CUMES nP 35 - Federación Galega de Montañismo

Decia Borrow en 1841 que habu visto a un matutero pasfego "...traer en
jaque a dos dragones de a caballo sin otra ayuda que su vara...".
Nos asomamos con Sánchez Drag6 a los habitantes de esta tierra que
todavía hoy mantienen cierto misterio a su alrededor.
Hasta comienzas del siglo XX esta minoría ehica, que resultolba muy extra-
ña para sus paisanos montañeses, destacaba en el eiercicio del contra-
bando, del pastoreo y en el "minucioso comercio móvil de barutiias". Salo
bebían en los recipienkr fabricados en cuemas de novilla que llevaban
consigo a tal fin. Y eran inseparables de su bosliin, consistente en una pér-
tiga larga que manejaban con gran rnaeshia y no solamenfe como arma.
Tenían costumbres peculiares que persistían ya comenzado este sigb como
eran Ici covada, por la que el cabeza de familia disfrutaba de ciertos pri-
vilegios exclusivos de las parturientas; el ux, de abalorios paro enriquecer
las propiedades de la leche materna; actuaciones en torno a sus muertos;
predicciones rneteor~ló~icar por el zumbido de las abeios; uso de cestos
(cuévanor) para llevar las mujeres ru retoño a la espalda; la trashumancia
estaciona1 relacionoda con el uso de pastos, que denominan "las mudas",
en las cuales todavía hoy acarrean consigo toda lo casa, ganado y perte-
nencias ... en definitiva, múltiples "aficiones paganas" peculiares de la
"historia mágica de España".
Su origen ha impulrodo muchas hipotesis que van desde osimilacimes
toponimicas relacionándolos con áreas próximas al Caspio, hasta obscu-
ros estudios que argumentan vinculaciones genéticas con los celtas, via
ascendentes cánta bros.
Argumentos más rólidos con fundamentos históricos y lógicos apuntan a la
coexistencia desde lo época bajo-medieval de montañeses y vasallos reclu-
tados enire los cautivos bereberes, para explotar los pastos de los valles
norteños que usufroctuaban los abades y monies de Oña.
Algunos "indicios folklóricos" coinciden con esta tesis, por ejemplo la simi-
litud de su vestimenta con la moro: el gorro, el chaleco y la casaca corta;
las albarcas de cuero, llamadas "chátarash 'morizas", con forma de
alpargata y purecidas a las babuchas a lo especie de capofe con capucha
o "capiruza" que no disimula su parecido con una chilaba ...
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