You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
–Basta. No estamos escribi<strong>en</strong>do <strong>un</strong> manual de brujería.<br />
–Mi nacimi<strong>en</strong>to se acercaba. Todos los sirvi<strong>en</strong>tes del maharajá que <strong>en</strong> ese mom<strong>en</strong>to no t<strong>en</strong>ían<br />
que trabajar se congregaron ante la cámara de mis padres y rezaron con fervor pidi<strong>en</strong>do <strong>un</strong>a niña.<br />
Los dolores persistían, las plegarias se int<strong>en</strong>sificaban. Uno fue a buscar a <strong>un</strong> pujari, otro<br />
recolectó dinero, compró cocos y guirnaldas. No sé si el sacerdote conocía de verdad las<br />
oraciones para el nacimi<strong>en</strong>to de <strong>un</strong>a niña o se las inv<strong>en</strong>tó sobre la marcha.<br />
–Un artista de la improvisación.<br />
–¿Perdón?<br />
–Olvídalo. No te preocupes.<br />
–En pl<strong>en</strong>a noche se abrió la puerta, el pujari se había marchado hacía mucho, sólo alg<strong>un</strong>os<br />
amigos permanecían j<strong>un</strong>to a mi padre cuando la comadrona salió con el recién nacido <strong>en</strong> los<br />
brazos. Es <strong>un</strong>a criatura muy hermosa, dijo ella feliz, bu<strong>en</strong>a y sana. Sana, ¿qué significa eso de<br />
sana?, gritó mi padre. ¿Es <strong>un</strong>a niña? Y la comadrona, exhausta, debió de olvidar la razón de tanta<br />
agitación y le contestó: No, gracias a Krishna, no, es <strong>un</strong> chico. Mi padre se golpeó la fr<strong>en</strong>te y<br />
gritó tan fuerte que los c<strong>en</strong>tinelas acudieron <strong>en</strong> tromba. Los amigos se congregaron alrededor de<br />
mi padre int<strong>en</strong>tando consolarlo. Nadie prestó at<strong>en</strong>ción a la comadrona, que se retiró conmigo a la<br />
habitación y me depositó j<strong>un</strong>to a mi madre. La agitación era tan grande que olvidaron depositar<br />
<strong>en</strong>cima de mi l<strong>en</strong>gua <strong>un</strong> trozo mojado de algodón.<br />
–Bu<strong>en</strong>o, pues ya que has nacido, podrás revelarme para qué me has contado todo esto. ¿Crees<br />
que el coronel Whistler desea saber que habría sido preferible que fueses niña?<br />
–Me he dejado llevar por los recuerdos.<br />
–Hemos de anotar lo que hable a tu favor. T<strong>en</strong>emos que mostrar tu ab<strong>un</strong>dante experi<strong>en</strong>cia como<br />
sirvi<strong>en</strong>te, describir tu fortaleza, m<strong>en</strong>cionar tus éxitos, proclamar tus aptitudes. A nadie le interesa<br />
la desgracia que acarreas. Eso puedes compartirlo con tu esposa.<br />
–No t<strong>en</strong>go esposa.<br />
–¿Que no ti<strong>en</strong>es esposa? ¿Eres viudo?<br />
–No, no he llegado a casarme. Una vez me <strong>en</strong>amoré, pero la cosa no acabó bi<strong>en</strong>.<br />
–Lo ves, eso es importante. Siempre has sido sirvi<strong>en</strong>te, tan fiel que ni siquiera has <strong>en</strong>contrado<br />
tiempo para casarte.<br />
–No fue ésa la razón.<br />
40