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mercancía, gentes pacíficas y plaga - D-Scholarship@Pitt ...

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¿Qué causa legítima o que justicia tuvieron estos Betancores de ir a inquietar, guerrear,<br />

matar y hacer esclavos a aquellos canarios, estando en sus tierras seguros y pacíficos, sin ir a<br />

Francia ni venir a Castilla no a otra parte a molestar ni hacer injuria, violencia ni daño a<br />

viviente persona del mundo? ¿Qué ley natural o divina o humana hobo entonces ni hay hoy en el<br />

mundo, por cuya autoridad pudiesen aquéllos hacer tantos males a aquellas inocentes <strong>gentes</strong>?<br />

(Las Casas 109)<br />

La pregunta tiene, evidentemente, una función retórica dentro del texto y le sirve a Las<br />

Casas para introducir su crítica a lo que considera una radical injusticia contra <strong>gentes</strong><br />

esclavizadas por el sólo hecho de ser infieles. A diferencia del obispo fray Mendo, quien<br />

considera inicua la esclavización de los ya convertidos, Las Casas considera inaceptable, “contra<br />

la fe y contra toda ley razonable y natural, contra justicia y contra caridad” (110) la esclavización<br />

de los que no han sido convertidos aún so pretexto de su evangelización. Para él, esto sólo es<br />

“cudicia y diabólica ambición por señorear tierras y <strong>gentes</strong> libres, señoras de sí mismas” (110).<br />

Las Casas avanza más en su argumento y señala que los ataques sobre los habitantes de Canarias<br />

se acrecientan cuando los portugueses comienzan a realizar expediciones poco exitosas a las<br />

costas de África. Las islas se convierten entonces en una suerte de botín con el que se intentan<br />

salieron en la isla de Lançarote, e tomaron el rey é la Reyna de la isla, con ciento é sesenta<br />

personas, en un logar, é trajeron muchos otros de los moradores de la dicha isla, é muchos<br />

cueros de cabrones, é cera, é ovieron muy grand pro los que allá fueron. E enviaron á decir al<br />

Rey lo que allí fallaron, é como eran aquellas islas ligeras de conquistar, si la su merced fuese,<br />

é á pequeña costa” (214). Sin embargo, no hay mención alguna a los Betancores en este texto,<br />

en el cual parece claro que los líderes de la expedición son Sevillanos. De otro lado, Las Casas<br />

mismo, basado en la crónica de Barros, ha dicho en el capítulo 17 de este libro I de la Historia<br />

de Indias la primera conquista que los Betancures dirigieron contra las Islas Canarias fue en<br />

tiempos del rey Enrique III (1390-1406) (Barros 46, Las Casas 93). Sin embargo, no hace<br />

ninguna alusión a este hecho en esta parte de su exposición. En consecuencia, no sabemos si<br />

Las Casas está infiriendo la existencia de un episodio diferente a los registrados por Barros o<br />

por García de Santa María.<br />

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