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PEDAZOS DE LOS PERROS BITÁCORA DE ENSAYOS - Teatro UC

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<strong>LOS</strong> <strong>PERROS</strong> TEATRO <strong>DE</strong> LA UNIVERSIDAD CATÓLICA <strong>DE</strong> CHILE<br />

24<br />

ESTA OBRA RESPIRA<br />

“Hay que crear un animalito, un ser vivo que respira, una biología,<br />

un pulso orgánico”. Con esta frase comenzó Rodrigo uno de los<br />

ensayos luego de reflexionar en torno al tiempo. Era ineludible<br />

darnos cuenta de que la obra tenía un ritmo, una sensación de<br />

extrañeza y detención. Parecía que los personajes hablaran como<br />

si fuera la última vez, como si cada acción estuviera envuelta en<br />

una atmósfera trágica. No es cualquier día, en el aire está presente<br />

lo irrevocable, el destino horrendo está por todos lados. Parecía<br />

que la obra se contara a sí misma, era como si se narrara dos veces<br />

la misma historia. Esto tenía que ver con el miedo premonitorio<br />

de Manuela, la madre, pues en un día como ese, ella misma<br />

también había sido raptada y violentada por otros hombres a la<br />

misma edad que su hija.<br />

(...) Nunca te lo dije para que no te dibujaras en lo que yo<br />

fui. Pero ahora te lo digo; así estaba yo, tan tiernita como<br />

estás ahora (…) cuando Antonio Rosales, el que después<br />

fue síndico de Los Lagos se fijó en mí. (…) 1<br />

A partir de esto y del sentido premonitorio de los textos, al director<br />

se le ocurrió la idea de trabajar con pequeños apagones, como si<br />

fueran suaves “pestañadas” que muestran y ocultan partes de esta<br />

historia. Ocupó la metáfora de la respiración de un animal para<br />

explicar su idea: en el tiempo de una inhalación y una exhalación<br />

se presentan y desaparecen los personajes y sus discursos.<br />

Esta indicación hizo que comenzara a filtrarse otro tiempo,<br />

otro espacio; un tiempo en detención, envuelto en “silencio”.<br />

1. Los Perros<br />

EL TERROR <strong>DE</strong> LO COTIDIANO<br />

Una de las indicaciones más complejas para un actor es cuando<br />

se le pide que no actúe lo que sabe, que no rellene de contenido<br />

una atmósfera o situación porque conoce el valor de lo que<br />

está diciendo. Hablo de compleja, porque muchas veces nos<br />

condicionamos a actuar y a cargar de sentido cada una de las<br />

palabras y las acciones que hacemos, lo cual en ninguna medida<br />

está mal; es parte de nuestro trabajo dar sentido, emoción a algo<br />

que está en un papel, que sólo existe como idea. Pero cuando<br />

aparece esta indicación y uno es testigo del cambio, se da cuenta<br />

de cómo cobra mucho más espesura y sentido la escena, pues<br />

comienza a ocurrir en una especie de cotidiano, en una normalidad<br />

para los personajes, lejos de cualquier atisbo de tragedia. La obra<br />

se llena de una sensación de “real”, pues nos damos cuenta de<br />

que para los personajes esto no es tan terrible, sino al contrario,<br />

es cotidiano; y ahí aparece el horror, lo trágico para el espectador.<br />

“Tenemos que sacarle la gravedad a esto, está en un cotidiano<br />

que hace que el público se conmueva. Eso es el terror, lo horrible”,<br />

indica el director.<br />

Rodrigo Pérez, ocupa esta indicación para la escena del rapto.<br />

(…) Dejarte en carne viva, para que luego cualquier<br />

brisa te lastime, para que dejes tu rastro de sangre por<br />

donde pases para que todos te señalen como la sin piel, la<br />

desgraciada (…) 2<br />

A partir de la indicación de Rodrigo, se crea una obra que transita<br />

por estos dos lugares, con límites más bien borroneados, donde la<br />

palabra poética se concreta en acciones reales y con objetivos claros.<br />

El montaje comienza a volverse un lenguaje particular, donde la<br />

atmósfera y estos personajes pueden dialogar con libertad.<br />

2. Los Perros<br />

HABLAR <strong>DE</strong> MAGIA<br />

Puede sonar anticuado hablar de magia hoy. Este fue el pensamiento<br />

que se me pasó por la cabeza cuando sonó por primera vez esta<br />

palabra, pero fue el único término que encontró Rodrigo Pérez<br />

para referirse a cómo se configura la puesta en escena. “Hay una<br />

magia que rodea la obra, que actúa como un continuo que la<br />

sostiene, como algo que suena, que no se detiene”.<br />

Como si las palabras fueran parte de un “conjuro”, los personajes<br />

dialogan entre el nombrar y el no nombrar, entre el decir y el<br />

miedo de que se vuelvan realidad. Es como si las palabras tuvieran<br />

el poder de traer o alejar el horror de los acontecimientos. Así lo<br />

dice el personaje de Manuela: “¡Cállate, no tientes al poder! No<br />

digas lo que no debe decirse”. 3<br />

Uno de los momentos más importantes del proceso de una<br />

escenificación, es cuando todo el equipo, ya sea el director, los<br />

actores, los técnicos, etc., descubren, entienden o acuerdan un<br />

lenguaje que hace que los participantes jueguen con libertad.<br />

En este caso, es la magia la que se convierte en este lenguaje,<br />

en esta plataforma que sostiene la obra; donde todo se pone a<br />

disposición para crear ese paisaje; la actuación, la palabra, el<br />

texto, la visualidad, la atmosfera… Los Perros comienza entonces<br />

a existir, a ser, respira.<br />

3. Los Perros<br />

PARA TERMINAR<br />

Es complejo seleccionar o resumir un proceso que tiene tantos<br />

pasajes llenos de aprendizajes y contenidos que hablan sobre cómo<br />

se realiza el acto teatral chileno, pero he tratado de dar cuenta de<br />

un proceso donde iban apareciendo “chispazos” de buenas ideas,<br />

tanto del director como de los actores, que fueron encontrando<br />

las respuestas de golpe. Chispazos que construyen un montaje<br />

lleno de intuiciones y de secretos y que se vuelven esenciales para<br />

hacer aparecer “la magia” que cuenta esta historia.<br />

Para terminar quiero citar una de las frases que más repetía<br />

Rodrigo en los ensayos: “Este texto es maravilloso, ahí está todo,<br />

yo no tengo que hacer nada”. La obra surge desde ese todo, donde<br />

todo está contenido, donde un “sí” y un “no” son a la vez, donde<br />

lo horrendo tan bien puede ser belleza, donde todo puede existir<br />

si uno quiere, ahí lo secreto, ahí la magia de Los Perros.<br />

<strong>LOS</strong> <strong>PERROS</strong> TEATRO <strong>DE</strong> LA UNIVERSIDAD CATÓLICA <strong>DE</strong> CHILE<br />

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