Tomo 1 - Renta Básica de las Iguales

La realidad social española en el 2004 y los incumplimientos de la Constitución de 1978
Podemos leer en la Constitución de 1931 como España se constituía en una República democrática de
trabajadores de toda clase, que se organizaba en régimen de Libertad y de Justicia, dónde los poderes de
todos su órganos emanaban del pueblo, subrayando que el Estado español no tenía
religión oficial, así como renunciaba a la guerra como instrumento de política
nacional. 105 No tenía que hacerle mucha gracia a los poderes estamentales, espada y
toga, el que sus jurisdicciones estuviesen sometidas al poder, en última instancia, del
pueblo trabajador; pertenecía al Presidente conferir los empleos militares de los
ejércitos de tierra, mar y aire, así como los de la jurisdicción del tribunal supremo; y el
Presidente mismo tenía que responder, a su vez, ante un número de compromisarios igualmente elegidos
por sufragio universal. Para el otro estamento, la sotana, la enseñanza estaba declarada laica e inspirada
en los ideales de solidaridad humana, con lo cual pocos privilegios económicos e ideológicos podía
extraer de este elemento tan crucial para sus finanzas y el control ideológico; por lo menos, no en la
proporción que disfruta ahora la Iglesia católica con la Constitución actual. Hemos de reconocer que, aun
siendo un texto de inspiración y reafirmación de los derechos humanos y políticos de la burguesía, 106 con
todo ello, no es de extrañar que los tres estamentos apoyaran a la burguesía económica para derrocar este
régimen republicano mediante una guerra civil.
Volviendo a la situación actual, y en términos de bienestar y distribución para la población, ¿dónde
están las garantías y los resultados que expresa la Constitución de 1978 en sus diversos artículos?
Citamos algunas de las situaciones de la vida de los ciudadanos contrastadas con lo que dice este texto. La
realidad que reflejan es:
Distribución. Nos informan que las retribuciones de ciertos consejeros y directores de los grandes bancos
(BBVA, SCH; Etc) están en torno a los 6 millones de euros anuales. A su vez, la suma de los ingresos de
muchos deportistas de élite supera los 10 millones de euros anuales. Contra estos ingresos, el Salario
Mínimo Interprofesional de más de un millón de trabajadores no pasa de los 5. 712
euros anuales. 107 Los banqueros y directores ganarían 1.050 veces más que los
trabajadores del SMI y los personajes de élite 1.751 veces más; estos dos grupos
estarían en la parte alta y ancha de la copa , mientras que las personas con ingresos
bajos estarían en la parte más baja, y a lo largo del pie de la misma. En una sociedad
altamente meritocrática como la que se vive en el capitalismo, estas diferencias
salariales pueden estar glorificadas, especialmente por quienes las perciben, pero ¿son justas?, ¿dónde
queda la equidad?, ¿y la garantía que asegura la Constitución?
105
Resumido de los Artículos 1 a 6.
106
Lo que Emmanuel Sieyès denominaba y defendía como el tercer estado, una propuesta (1789) que protestaba contra los privilegios de la
nobleza y el clero, y buscaba la consolidación del poder burgués frente al poder de aquellos y de la monarquía.
107 CC.OO. Situación de la economía española. Presupuestos Generales del Estado 2006.
75