14.05.2013 Views

Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone

Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone

Bajá un capítulo en pdf - Rolling Stone

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

<strong>un</strong> asomo de pasión quién valía la p<strong>en</strong>a y quién no. Poseo bu<strong>en</strong> olfato para las personas, se puede<br />

confiar <strong>en</strong> mí, escríbalo. Cuando me decidí por doce personas, les expliqué a cada <strong>un</strong>a de ellas<br />

que t<strong>en</strong>ían que obedecerme. Como es lógico, también al sahib, cuando les hablase directam<strong>en</strong>te.<br />

En todo lo demás, a mí. Sólo yo ejercía influ<strong>en</strong>cia sobre el sahib, y si no se sometían a mí podía<br />

<strong>en</strong>cargarme <strong>en</strong> cualquier mom<strong>en</strong>to de...<br />

–Doce criados y dos señores...<br />

–¡Sahib Burton jamás tuvo problemas con los criados a lo largo de todos esos años! Lo cual es<br />

mérito mío.<br />

–¿Cuánto te pagaban?<br />

–¿Quiénes?<br />

–Tus pari<strong>en</strong>tes y subordinados.<br />

–¿Cómo dice?<br />

–Los ordeñaste. Habrías sido muy tonto si les hubieras regalado <strong>un</strong> empleo tan lucrativo.<br />

–Sahib Burton me <strong>en</strong>tregaba <strong>un</strong>a cantidad fija para todos los gastos. Les pagaba con eso. Ellos<br />

estaban satisfechos. Sin excepción. Yo t<strong>en</strong>ía el gobierno de la casa bajo control. Era <strong>un</strong> b<strong>un</strong>galow<br />

bonito, por desgracia situado <strong>en</strong> el extremo más alejado del cuartel. Los trayectos eran largos.<br />

Sahib Burton se adaptó <strong>en</strong>seguida. Los demás oficiales le llamaban griffin, recién llegado, pero<br />

eso duró poco. Mi señor pert<strong>en</strong>ecía a ese tipo de personas que vayan a donde vayan pronto<br />

conoc<strong>en</strong> el lugar mejor que qui<strong>en</strong>es se han pasado allí la vida <strong>en</strong>tera. Se adaptó deprisa, no se<br />

imagina con qué rapidez apr<strong>en</strong>día. Si yo poseyera esa facultad, las cosas no habrían terminado ni<br />

la mitad de mal.<br />

–¿Caíste <strong>en</strong> desgracia?<br />

–Me mandaron a casa, sin carta de recom<strong>en</strong>dación, sin refer<strong>en</strong>cias. ¡Después de tantos años! Sólo<br />

<strong>un</strong>a pequeña indemnización y la ropa que vestía. No fue sólo error mío. De mí se esperaba más<br />

que de los demás. Siempre ha sido así.<br />

–Sin duda, sin duda.<br />

–No se puede poner el final por <strong>en</strong>cima de todo lo demás, ¿verdad? El final no puede t<strong>en</strong>er tanta<br />

importancia.<br />

–Escucha, yo no m<strong>en</strong>cionaré tus flaquezas, las facetas más desagradables de tu historia, pero<br />

debería conocerlas. Cuanto más sepa, mejor, ya me <strong>en</strong>ti<strong>en</strong>des. Prosigue.<br />

–Él no estaba acostumbrado a tantos criados. A mí eso, por <strong>en</strong>tonces, me sorpr<strong>en</strong>día. Hasta que<br />

conocí muchos años después la mo-<br />

46

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!