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EPE en el TIEMPO
Tradiciones perdidas:
Las procesiones del Rey Pacífico y La Candelaria
Muchos son los cambios experimentados
en nuestro pueblo en las últimas
cuatro décadas y resultaría muy
difícil delimitar cuál fue el momento en
que traspasamos el umbral hacia los
nuevos tiempos, pero si necesariamente
tuviéramos que elegir una fecha como
referencia o símbolo de esos cambios
nada mejor que situarla en 1968 y no
precisamente porque los ecos del Mayo
francés llegaran hasta nosotros. Desde
luego mayo llegó y con el 68 la particular
revolución lepera: se ultiman los preparativos
para traer el agua corriente,
por lo menos hasta detrás de la puerta;
se comienzan las obras encaminadas a
empedrar y madronar las calles del casco
histórico; toma realidad la idea de
lanzar nuestra playa - tampoco nuestra
que sólo la pisábamos el 18 de julio y el
día del Carmen- al estrellato de la modernidad
y del boom turístico, se construía
...y se construía la Avenida de Castilla
y de S. Francisco Javier, la Cafetería
Castilla con una puerta grande toda
de cristales y la Pista Miramar... y la
eurovisiva Massiel vendría, un año después,
para apadrinar y vender el eslogan
de La Antilla, el lugar de las horas felices...
y en verdad ¡qué felices éramos!
Pero tanta modernidad, tan necesaria,
no sólo nos trajo, también se
llevó. Se llevó tradiciones que se perdían
Hoy Lepe parece una localidad
de poca tradición carnavalera, es
decir, que el carnaval nunca ha sido
para los habitantes de este pueblo una
de sus festividades predilectas (ni mucho
menos). Aun así, hubo una etapa
en la cual esta fiesta se desarrolló con
mayor fuerza e incluso llegó a adquirir
cierta importancia, aunque esto no duraría
mucho tiempo.
La época en la que el carnaval
en Lepe tuvo mayor apogeo abarca los
años de 1920 hasta 1936. Después de
esto, y con el estallido de la Guerra
en la memoria de los tiempos y con la
que generaciones y generaciones habían
crecido. Tales son los casos de nuestro
tema de estudio: las procesiones del Rey
Pacífico y de la Virgen de la Candela-
Imagen del Rey Pacífico en los años 20. Aparece con
cetro y corona, vestido blanco de brocado y capa roja
con vueltas de armiño (Archivo fotográfico y sonoro de
Lepe - IES La Arboleda - Asociación Atalaya)
El antiguo Carnaval de Lepe
Civil, la fiesta de los disfraces se extinguió
a causa de la prohibición de 1937.
Esto sucedió en la época en la
que el General Franco tenía el poder
del estado español, ya que prohibió que
se saliera a la calle con la cara cubierta
debido a los continuos enfrentamientos
que se producían en aquellos años. Así
pues, las personas no poseían libertad
para cubrirse la cara con caretas; sólo
muchos años después se permitió el
maquillarse, por lo que llega un momento
en el que, debido principalmente
a esto, se pierde el carnaval en Lepe.
ria, que tenían lugar por estas fechas.
Comencemos por la festividad
del Rey Pacífico, que como bien sabréis
nos estamos refiriendo a ese pequeño
Niño Jesús de plomo de la escuela montañesina
que ahora se encuentra en la
capilla de la Inmaculada. Pero no siempre
estuvo ahí ya que esta imagen provenía
de la iglesia de María de la Piedad
del antiguo convento de clausura de la
calle Monjas, donde se le rendía culto y
donde permaneció hasta 1951, año en
que se reinaugura la parroquia y se traslada
a ésta todo lo que allí hubiera con
algún valor. Recuerdos de aquella época
sólo quedan en el topónimo calle Rey
Pacífico, junto al lateral del convento, y
en la memoria de los mayores, recogida
de generaciones anteriores.
Pues bien, aún con el recuerdo
fresco de la Navidad, el párroco D. Fernando
del Molino organizaba en la Iglesia
de las Monjas una solemne novena a
la que asistían casi todos los niños y mayores
Una vez acabada y coincidiendo
con el último domingo de enero, y casi a
las vísperas, salía El Rey Pacífico en
procesión en un pequeño paso siempre a
hombros de niños, que se disputaban el
honor de llevarlo, a la vez que los otros,
rodeaban y acompañaban la comitiva.
En años posteriores volverá a
reaparecer pero no con la misma intensidad
de antaño.
La fiesta del carnaval consistía en
lo siguiente: un grupo de personas del
pueblo se disfrazaba con ropa antigua y
salía a la calle cantando y visitando
muchas casas vecinas para alegrar así a
sus conocidos y familiares. Lo importante
era pasar unos momentos de forma
divertida y amena.
Los días del Carnaval eran
tres: Domingo, Lunes y Martes de Carnaval,
que eran los inmediatamente