RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />
estaban a unos cincuenta metros por <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> él, avanzando tambaleantes por<br />
la arena, con León corriendo <strong>de</strong> lado, vigilando <strong><strong>de</strong>l</strong>ante y <strong>de</strong>trás, trazando<br />
semicírculos con su semiautomática.<br />
John se arriesgó a mirar a su espalda, y vio que las criaturas escorpión<br />
seguían aproximándose. Se arrastraban con mayor lentitud, pero sin <strong>de</strong>tenerse.<br />
Sus cuerpos con aguijón seguían <strong>de</strong>jando escapar un rastro <strong>de</strong> fluido blanco, y<br />
mantenían sus largas y extrañas pinzas en alto, abriéndose y cerrándose sin<br />
parar. A<strong>de</strong>más, iban ganando velocidad <strong>de</strong> nuevo con cada paso que daban, un<br />
enjambre <strong>de</strong> bichos no muertos que querían cenar…<br />
Un enjambre, un enjambre reunido…<br />
Pue<strong>de</strong> que no tuvieran otra oportunidad mejor. John <strong>de</strong>jó caer el rifle, que<br />
le quedó colgando <strong>de</strong> un modo raro <strong><strong>de</strong>l</strong> cuello, y metió una mano en su mochila<br />
<strong>de</strong> ca<strong>de</strong>ra sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> correr a bastante velocidad. Sacó una <strong>de</strong> las granadas, le<br />
quitó el seguro y se dio la vuelta, trotando <strong>de</strong> espaldas. Intentó calcular la<br />
distancia mientras repasaba frenéticamente las instrucciones <strong>de</strong> uso <strong>de</strong> la<br />
granada M68 en su mente, con los escorps a veinte o veintiún metros a su<br />
espalda.<br />
… espoleta <strong>de</strong> impacto, se arma dos segundos <strong>de</strong>spués <strong><strong>de</strong>l</strong> impacto, temporizador<br />
<strong>de</strong> seis segundos…<br />
—¡Granada! —gritó, y arrojó el artefacto al aire, rezando para que hubiera<br />
calculado bien mientras se daba la vuelta y se tiraba <strong>de</strong> cabeza al suelo. <strong>La</strong><br />
granada todavía estaba en el aire cuando aterrizó al otro lado <strong>de</strong> la duna.<br />
John se metió braceando en ella, utilizando toda su consi<strong>de</strong>rable<br />
musculatura, y se enterró bajo la arena caliente, quedándose ciego y sin<br />
respiración. Hacía más fresco bajo la superficie, y las oleadas <strong>de</strong> partículas <strong>de</strong><br />
arena se aplastaron contra su cara e intentaron meterse en su boca y en su nariz,<br />
pero no pudo pensar en otra cosa que no fuera meter las piernas bajo la<br />
superficie… y en lo que los fragmentos <strong>de</strong> metal <strong>de</strong> la explosión podían hacerle<br />
a la carne humana.<br />
Dio una última y <strong>de</strong>sesperada patada y…<br />
¡BOOUUMM!<br />
Se produjo un tremendo movimiento a su alre<strong>de</strong>dor, y sintió una presión<br />
brutal contra la pared <strong>de</strong> arena que le cubría y contra él mismo. El peso <strong>de</strong> su<br />
refugio sobre su espalda aumentó enormemente, obligándole a vaciar el aire <strong>de</strong><br />
sus pulmones. Le hizo falta toda su fuerza para levantar una mano y po<strong>de</strong>r<br />
taparse la boca con ella para así lograr respirar <strong>de</strong> forma entrecortada. Comenzó<br />
a abrirse paso hasta la superficie, retorciéndose y dando patadas.<br />
León, consiguieron ponerse a cubierto a tiempo, ha funcionado…<br />
Luchó contra las corrientes <strong>de</strong> granulos pulidos que seguían bajando por<br />
la la<strong>de</strong>ra, e inspiró profundamente antes <strong>de</strong> utilizar las dos manos para apartar<br />
la pesada arena. Salió en pocos segundos, chorreando granos por todos lados y<br />
con los irritados ojos, llorosos. Se los limpió con una mano y empuñó el M-16 <strong>de</strong><br />
nuevo mientras miraba a su alre<strong>de</strong>dor en busca <strong>de</strong> la amenaza… que ya no era<br />
una amenaza. <strong>La</strong> granada <strong>de</strong>bió caer justo <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> ellos: <strong>de</strong> los seis<br />
escorpiones mutantes que les habían estado persiguiendo, cuatro estaban<br />
hechos pedazos. John vio una pinza que todavía se abría y cerraba <strong>de</strong> forma<br />
95