RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
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S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />
intentó aterrizar sobre su hombro, pero en vez <strong>de</strong> eso lo hizo con todo su peso<br />
sobre un brazo.<br />
¡Au, au, au!<br />
David se había arrojado sobre ella, ya fuera a propósito o por la onda<br />
expansiva, y cuando se incorporó y giró para mirar, vio una expresión <strong>de</strong> dolor<br />
en su rostro. También vio dos, tres trozos <strong>de</strong> metal oscuro sobresaliendo <strong>de</strong> su<br />
espalda, clavando el tejido <strong>de</strong> lana a su piel. Alargó la mano para ayudarlo… y<br />
se dio cuenta <strong>de</strong> que el monstruo seguía en pie. Se estaba frotando el pecho y la<br />
tripa, en las ennegrecidas manchas producidas por la explosión <strong>de</strong> la granada<br />
<strong>de</strong> fragmentación. Unos cuantos pedazos <strong>de</strong> metralla le habían atravesado la<br />
piel, pero Claire pensó, aunque era difícil <strong>de</strong>cirlo por el silencio <strong>de</strong> la criatura,<br />
que, por el modo en que daba otro paso a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante, no parecía sentirse<br />
amenazada. Abrió la boca, sus tremendas fauces <strong>de</strong> lagarto, y <strong>de</strong>jó al<br />
<strong>de</strong>scubierto tiras <strong>de</strong> una carne <strong>de</strong>sconocida colgando entre sus dientes afilados.<br />
Dio otro paso a<strong><strong>de</strong>l</strong>ante en silencio, sonriendo con su sonrisa carnívora, y Claire<br />
se imaginó que podía oler la carne ensangrentada en su aliento, <strong>de</strong> fuese lo que<br />
fuese lo que se estuviese pudriendo en sus entrañas…<br />
¡ESPABILA!<br />
Se puso en pie, haciendo caso omiso <strong><strong>de</strong>l</strong> dolor <strong><strong>de</strong>l</strong> brazo, y alargó el otro<br />
para tomar la mano extendida <strong>de</strong> David y ayudarlo a incorporarse. En cuanto lo<br />
hubo hecho, alzó su nueve milímetros y empezó a disparar <strong>de</strong> nuevo, a<br />
sabiendas <strong>de</strong> que no sería suficiente, pero no sabiendo qué otra cosa hacer.<br />
Heridas en cuatros puntos <strong>de</strong> la espalda, todas en la parte superior, todas<br />
dolorosamente agudas. David <strong>de</strong>jó escapar el aire entre los dientes, <strong>de</strong>cidió que<br />
el dolor era soportable y no pensar más en ello hasta que fuera el momento<br />
oportuno. Aquel monstruo <strong>de</strong> locura seguía en pie, y pue<strong>de</strong> que hubieran<br />
frenado su avance, pero no lo habían <strong>de</strong>tenido, y no tenían nada más potente<br />
que utilizar contra él <strong>de</strong> lo que ya habían usado.<br />
A correr, tenemos que echar a correr…<br />
Ya estaba abriendo la boca mientras lo pensaba, listo para gritar y hacerse<br />
oír por encima <strong>de</strong> los disparos <strong>de</strong> John, León y Claire, que estaban vaciando los<br />
cargadores, aunque los proyectiles eran tan inútiles como la granada.<br />
—¡John, lleva a Rebecca! ¡Retroce<strong>de</strong>d, no po<strong>de</strong>mos pararlo!<br />
John ya había <strong>de</strong>saparecido, y León y Claire retrocedían <strong>de</strong> lado,<br />
disparando, al igual que él, por si existiera una ínfima posibilidad <strong>de</strong> herirlo <strong>de</strong><br />
algún modo, <strong>de</strong> que alguno <strong>de</strong> los proyectiles impactara en algún sitio que le<br />
hiciera daño.<br />
—¡David, po<strong>de</strong>mos pasar por don<strong>de</strong> las pruebas, es <strong>de</strong> acero reforzado! —<br />
le gritó John.<br />
David no tuvo muy claro <strong>de</strong> lo que estaba hablando, pero entendió las<br />
palabras «acero reforzado». Probablemente tampoco <strong>de</strong>tendría al mutante, pero<br />
era posible que al menos lo retrasara lo bastante como para que se reagruparan<br />
y se les ocurriera algún plan.<br />
—¡Vamos! —le gritó a su vez David, y el monstruo dio dos, tres pasos<br />
hacia ellos. Al parecer, ya no le interesaba un acercamiento cauteloso. A aquella<br />
velocidad, los alcanzaría en escasos segundos.<br />
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