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mercancía, gentes pacíficas y plaga - D-Scholarship@Pitt ...

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etoma su crítica al manejo que se dio a la licencia para la importación de esclavos. Esta crítica<br />

implica dos elementos. De un lado, el otorgamiento de la licencia a Gorrevod como parte de un<br />

acuerdo al interior de las corte y, de otro lado, la venta y especulación con las licencias por parte<br />

de los genoveses. El resultado de este manejo de las licencias es que los esclavos africanos no<br />

llegan a quienes los necesitaban. En este sentido, Las Casas muestra que no tuvo reparo en<br />

considerar a los cautivos africanos como una <strong>mercancía</strong> necesaria en el repoblamiento de las<br />

islas y que si hizo críticas al tráfico, éstas estuvieron dirigidas a la efectividad de este tráfico de<br />

cara a las necesidades de los colonizadores y al intento de liberación de los nativos americanos.<br />

Ahora bien, en un segundo momento, Las Casas afirma que “se halló arrepiso,<br />

juzgándose culpado por inadvertente”. En esta sentencia se recoge el arrepentimiento y la razón<br />

de dicho arrepentimiento consistente en haber propuesto la introducción de cautivos africanos en<br />

Las Indias, sin haber establecido si estos cautivos eran o no justamente capturados. Las Casas no<br />

interroga la legitimidad de la esclavitud sino la legitimidad de la forma cómo son capturados los<br />

cautivos en África. El arrepentimiento de Las Casas no es acerca de la legitimidad de la<br />

esclavitud como tal sino acerca de la legitimidad de la esclavización de los africanos por parte de<br />

los portugueses. Ahora bien, un asunto que llama la atención es el duro juicio que el obispo hace<br />

sobre su propio arrepentimiento cuando muestra sus dudas acerca de si ese arrepentimiento será<br />

suficiente a la hora de ser excusado del juicio divino. La expresión que utiliza es “arrepiso por<br />

inadvertente”. Esta es una expresión que implica que el desconocimiento no implica<br />

justificación. Las Casas no se siente excusado por no saber sino que se siente culpable por no<br />

haber tenido la voluntad de saber antes de sugerir la importación de esclavos. En ello, Las Casas<br />

asume una línea agustiniana de pensamiento para la cual el peso del juicio moral recae sobre la<br />

voluntad y no sobre el entendimiento del que peca. La ignorancia no es excusa para el pecador ya<br />

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