Análisis descriptivo con alcance explicativo respecto de la ...

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La investigación pudo llevarse a cabo, ya que se tuvo la disponibilidad de la muestra universitaria. La recolección de datos fue factible, puesto que sólo se necesitó del consentimiento de los estudiantes que participaron en la investigación. También fue viable en el ámbito monetario, puesto que sólo se necesitó de fotocopias del instrmento. II.3 Pregunta de Investigación. ¿Qué porcentaje de la población universitaria de pregrado (de universidades pertenecientes al Consejo de Rectores) de la ciudad de Chillán presentan percepción de síntomas clínicos del Trastorno de Somatización? Y en base a los resultados ¿Existen diferencias significativas entre universitarios y universitarias? II.4 Objetivos General y Específicos. General: Investigar la prevalencia de la percepción de los síntomas clínicos del Trastorno de Somatización en población universitaria de pregrado (de universidades pertenecientes al Consejo de Rectores) de la ciudad de Chillán, y determinar si existen diferencias significativas entre universitarias y universitarios. Específicos: 1) Establecer el porcentaje de la percepción de los síntomas clínicos del Trastorno de Somatización en población universitaria de pregrado (de universidades pertenecientes al Consejo de Rectores) de la ciudad de Chillán. 2) Determinar si existen diferencias significativas entre universitarias y universtarios de pregrado de la ciudad de Chillán, respecto a la prevalencia de la percepción de síntomas clínicos del Trastorno de Somatización. 3) Validar el instrumento creado para la investigación denominado Cuestionario Clínico de la Percepción del Trastorno de Somatización (CCPTS), en la ciudad de Chillán. 10

III. MARCO REFERENCIAL. III.1 Antecedentes Teóricos. III.1.1 Historia del Constructo. En el antiguo Egipto, se consideraba que la causa por la cual las mujeres padecían el Trastorno de Somatización era la presencia de un útero displásico. Esta situación causaba a la mujer alteraciones difusas en órganos del cuerpo donde se desarrollaban otros síntomas. Por su parte, los griegos también daban como causa de dichos síntomas una alteración en el útero. Éste era la fuente de los síntomas físicos inexplicables, lo que se tradujo culturalmente como un síndrome casi exclusivo de las mujeres (Rangel-Urrea, Barrera-Guío y Escobar-Córdoba, 2009). En el período del renacimiento, la idea que esta enfermedad tuviera una causa en el sistema nervioso comenzó a tomar mayor relevancia (Bombana, 2006). En el siglo XVII Thomas Sydenham le quitó la exclusividad femenina a este trastorno, extendiéndolo también a los hombres, y comenzó a considerar que se presentaban factores psicológicos en su etiología. En el siglo XIX, se volvió a retomar casi exclusivamente la causa orgánica como origen de esta enfermedad. Por último, el siglo XX fue testigo del resurgimiento de una causa psicológica de este trastorno, difundiéndose así la idea de psicogénesis, proponiendo nuevas maneras de realizar tratamientos psicológicos para este síndrome (Rangel-Urrea y cols., 2009). En 1859, el científico Paul Briquet, en su obra “Traite Clinique et Therapeutique de L'histeríe” (1859), denominó al Trastorno de Somatización como una ramificación y una entidad nosológica diferente a lo que se conocía en esos años como la “histeria”. Los estudios y la prevalencia se presentaban en mujeres que manifestaban dolores y quejas sexuales. De esta forma, Briquet describía las conductas de estas mujeres como extravagantes y emocionales, sin presentar atisbos de racionalidad. De Cristóforis agrega que “siempre se unió conversión a la histeria (…) esto sería parecido a la facilitación somática que Freud planteaba” (De Cristóforis, 2006, pp. 155). Lo mencionado corrobora los conocimientos que se manejaban en torno al síndrome de Briquet, los cuales estaban 11

III. MARCO REFERENCIAL.<br />

III.1 Antece<strong>de</strong>ntes Teóricos.<br />

III.1.1 Historia <strong>de</strong>l Constructo.<br />

En el antiguo Egipto, se <strong>con</strong>si<strong>de</strong>raba que <strong>la</strong> causa por <strong>la</strong> cual <strong>la</strong>s mujeres pa<strong>de</strong>cían<br />

el Trastorno <strong>de</strong> Somatización era <strong>la</strong> presencia <strong>de</strong> un útero displásico. Esta situación<br />

causaba a <strong>la</strong> mujer alteraciones difusas en órganos <strong>de</strong>l cuerpo don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ban<br />

otros síntomas. Por su parte, los griegos también daban como causa <strong>de</strong> dichos síntomas<br />

una alteración en el útero. Éste era <strong>la</strong> fuente <strong>de</strong> los síntomas físicos inexplicables, lo que<br />

se tradujo culturalmente como un síndrome casi exclusivo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s mujeres (Rangel-Urrea,<br />

Barrera-Guío y Escobar-Córdoba, 2009). En el período <strong>de</strong>l renacimiento, <strong>la</strong> i<strong>de</strong>a que esta<br />

enfermedad tuviera una causa en el sistema nervioso comenzó a tomar mayor relevancia<br />

(Bombana, 2006). En el siglo XVII Thomas Sy<strong>de</strong>nham le quitó <strong>la</strong> exclusividad femenina a<br />

este trastorno, extendiéndolo también a los hombres, y comenzó a <strong>con</strong>si<strong>de</strong>rar que se<br />

presentaban factores psicológicos en su etiología. En el siglo XIX, se volvió a retomar casi<br />

exclusivamente <strong>la</strong> causa orgánica como origen <strong>de</strong> esta enfermedad. Por último, el siglo XX<br />

fue testigo <strong>de</strong>l resurgimiento <strong>de</strong> una causa psicológica <strong>de</strong> este trastorno, difundiéndose así<br />

<strong>la</strong> i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> psicogénesis, proponiendo nuevas maneras <strong>de</strong> realizar tratamientos<br />

psicológicos para este síndrome (Rangel-Urrea y cols., 2009).<br />

En 1859, el científico Paul Briquet, en su obra “Traite Clinique et Therapeutique <strong>de</strong><br />

L'histeríe” (1859), <strong>de</strong>nominó al Trastorno <strong>de</strong> Somatización como una ramificación y una<br />

entidad nosológica diferente a lo que se <strong>con</strong>ocía en esos años como <strong>la</strong> “histeria”. Los<br />

estudios y <strong>la</strong> prevalencia se presentaban en mujeres que manifestaban dolores y quejas<br />

sexuales. De esta forma, Briquet <strong>de</strong>scribía <strong>la</strong>s <strong>con</strong>ductas <strong>de</strong> estas mujeres como<br />

extravagantes y emocionales, sin presentar atisbos <strong>de</strong> racionalidad. De Cristóforis agrega<br />

que “siempre se unió <strong>con</strong>versión a <strong>la</strong> histeria (…) esto sería parecido a <strong>la</strong> facilitación<br />

somática que Freud p<strong>la</strong>nteaba” (De Cristóforis, 2006, pp. 155). Lo mencionado corrobora<br />

los <strong>con</strong>ocimientos que se manejaban en torno al síndrome <strong>de</strong> Briquet, los cuales estaban<br />

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