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RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

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S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />

otro ruido aparte <strong><strong>de</strong>l</strong> chasqueo <strong>de</strong> la valla, ni se notaba ningún movimiento en<br />

la oscuridad.<br />

Miró hacia atrás cuando John cayó pesadamente al lado <strong>de</strong> la valla, y luego<br />

indicó con un gesto <strong>de</strong> la cabeza el edificio más pequeño, el que estaba <strong><strong>de</strong>l</strong>ante.<br />

Si él hubiera tenido que pensar en un sitio para ocultar la entrada, la hubiera<br />

escondido en un lugar don<strong>de</strong> nadie miraría: un cuarto para las escobas en la<br />

parte trasera <strong><strong>de</strong>l</strong> último edificio, a través <strong>de</strong> una trampilla en el suelo. Sin<br />

embargo, los <strong>de</strong> Umbrella eran gente <strong>de</strong>masiado engreída, <strong>de</strong>masiado<br />

presuntuosa como para preocuparse por unas precauciones tan simples.<br />

Estará en el primer edificio, porque creen que la han ocultado tan bien que nadie<br />

podría encontrarla. Porque si hay algo con lo que po<strong>de</strong>mos contar, es con que los <strong>de</strong><br />

Umbrella piensan que son <strong>de</strong>masiado listos como para que los pillen…<br />

O eso esperaba. Sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> permanecer en cuclillas, David avanzó hacia<br />

el edificio en cuestión, rezando para que si había cámaras en funcionamiento en<br />

aquella zona, no hubiera nadie mirando las pantallas.<br />

Ya era tar<strong>de</strong>, pero Reston no estaba cansado. Seguía sentado en la sala <strong>de</strong><br />

control, bebiendo coñac en una taza y pensando vagamente en las tareas <strong><strong>de</strong>l</strong> día<br />

siguiente.<br />

Por supuesto, ya había elaborado su informe: Cole todavía no había<br />

logrado arreglar el sistema <strong>de</strong> intercomunicadores, aunque al parecer, todas las<br />

cámaras funcionaban a la perfección. El manipulador <strong>de</strong> los Ca6, Les Duvall,<br />

quería que uno <strong>de</strong> los mecánicos revisara una cerradura que se atascaba en la<br />

jaula que los <strong>de</strong>jaba libres. Y todavía quedaba el asunto <strong>de</strong> la ciudad. Los Ma3K<br />

no podrían lucirse precisamente si los únicos colores <strong>de</strong> los edificios eran el<br />

marrón y el ladrillo…<br />

Tengo que hacer que los <strong>de</strong> construcción se metan en Cuatro mañana. Y tengo que<br />

supervisar cómo les va a los Avi en sus perchas…<br />

Una luz roja comenzó a parpa<strong>de</strong>ar en uno <strong>de</strong> los paneles que tenía <strong><strong>de</strong>l</strong>ante,<br />

acompañada por un suave pitido mecánico. Era la sexta o la séptima vez que<br />

ocurría en la última semana. Tendría que hacer que Cole arreglara aquello<br />

también. Los vientos que recorrían la llanura podían llegar a soplar con mucha<br />

fuerza. En un día malo, incluso llegaban a hacer estremecer las puertas <strong>de</strong> los<br />

edificios <strong>de</strong> la superficie con la fuerza suficiente como para que saltaran los<br />

sensores.<br />

Aun así, menos mal que todavía estaba aquí…<br />

En cuanto Planeta estuviera a pleno rendimiento, siempre habría alguien<br />

sentado <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> las cámaras para repasar los sensores, pero en aquellos<br />

momentos, el único que tenía acceso a la zona <strong>de</strong> control era él. Si hubiera<br />

estado metido ya en la cama, el suave pero insistente pitido <strong>de</strong> la alarma<br />

sonando en su habitación le hubiera obligado a levantarse.<br />

Reston alargó la mano hacia el interruptor y miró a la hilera <strong>de</strong> pantallas,<br />

más por costumbre que porque esperara ver nada…<br />

… y se quedó helado, con la mirada fija en una pantalla que le mostraba la<br />

estancia <strong>de</strong> entrada, a casi unos trescientos metros por encima <strong>de</strong> don<strong>de</strong> él se<br />

encontraba, con una panorámica <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la esquina sureste <strong><strong>de</strong>l</strong> techo. Cuatro, no,<br />

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