You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
destia y s<strong>en</strong>cillez con que había vivido <strong>en</strong> su patria. Sólo con <strong>un</strong> criado y <strong>un</strong> cocinero. Eso no lo<br />
supe hasta que viajé con él a Inglaterra y a Francia...<br />
–¿Estuviste <strong>en</strong> el país de los fir<strong>en</strong>gi?<br />
–De allí me <strong>en</strong>viaron de vuelta a casa.<br />
–Eso no lo has m<strong>en</strong>cionado.<br />
–Me llevó consigo a su país. Así de importante era para él.<br />
–¿Cómo no me lo has dicho antes? Eres <strong>un</strong> hombre con experi<strong>en</strong>cia <strong>en</strong> el país de los fir<strong>en</strong>gi. Eso<br />
te revaloriza.<br />
–Ahora ya lo sabe.<br />
–No conozco a ningún sirvi<strong>en</strong>te que haya estado <strong>en</strong> Inglaterra.<br />
–Yo era más que <strong>un</strong> simple sirvi<strong>en</strong>te.<br />
–¿Un amigo?<br />
–No, amigo no, es imposible ser amigo suyo.<br />
–¿Hombre de confianza, quizás? Eso su<strong>en</strong>a bi<strong>en</strong>. Naukaram, hombre de confianza del capitán<br />
Burton. Continúa.<br />
–Capitán Richard Francis Burton, quizá sea mejor escribir el nombre completo.<br />
–Por supuesto. Y aún sería mejor que no me ocultases nada. Cuanto más t<strong>en</strong>ga que corregir, más<br />
costará.<br />
–Ti<strong>en</strong>e que quedar bi<strong>en</strong>, lo mejor posible. Necesito <strong>en</strong>trar de nuevo al servicio de <strong>un</strong> angrezi. He<br />
nacido para esto. No he olvidado ning<strong>un</strong>o de mis errores. La primera vez que lo afeitaron estuvo<br />
a p<strong>un</strong>to de ocurrir <strong>un</strong> homicidio. Él dormía aún, quiero decir que cuando le <strong>en</strong>jabonaron la cara<br />
estaba adormilado. El hajaum, navaja <strong>en</strong> mano, se disponía a com<strong>en</strong>zar el afeitado cuando sahib<br />
Burton abrió los ojos. No sé qué creyó ver, rodó por <strong>en</strong>cima de la cama, la cara rebosante de<br />
espuma. Los ut<strong>en</strong>silios del hajaum se cayeron, sahib Burton se precipitó al suelo. Agarró su<br />
pistola y seguro que habría disparado de no haber sido porque le grité: Todo va bi<strong>en</strong>, sahib, no<br />
hay peligro, todo va bi<strong>en</strong>. ¡Sólo iban a afeitarlo! Él blandía la pistola hacia mí, am<strong>en</strong>azando con<br />
pegarme <strong>un</strong> tiro a la próxima sorpresa de ese tipo.<br />
–¿Diste crédito a esa am<strong>en</strong>aza?<br />
–Sí, cuando se apoderaban de él los malos espíritus, lo creía muy capaz.<br />
–Entonces, ciertam<strong>en</strong>te, tuviste <strong>un</strong> gran mérito. Salvaste la vida a <strong>un</strong> barbero.<br />
47