eutanasia para su hija hidrocefálica

AGUASCALIENTES, AGS, 25 JUNIO. Una madre soltera solicitó al gobernador de Aguascalientes,
el panista Luis Armando Reynoso Femat, autorización para aplicar la eutanasia a una de sus
tres hijas, que sufre hidrocefalia. La mujer argumenta que no tiene recursos para tratarla y ya
no desea verla sufrir.
Georgina Rivera Villanueva, vendedora de frituras, entregó su petición por escrito y se la
firmaron de recibida en la secretaría particular del mandatario.
La mujer ofreció una conferencia de prensa en la que explicó que su hija, María Guadalupe
Solórzano Rivera, tiene ocho años de edad, pesa seis kilogramos, sufre constantes
convulsiones y “ya me la regresaron del hospital Hidalgo. Me dijeron que me esperara a que se
muriera. Desde que nació me dijeron que no iba a durar más de dos años o a lo mucho
cuatro”, relató.
“Con todo el dolor de mi
corazón, prefiero que mi hija
tenga una muerte asistida que
una vida sin asistencia, porque
yo no tengo dinero para
atenderla; además, ya sufrí
muchas humillaciones y
maltrato. Ya vi a mil doctores y
todos dicen lo mismo: mi hija
no tiene remedio.”
De 29 años de edad y vecina del fraccionamiento Guadalupe Peralta, al oriente de esta capital,
Rivera Villanueva comentó: “Es muy difícil mantenerla con vida porque pesaba ocho kilos y
ahora pesa seis y no acepta alimentos. Tiene puro líquido en su cabeza. Le doy de comer y
devuelve la comida. Ya no quiero ver así a mi hija. La he visto más sufrir que vivir, si a eso se le
llama vivir. No encuentro la salida y debo 40 mil pesos de la casa que saqué en el Instituto de
Vivienda por comprar medicinas. He pedido limosna y tengo miedo de que me echen de la
casa”, dijo entre llantos. Nora Rubalcaba Gámez, diputada local perredista, anunció: “La
próxima semana vamos a presentar una iniciativa de ley de voluntad anticipada para que se
modifiquen la Ley de Notariado, la Ley de Salud y el Código Penal, de modo que todas aquellas
personas que no tengan esperanza de vida y quieran poner fin a su sufrimiento puedan

acogerse esta ley”, a menos qué contravenga sus deseos y creencias, dijo. “Todos tenemos
derecho no sólo a una vida digna, sino también a una muerte digna”.