RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio RE Inframundo - La Biblioteca del Cuadrado de Binomio

labiblioteca.bligoo.cl
from labiblioteca.bligoo.cl More from this publisher
14.05.2013 Views

S.D. PERRY RESIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO un color pálido, y su piel escamosa relucía con un tono rosáceo debido al líquido rojizo que la rodeaba. No tenía cola, pero sí las poderosas patas traseras y la gruesa piel de un dinosaurio. Era obvio que había sido diseñado para caminar sobre esas patas traseras, y aunque tenía los ojos pequeños y el morro redondeado de un dinosaurio carnívoro, como el de un tiranosaurio o el de un velocirraptor, también poseía unos largos y musculosos brazos y unas manos con dedos delgados y capaces de agarrar. Por imposible que fuera, parecía el resultado mutante de un hombre y un dinosaurio. ¿En qué estaban pensando? ¿Por qué… por qué hicieron algo semejante? Estaba dormido, o en alguna especie de coma, pero desde luego, estaba vivo. Pudieron ver una pequeña máscara que cubría sus orificios nasales conectada a un estrecho tubo, y una banda de plástico rodeaba su grueso morro para mantener cerradas las gigantescas fauces. John no pudo verlos, pero estaba seguro de que la ancha boca de la criatura debía de estar repleta de hileras de dientes afilados. Sus ojos, como cuentas de cristal, estaban cubiertos por alguna clase de párpado interior, una delgada capa de piel purpúrea, y pudieron distinguir el lento subir y bajar de su grueso pecho, los suaves movimientos flotantes de su enorme cuerpo en la sustancia rojiza. Había un sujetapapeles colgado de la pared al lado de Fósil, sobre una pequeña pantalla donde unas delgadas líneas verdes parpadeaban en silencio. León descolgó el sujetapapeles y fue pasando las hojas mientras John se quedaba mirando a la criatura, impresionado y asqueado a la vez. Una de las garras del monstruo se estremeció, y sus ocho dedos se cerraron hasta formar un puño. —Dice que estaba prevista su autopsia para dentro de tres semanas y media —explicó León mientras seguía pasando las hojas—. «El espécimen se mantendrá en estasis, bla, bla, bla, hasta que se le inyecte una dosis letal de hyptheon antes de su disección.» John miró a la mesa de autopsias y vio que había dos hojas de acero dobladas a cada extremo, y tres sierras de cortar hueso metidas debajo. Al parecer, la mesa había sido diseñada para acomodar a animales más grandes. —¿Para qué mantenerlo con vida? —preguntó John mientras se giraba para mirar de nuevo al Fósil durmiente. Era difícil no quedarse mirando: la criatura era imponente, horrible y maravillosa, una aberración que llamaba la atención. —Quizá para que los órganos se mantengan frescos —dijo León antes de respirar profundamente—. Entonces… ¿lo hacemos? Es la pregunta del millón de dólares, ¿verdad? No conseguiremos los códigos, pero Umbrella tendrá un sitio menos donde jugar a ser dioses con su retorcida ciencia. Y quizás un jefe menos. —Sí —respondió John—. Sí, hagámoslo. Los hombres le escucharon en silencio, con los rostros pensativos, mientras conocían el horror que había invadido Planeta. La invasión procedente de la superficie, su llamada en busca de ayuda, cómo los asesinos lo dejaron inconsciente después de matar a Henry Cole a sangre fría. 130

S.D. PERRY RESIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO No le hicieron preguntas, sólo se quedaron sentados, bebiendo café, alguien había hecho café, y se lo quedaron mirando mientras hablaba. Nadie le ofreció una taza de café. —… y cuando recuperé el conocimiento, vine hacia aquí —siguió diciendo Reston mientras se mesaba el cabello con una mano temblorosa, ofreciendo una mueca de dolor para ser más convincente. Los temblores no hacía falta que los fingiese—. Yo… todavía están ahí fuera, en algún lugar, quizás están colocando cargas explosivas, no lo sé… pero podemos detenerlos si actuamos unidos. Pudo ver en sus miradas vacías que no estaba funcionando, que no los estaba inspirando para que actuasen. No tenía empatía con las personas, pero era capaz de adivinar muy bien su estado de ánimo. No se lo están tragando, probemos con lo de Henry… Reston hundió los hombros y dejó escapar una nota de dolor y temblor en su voz. —Le pegaron un tiro —dijo mientras mantenía la mirada baja con una expresión de dolor horrorizado—. Estaba pidiendo, suplicando que le dejaran vivir, y ellos… le dispararon. —¿Dónde está el cadáver? Reston levantó la mirada y vio que había sido Leo Yan el que había hablado, uno de los manipuladores de los 3K. El rostro de Yan no mostraba absolutamente ningún tipo de expresión mientras seguía apoyado sobre el borde la mesa con los brazos cruzados. —¿Qué? —le preguntó Reston con aspecto de estar confundido, pero sabiendo perfectamente qué era lo que quería decir Yan. Piensa, maldita sea, ya deberías haber pensado en eso… —Henry —dijo algún otro, y Reston vio que era Tom Nosequé, del departamento de construcción. Su voz áspera sonaba claramente escéptica—. A él le dispararon, a usted le dejaron inconsciente… así que todavía sigue en la zona de celdas, ¿no? —Yo… no lo sé—contestó Reston sintiendo mucho calor, sintiendo que quizás estaba deshidratado por tomar tanto coñac, sintiendo que no se podría recuperar de aquellas preguntas inesperadas—. Sí, allí debe de estar, a menos que lo hayan movido por alguna razón. Me desperté confundido, mareado, quería reunirme con vosotros para asegurarme de que nadie más había resultado herido. No me fijé en si seguía allí… Se lo quedó mirando un mar de rostros que ya no eran neutrales. Reston vio incredulidad, falta de respeto, furia… y en los ojos de uno o dos, lo que podía ser odio. ¿Por qué, qué he hecho yo para merecer ese desprecio? Soy su jefe, su superior, yo les pago sus puñeteros salarios… Uno de los mecánicos se puso en pie y se dirigió a los demás, haciendo caso omiso de Reston. Era Nick Frewer, uno de los individuos más populares entre los demás trabajadores. —¿Quién vota por que nos larguemos de aquí? —dijo—. Tommy, ¿sigues teniendo las llaves del camión? Tom asintió. 131

S.D. PERRY <strong>RE</strong>SIDENT EVIL 4 INFRAMUNDO<br />

un color pálido, y su piel escamosa relucía con un tono rosáceo <strong>de</strong>bido al<br />

líquido rojizo que la ro<strong>de</strong>aba. No tenía cola, pero sí las po<strong>de</strong>rosas patas traseras<br />

y la gruesa piel <strong>de</strong> un dinosaurio. Era obvio que había sido diseñado para<br />

caminar sobre esas patas traseras, y aunque tenía los ojos pequeños y el morro<br />

redon<strong>de</strong>ado <strong>de</strong> un dinosaurio carnívoro, como el <strong>de</strong> un tiranosaurio o el <strong>de</strong> un<br />

velocirraptor, también poseía unos largos y musculosos brazos y unas manos<br />

con <strong>de</strong>dos <strong><strong>de</strong>l</strong>gados y capaces <strong>de</strong> agarrar. Por imposible que fuera, parecía el<br />

resultado mutante <strong>de</strong> un hombre y un dinosaurio.<br />

¿En qué estaban pensando? ¿Por qué… por qué hicieron algo semejante?<br />

Estaba dormido, o en alguna especie <strong>de</strong> coma, pero <strong>de</strong>s<strong>de</strong> luego, estaba<br />

vivo. Pudieron ver una pequeña máscara que cubría sus orificios nasales<br />

conectada a un estrecho tubo, y una banda <strong>de</strong> plástico ro<strong>de</strong>aba su grueso morro<br />

para mantener cerradas las gigantescas fauces. John no pudo verlos, pero estaba<br />

seguro <strong>de</strong> que la ancha boca <strong>de</strong> la criatura <strong>de</strong>bía <strong>de</strong> estar repleta <strong>de</strong> hileras <strong>de</strong><br />

dientes afilados. Sus ojos, como cuentas <strong>de</strong> cristal, estaban cubiertos por alguna<br />

clase <strong>de</strong> párpado interior, una <strong><strong>de</strong>l</strong>gada capa <strong>de</strong> piel purpúrea, y pudieron<br />

distinguir el lento subir y bajar <strong>de</strong> su grueso pecho, los suaves movimientos<br />

flotantes <strong>de</strong> su enorme cuerpo en la sustancia rojiza.<br />

Había un sujetapapeles colgado <strong>de</strong> la pared al lado <strong>de</strong> Fósil, sobre una<br />

pequeña pantalla don<strong>de</strong> unas <strong><strong>de</strong>l</strong>gadas líneas ver<strong>de</strong>s parpa<strong>de</strong>aban en silencio.<br />

León <strong>de</strong>scolgó el sujetapapeles y fue pasando las hojas mientras John se<br />

quedaba mirando a la criatura, impresionado y asqueado a la vez. Una <strong>de</strong> las<br />

garras <strong><strong>de</strong>l</strong> monstruo se estremeció, y sus ocho <strong>de</strong>dos se cerraron hasta formar<br />

un puño.<br />

—Dice que estaba prevista su autopsia para <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> tres semanas y<br />

media —explicó León mientras seguía pasando las hojas—. «El espécimen se<br />

mantendrá en estasis, bla, bla, bla, hasta que se le inyecte una dosis letal <strong>de</strong><br />

hyptheon antes <strong>de</strong> su disección.»<br />

John miró a la mesa <strong>de</strong> autopsias y vio que había dos hojas <strong>de</strong> acero<br />

dobladas a cada extremo, y tres sierras <strong>de</strong> cortar hueso metidas <strong>de</strong>bajo. Al<br />

parecer, la mesa había sido diseñada para acomodar a animales más gran<strong>de</strong>s.<br />

—¿Para qué mantenerlo con vida? —preguntó John mientras se giraba<br />

para mirar <strong>de</strong> nuevo al Fósil durmiente.<br />

Era difícil no quedarse mirando: la criatura era imponente, horrible y<br />

maravillosa, una aberración que llamaba la atención.<br />

—Quizá para que los órganos se mantengan frescos —dijo León antes <strong>de</strong><br />

respirar profundamente—. Entonces… ¿lo hacemos? Es la pregunta <strong><strong>de</strong>l</strong> millón<br />

<strong>de</strong> dólares, ¿verdad? No conseguiremos los códigos, pero Umbrella tendrá un<br />

sitio menos don<strong>de</strong> jugar a ser dioses con su retorcida ciencia. Y quizás un jefe<br />

menos.<br />

—Sí —respondió John—. Sí, hagámoslo.<br />

Los hombres le escucharon en silencio, con los rostros pensativos, mientras<br />

conocían el horror que había invadido Planeta. <strong>La</strong> invasión proce<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la<br />

superficie, su llamada en busca <strong>de</strong> ayuda, cómo los asesinos lo <strong>de</strong>jaron<br />

inconsciente <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> matar a Henry Cole a sangre fría.<br />

130

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!