Tomo 1 - Renta Básica de las Iguales

Chaquetas, vallas, inmigración y libre mercado 16
Sin entrar en un debate 17 reciente sobre que país es más capitalista, si EE. UU o Suecia, un economista
de nuestro tiempo, catalán y muy conocido por los colores chillones de sus chaquetas, para quien el libre
mercado es la panacea que resuelve todos los males de la humanidad, sostiene que la pobreza, la
desigualdad, las injusticias, las hambrunas y las pandemias, las guerras, los genocidios, el
terror, son hechos que ocurren por interferir en las reglas del libre mercado.
Permanentemente está defendiendo la fantasía, e intenta inculcárnosla, de que, dejando
que el mercado actúe libremente, lo demás se resolverá por su cuenta. Esta es una
formula que me cuesta aceptar, aunque sospecho que algo/alguien puede estar interesado
en que creamos esta simpleza, ya que el tal joven profesor es invitado frecuentemente por
los medios para que repita este mensaje sin olvidar ni una coma.
Si la solución que propone fuese válida, me llama la atención que no haya salido en ningún momento
en los periódicos y la televisión condenando las ‘vallas’ de Ceuta y Melilla, así como la llegada de pateras
a Europa, que impiden a los inmigrantes el acceso libre al mercado laboral. Para las economías
capitalistas, estas personas son mano de obra sobrante en sus países, que aquí se
convertiría en mano de obra muy barata, lo cual reduciría el coste laboral, y
aumentaría nuestra capacidad exportadora; al vender más al exterior hay que
producir más, se crearía nuevo empleo, más inversiones, la economía crecería; a su
vez, los empresarios mejorarían sus cuentas de resultados (beneficios), los
inmigrantes aportarían más cuotas a la seguridad social, y el gobierno hasta podría contar con este
superávit para seguir ocultando la magnitud del déficit público. Sin embargo, ¿por qué no denuncia las
interferencias en el mercado laboral y no sale en defensa de los inmigrantes nuestro avispado economista?
¿por qué los empresarios reclaman la desregulación de los mercados laborales internos, mientras los
gobiernos ponen severos controles a los flujos de inmigrantes que pueden venir de los mercados laborales
externos?
De la hambruna que está pasando la población en Nigeria y otros muchos países, especialmente del
África subsahariana, culpa más a la corrupción de los gobiernos, que a las leyes del libre
comercio que defiende. Dicen los expertos que tal situación no se debe a que hay escasez de
alimentos, sino a que los 12 millones de personas que están a punto de morir no tienen
dinero para comprar tales mercancías. Sí, como sostiene, el mercado funciona
perfectamente, dado el actual nivel de precios, la oferta está deseando dar salida a estos
productos, pero la demanda no tiene capacidad de compra. Se morirán inútilmente 12 millones de
16
Aunque fue escrito en el 2005, creo que la actualidad de esta reflexión la pone de relieve el propio profesor con su agresivo oficio de defensor
del mercado capitalista.
17
El debate entre Xavier Sala i Martín y Xavier Fontcuberta sobre el éxito o fracaso de los modelos económicos y sociales de Suecia y EE.UU.
me recuerda aquel otro sobre los roles del policía bueno y el policía malo. A cualquier punto que lleguen, los dos se olvidan de que los unos son
sistemas capitalistas, y los otros son personas cuya función es ser policías; la principal función del capitalismo es apropiarse individualmente de
la riqueza y generar desigualdad; y la de la policía es defender la propiedad privada, piedra angular de la naturaleza del capitalismo.
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