3. Insumisión Popular - Iaeden

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Insumisión popular 1830-1848 183 Pedro Luciani y Máximo Pérez Matamoros, quienes eran nada más y nada menos que sacerdotes. A ambos curas se les acusaba de desacato a las autoridades civiles y religiosas por estar metidos en los asuntos políticos del momento; estaban en representación del grupo de electores, que según la Ley Orgánica de las Provincias, debían ser siete y no nueve como se habían intentado instalar el 25 de diciembre de 1842 para elegir a los concejales, procurador, síndico y alcaldes parroquiales. Al intentar desincorporar a los electores invalidados, entre ellos el cura Máximo Pérez, se encontraron con la renuencia del grupo en su totalidad que eran cinco personas. Sin embargo la elección se llevó a cabo con la presencia de los supuestos electores invalidados, motivo por el cual se inició la reyerta pues se pedía la nulidad de estas elecciones. Esta situación era más compleja de lo que ya se lleva señalado, pues del movimiento eleccionario y como muestras de apoyo solidario, muchas personas del pueblo apoyaron las acciones de estos dos sacerdotes y los líderes del partido que llevaron adelante las elecciones; quienes también acariciaban la idea de un nuevo orden, o por lo menos, la introducción de cambios al ya establecido. Tal como señala el jefe político de Carúpano, el 2 de enero de 1843, lo político se hallaba mezclado con lo social: …desde el momento que me hice cargo de la jefatura por nombramiento de VS, no ha cesado el descontento de una multitud de hombres, quienes esperanzados en otro orden de cosas, se han valido y se valen de amenazas, vertiendo expresiones subversivas que consternan al ciudadano pacífico, alarman a las familias honradas y lo peor es que por temor muchos no quieren declarar y otros no lo harían por pertenecer a lo que llaman partido, designado bajo un nombre de color, que establece diferencias entre los sostenedores del orden, de la ley y del gobierno y sus detractores 221 . La multitud, según el jefe político, se mostraba agresiva y dispuesta a manifestar su disidencia, aun en el mismo momento de la contienda electoral y su proceso a objeto de lograr sus aspiraciones políticas; relata el funcionario que incluso habían echado a andar una serie de “cuadernos subversivos” impresos en la localidad, en los que se burlaban abiertamente 221 “Expediente sobre el conato de trastornos habidos en Carúpano con motivo de las elecciones de 1842” (1843), Ibídem, t. CCLXVI, f. 70. Insumision popular.indd 183 28/08/2010 04:54:10 p.m.

184 Aura Rojas del gobierno local y el nacional. Por su parte, los curas involucrados en este conato subversivo eran ambos de la orden de los capuchinos, que hacían proselitismo político entre los pobladores, vecinos y pueblo, tal como sucedió en el pueblo de Coicuar, donde el cura Luciani, ante un auto de detención, se escapó del lugar llevándose a todos los indígenas con él. La situación de alteración llevó a la persecución de los sacerdotes y de los miembros del partido eleccionario en los que hacían política; pero no hallaron apoyo ni pruebas contundentes por parte de los vecinos y del pueblo, quienes temían por represalias; buena parte del pueblo, sin embargo, apoyaba las acciones desobedientes de éstos y les ayudaban a escapar y a ponerlos a salvo de las autoridades, como lo hacían los indígenas. La ausencia de los sacerdotes en sus labores pastorales obligó a la Iglesia a nombrar nuevos párrocos para atender la población del Pilar; en octubre de 1842 se desconocía el paradero de Pérez y Luciani, quienes al parecer se habían trasladado a Angostura junto con los vecinos del lugar. En una carta de los nuevos curas se denota la queja sobre la actitud del pueblo respecto de los primeros: Siento mucho no poder dar una placentera noticia (…) nosotros llegamos a este pueblo sin algún buen resultado, de suerte que no ser el Sr. Jesús Manuel Paz y primer Juez, no hubiéramos tenido ninguna acogida; tanto es la oposición de estas gentes que parece que seamos sus principales enemigos; ni siquiera el saludo que les dábamos nos devolvían; pero todo esto sería nada. Lo peor es que hemos hallado la Iglesia cerrada, habiéndose el padre llevado la llave y ornamentos, según nos dicen (…) mucho más viendo que los indios y otras gentes se han ido del pueblo, luego que han sabido que nosotros íbamos. Todo esto con todo, me parece soportable, lo peor es que parece que los pueblos están dispuestos a resistir y a no obedecer y por consiguiente a nunca reconocernos por párrocos; y qué haremos sí se levanta alguna revolución como es probable 222 . A pesar de que el cura Luciani fue detenido en Angostura no fue procesado por abandono de sus deberes y de la iglesia, ni como por su participación en el desorden eleccionario; del cura Pérez se dejó por sentado 222 Ibídem, f. 75. Insumision popular.indd 184 28/08/2010 04:54:10 p.m.

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Aura Rojas<br />

del gobierno local y el nacional. Por su parte, los curas involucrados en<br />

este conato subversivo eran ambos de la orden de los capuchinos, que<br />

hacían proselitismo político entre los pobladores, vecinos y pueblo, tal<br />

como sucedió en el pueblo de Coicuar, donde el cura Luciani, ante un<br />

auto de detención, se escapó del lugar llevándose a todos los indígenas<br />

con él. La situación de alteración llevó a la persecución de los sacerdotes y<br />

de los miembros del partido eleccionario en los que hacían política; pero<br />

no hallaron apoyo ni pruebas contundentes por parte de los vecinos y del<br />

pueblo, quienes temían por represalias; buena parte del pueblo, sin embargo,<br />

apoyaba las acciones desobedientes de éstos y les ayudaban a escapar y a<br />

ponerlos a salvo de las autoridades, como lo hacían los indígenas.<br />

La ausencia de los sacerdotes en sus labores pastorales obligó a la<br />

Iglesia a nombrar nuevos párrocos para atender la población del Pilar; en<br />

octubre de 1842 se desconocía el paradero de Pérez y Luciani, quienes al<br />

parecer se habían trasladado a Angostura junto con los vecinos del lugar.<br />

En una carta de los nuevos curas se denota la queja sobre la actitud del<br />

pueblo respecto de los primeros:<br />

Siento mucho no poder dar una placentera noticia (…) nosotros llegamos<br />

a este pueblo sin algún buen resultado, de suerte que no ser el Sr. Jesús<br />

Manuel Paz y primer Juez, no hubiéramos tenido ninguna acogida; tanto es la<br />

oposición de estas gentes que parece que seamos sus principales enemigos;<br />

ni siquiera el saludo que les dábamos nos devolvían; pero todo esto sería<br />

nada. Lo peor es que hemos hallado la Iglesia cerrada, habiéndose el padre<br />

llevado la llave y ornamentos, según nos dicen (…) mucho más viendo<br />

que los indios y otras gentes se han ido del pueblo, luego que han sabido<br />

que nosotros íbamos. Todo esto con todo, me parece soportable, lo peor<br />

es que parece que los pueblos están dispuestos a resistir y a no obedecer y<br />

por consiguiente a nunca reconocernos por párrocos; y qué haremos sí se<br />

levanta alguna revolución como es probable 222 .<br />

A pesar de que el cura Luciani fue detenido en Angostura no fue<br />

procesado por abandono de sus deberes y de la iglesia, ni como por su<br />

participación en el desorden eleccionario; del cura Pérez se dejó por sentado<br />

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