REVISTA CINECLUB UNED:Maquetación 1
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Buda explotó por vergüenza<br />
Buda az sharm foru rikht<br />
Buda collapsed out of shame<br />
Irán, 2007<br />
Makhmalbaf Film House / Wild Bunch<br />
Directora: HANA MAKHMALBAF<br />
Guión: MARZIYEH MESHKINI<br />
Fotografía: OSTAD ALI<br />
Música: TOLIB SHAKHIDI<br />
Montaje: MASTANEH MOHAJER<br />
Director Artístico: AKBAR MESHKINI<br />
Intérpretes: BAKHTAY NOROOZ ALI, ABDOL ALI HOS-<br />
SAIN ALI, ABBAS ALIJOMEH<br />
Duración: 81 minutos<br />
Idioma: Persa (VOSE)<br />
Internet: www.lecahier-lefilm.com<br />
www.makhmalbaf.com/movies.php?m=59<br />
proyección<br />
08 /enero /2009<br />
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El juego del horror<br />
En marzo de 2001, los talibanes que dominaban<br />
Afganistán destruyeron dos gigantescas<br />
estatuas de piedra de Buda, talladas en los siglos<br />
V-VI sobre una alta pared de roca, que estaban<br />
situadas en la semidesértica zona de<br />
Bamiyan. Al parecer, las representaciones iconográficas<br />
de Buda se consideraban ídolos y<br />
atentaban contra no sé qué preceptos o creencias<br />
religiosas de aquellos lunáticos. No fue,<br />
evidentemente, la mayor atrocidad del régimen<br />
Talibán (nada comparable a enterrar en<br />
vida a todas las mujeres, por ejemplo), pero<br />
generó un clamor mundial contra la destrucción<br />
de esos monumentos de 1.500 años de<br />
antigüedad, declarados Patrimonio de la Humanidad<br />
por la UNESCO (como si unos hipotéticos<br />
fundamentalistas egipcios decidieran<br />
dinamitar la Esfinge, por decir algo). Las protestas<br />
no sirvieron de nada, y los talibanes acabaron<br />
con las estatuas a base de dinamita y<br />
disparos de tanque… Pero lo que nuestros medios<br />
de comunicación no nos explicaron entonces<br />
(si alguno lo hizo, yo no me enteré<br />
bien), es que el lugar donde se alzaban las estatuas<br />
no estaba realmente desierto. Que, a<br />
los pies de los Budas, habitaban miles de personas<br />
en cuevas y aldeas…<br />
Esta película se abre y se cierra con imágenes<br />
reales, de archivo, de la voladura de las estatuas…<br />
Pero luego la directora acerca su<br />
cámara para mostrarnos a esas personas que<br />
vivían allí, y siguieron viviendo después de la<br />
destrucción de Buda. Y nos cuenta una historia<br />
pequeña, casi una fábula, protagonizada<br />
por una niña que quiere ir a la escuela…<br />
Baktay (Baktay Norooz Ali) tiene seis años<br />
y vive en una casa-cueva, a los pies de donde<br />
estuvieron las estatuas de Buda. Su madre la<br />
ha dejado cuidando a su hermanito, todavía<br />
bebé. Su vecino Abbas (Abbas Alijomeh), un<br />
niño de su edad, ya va a la escuela y recita torpemente<br />
el alfabeto a su lado. Baktay decide ir<br />
también a la escuela. Deja al bebé solo (un<br />
tema que nos mantiene inquietos, por decirlo<br />
suavemente, durante todo el film). Va a buscar<br />
a su madre. Para comprar un cuaderno y<br />
un lápiz, coge unos huevos de casa e intenta<br />
venderlos. Finalmente se dirige a la escuela… y<br />
entonces es interceptada por un grupo de<br />
niños, sólo un poco mayores que ella, que juegan<br />
a la guerra. Estos niños, que hacen de talibanes,<br />
retienen a Baktay junto con otras<br />
niñas, le ponen un burka de papel, amenazan<br />
con lapidarla o hacerla explotar como las estatuas<br />
de Buda... Luego cambian de bando, y<br />
actúan como americanos…<br />
“Si esta película tiene un significado, éste se<br />
encuentra detrás de los juegos de estos niños”,<br />
dice la directora Hana Makhmalbaf, explicando<br />
que su intención era reflejar los efectos<br />
de la violencia, para que los adultos puedan<br />
darse cuenta del modo en que su comportamiento<br />
afecta a las generaciones más jóvenes:<br />
“Los niños son los adultos del mañana. Si se acostumbran<br />
a la violencia, el futuro del mundo correrá<br />
un gran peligro”. Para estos niños afganos,<br />
la violencia ha pasado a formar parte de su<br />
vida diaria. Y no la violencia del cine o los videojuegos<br />
(como en el mundo occidental),<br />
sino la violencia real (Makhmalbaf: “Hace algunos<br />
años, en Bamiyan se produjo una terrible<br />
masacre en la que muchos hombres y chicos jó-