Los derechos de las también son humanos - Ste-clm.com

En primera línea de lucha
por la Igualdad
ROSA Mª ZAFRA LIZCANO • Área de Mujer INTERSINDICAL-CLM
Los tiempos que nos han sobrevenido, desde finales de la
primera década del siglo, son claramente perniciosos para
quienes nos vimos abocadas y abocados, por educación o
por empuje social, a aceptar las reglas del juego capitalista.
Si ayer el “capital” precisaba de nuestro bienestar para
asegurar que el consumo y la producción siguieran una
línea ascendente, reflejada también en sus beneficios empresariales,
hoy –en clara apuesta por el capitalismo más
salvaje, aquel de los primeros tiempos de la era industrial-
la deslocalización de los establecimientos productivos hacia
países donde los costes se reducen al mínimo, donde
la legislación permite el mantenimiento de la servidumbre,
hoy, repetimos, el “capital” no nos necesita.
No vamos a dar más vueltas, ni a profundizar en las
causas, no es el caso, lo que nos ocupa es una cuestión
concreta: la vuelta de tuerca al “empobrecimiento femenino”,
en un contexto de fusión plena entre el capitalismo y
el patriarcado.
Incluso se pretende que la legislación vaya en la línea de
reforzar la sumisión femenina al paradigma masculino en
todas las vertientes de la vida: aborto, protección contra
la violencia, salarios desiguales, acceso al mundo laboral
(hoy todavía más complicado)….Y lo que faltaba, la reforma
del Código Penal y la nueva Ley de Tasas.
En este punto, ya denunciamos el 25 de noviembre, la
desaparición como delito de este nuevo Código Penal el
término “violencia de género”, una descarada y retrógrada
medida que descarta admitir que es una violencia específica
y “per se”, a pesar de que las cifras son evidentes:
1220 mujeres muertas en 41 años, 1204 en 17 años…
y a pesar de que contraviene la declaración sobre la eliminación
de la violencia contra la mujer de Naciones Unidas
de 1993, que reconoce, en su artículo segundo, que la
violencia física, sexual y psicológica se perpetra dentro de
la comunidad, en el trabajo, en instituciones educacionales
e incluso puede ser perpetrada o tolerada por el Estado.
Como ya decíamos precisamente en el día internacional
contra la violencia de género, nos suena a una voluntad
(y no solo moral) de recluir lo femenino de nuevo hacia
el ámbito doméstico, al pretender tipificar esta violencia
como “doméstica” o “intrafamiliar”, cuando sabemos que
esta violencia directa se ejerce igualmente fuera del hogar.
Nos encontrábamos en un momento en el que se iba a
reforzar la legislación que pretendía proteger a las mujeres
víctimas de la violencia machista; nos topamos, así de
golpe, con un conjunto de medidas apoyadas por un sinfín
de declaraciones y proclamas que justifican, cuando no
disculpan, las actitudes machistas.
Fruto de todo ello es, no solo la intención de reformar la
ley de interrupción voluntaria del embarazo, o este caso
que comentamos del Código Penal, sino también y mucho
más duro (pues es más directo) la Ley de Tasas judiciales
INTERSINDICAL
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a la que las víctimas de la violencia machista deben someterse.
Sobra decir el efecto que sobre las denuncias
tendrá este gravamen injusto y perverso, así como las
consecuencias que tendrá sobre las mujeres sometidas
a un infierno machista, al no disponer muchas de ellas de
solvencia económica para hacer frente a un nuevo obstáculo.
Esto se añade a la escasez de centros de atención, agravado
por el cierre de muchos de ellos (especialmente en
el medio rural), el cierre de casas de acogida, el descenso
de ofertas laborales…ahora las mujeres que busquen huir
o protegerse de sus presentes agresores y tal vez futuros
asesinos, lo tienen más difícil.
Para las compañeras y compañeros del Área de la Mujer
de Intersindical Castilla la Mancha, implicadas e implicados
en la lucha por la igualdad de hombres y mujeres,
para construir un mundo nuevo, los obstáculos legales
que van apareciendo últimamente pueden mermar nuestras
opciones de lucha, pero desde luego nunca nuestras
ganas y nuestras fuerzas, porque
hoy más que nunca la lucha
por la consecución de nuestro
objetivo es más fuerte, lo que lo
hace cada vez más posible.
»Incluso se pretende
que la legislación vaya en
la línea de reforzar la sumisión
femenina al paradigma
masculino en todas las vertientes
de la vida: aborto,
protección contra la violencia,
salarios desiguales, acceso
al mundo laboral (hoy
todavía más complicado)…
.Y lo que faltaba, la
reforma del Código Penal
y la nueva Ley de Tasas.
8 DE MARZO
DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER
Mujer inmigrante:
realidad, estereotipos, ...
MANOLI GARCÍA SIMARRO • Área de Mujer INTERSINDICAL-CLM
Las mujeres inmigrantes constituyen un colectivo muy variado
en lo que respecta a circunstancias, vivencias y problemáticas,
aunque a menudo se las contempla de forma
homogénea, a través de generalizaciones y estereotipos
que en muchos casos no corresponden a la realidad. En
numerosas ocasiones son mujeres con capacidades y habilidades
por encima de la media de sus países, con estudios
superiores y poseedoras de gran iniciativa y fortaleza.
En nuestro país sufren un dramático descenso de clase
social, siendo relegadas a trabajos considerados estereotipadamente
femeninos, desprestigiados e invisibles, como
el servicio doméstico, el cuidado de personas dependientes
o la prostitución. El hecho de que estas ocupaciones se
encuentren legalmente poco reguladas, favorece que se
produzcan condiciones de abuso y dominación hacia ellas.
En el discurso de las mujeres inmigrantes, se destaca
como objetivo prioritario del proyecto migratorio la mejora
de la propia vida y la de la familia, especialmente la de
los hijos. El relato de sus necesidades se centra de forma
redundante y obsesiva en conseguir papeles y trabajo
cuando no los tienen. Solo una vez que los obtienen pueden
pensar en otro tipo de necesidades, como traer sus hijos
o a su familia, aumentar sus recursos, ampliar su formación
laboral, terminar o iniciar unos estudios, mejorar sus
relaciones o sentirse más adaptadas en la sociedad de
acogida. Las mujeres que no tienen papeles se encuentran
en una situación de desprotección e invisibilidad social que
las hace aún más vulnerables a los abusos y a la explotación.
Resulta necesario buscar fórmulas políticas y legales
para mejorar las condiciones de estas mujeres.
Con el fin de atenuar el sufrimiento y la soledad que origina
estar lejos de los lazos afectivos más importantes, es preciso
agilizar y facilitar la reagrupación familiar de manera
que las mujeres puedan recuperar cuanto antes la convivencia
con los hijos y con su familia. El proceso en estos
momentos resulta demasiado lento y costoso. Por otra
parte, hay que encontrar formas para fomentar desde los
poderes públicos y las organizaciones no solo el asociacionismo,
sino la formación de redes de apoyo afectivo entre
inmigrantes y autóctonos/as.
Las situaciones de maltrato y violencia de género son demasiado
frecuentes entre las mujeres inmigrantes, especialmente
entre aquellas que han llegado después que
su pareja, a través de una reagrupación familiar, y se encuentran
en una posición de dependencia. Las graves desigualdades
de género presentes en los países de origen,
pueden estallar en una sociedad algo más igualitaria en la
que la pareja teme perder el control de la mujer. Resulta
muy urgente encontrar fórmulas para que los apoyos que
se promueven en la Ley para la Igualdad y en la Ley Integral
contra la Violencia de Género puedan alcanzar plenamente
a las mujeres inmigrantes, incluyendo a las que no tie-
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Como mujer, no tengo patria,
como mujer, no quiero patria,
como mujer, mi patria es el mundo entero.
Virginia Woolf.
nen documentos legales. Es preciso garantizar que la denuncia
y/o la separación del agresor no supondrán tener
que volver a su país o quedarse totalmente desprotegida.
Sería conveniente facilitar la participación de mujeres inmigrantes
en programas de formación laboral que no estén
dirigidos hacia trabajos estereotipados como femeninos,
aumentando así las posibilidades de ocupar otros tipos de
empleo. En este sentido resultan interesantes las iniciativas
de Cruz Roja y otras organizaciones fomentando el
acceso de mujeres a cursos de formación en pintura, fontanería
o electricidad, o de varones a cursos de cuidados
de personas, realizando además una labor de sensibilización
con empleadores/as para que acepten contratar sin
estereotipos de género. La situación más deseable sería
la inclusión en programas de formación no segregados
de la población autóctona, esto facilitaría la integración y
ampliaría las posibilidades de formación de las personas
inmigrantes.
Para favorecer la posibilidad de continuar estudios en nuestro
país, sería necesario disponer de un procedimiento sistemático
a través del cual obtener el reconocimiento de
estudios y titulaciones cursadas en el país de origen, incluso
el reconocimiento de habilidades y capacidades que no
suelen estar reflejadas en un título. La escasez de tiempo
y de recursos económicos que reflejan las mujeres en sus
discursos son obstáculos a derribar para las que quieren
estudiar. Con frecuencia las mujeres señalan la necesidad
de que en los países de origen se ofrezca una información
clara y veraz acerca de la realidad que se van a encontrar
los/las inmigrantes, de forma que no se produzca un choque
excesivamente brusco entre expectativas y realidad, y
una sensación de fracaso del proyecto migratorio.
Por último, quiero subrayar que la educación tiene un gran
reto en la tarea de desarrollar en la población valores de
tolerancia, solidaridad y respecto a las diferencias, así
como en la de ayudar a reflexionar desde una perspectiva
de género.
El conocimiento crítico de las situaciones reales de los/las
inmigrantes, es fundamental para sensibilizar y disminuir
estereotipos y prejuicios que inciden en comportamientos
discriminatorios y xenófobos. Otra tarea educativa pendiente
es el desarrollo de aspectos afectivos como la empatía
y la promoción de contactos gratificantes entre las
diversas culturas.
La educación tendría finalmente que facilitar la reflexión
sobre la forma injusta en la que se esta desarrollando la
globalización, aumentando cada vez más la brecha entre
países ricos y pobres y obligando a emigrar a millones de
personas que se enfrentan a condiciones penosas de vida.
Las mujeres sufren doblemente esta injusticia al añadirse
además la discriminación por género.