ARQUETA-REtECARS* - Museo Arqueológico Nacional
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Creesleñasn síE??bCIños y rÉe@s reEEguosGs<br />
<strong>ARQUETA</strong>-<strong>REtECARS*</strong><br />
ilas peregri.reacá*mes y eB caÁlt* a 3as re3iquáas<br />
Por Angela fufuñoz Fernánáez<br />
Sala 3z<br />
MAYO f zoot
LA ARQUE'IA-RELICARIO<br />
Descripción<br />
La arqueta relicario que nos sirve de muestra tiene forma paralelepípeda, con cuatro<br />
patas, tapa tumbal con crestería de arquillos de herradura calados, rematada en tres<br />
apéndices, asemejando una arquitectura de proporciones reducidas. El frente principal<br />
está decorado con seis figurillas en relieve aplicadas. En el flrerpo aparece la<br />
Virgen en mandorla rodeada de dos ángeles y en la tapa tres santos con sendos libros<br />
en la mano izquierda. En los laterales se representan dos figuras de santos grabadas.<br />
Elaborada sobre un alma de madera, sus paredes fueron recubiertas de placas de<br />
cobre sobredorado. La piezapresenta un fondo esmaltado en azul salpicado de flo-<br />
res y discos de diversos colores y está datada en el siglo XIII, hacia 1230- Por su<br />
carácter de forma artística suntuaria, dotada de valor material, la arqueta expresa la<br />
estrecha asociación que se dio en la cultura románica entre lo bello y lo sagrado. Lo<br />
bello y suntuario como condición básica del objeto material que recepciona lo<br />
saglado.<br />
Técnica del esmaltado<br />
La técnica del esmaltado sobre metales es de origen muy antiguo, se conocía ya en la<br />
Segunda Edad de Hierro, alcanzó gran desarrollo durante los siglos altomedievales,<br />
experimentando una gran difusión con las artes románicas durante los siglos XI y<br />
XII- Pese a su dasificación entre las artes menores, las piezas decoradas con esta<br />
técnica gozaronde gran estima en el mundo medieval. Por el alto valor de los metales<br />
con los que se elaboraban, oro y plata, los obietos esmaltados sobre metal formaron<br />
parte importante del mobiliario de reyes y nobles y enriquecieron los tesoros<br />
eclesiásticos" Cálices, báculos de obispos y abades, frontales de altares o arcas<br />
sepulcrales de santos reconocidos fueron las piezas más habitualmente t¡atadas con<br />
las técnicas del esmaltado. Con el tiempo, a medida que se difundió el culto a los<br />
santos y la circulación de reliquias aumentó, las arquetas-relicarios se generalizaron<br />
como piezas habituales de los ajuares sagrados.<br />
Para la ejecución de esta pieza se empleó la técnica del excavado (campeado o<br />
champleué) consistente en rebajar pequeñas superficies en la lámina de metal, cuyos<br />
huecos se llenaban con polvos de esmalte. Se utilizaba un polvo compuesto de una<br />
mezcla básica de plomo y borax a Ia que se añadían distintos óxidos de metales<br />
según el color que se deseaba obtener, cobalto (azul), hierro (rojo), cobre (verde),<br />
cobre, plaia y antimonio (amarillo). E,l conjunto de la pieza se sometía a altas<br />
remperaturas 750-800o con las que quedaban fundida la pasta vítrea. El proceso se<br />
repetía varias veces y posteriormente se procedía al pulimento. Esta técnica, la más<br />
utilizada en la Edad Media, de distinguía de aquella otra corrocida como alveoladcr<br />
(tabicado o cloisonné) qu" consistía e¡r soldar perpendicularn-iente sobre ia ¡rlaca de<br />
base una laminillas muy finas de metal que seguían el contomo del dibujo. Estas<br />
celdillas se llenaban con polvo de esmalte.
Los talleres de Silos y Limoges<br />
Durante los siglos XI, XII y XIII destacaron por sus obras de esmaltería sobre metal<br />
los talleres de Limoges (Francia) cuyas obras logtaron gran difusión durante el<br />
periodo de desarrollo del arte románico. En la península ibérica, el monasterio de<br />
Santo Domingo de Silos, desde el sigio XI uno de los principales monasterios<br />
benedictinos hispanos, cuya importancia económica, poiítica y cultural, han sidcr<br />
reiteradas veces subrayadas por los historiadores, creó su propio taller de<br />
esmafuería. E,n el último cuarto del siglo XII, Silos con Pamplona se había constituido<br />
en uno de los principales centros productores de esmaltería, manifestación<br />
artística que se desarrolló en estrecha asociación con el mundo de l¿rs institr-tciorles<br />
religiosas, sus principales consumidores.<br />
La ejecución de la arqueta relicario seleccionada como Preza del lnes ha sicic;<br />
atribuida a los talleres de l,imoges. En la actualidad, sin e mbarSo, se está considerando<br />
su vinculación a los talleres de Sil
Dios en el mundo cuya encÍrrnación y resurrección instaura la posibilidad de santificación<br />
de hombres y muieres.<br />
La santidad fue una figura que acogió experiencias de perfeccionamiento espiritual<br />
cambiantes según los tiempos. De ahí que con el transcurrir de los siglos fueran<br />
surgiendo distintas tipologías de santos. En la primera etapa del crisúanismo, se<br />
rindieron honores de santos a aquellas personas dieron testimonio de fe. En aquella<br />
época, el tiempo de las persecuciones, esto venía a significar morir por la fe de Cristo.<br />
De aquí surge la figura del mártir cristiano. A partir del siglo M con la paz<br />
constantiniana, las comunidades cristianas inician una profunda transformación.<br />
Se constituyó un panteón diversificado porgéneros, modelosyfunciones que acogía<br />
santos nuevos, pero también santificaba figuras históricas o míticas del Antiguo y el<br />
Nuevo Testamento. [,os profetas, María Magdalena o los arcángeles fueron de esta<br />
forma incorporados.<br />
Los mártires encamaron la primera y más antigua expresión del culto a los santos.<br />
Con el paso de los siglos irían compartiendo espacio con otras figuras de santidad:<br />
obispos, monjes, reyes, nobles... y, a partir de los siglos XII yXIII, hombres y mujeres<br />
laicos de extracciones sociales más diversificadas. Las bases de redutamiento de la<br />
santidad, en lo que a estatus religioso, dase social y sexo se refiere, se irían modificando<br />
al compás de las t¡ansformaciones sociales, económicas, políticas y culturales<br />
del occidente cristiano.<br />
LAS RELIQUIAS: EL CUERPO DEL SANTO COMO INSTRUMENTO DE PODE,R<br />
El cuerpo, nos dice Sofia Boesch, es la realidad física en la que se inscribe la búsqueda<br />
espiritual. La capacidad para dominar el propio cuerpo -ayunos, penitencias,<br />
resistencia ai frío o la intemperie o el martirio- contribuye de modo decisivo en la<br />
cultura cristiana ai reconocimiento social de una excepcionalidad sobrenatural. El<br />
santo o santa que ha vencido la naturaleza en su espíritu y en su cuerPo, puede<br />
también dominarla, proteger a las gentes y animales de sus peligros, curar la enfermedad<br />
y hasta superar la muerte física operando la resurrección de los muertos. El<br />
cuerpo del santo vivo es ya un cuerpo santo. Y todo santo continúa viviendo en su<br />
cuerpo muerto. Esta centralidad det cuefpo en el proceso de santificación tiene co¡no<br />
consecuencia el poder taumatúrgico que le es atribuido después de muerto. En Ia<br />
cultura medieval, el milagro con su excepcionalidad quedó integrado en elorden de<br />
normalidad.<br />
Es así también como surgen las reliquias, objetos sagrados dotados de poder que<br />
confieren poder a quien administra su culto. Aunque desde los primeros tiem¡ros del<br />
culto a los santos circulaban reliquias procedcntes de Oriente, parece que mantuvo<br />
crerra vigencia hasta el siglo Vl la prohibicirin de abrir los sepulclos de los santos,<br />
una costumbre heredera de las leyes romanas [']sta costumbre sancionó conto reliquias<br />
no sól los cuerpos santos sino también cualquier objeto santificado por el contacto<br />
o presencia de los mismos erl sus sepulcros y altares. Son las llanladas brandeas,<br />
fragmentos de tela, aceite de las lámparas que ardían en sus sepulcros o frag,mentos<br />
de arena o piedra de sus tumbas. Entre los siglos IV y V la lglesia, a pesar de estar
mucho más interesada en destacarlaürtud de los santos porencima de sus poderes<br />
sobrenaturales, desarrolló procesos de gestión de las reliquias cada vez más<br />
articulados, aconsonantes con el gran éxito que portodas partes despertaba su culto.<br />
LAS PEREGzuNACIONES<br />
El culto a los santos y sus reliquias experimentó una expansión irrefrenable desde de<br />
los primeros siglos del cristianismo. Las reliquias conferían potencia sagrada al espacio<br />
que las alojaba. Las reglas de materialización del milagro o de captación de<br />
los beneficios del santo exigían el contacto físico o aproximación a las reliquias- Se<br />
hacía necesario, por tanto, el desplazamiento y acceso al lugar que guardaba la memoria<br />
y el cuerpo del santo y así fueron surgiendo por toda la cristiandad los santuarios<br />
y las peregrinaciones, generándose geografia sagrada articulada en tres eies<br />
fundamentales: Tierra Santa, Roma y Santiago de Compostela-<br />
Tierra Santa, en Oriente, se sancionó como el lugar de peregrinación Por antonomasia,<br />
su geografía concentraba la memoria de los orígenes del cristianismo, testimoniaba<br />
la imrpción de la divinidad en la historia. Ya desde el siglo IV se detecta un<br />
flujo constante de peregrinos a los Santos Lugares, un flujo que sufrirá los avatares<br />
políticos del Mediterráneo Oriental, los que se entrelazan con el dominio de los<br />
musulmanes desde el siglo VII, así como el movimiento liberador de los Santos Lugares<br />
que puso en marcha las Cruzadas. Este área fue para Occidente una importante<br />
cantera de aproüsionamiento de reliquias<br />
Roma. en el centro de la cristiandad, se consolidó por el prestigio de la tradición<br />
aposrólica y marLirial. Guardaba las tumbas de Pedro, cal¡eza fundadora de la iglesia<br />
ierárquica y San Pablo. Su suelo, además, atesoraba innumerables restos de mártires.<br />
En 1300 Bonifacio MII institucionahzó la figura del lubileo. Se buscaba estimular<br />
las peregrinaciones masivas a Roma, a cambio de indulgencias, gracias espirituales<br />
destinadas a conmutar las penas del Purgatorio, los peregrinos debían hacer<br />
un recorrido ritual por la ciudad, por sus iglesias y lugares sagrados más destacados.<br />
El iubileo consolidaba la imagen de Roma como ciudad sagrada .<br />
Desde el siglo IX, Santiago de Compostela, en el /inis terrae,los confines occidentaies<br />
del mundo conocido, completó la tríada de lugares santos más in-iportantes de la<br />
Cristiandad. Las peregrinaciones jacobeas a través de sus distintos itinerarios fueron<br />
ias que en mayor medida contribuyeron a articular un espacio euroPeo. L,n el siglo<br />
X, Santiago de Compostela ya estaba consolidado colno centlo de pe rcgrinaciórl<br />
siendo su momento de máximo apogeo los siglos Xl1'xll Desde la Baja i:dad tr4edia<br />
también se promulgaron "Perdonanqas" o jubileos para atraer ¡>cregritios<br />
l.a circulación de reliquias procedentes clc ultramat, Lln fell(ltrletio clLre la colltluist,i<br />
ln¡-lsulm¿rna estimLtló ¡otablcrrientc, intensificti la rccl cle ltrg,arcs s;il,t'¡tlos () sill'ltlia<br />
rios e n Occidente, una rrranera de compensar la lcjarría y la clifictrltacl tlt' acceso a lOs<br />
Iugares santos por antonomaSia, Irue así corrio err [:uroPa sc Crct) Lttl:t rctl capilar cle<br />
sa¡tuarios. de influf o regional, comarcal o local, ntttci'tos surgiclos ctl ltls itirlcrarios<br />
cle las grandes rutas de peregrinación.
A Hispania llegaron reliquias de Roma y de las Galias, y desde el siglo MI, con la<br />
invasión musulrnana, se esparcieron por los territorios cristianos peninsulares las<br />
reliquias de ios mártires hispanos que habían quedado en territorios ocupados por<br />
los musulmanes. La posesión de reliquias era una parte esencial del rito de consagración<br />
de las basílicas. Con el desan-ollo del Camino se Santiago entre los siglos X, XI<br />
y XIi fue apareciendo y consolidándose una tupida red de santuarios que consolidaron<br />
el t¡azado del Camino como ruta sacra. Por otro lado, los monasterios. focos de<br />
repoblación y cultura, se convirtieron en centros religiosos de primer orclen consolidando<br />
Ia tradición de sus propios santos, San Millán o Sanro Domingo de Siios son<br />
dos buenos exponentes.<br />
Fue así como surgió la figura real y literaria del peregrino y cómo un incontable<br />
número de gentes, n-rás hombres que mujeres, cle todas condiciones sociales, recorrieron<br />
los caminos de Occidente en busca de experiencias espirituaies y rnunclanas.<br />
La peregrinación suponía una ruptura con la nor¡lalidad, con el lugar de origeir<br />
coirio espacio de identidad personaly a lo largo dc los tieinpos acogió morivaciones<br />
de muy diversa índole: exilio voiuntario, mc¡tivos ascéticos o de expiación
Otras visitas recomendadas:<br />
> Santiago de Compostela<br />
> Monasterio de Santo Domingo de Silos<br />
> <strong>Museo</strong> arqueológico provincial de Burgos<br />
> <strong>Museo</strong> diocesano de Orense<br />
> <strong>Museo</strong> de A¡te de Cataluña<br />
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Departamento de Difusión<br />
l'ieza del mes<br />
Sábados: 17,30 h.<br />
Domirrgos: 11,30 h. Y 12,30 h<br />
ENTRADA LII]IIE Y CRAruITA<br />
-i-exto. Angela Muñoz Ircrnández<br />
Asesoramiento científlco :<br />
Dpto. Antigüedades Mcdievales<br />
Maquetación:<br />
IlaúlAreces y Lr-ris Carrillo