 299 “Oficio del Jefe Político del cantón San Luis (Coro) en el que se da cuenta al Gobernador de la provincia de los hechos ocurridos en su jurisdicción y participa que el orden público no ha sido turbado” (1842), Ibídem, t. CCLXI. Insumision popular.indd 239 28/08/2010 04:54:13 p.m.

240 Aura Rojas …este rumor, en momentos que existen aquí los electores de los cantones para formar la reunión del Colegio Electoral, tan recomendado por las leyes y la Constitución, no había tenido lugar hasta entonces, cuyo acto, porque aun no habían las dos terceras partes (…) Cabalmente, el referido día tres había ya este número, pero para el cuatro ya no recontaba con él, porque una de las personas que se encontraron era un elector y los otros hubo de decirse muy bien por virtud del rumor divulgado en La Vela y aún en esta ciudad, se han aumentado también hasta seis días el aviso competente de esta Gobernación, que de ningún modo lo habría permitido. Relativamente a los Electores que con su ausencia han propendido a que no tenga lugar o que se dificulte a lo menos la reunión del colegio, se ha proveído ya lo necesario en otro lugar de este expediente 300 . En Barlovento, Píritu, Carito, El Pilar, Cumanacoa, Chamariapas y otros, se esparcieron rumores de revolución por parte del pueblo, de quien se decía estaba armado y en actitud hostil hacia el gobierno local. El gobernador de Caracas ordenó una investigación sobre el caso, dando como resultado la completa tranquilidad en toda la provincia 301 . Vemos cómo en este período los rumores anunciaban falsas revoluciones que afectaban los sentimientos tanto de las autoridades locales como del propio pueblo, de los ciudadanos y vecinos a lo largo y ancho del territorio. En su mayoría los rumores eran infundados pero los funcionarios, en actitud precautelativa, ordenaban averiguaciones, movilizaban tropas, solicitaban pertrechos y dinero, todo con el objeto de extinguir los supuestos focos revolucionarios. En un proceso desarrollado en el cantón Guaiguara, provincia de Carabobo, a partir del 23 de diciembre de 1843, el juez de Paz, asustado por una supuesta sublevación de negros y zambos en contra de los blancos, denunció a varios individuos que consideraba sospechosos, pues eran “…de aquellos que nada tienen que perder y que fácilmente se entregan a los crímenes”; resaltaba que se trataba de vagos, amantes de la discordia. 300 “Oficio del Gobernador interino de la provincia de Coro, en el que participa al Poder Ejecutivo que el orden público no ha sido turbado en la jurisdicción de su mando e incluye varios expedientes al respecto” (1842), Ibídem, t. CCLXI, fs. 304/304-vto. 301 “Sobre una falsa noticia de revolución o levantamiento de varios pueblos en la región de Barlovento” (1843), Ibídem, t. CCLXXXVI. Insumision popular.indd 240 28/08/2010 04:54:14 p.m.

<strong>Insumisión</strong> popular 1830-1848 239<br />

se decía que los negros habrían de levantarse para “cambiar” el gobierno y<br />

proclamar la libertad de los mismos. Nada había de cierto, pero el gobernador<br />

dio órdenes de perseguir y capturar a varios esclavos prófugos, así como a<br />

malhechores y vagos que hacían de las suyas entre los vecinos 297 .<br />

Entre 1841 y 1843 los gobernadores y autoridades de Apure, Coro<br />

y Barlovento enviaron comunicaciones oficiales a la Secretaría del Interior<br />

y Justicia para desmentir rumores sobre desórdenes, turbación del orden<br />

público y revoluciones, que al decir de vecinos y ciudadanos se proyectaban<br />

efectivamente para dar al traste con las políticas del gobierno nacional y<br />

local. José Arciniega, gobernador del Alto Apure, remite el 3 de enero de<br />

1842 un oficio para informar que el Alto Apure se hallaba en “tranquilidad<br />

perfecta” 298 ; atrás habían quedado las supuestas noticias de levantamiento de<br />

Francisco Farfán y las posibles hostilidades que desde Colombia amenazaban<br />

el orden público, no sin antes haber hecho las averiguaciones pertinentes.<br />

Lo mismo hace el jefe político del cantón San Luis en Coro, pues<br />

se había denunciado una conspiración liderada por Pastor Santiago Salas,<br />

quien fungía como alcalde 1° parroquial de Curimagua. El hecho tenía<br />

motivaciones eleccionarias pues se habían abierto causas criminales contra<br />

tres electores en ese cantón, motivo por el cual el alcalde junto a otros<br />

simpatizantes habían amenazado con asaltar la villa. Es así que se solicitó al<br />

gobierno regional armas, hombres y pertrechos, aduciendo la necesidad de<br />

contar con 400 hombres para aplacar los ánimos 299 . A su vez, el gobernador<br />

de Coro le transmite la misma noticia al secretario de Interior y Justicia, no<br />

sin antes describir cómo varios individuos que se encargaban de esparcir<br />

rumores sobre posibles movimientos revolucionarios habían decidido<br />

marcharse de Coro, en virtud de las averiguaciones que se adelantaron. Estos<br />

maldicientes decían que la ciudad se hallaba sumida en la más completa<br />

anarquía y que pronto se sucederían saqueos de casas y comercios. Todo<br />

se debió a la pugna electoral, tal como señala el gobernador:<br />

297 “Rumores sobre una asonada que debía estallar en Valencia el 24 de junio de 1839, día de San<br />

Juan” (1839), Ibídem, t. CLXXXIX.<br />

298 “El Gobernador desmiente falsos rumores de desordenes en la provincia” (1842), Ibídem,<br />

t. CCXLV.<br />

299 “Oficio del Jefe Político del cantón San Luis (Coro) en el que se da cuenta al Gobernador de la<br />

provincia de los hechos ocurridos en su jurisdicción y participa que el orden público no ha sido<br />

turbado” (1842), Ibídem, t. CCLXI.<br />

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