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y marcas; la carne de primera se podía
encontrar en cualquier carnicería, como
asimismo leches.
Es decir, los argumentos esgrimidos para
mostrar preocupación ante la carencia
de los alimentos que forman parte de la
canasta familiar, son parte de la misma
falacia, ya que es el gobierno el responsable
directo de lo que ocurre y ocurrirá.
Este gobierno, seamos justos, logró unir
a toda la Nación alrededor de una concreta
preocupación: la inflación, que
a pesar de que la niegue el gobierno ya
se instaló entre nosotros y a menos que
medien medidas inteligentes, llegó para
quedarse, pegando donde más duele a
los que menos tienen. En la medida que
pasan los días, la gente ve con más simpatía
al campo, y esto es mérito exclusivo
los Kirchner.
Un ejecutivo lúcido hubiera aprovechado
la oportunidad del portazo de Lousteau,
como ministro de Economía, para echarle
la culpa de todos los desaciertos; volver
las cosas al 11 de marzo y ponerse a discutir
la nueva política agraria, evitando
los enfrentamientos que provocaron gracias
a la pertinaz tozudez, producto de la
soberbia que sumado a la falta de conocimientos
hacen un cocktail explosivo.
En un artículo publicado días atrás, decíamos
que no podíamos medir la caída
de imagen de la presidente por lo inmediato.
Hoy ya tenemos el resultado dado
a conocer por Poliarquía, que muestra un
30% de caída y sigue descendiendo.
Mientras que en Rosario, sin pagar un
centavo a nadie, se reunieron más de 300
mil personas, en Salta, pagando micros,
el choripán y el tretrabrik, no alcanzaron
ni siquiera a la mitad. Esta evidencia pareciera
que todavía no fue percibida por
el gobierno.
Y, lo lamentable, es que cuando les ponen
a los más altos funcionarios un micrófono
cerca de la boca, la abren para hacer
declaraciones que corresponden a un
gobierno autista, alejado de la realidad.
Declaraciones vacías, que ni ellos mismos
se las creen, olvidando que internet está
reproduciendo sus dichos en el mismo
momento a todo el mundo. Es como si
estuvieran viendo otro canal. Traslucen
indiferencia a las consecuencias que tendrán
que heredar los jóvenes estudiantes
y trabajadores, por las acciones políticas
con alto índice de enfrentamiento pero
carentes de la menor pizca de sentido
común: están dejando a la juventud un
país sin futuro. Países como China, Brasil
y EEUU. están buscando otros proveedores
de granos y aceites, principales productos
exportables y sostenes principales
de la economía nacional, ya que nuestro
país dejó de ser confiable.
Se aguardaba el 25 de mayo con esperanzas
un relanzamiento del gobierno, con
planes y cambio de funcionarios. Lamentablemente
nada de esto sucedió, no se
dieron señales de cambio de rumbo para
profundizar el crecimiento, aprovechando
la coyuntura mundial. Todo no seguirá
igual: seguirá peor.
Estamos condenados, y no precisamente
al éxito.
LA IMPORTANCIA DE LA IMAGEN
La Prefectura Naval Argentina gozaba de
un buen ganado prestigio hasta que el
Prefecto General Carlos Fernández, cum-
Editor-Director
Richard Leslie Ramsay
rlramsay@fibertel.com.ar
pliendo inconstitucionalmente órdenes
del ministro de Interior, a la sazón Aníbal
Fernández, en inocultable defensa de las
Terminales del puerto de Buenos Aires y
Dock Sud y en contra de los puertos containeros
arriba de Campana, limitó la eslora
y manga de los buques full containers
para navegar el Río Paraná, mientras que
los graneleros de similares características
no tenían dicha prohibición.
Esto deterioró la imagen de la Fuerza de
Seguridad frente a los operadores del comercio
exterior. Ahora, otro tropezón distancia
la Prefectura Naval Argentina de
la ciudadanía: la violencia demostrada
en contra de los productores agropecuarios,
armados solamente con un poncho
y un mate. Las imágenes que quedaron
registradas por la televisión y los medios
gráficos son elocuentes.
Lamentable la caída de imagen.
Diez años para consolidarla y muy poco
tiempo para tirarla abajo.