RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />
Porque no <strong>de</strong>berían haberlo podido hacer. Eso <strong>de</strong>bería haber sido su fin, y no lo ha<br />
sido, y ahora todos estamos más cabreados y atemorizados <strong>de</strong> lo que ninguno quiere<br />
admitir.<br />
Cuando las noticias sobre el <strong>de</strong>sastre comenzaron a aparecer en los<br />
periódicos, todos habían estado completamente seguros <strong>de</strong> que, esa vez,<br />
Umbrella no podría ocultar las pruebas. El acci<strong>de</strong>nte en la mansión Spencer<br />
había sido relativamente pequeño, fácil <strong>de</strong> explicar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> que el fuego<br />
arrasara toda la mansión y los edificios adyacentes. <strong>La</strong> instalación situada en la<br />
ensenada <strong>de</strong> Calibán se hallaba en un terreno privado y estaba <strong>de</strong>masiado<br />
aislada como para que nadie sospechara nada… De nuevo, Umbrella había<br />
recogido todas las pruebas y se había mantenido callada.<br />
Pero había llegado Raccoon City. Miles <strong>de</strong> personas muertas… y Umbrella<br />
se había salido <strong>de</strong> rositas <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> colocar pruebas falsas y conseguir que sus<br />
científicos mintieran por la compañía. Debería haber sido imposible. Aquello<br />
los había <strong>de</strong>jado <strong>de</strong>scorazonados. ¿Qué posibilida<strong>de</strong>s tenían un puñado <strong>de</strong><br />
fugitivos contra una compañía <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> millones <strong>de</strong> dólares que podía matar<br />
a todos los habitantes <strong>de</strong> una ciudad y encima salirse con la suya?<br />
David <strong>de</strong>cidió por fin no <strong>de</strong>cir nada en absoluto. Hizo un breve gesto <strong>de</strong><br />
asentimiento y se acercó para sentarse con ellos, pero antes se <strong>de</strong>tuvo un<br />
momento al lado <strong>de</strong> Rebecca.<br />
—¿Necesitas compañía?<br />
Ella se dio cuenta <strong>de</strong> que estaba intentando darle ánimos… y también <strong>de</strong><br />
que estaba muy cansado. David se había mantenido <strong>de</strong>spierto casi toda la<br />
noche, comprobando hasta el más mínimo <strong>de</strong>talle los preparativos <strong><strong>de</strong>l</strong> viaje.<br />
—No, estoy bien —le respondió con una sonrisa—. A<strong>de</strong>más, si quiero<br />
cháchara siempre tengo a John a mano.<br />
—Ya sabes que sí, cariño —le dijo John en voz alta, y David asintió <strong>de</strong><br />
nuevo mientras le daba un ligero apretón en el hombro antes <strong>de</strong> marcharse<br />
hacia los asientos posteriores.<br />
David necesita un poco <strong>de</strong> <strong>de</strong>scanso. Todos lo necesitamos, y es un vuelo bastante<br />
largo… así que, ¿por qué tengo la sensación <strong>de</strong> que no vamos a po<strong>de</strong>r tenerlo?<br />
Por los nervios, sólo era eso.<br />
El ruido <strong><strong>de</strong>l</strong> motor se hizo más fuerte, más agudo, y el avión comenzó a<br />
avanzar <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> dar un brusco tirón. Rebecca se agarró a los reposabrazos y<br />
cerró los ojos, pensando que si tenía agallas para enfrentarse a Umbrella, <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />
luego podía soportar un viaje en avión.<br />
E incluso aunque no pudiera, ya era <strong>de</strong>masiado tar<strong>de</strong> para cambiar <strong>de</strong><br />
i<strong>de</strong>a: ya estaban en camino, y no había marcha atrás.<br />
Llevaban en el aire tan sólo veinte minutos y Claire ya estaba medio<br />
dormida apoyada en el hombro <strong>de</strong> León. Él también estaba cansado, pero sabía<br />
que no podría dormirse con tanta facilidad. Para empezar, tenía hambre… por<br />
no mencionar el hecho <strong>de</strong> que no estaba seguro <strong>de</strong> estar actuando <strong><strong>de</strong>l</strong> modo<br />
más correcto.<br />
El mejor momento para ponerte a pensar eso, ahora que estás metido hasta el cuello<br />
—le dijo su subconsciente con voz sarcástica—. Quizá podrías pedirles que te<br />
<strong>de</strong>jaran bajar en Londres, o algo así. Podrías esperarles en un pub hasta que acaben… o<br />
mueran.<br />
16