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Negocios Internacionales
Legislación
Hace tres años me consultó una empresa por-
que tenía una deuda con un proveedor en el
exterior. Habían hecho negocios durante dos
años y cuando el sector en el que trabajaba
entró en crisis debió negociar un remanente
de la deuda que había generado. La empresa,
una importantísima industria del gas natural
vehicular (GNV) era productora de equipos
de GNC completos para automotores (PEC)
y le compraba los cilindros a un productor
brasileño. En el año 2003 había adquirido di-
rectamente a este fabricante mercadería por
un valor aproximado de U$S 5.000.000. En la
entrevista me comentó que por la deuda la
empresa debió suscribir con su proveedor de
exterior tres letras por un valor de U$S 78.000;
mencionando que el fabricante de cilindros
carecía de una representación en el país.
Pero también mencionó que tenía un proble-
ma con la mercadería. Los cilindros tienen
una vida útil de 30 años por lo que el fabri-
cante otorgaba una garantía de 5 años por su
producto. A su vez ese producto se encontra-
ba certificado en calidad por partidas por una
importante certificadora internacional. Por
otro lado por la legislación del ENARGAS esos
cilindros debían someterse a una reprueba hi-
dráulica cada 5 años o cuando el equipo era
cambiado de automóvil. Me indicó que habían
empezado a aparecer fallas en los cilindros y
que éstos se ovalizaban por encima de lo per-
mitido en una de las medidas importadas, por
lo que el centro habilitado de repruebas pa-
saba a inutilizarlos efectuándoles un corte en
¿Es necesario efectuar un contrato
cuando se exporta o importa?
Escribe Dr. Ricardo Tortonese. Especialista en Comercio Exterior,
Negocios Internacionales y Derecho Aduanero.
tortoneseabogados@infovia.com.ar
su estructura. Del total comprado los cilindros
con este problema representaban un total de
casi U$S 800.000.-
Esto hacía que el PEC tuviera obligatoriamen-
te que cambiarlos al usuario, pues, además,
está obligado a ello por la propia legislación
nacional de protección de los derechos del
consumidor. La empresa se encontraba en
crisis financiera colocándola en una difícil si-
tuación, puesto que el proveedor del exterior
le negaba la cobertura de la garantía en tanto
y encuanto no le abonara el saldo pendiente
de cancelación, estando obligado a reponer el
cilindro al usuario a su propio costo. Y lo que
es peor, se veía obligado a efectuar la reprue-
ba en todos los cilindros y efectuar un llamado
a todos los usuarios para que se sometieran a
ella con un altísimo costo interno pues, como
dije antes, la legislación de derechos del con-
sumidor así lo exigía.
Ante esta situación mi pregunta al cliente fue:
¿Tiene Ud. un contrato firmado con su provee-
dor? La respuesta fue negativa. A lo que siguió
otra pregunta: ¿Ud compró mercadería por
5.000.000 y no efectuó un contrato? Obte-
niendo otra nueva negativa.
La situación bien vale de ejemplo. En esta
oportunidad estamos hablando de una em-
presa que efectuó una importación, pero:¿Y
si Ud. fuera el exportador?
La situación me llevó a plantearle al cliente
muchísimos de los inconvenientes que se pre-
sentaban ante la inexistencia del contrato.
Entre ellas era cómo tenía que hacer para
hacer valer la garantía. ¿Debía notificar la si-
tuación al exportador? ¿Cómo lo haría? ¿Cómo
debía el exportador hacer para responder a la
garantía y en qué plazos y condiciones? ¿Po-
día el exportador brasileño ampararse en la
falta de pago para negarse a responder por
la garantía?¿Dónde tendría que reclamar ju-
dicialmente contra el exportador si éste no
cumplía con sus obligaciones? ¿Qué normativa
debíamos aplicar, la brasileña, la argentina,
otra, algún tratado internacional? Muchos in-
terrogantes para un negocio de tanto dinero.
A lo largo de mi experiencia he detectado
que, salvo las grandes empresas, no suelen
hacerse contratos en el comercio exterior en
el ámbito del empresariado argentino. Las in-
ternacionales, en cambio, traen esa cultura
de sus casas matrices y muy frecuentemente
realizan esta práctica.
Obviamente que no escapa a mi conocimien-
to que muchas veces en una negociación in-
troducir cuestiones relativas a un contrato es-
crito no es fácil. No es fácil garantizar que el
interlocutor sabrá responder favorablemente
a dicha propuesta. Y no es fácil materializar el
contrato plasmando las voluntad de ambos.
Un ejemplo. Discutamos sobre cómo vamos
a resolver las disputas que puedan suscitar-
se entre las partes. ¿Utilizamos el sistema
de arbitraje? ¿Qué organismo será el Árbitro?
¿Qué legislación aplicamos? ¿Y si el sistema de
arbitraje no funciona cómo seguimos?¿Qué
legislación aplicamos? ¿Qué juez será compe-
tente? Etcétera.
Como vemos la problemática puede ser
tan compleja como dífícil su resolución. Lo
cierto es que existen pautas medias para la
resolución de estas cuestiones y que hacen
a los usos y costumbres del comercio inter-
nacional. En principio el Tratado de Viena
de 1980 sobre compraventa de mercaderías
(incorporado a nuestra legislación Ley 22.765)
menciona los derechos y obligaciones de las
partes y las acciones y compensaciones que
les pueden asistir en caso de incumplimientos
contractuales.
Sin embargo, actualmente, y como resultado
del vertiginoso cambio sufrido en la economía