14.05.2013 Views

REVISTA CINECLUB UNED:Maquetación 1

REVISTA CINECLUB UNED:Maquetación 1

REVISTA CINECLUB UNED:Maquetación 1

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

novio ausente, destinado en Corea. Pero, al<br />

leer su última carta, su mundo se derrumba: él<br />

le dice que se ha enamorado de otra. Hundida,<br />

acepta una cita con el ilustrador Harry<br />

Prebble (Raymond Burr), notorio mujeriego<br />

(como en La mujer del cuadro, un momento<br />

de debilidad lleva a la perdición). Cenan en un<br />

club nocturno, The Blue Gardenia (donde Nat<br />

“King” Cole, apareciendo as himself interpreta<br />

la canción “Blue Gardenia”, de Bob Russell y<br />

Lester Lee). Beben mucho y, medio borracha,<br />

Norah acepta ir a casa de él. Prebble intenta<br />

abusar de ella, hay una lucha, ella le golpea<br />

con un atizador y se desmaya... Al día siguiente,<br />

no recuerda nada, ni siquiera cómo<br />

ha vuelto a casa, al piso que comparte con<br />

otras dos telefonistas, Crystal (Ann Sothern)<br />

y Sally (Jeff Donnell). Pero Prebble ha aparecido<br />

asesinado, y Norah se cree culpable. La<br />

policía investiga, y un periodista y escritor,<br />

Casey Mayo (Richard Conte), se interesa por<br />

el caso y bautiza a la asesina como la Gardenia<br />

Azul. Publica un artículo en el periódico<br />

(Carta a una asesina desconocida) y le ofrece<br />

su ayuda, asegurando que comprende su<br />

miedo y su soledad... Fritz Lang rodó esta historia,<br />

con dos temas tan suyos como el falso<br />

culpable y la transferencia de culpa, en tan<br />

solo veinte días, procurando planificar el rodaje<br />

de la manera más eficaz posible. Aunque<br />

era una producción modesta, tuvo ocasión de<br />

experimentar con un novedoso artilugio (un<br />

chariot para el travelling) que le permitió dar<br />

más movilidad a la cámara.<br />

Después de esta (floja) historia criminal,<br />

Lang enlazó dos obras maestras, Los sobornados<br />

(The big heat, 1953) y Deseos humanos<br />

(Human desire, 1954), que comentamos en<br />

otras páginas. Tras otro proyecto no realizado<br />

(Dark Spring, una historia de suspense), dirigió<br />

una maravillosa película de aventuras, Los<br />

contrabandistas de Moonfleet (Moonfleet,<br />

1955), basada en una novela de John Meade<br />

Falkner (1898). La acción se desarrolla en 1757,<br />

en un pueblo de la costa británica (Moonfleet,<br />

una contracción de “Mohune-Fleet”,<br />

por la familia que fue principal en la zona). El<br />

huérfano John Mohune (Jon Whitely) es entregado<br />

a la custodia del cultivado y elegante<br />

caballero Jeremy Fox (Stewart Granger). Un<br />

sincero afecto va emergiendo entre el chico y<br />

el hombre, pero John descubre poco a poco<br />

que su mentor tiene tratos con una red de<br />

contrabandistas. En una cripta, el niño encuentra<br />

el esqueleto del pirata Barbarroja, y tal vez la<br />

pista hacia un fabuloso tesoro. Oscilando entre el<br />

amor paternal y la codicia, Fox tiene que moverse<br />

entre los contrabandistas, su amante (Viveca<br />

Lindfors), otro noble avaricioso, Lord Ashwood<br />

(George Sanders), y la esposa de éste (Joan Greenwood)...<br />

El productor John Houseman no creía<br />

que el guión fuera gran cosa, y por eso decidió<br />

contratar a Fritz Lang, esperando que su talento<br />

visual redimiera “lo que todos sabíamos que era una<br />

historia más bien vacía”. El director contó con el<br />

mayor presupuesto de toda su carrera americana,<br />

pero sólo tuvo dos semanas de preparación antes<br />

de un rodaje de diez semanas que se desarrolló<br />

casi totalmente en los estudios Metro-Goldwyn-<br />

Mayer, con algunos exteriores filmados en la<br />

costa de California. La película está rodada en<br />

color, con inspiración en los cuadros de Hogarth,<br />

y en CinemaScope, un formato que no gustaba<br />

nada a Lang (según una cita célebre, “sólo sirve<br />

para filmar entierros y serpientes”). Y el resultado<br />

es un film romántico y dickensiano (también con<br />

algo de Stevenson), con elementos expresionistas,<br />

góticos y fantásticos (uno de los principales<br />

escenarios es un cementerio), y embellecida por<br />

una gran partitura de Miklos Rozsa (CD: Film<br />

Score Monthly Vol.6 No.20).<br />

En Mientras Nueva York duerme (While the city<br />

sleeps, 1956), la ciudad está aterrorizada por un<br />

asesino en serie, que mata a mujeres jóvenes (el<br />

espectador lo conoce desde el principio, pues el<br />

prólogo muestra uno de sus crímenes). En la<br />

agencia de noticias Kyne, el jefe decide que el periódico<br />

Sentinel haga suyo el caso y bautizan al criminal<br />

como el asesino del lápiz de labios. El viejo<br />

patrón ha puesto sus esperanzas en Edward Morton<br />

(Dana Andrews) para que le sustituya (ambos<br />

comparten ideales sobre la responsabilidad de la<br />

prensa en una democracia), pero Morton no es<br />

ambicioso. Cuando muere el viejo Kyne, le sustituye<br />

su hijo Walter (Vincent Price), un joven disoluto,<br />

dandy, poco apegado a los viejos métodos<br />

de su padre. Se le ocurre una idea: poner a competir<br />

entre sí a tres periodistas, el director de la<br />

agencia de noticias, Mark Loving (George Sanders),<br />

el director del periódico John Griffith (Thomas<br />

Mitchell) y el director gráfico Harry Kritzer<br />

(James Craig). Quien descubra al asesino obtendrá<br />

el nuevo puesto de “Director Ejecutivo”. Al<br />

principio, Morton se mantiene al margen de esta<br />

carrera de ratas, pero termina implicándose para<br />

ayudar al veterano Griffith, llegando incluso a uti-<br />

lizar como cebo a su novia Nancy (Sally Forrest),<br />

en un empeño que culmina con una emocionante<br />

persecución en los túneles del metro.<br />

Por el medio andan la intrigante columnista<br />

Mildred (Ida Lupino) y la infiel esposa de Kyne,<br />

Dorothy (Rhonda Fleming)... Aunque es una historia<br />

de trepas y arribistas, no profesa el cinismo<br />

absoluto de El gran carnaval (Ace in the<br />

hole, 1951) de Billy Wilder. El idealista triunfa, y<br />

Lang considera que sus criaturas son seres humanos<br />

(“Esa gente hace exactamente lo que usted<br />

mismo probablemente hace, pero detesta: correr<br />

tras un puesto, ávido de dinero”). El director desarrolló<br />

el guión en una agradable colaboración<br />

con Casey Robinson, en la que utilizaron muchos<br />

recortes de periódicos como fuente de documentación.<br />

Pudo reunir un excelente reparto,<br />

dado que el plan de rodaje permitía que cada<br />

estrella tuviera sólo cuatro o cinco días de trabajo...<br />

Lang consideraba Mientras Nueva York<br />

duerme una de sus películas favoritas, junto a<br />

“M” y Furia.<br />

En la que resultó ser su última película americana,<br />

Más allá de la duda (Beyond a reasonable<br />

doubt, 1956), Fritz Lang retomó su clásico tema<br />

15<br />

15<br />

15<br />

69<br />

69<br />

69<br />

69

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!