A una zagalina - Paseo Virtual por Extremadura

A UNA ZAGALINA
Er primé rayo der Sol acariciaba
sus mejillas d'amapolas encendías
y su pelo como er trigo se fundía
con los rubios resplandores d'arborada.
Corriendo por la campiña recibía
las caricias der aire mañanero,
la música de los pájaros gorjeros
en sus primeros trinos lanzaos ar día;

er primé perjume de las florecinas
qu'a su paso, jolorosas, s'entreabrían,
despidiendo las lágrimas der rocío
de la noche, dolorosa, en su llantina;
los primeros susurros de la mañana
como primeros susurros de la vía,
polque la vía con la mañana empieza
en er brillante amanecé de cá día;
e r primé aliento que la Naturaleza
ar vestirse de gala con su lú riente
despíe toa rebosante de belleza
cuando los rayos der sol amaneciente
les despejan a la noche su trísteza...
Cortando las florecinas jolorosas
.o aprisionando las leves mariposas
sentíase mu felí y satisfecha;
gozaba de los campos la jermosura,
gustaba der paisaje toa l'armonía
y embriagá con la sabrosa jambrosía
der Edén venturoso de Extremaúra

era er hada gozoza de l'alegría
en er espacio sin fin de la llanura.
Cuando argún día, zagalina jermosa,
a tu pecho inocente llame er amor,
no orvíes las florecinas jolorosas,
las leves y pintarrajeás mariposas,
ni de los campos er subío verdó,
polque gozando der campo las caricias
cuando te acaricie er amado tamién
er amor se te jará mieles y rosas
a la vía te sonreirá venturosa
en un eterno y brillante amanecé.
Enrique Sansinena
MTM - Biblioteca Virtual Extremeña
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