RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

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14.05.2013 Views

S.D. PERRY RESIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO Todavía a ciegas en la oscuridad, las lágrimas solamente dolían; no interfirieron en su propósito cuando alzó su 9 mm y lo paseó ante él hasta encontrar la puerta. ¡BAM! Descerrajó la puerta, abriendo un agujero en su borde, y escuchó los gritos de sorpresa de los hombres del exterior. Sin apenas una pausa, David abrió la puerta del todo —¿cuánto habrá hasta la valla? ¿Cincuenta, sesenta metros…?— y lanzó la granada con suavidad hacia fuera, cerrando la puerta tan rápido como pudo, apoyando su peso contra ella y rogando a Dios porque fuese lo bastante resistente… … y ¡KA-WHAM!, la puerta luchó contra él mientras la onda expansiva lanzaba polvo y metralla como una bestia salvaje que intentase abrirse camino. David aguantó el segundo que duró. La ensordecedora explosión de la M68 dio paso a gemidos y aullidos de dolor, apenas audibles por encima del zumbido de sus oídos y el dolor de sus pulmones. —¡Cubre la derecha y ve hacia la izquierda! —gritó, y pateó la puerta, con la H&K apuntando a un lado y al otro. La pálida luz de la luna le mostró solamente tres hombres, todos caídos, todos heridos y gritando, todavía vivos por lo que pudo ver a través del velo de sus lágrimas. Kevlar, de cuerpo entero seguramente… Esperarían una huida al frente, hacia su vehículo, así que David giró a la izquierda. Fijó su llorosa mirada en la oscura valla mientras Claire y Rebecca se tambaleaban al exterior tras él, tosiendo y llorando. —Valla —les dijo, tan alto como pudo atreverse, y sostuvo a Rebecca deslizando el brazo por su cintura. Pasaron sobre uno de los hombres caídos, encogiéndose ante su ensangrentado rostro, y comenzaron a correr agachados, con Claire justo detrás. Ella se mantenía cerca de ellos, con el M-16 apuntado hacia atrás al resto del recinto. Buena chica, lo conseguiremos, pasaremos la valla y daremos un rodeo apartándonos de la furgoneta, internándonos en el desierto… Corrieron, acortando la distancia con más rapidez de la que David podría haber esperado, la valla estaba a solo diez yardas tras el edificio en el que habían estado, el edificio que había escogido precisamente por eso; las demás construcciones se curvaban hacia el frente, a demasiada distancia, y el primero habría sido demasiado evidente… … ya casi habían llegado a la valla cuando alguien disparó una metralleta desde la oscuridad que tenían delante, cubierto por el otro lateral del edificio. Como mínimo uno de los miembros del equipo de Umbrella había pensado con lógica e interceptaba la ruta imprevista. Claire se ocupó, devolviendo el fuego, las veloces ráfagas de las dos automáticas unidas en un dúo explosivo. O le alcanzó o el tirador invisible se había puesto a cubierto cuando Claire acribilló la oscuridad con los 223. Rebecca necesitará ayuda. —¡Claire! ¡Arriba! —gritó David, cogiendo el M-16. Ella se lo entregó y girándose escaló fácilmente la valla. 84

S.D. PERRY RESIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO —¡Rebecca, sube! David apretó el gatillo y lo mantuvo así, rociando de balas la fría noche, y oyendo disparos de respuesta por todos lados al mismo tiempo. Tres, quizá cuatro enemigos… Oyó un grito a su espalda, de Rebecca, que sólo estaba a mitad de camino de la reja metálica. Unas cuantas gotas tibias le cayeron a David en la cara, y dede disparar inmediatamente, saltando para atraparla antes de que se cayera. —¡Yo me encargo! —dijo Claire desde el otro lado de la valla, y comenzó a disparar con su pistola a través de la reja metálica. Los proyectiles de su nueve milímetros resonaron con fuerza, pero David sintió que su pulso latía con mayor fuerza todavía. Rebecca estaba pálida y jadeaba trabajosamente. Era obvio que sentía dolor… pero logró mantenerse sobre la valla, e incluso trepar un poquito mientras David se encaramaba y se colocaba a horcajadas para ayudarla a subir. La medio arrastró hasta pasarla por encima del extremo superior, y en cuanto Claire alargó los brazos para ayudarla, David se giró y comenzó a disparar a su vez contra los atacantes que se acercaban, todavía ocultos en las sombras, y la furia que sentía secó las últimas lágrimas causadas por la química. Cabrones hijos de puta, sólo es una chiquilla… El M-16 se quedó sin balas, y bajó de un salto. Rebecca se colocó entre ellos, apoyada sobre todo en David, y se alejaron trastabillando hacia la oscura y congelada noche desértica. 85

S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />

—¡Rebecca, sube!<br />

David apretó el gatillo y lo mantuvo así, rociando <strong>de</strong> balas la fría noche, y<br />

oyendo disparos <strong>de</strong> respuesta por todos lados al mismo tiempo. Tres, quizá<br />

cuatro enemigos… Oyó un grito a su espalda, <strong>de</strong> Rebecca, que sólo estaba a<br />

mitad <strong>de</strong> camino <strong>de</strong> la reja metálica. Unas cuantas gotas tibias le cayeron a<br />

David en la cara, y <strong>de</strong>jó <strong>de</strong> disparar inmediatamente, saltando para atraparla<br />

antes <strong>de</strong> que se cayera.<br />

—¡Yo me encargo! —dijo Claire <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el otro lado <strong>de</strong> la valla, y comenzó a<br />

disparar con su pistola a través <strong>de</strong> la reja metálica. Los proyectiles <strong>de</strong> su nueve<br />

milímetros resonaron con fuerza, pero David sintió que su pulso latía con<br />

mayor fuerza todavía. Rebecca estaba pálida y ja<strong>de</strong>aba trabajosamente. Era<br />

obvio que sentía dolor… pero logró mantenerse sobre la valla, e incluso trepar<br />

un poquito mientras David se encaramaba y se colocaba a horcajadas para<br />

ayudarla a subir.<br />

<strong>La</strong> medio arrastró hasta pasarla por encima <strong><strong>de</strong>l</strong> extremo superior, y en<br />

cuanto Claire alargó los brazos para ayudarla, David se giró y comenzó a<br />

disparar a su vez contra los atacantes que se acercaban, todavía ocultos en las<br />

sombras, y la furia que sentía secó las últimas lágrimas causadas por la química.<br />

Cabrones hijos <strong>de</strong> puta, sólo es una chiquilla… El M-16 se quedó sin balas, y bajó <strong>de</strong><br />

un salto. Rebecca se colocó entre ellos, apoyada sobre todo en David, y se<br />

alejaron trastabillando hacia la oscura y congelada noche <strong>de</strong>sértica.<br />

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