RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />
movía velozmente entre los labios y luego <strong>de</strong>saparecía durante unos cuantos<br />
segundos. Inquietante.<br />
Sin embargo, no había tenido problemas. Había catorce hombres, pero<br />
ninguno tuvo ganas <strong>de</strong> ponerse a jugar a ser el héroe <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que John les<br />
diera unas cuantas razones. Había sido breve y claro:<br />
—Hemos venido en busca <strong>de</strong> algo, no tenemos intención <strong>de</strong> herir a nadie,<br />
sólo queremos que os mantengáis al margen mientras estamos aquí. No seáis<br />
estúpidos y no os pegaremos un tiro.<br />
Bien fuera por la lógica <strong><strong>de</strong>l</strong> asunto o por el M-16, aquello había sido<br />
suficiente para convencerles <strong>de</strong> que sería mejor no discutir.<br />
John se quedó en la puerta que daba al extenso pasillo, <strong>de</strong> espaldas a ella<br />
mientras vigilaba al grupo <strong>de</strong> aspecto infeliz que estaba sentado en mitad <strong>de</strong> la<br />
gran sala, alre<strong>de</strong>dor <strong>de</strong> una larga mesa. Unos cuantos parecían cabreados, otros<br />
parecían atemorizados, y la mayoría parecían cansados. Nadie dijo una palabra,<br />
lo que <strong>de</strong>jó aliviado a John. No quería tener que preocuparse <strong>de</strong> que alguien<br />
provocara un inci<strong>de</strong>nte.<br />
A pesar <strong>de</strong> la certidumbre razonable que sentía <strong>de</strong> que todo iba bien, le<br />
alegró oír el ligero golpeteo en la puerta. León sólo había estado ausente unos<br />
cinco minutos, pero le había parecido mucho más tiempo. Entró con un trozo<br />
largo <strong>de</strong> ca<strong>de</strong>na y un par <strong>de</strong> perchas <strong>de</strong> alambre.<br />
—¿Algún problema? —le preguntó León en voz baja. John negó con la<br />
cabeza sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> observar al grupo, que se mantenía en silencio.<br />
—Han estado tranquilos y callados —le contestó—. ¿Dón<strong>de</strong> has<br />
encontrado la ca<strong>de</strong>na?<br />
—En una caja <strong>de</strong> herramientas que estaba en una <strong>de</strong> las habitaciones.<br />
John asintió, y luego habló más alto, sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mantener un tono <strong>de</strong> voz<br />
tranquilo.<br />
—Muy bien, señores, estamos a punto <strong>de</strong> irnos. Les agra<strong>de</strong>cemos su<br />
paciencia…<br />
León le dio un ligero codazo.<br />
—Pregúntales si Reston está aquí —le dijo con un susurro.<br />
John suspiró.<br />
—¿Crees que nos lo van a <strong>de</strong>cir a nosotros?<br />
El joven se encogió <strong>de</strong> hombros.<br />
—Merece la pena intentarlo, ¿no? Cosas más raras han pasado…<br />
John carraspeó para aclararse la garganta antes <strong>de</strong> hablar <strong>de</strong> nuevo.<br />
—¿Está un individuo llamado Reston entre uste<strong>de</strong>s? Tenemos que hacerle<br />
una pregunta. No preten<strong>de</strong>mos hacerle daño.<br />
Los hombres se los quedaron mirando a los dos, y John se preguntó, por<br />
un instante, si sabían lo que estaban haciendo allí. No parecían nazis, sino un<br />
puñado <strong>de</strong> currantes. Tipos que trabajaban a base <strong>de</strong> bien y a los que les<br />
gustaba tomarse un par <strong>de</strong> cervezas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un día <strong>de</strong> trabajo duro. Eran,<br />
eran… tíos.<br />
¿Y qué aspecto tenían los nazis? Esta gente es parte <strong><strong>de</strong>l</strong> problema, trabajan<br />
para el enemigo. No van a ayudarnos…<br />
—Azul no está aquí.<br />
62