RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />
Capítulo 22<br />
<strong>La</strong> chica estaba enferma, con la piel pegajosa por el sudor. Sus intentos <strong>de</strong><br />
escaparse fueron débiles y patéticos. Reston <strong>de</strong>seó po<strong>de</strong>r librarse <strong>de</strong> ella, <strong>de</strong>jarla<br />
caer y echar a correr, pero no se atrevió. Ella era su salvoconducto para los<br />
<strong>de</strong>más intrusos <strong>de</strong> la superficie. Seguro que no matarían a una <strong>de</strong> los suyos.<br />
Aun así, <strong>de</strong>seó que la estúpida chica no estuviese tan enferma. Le estaba<br />
retrasando, ya que apenas era capaz <strong>de</strong> caminar, así que no tuvo más remedio<br />
que continuar arrastrándola por el pasillo trasero, hacia el norte, y luego hacia<br />
el este, a la esquina más alejada <strong>de</strong> la instalación, en dirección a la puerta que<br />
daba al bloque <strong>de</strong> celdas. El montacargas estaba a dos minutos <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />
estaban las celdas.<br />
Ya casi hemos llegado, ya casi ha terminado esta noche increíble, imposible, ya no<br />
estamos lejos…<br />
Era un individuo extremadamente importante, un miembro respetado que<br />
pertenecía a un grupo que tenía más po<strong>de</strong>r y más dinero que muchos países, él<br />
era nada menos que Jay Wallingford Reston… y allí estaba, siendo acosado en<br />
sus propias instalaciones, viéndose obligado a tomar un rehén, a apuntar su<br />
arma a la cabeza <strong>de</strong> una chica enferma y a escaparse como si fuera un criminal.<br />
Era algo ridículo, casi increíble.<br />
—No puedo respirar —susurró la muchacha con la voz estrangulada y<br />
áspera.<br />
—Mala suerte —le respondió él sin <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> arrastrarla tirando <strong>de</strong> su<br />
garganta con su brazo; <strong>de</strong>bería habérselo pensado antes <strong>de</strong> intentar atacar<br />
Planeta.<br />
<strong>La</strong> hizo pasar a través <strong>de</strong> la puerta que llevaba al bloque <strong>de</strong> celdas,<br />
sintiéndose mejor con cada paso que daba. Cada uno <strong>de</strong> ellos representaba estar<br />
un paso más cerca <strong>de</strong> la salvación, <strong>de</strong> la supervivencia. No lo matarían a<br />
balazos un grupo <strong>de</strong> paletos justicieros sin visión <strong>de</strong> futuro; antes se pegaría un<br />
tiro él mismo.<br />
Pasaron por <strong><strong>de</strong>l</strong>ante <strong>de</strong> las celdas vacías, casi habían llegado a la puerta…<br />
y la chica trastabilló, cayendo encima <strong>de</strong> él con tanta fuerza que casi lo <strong>de</strong>rribó.<br />
Se agarró con fuerza a él intentando recuperar el equilibrio, y Reston sintió una<br />
repentina oleada <strong>de</strong> furia contra ella, <strong>de</strong> rabia.<br />
Asesina, zorra estúpida, espía, <strong>de</strong>bería matarte aquí mismo, ahora, volarte los<br />
estúpidos sesos y esparcirlos por las pare<strong>de</strong>s…<br />
Recuperó el autocontrol antes <strong>de</strong> apretar el gatillo, pero la pérdida <strong><strong>de</strong>l</strong><br />
dominio sobre sí mismo lo asustó un poco. Hubiera sido un error, y bastante<br />
grave.<br />
—Hazlo otra vez y te mataré —le dijo con voz helada, y abrió <strong>de</strong> una<br />
patada la puerta que llevaba al pasillo principal, encantado <strong><strong>de</strong>l</strong> tono<br />
inmisericor<strong>de</strong> <strong>de</strong> su voz. Sonaba fuerte, como el <strong>de</strong> un hombre que no dudaría<br />
141